Al
fin hemos alcanzado el paso mensual que lleva la serie regular de la vivaracha
defensora de Gotham ¡Batgirl! Y al igual que el resto del Universo DC, este mes
tenemos una regresión; se abre ante nosotros una ventana para vislumbrar los inicios de nuestra joven heroína.
En
vez de mostrarnos las primeras noches de patrullaje de Barbara Gordon, la
escritora Gail Simone se enfoca en el evento definitivo que la llevaría a tomar
una identidad secreta y defender al inocente. Sorprendentemente, la idea y la
ejecución son excelentes… Hasta cierto punto.
La
pequeña pelirroja que llegaría a usar mallas y mascaras, adora a su padre, el Comisionado de policía Jim Gordon. Como ella dice: “Cada hija quiere que su
padre sea un caballero blanco, cada hija quiere que su padre sea Lancelot ¿la
diferencia en mi caso? Yo en realidad si tengo a ese tipo como papa.” Por
ende decide estudiar criminalística, para seguir los pasos de su viejo en las
fuerzas de la ley.
Un día ella y su hermano James Jr. (antes de perder la chaveta) visitan la comisaria ya que Barbara necesita hacer entrevistas
para una tarea. Dentro, la futura Batgirl se topa con un cuarto lleno de
detectives estudiando el caso de “Batman” donde concluyen que no es una
criatura sino un hombre con armadura, examinando una réplica “exacta” de dicha
armadura.
Aparentemente,
además de ser fan de Jim Gordon, Babs también es fan empedernida del Murciélago, y el verdadero motivo de la
visita a la estación policial era para ver si podía encontrar algo, lo que
fuera, que estuviera relacionado con Batman. Las cosas de repente se salen de
control cuando una masa gigante de músculos llamada “Harry X” es traído arrestado a la delegación y su banda de
“mujeres fanáticas” deciden atacar un centro lleno de policías y liberarlo.
Los
polis de Gotham demuestran la razón de su fama al servir absolutamente para nada durante el ataque. Lo
que lleva a Barbara a escapar de las garras del gran Harry, quien se ha
obsesionado con ella, y tomar el asunto por sus propias manos. En tal vez el
mejor momento de toda la serie hasta ahora, Barbara aparece en medio del caos
vestida con la réplica de la armadura de Batman lista a hacerle frente a Harry
con todas las habilidades que la gimnasia y las artes marciales le han
otorgado. Las razones exactas del por qué era necesario ponerse el batitraje no
están muy clara. A pesar de ello la escena se despliega de manera sorpresiva ya
que hasta el momento su incauto redactor creía que todo esto era un “setup”
para un avistamiento del Hombre Murciélago por parte de la chica. No me
malinterpreten, Batman eventualmente aparece, pero es hasta después de que
Batichica ha luchado y vencido a Harry X. Bats entra en escena tan
intimidante a como siempre, para darle el visto bueno a nuestra protagonista...
A
partir de este punto la calidad del comic decrece ya que la señorita Simone
salta esporádicamente por la vida de Barbara, relatándonos brevemente todas las
hazañas de la pelirroja ya detrás el antifaz (si, antifaz) de Batichica. Una
aceleración demasiado abrupta dentro del relato, que deja al lector aturdido y
deseoso de saber más, solo para ser complacido a medias. Al final se detiene
tres páginas antes de acabar, para revelarnos que Babs dejo la vida
superheroica antes del accidente con el Joker por razones que según el comic
mismo: “es una historia para otro día.”
En
las paginas finales vemos que Barabra intenta retornar a su vida normal después
del suecos desconocido, para llegar al clímax del asunto, la noche que le abrió
la puerta al joker.
La
primera mitad de la historia es excelente, un pequeño suceso que se salió fuera de control y cuyas
consecuencias fueron el nacimiento de la gran aliada de Batman. Muy bien relatado
con un paso estable y adecuado, el problema es cuando Simone aumenta la
velocidad y solo nos muestra flashes de las cosas más interesantes (ella
aparentemente sin mucho interés); vemos que el primer disfraz de Barbara era
una combinación de la Batichica de Frank Miller y la de "Batman: TAS". Un traje gris con
capa azul y un anti faz en vez de capucha. Incluso hay una página que muestra a
Dick, bruce y Barbara juntos (no es por nada pero no soy fan del diseño del
Robin de Dick). La escritora presenta todas estas genialidades pero las aparta
casi tan rápido como las introduce, y uno queda con ganas de ver más. Pienso que Simone ya tiene bien desarrollada
toda la historia de Barbara desde sus inicios hasta la actualidad y entiendo
que lo que quiso hacer aquí fue presentarla brevemente para extenderse más en
diferentes aspectos durante los números
subsiguientes, pero la forma en que lo hace me deja un poco aturdido y
confundido.
Los
lápices de Ed Benes son una ligera mejora al trabajo de Ardian Syaf, aunque
sinceramente no se nota mucho la diferencia. Eso sí, debo aceptar que cuando
quiere hacer a sus personajes verse imponentes, lo consigue sin mucho esfuerzo.
A
como me mencionaba Lichu, es el mejor numero de la serie hasta el momento, se
aparta de la trama general para contarnos una historia clave de la vida de
Barbara, que mas importante aun, es tremendamente personal. El problema es cuando
Simone se aleja de ese toque personal para terminar el comic con trazos generales. Ahora, solo nos queda
esperar el retorno del Hombre que ríe.
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