Con este número finaliza
"Nowhere Man", la breve historia de dos partes que nos permitió tomar un buen respiro de cara a lo que será
"The Zero Year", el arco argumental de once partes que comenzará a partir del mes que viene y que narrará el orígen de
Batman en los
New 52 desde un punto de vista que promete ser particular y bastante polémico. Como les comenté previamente, este relato centrado en
Clayface fue algo así como el homenaje de
Scott Snyder a
"Batman: The Animated Series" y vale decir que en esta entrega la influencia de la vieja serie televisiva se sintió más que nunca, ya que estas páginas estuvieron plagadas de interesantes guiños a la continuidad clásica del
Bativerso así como también de inteligentes giros argumentales que dejaron a más de un lector en vilo. Así que sin más preámbulos, comencemos con esta reseña.
Retomamos el final del
número pasado y vemos a
Basil Karlo a.k.a. Clayface llevando a
Bruce Wayne a la fuerza hacia el subsuelo/armería de
Wayne Enterprises, donde se encuentran los distintos trajes, vehículos y gadgets que ahí se fabrican para
Batman. El villano entonces explica sus motivaciones para los crímenes que cometió y seguiría cometiendo: resulta que tras haber evolucionado y poder convertirse en un doble exacto de cualquier persona a la que toque,
Clayface había estado chantajeando a los distintos filántropos de la ciudad hasta que llegó el turno de
Brian Wade, quien se negó a cooperar. Fue por eso que
Clayface falsificó su muerte, como vimos en el capítulo anterior, siendo éste el motivo que atrajo la atención de
Batman. El problema era que con en
Encapotado en el medio,
Karlo no podría continuar con sus fechoría, por lo cual decidió absorber el
ADN de
Bruce para hacerse pasar por él y cometer algún que otro crímen con el objetivo de llamar la atención de nuestro héroe, capturarlo, exponer su verdadera identidad y que finalmente termine encerrado en el
Asilo Arkham junto con todos los malhechores desquiciados que él mismo atrapó.
Una vez cumplido su cometido,
Clayface arroja a
Bruce al compactador de chatarra del edificio, en el cual ya había aprisionado a
Lucius Fox. Instantes después,
Bruce despierta de su estado de inconsciencia, tras haber aguantado la respiración por más de siete minutos al estar atrapado dentro del cuerpo del villano, y se encuentra allí atrapado junto con
Fox, irremediablemente condenados a morir. O al menos eso era lo que pensaban hasta encontrar el prototipo de un traje que había sido desechado ya que su costo de venta sería demasiado caro. Sin tiempo que perder,
Bruce se calza el traje y logra escapar con
Fox justo a tiempo. ¿La particularidad de este traje? Era muy parecido al que
Terry McGinnis usaría décadas después en sus días como el
Batman del Futuro. Este fue sin dudas un cameo/guiño que puso contento a más de uno.
De ahí volvemos al presente y nos encontramos a
Clayface/Bruce huyendo de unas patrullas motorizadas luego de robar el
Gotham National Bank. Habiéndose librado fácilmente de los policías, el impostor se dirige a un edificio que, asumo yo, es
Wayne Enterprises para toparse con
Batman, quien lo ataca rápida y ferozmente con todos los recursos posibles de su nuevo traje especial. El tema es que tanto el hidrógeno como el refrigerante y las descargas eléctricas no dan resultado y
Clayface termina capturándolo rápidamente. Mientras que el malvado imitador rompe el vidrio del casco que le impedía tocar la piel del
Detective Oscuro, Gordon y el G.C.P.D. arriban al lugar, por lo cual
Clayface decide que revelará la identidad de
Batman y así acabará con su carrera como justiciero.
Clayface efectivamente le toca la cara a nuestro héroe y termina por convertirse en
Bruce Wayne, lo cuál deja anonadados a los oficiales allí presentes. Aprovechando la distracción, y con ayuda de
Lucius Fox, Batman logra atrapar al villano en una cápsula aisladora programada para poder ser desactivada únicamente utilizando el código genético de
Basil Karlo y cómo el propio
Clayface ya no poseía en su organismo suficiente
ADN para comprobar que era
Karlo, básicamente no podría escapar jamás de esta improvisada prisión.
Con
Basil neutralizado,
Batman le revela a
Gordon y compañía que estaba usando una fina máscara hecha con fibras del
ADN de
Bruce Wayne y fue por eso que al tocarlo,
Clayface se convirtió en él, con lo cual su identidad quedó efectivamente protegida (aunque algo me dice que esto, sumadas a algunas sospechas que tendrán lugar durante
"Zero Year", harán que
Gordon deduzca inevitablemente el secreto de nuestro héroe). Luego de ésto,
Batman dice que irá en busca de
Wayne para llevarlo a un hospital, a lo que
Clayface, enfurecido, asegura que
Wayne es un parásito millonario más que no se preocupa por nadie más que él, que ni siquiera se preocupó por su hijo. En ese momento,
Clayface adopta la forma de
Damian Wayne y Batman comienza a golpear reiteradamente la cápsula diciéndole que se calle, hasta que
Gordon lo detiene. Posteriormente,
Batman no hace más que irse del lugar raudamente y en silencio.
Ya en la
Bat-Cave, Alfred se encuentra realizándole algunas curaciones a
Bruce, mientras éste le dice que no quiere enloquecerse como lo hizo tras la muerte de
Jason, pero que simplemente no está listo para dejar ir a su hijo. Sabiendo que su amo no iría a cenar y se quedaría allí revisando los casos que resolvió junto a
Damian, Alfred le pide a
Bruce si podía acompañarlo. Finalmente, el número concluye con ellos dos visualizando los viejos casos de
Batman y Robin por medio de unas grabaciones. En un momento
Bruce comienza a llorar, a lo que
Alfred simplemente le pone su mano en el hombro. Fin.
Por otra parte, en el
back-up de
James Tynion IV y Alex Maleev continúa el enfrentamiento de
Batman y Superman contra el
Will O' The Wisp, una criatura demoníaca que se alimenta de almas humanas. Aprovechando que el
Hombre de Acero, a pesar de su debilidad a la magia, podía distraerlo por unos momentos, nuestro héroe interroga al espíritu allí presente de una joven llamada
Becca que, junto a su amigo
Tony, invocó al monstruo previamente.
Becca le dice que lo hicieron por medio de un conjuro
galo sacado de un libro. Con esta información,
el
Caballero Oscuro entra en acción y, tras encender unas velas recitando el hechizo, se deshace rápidamente de este ser infernal evitando que consuma el alma de
Superman y de
Becca.
Sin el
Will O' The Wisp de por medio, la adolescente comienza a darse cuenta que su espíritu dejara el mundo terrenal, pero antes de hacerlo le dice a
Clark que trate de cuidar a
Batman ya que, más allá de su apariencia fría y aterradora, era mucho más dulce de lo que se imagina. Una vez solos en el lugar,
Batman le dice a
Superman que no estaba listo para hablar acerca de
Damian, pero que puede sumarse y acompañarlo en su patrulla nocturna. Acto seguido, nuestro héroe hace su clásico truco de desaparecer repentinamente mientras que el otro aún se encuentra hablando, con lo cual
Superman sale volando del edificio en busca de él mientras dice en forma sarcástica algo así como
"eres un tremendo amigo". Fin.
Otro gran número de
Snyder y compañía. El cierre de ambas historias fue mucho más entretenido y convincente que sus respectivos inicios y nos brindaron una gran cantidad de acción pero a la vez un leve descanso para hacer frente a lo que se viene en el futuro inmediato, tal como dije en la reseña del mes pasado. Lo más destacable de todo esto fue sin dudas la reinvención de
Clayface y el muy buen uso que le dieron al personaje, convirtiéndolo en un villano realmente peligroso e inteligente en vez del desagradable e inservible montón de barro que fue casi desde su primer aparición y prácticamente en todas sus encarnaciones. Encima de esto, lo bueno es que
Snyder decidió fusionar al primer y segundo
Clayface,
Basil Karlo y Matt Hagen, para darle así un origen mucho más interesante y con mucha tela para cortar, cosa que harán dentro de unos meses en las páginas de
"Batman: The Dark Knight" #22.
Por su parte,
Tynion IV volvió a hacer un trabajo formidable. En realidad no hay mucho que decir sobre esta aventura porque fue concisa y simple, aunque si debo decir que me gustaría mucho ver más historias esotéricas en el futuro próximo. Dada la oscuridad y el misticismo que siempre rodeó a
Batman y el tremendo esfuerzo que muchos vienen haciendo hace años por convertirlo en un personaje extremadamente realista, no puedo negar que este tipo de historias son de lo más cautivadoras.
Sobre los artistas realmente ya no tengo palabras, todos y cada uno de ellos la rompieron, aunque los verdaderos destacados en esta ocasión son
FCO y Alex Maleev. FCO, obviamente por su coloreado a lo largo del
main feature, en especial durante la persecución por el barrio chino y por las impresionantes texturas que logró darle a
Clayface, y Maleev por sus trazos y sus tintas lúgubres y auténticamente asfixiantes, creando una atmósfera perfecta para ilustrar el
back-up. Claro,
Greg Capullo y Danny Miki también se lucieron, pero esta vez quedaron un poco opacados por el talento de sus compañeros.
En definitiva, nada cambió respecto a los meses y/o números anteriores. La serie sigue siendo igual de buena que siempre y continúa manteniendo un nivel de calidad remarcable más algún que otro altibajo típico e inevitable cuando un título se extiende por casi dos años como éste lo ha hecho. Si, el
Batman de
Snyder suele ser bastante polémico, convencional y hasta soso de a momentos, pero vale la pena leerlo porque la capacidad del guionista y sus compañeros de equipo superan realmente cualquier prejuicio que uno pueda tener hacia su trabajo. Ahora habrá que prepararse para
"Zero Year", ¿están listos?
4 Batcomentario/s:
no he leído el numero aun, pero por lo que comentas sigue manteniendo la calidad de las entregas anteriores(y del run de snyder en general).
pero ¿batman se justifica diciendo que usa una mascara con ADN de bruce Wayne? leyéndolo asi en la reseña suena a la excusa mas rebuscada e incluso ridícula que puede dar alguien. no lo crees?
bueno igual esperare hasta podel leer el comic y ahí poder ver bien el contexto en el que batman daría semejante explicación.
saludos
Excelente reseña Lichu, la verdad es que consideré este número como una lectura sumamente entretenida, a pesar de no ser un gran fan de snyder. Ver a Clayface copiando a Damian fue una escena que nos hizo empatizar con el dolor de Bruce y nos mostró al villano como un ser perverso, más que como un actor frustrado confundido, que era la impresión que daba en alguna de sus anteriores versiones.
Me parece súmamente interesante y respetuoso al trabajo de Morrison que Snyder trabaje con el duelo de Bruce frente a la muerte de Damian, y que no sea solamente un banner o un trendic topic.
Por cierto que el back-up fue sensacionalmente oscuro!
Saludos!
La historia de clayface fue muy interesante habra que esperar mas en the dark knight mientras que el back up con superman fue muy oscuro pero no importa veremos mas de esta relacion en el pasado con el titulo batman/superman
Muy buena reseña! Me quedé con ganas de ver el traje alternativo de Batman. Je.
Benjamín Emmanuel Cabrera.
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