“Robin: Year One (2000)”
Luego de los
hechos trascurridos en “Victoria Oscura” y de “The Gauntlet”, seremos testigos
del primer año de carrera contra el crimen del compañero por excelencia del murciélago:
Robín, el Chico Maravilla.
Sinopsis: Diversos villanos son
atrapados y encarcelados por otro héroe nocturno en Gotham. Muchos aclaman
venganza y pondrán todo sus esfuerzos para aniquilar este petirrojo molesto.
Uno de ellos es el temible Two-Face, que llegara hasta Batman para que el nuevo
justiciero llamado Robín caiga ante sus armas.
Págs.: 203.
Año de Public.: 2000
Critica:
Pasaron
cinco años para que DC Comics decidiera rebootear la historia del primer año
del compañero del Caballero Oscuro, dejando fuera de continuidad su anterior
historia “Robin: Year One (1995)”. Para la nueva obra que intente emular el
mecanismo editorial del hiper-exitoso trabajo de Miller con Batman, el
guionista Chuck Dixon (reconocido por anteriores trabajos, como también en
series específicas de Robín) decidió continuar con lo narrado en el One-Shot “Batman Chronicles: The Gauntlet”, el cual a su vez este seguía de lo contado en “Dark Victory”, pero no dejándose presionar por el calendario narrativo (como si lo
hizo Miller y Loeb).
Con un
nombre bastante original, “Robín: Year One (2000)”, la obra fue publicada en
cuatro entregas entre Diciembre del 2000 y Marzo del 2001.
Spoiler Zone/ La historia está estructurada de la
siguiente forma: cada número publicado contaba una aventura distinta, con un
problema a solucionar y un villano especifico. A su vez la obra completa
presenta una historia central que va conectando los hechos aislados de cada número.
Cabe mencionar que el narrador en toda la historia es Alfred por medio de
anotaciones pseudo-epistolares.
El primer número
se relata un aventura normal y corriente donde el pequeño sidekick demuestra su
entrenamiento y capacidades deteniendo, tras una investigación previa, al Sombrero Loco que planeaba vender diez jovencitas a un magnate pedófilo (si, como leyeron).
En el siguiente
número entramos al primer clímax de la historia central donde Robín cae en la
trampa de Two-Face para, acto seguido, ver el asesinato de un juez de Gotham (debido
a sus decisiones en un juego de azar estilo dos caras) y ser apaleado hasta el
borde de morir por el villano. Cualquier fan perspicaz vera un guiño del equipo
creativo a la escena del Joker y Jasón en “Una muerte en la familia”. El
resultado de este mini arco es la respuesta realista a la obvia pregunta sobre
el dúo Batman/Robín.
En el tercer
y cuarto capítulo harán su aparición dos elementos destacables del batverso: uno
es el villano Mr. Frezee, y sus clichés favoritos, y el otro seria la
existencia de la liga de las Sombras. Además, en las páginas finales se le dará
un cierre a la historia principal y dejara determinado el statu-quo de la Batifamilia en pleno año seis.
Una de las
cosas que me desilusionaron (un poco) en la obras anteriores que reseñe sobre
los primeros meses del petirrojo junto al Murciélago, es la ausencia en estas
historias de poco análisis de la dinámica y relación de estos dos contrapuestos
personajes. ¿Un multimillonario adulto y traumado saliendo de cacería nocturna
con un niño sonriente y gracioso? Por suerte, Dixon nos plantea diversas
escenas y diálogos que denotan este extraño suceso dando una visión más
definida y realista de esta relación. Muy por arriba: Batman necesita a Robín,
el Niño Maravilla no es tan golden-age como se piensa y Bruce/Dick son más
parecidos de lo que parece. Pensándolo bien, el Robín de Dixon es bastante parecido
al de Morrison.
/Fin Spoiler Zone
En general
la obra, aunque un poquitín larga, es muy buena y recomendable. Dixon nos guia
por un viaje que nos llevara a visitar aventuras coloridas y bizarras similares
a las ocurridas en la Golden age, situaciones críticas y metafóricas más
cercanas a las contadas en la Silver age, y viñetas planteadas con la crudeza
visual y narrativa de las de la Modern Age. Todo esto en el medio del difícil planteamiento
de mostrarnos el primer año de carrera de Robín.
Esta
sobresaliente calidad también se debe al excelente trabajo visual de Scott
Beatty cuyo pulcro estilo noir y geométrico nos presenta un Robín brillante y
rebosante de color, como uno oscuro más similar a su mentor.
¿Qué más decir de este “Robin: Year One (2000)”?
Recomendable primer año del petirrojo donde tendremos dosis iguales de diversión
y reflexión.
Calificación: 8,5/10
Comentarios
"alguien tiene que ayudarlo, y ese bien puedo se yo".
y encuentro notable el cierre de la historia narrando por alfred sobre sus "niños" perdidos que luchan por ser hombres buenos.