Batman y los videojuegos: Batman: Arkham Asylum (Playstation 3, Xbox 360, PC)


Bueno, queridos lectores de El Blog de Batman, el camino ha sido largo y ha estado plagado de baches, pero por fin hemos llegado a este punto, momento de inflexión en Batman y los videojuegos y donde nada volverá a ser como antes a partir de este momento. El homenaje a Batman: Arkham Asylum finalmente está aquí. 

Sin embargo, antes de comenzar a narrar las bondades de un juego que la mayoría de nosotros ya hemos jugado a estas alturas, es el momento de echar la vista atrás en el tiempo, a 2009 ni más ni menos. En ese año, el Murciélago vive una segunda época dorada (la primera tuvo lugar exactamente veinte años antes, con el estreno de la primera entrega del Batman de Tim Burton), pero en mayo de 2009 nos encontramos con un Grant Morrison que nos regala Batman RIP, uno de los arcos argumentales más épicos de los últimos años. En julio llega The Dark Knight y como diría el Joker, “todo el mundo pierde la cabeza”. Batman está en lo más alto. Sus fans nunca habían sido tan numerosos. Pero ahora llega algo que podría desmontar esta racha de éxitos: un videojuego. Y es que, siendo honestos, los últimos videojuegos del personaje, si bien no habían sido desastrosos, ya no podían medirse de tú a tú con las joyas de la actual generación de consolas (a punto de terminar, por cierto). La mala fama de los videojuegos de superhéroes se había incrementado en los últimos años, con los últimos despropósitos de Superman, Aquaman, Catwoman y los irregulares videojuegos anuales de Spiderman. Pero todos sabemos que ese no ese no es el caso de Batman: Arkham Asylum, que no solo es un buen juego de justicieros enmascarados, sino que es uno de los mejores juegos de la historia. ¿Afirmación exagerada? ¿Opinión nublada de fanboy? Nada más lejos de la realidad. Seguid leyendo para conocer punto por punto por qué la ópera prima de Rocksteady es una genialidad de principio a fin.

El problema con los juegos de Batman es que no terminaban de transmitir todo lo que es capaz de hacer Batman. Ya fuera en los numerosos beat 'em up, arcades de conducción, plataformas o aventuras gráficas, siempre nos quedábamos con una visión incompleta de Batman. En cambio, Arkham Asylum es el primer juego que auténticamente nos muestra todas las facetas del personaje. Y para ello, no duda en seguir la mecánica de aventura de los Metroid de Nintendo, que le viene como anillo al dedo. A esto hay que sumarle un sistema de combate cuerpo a cuerpo magistral, el Free-Flow, así como una amplia gama de gadgets para resolver todo tipo de situaciones y enigmas. Y por último, y quizás el aspecto más importante de Batman y que peor había sido retratado hasta el momento: su labor detectivesca. Rocksteady ha utilizado todas sus facetas, las ha combinado exitosamente y nos ha ofrecido en bandeja la “Experiencia Batman” por excelencia. 


A su vez, una de las cosas que un servidor echa de menos en muchos videojuegos actuales es la sensación de inmersión. Paradójicamente, gracias a la tecnología de los videojuegos actuales debería suceder lo contrario, pero lo cierto es que no es así. El exceso de hiperrealismo y la falta de ideas por parte de los grandes estudios conlleva a que estemos siendo bombardeados por juegos producidos en masa, clónicos y vacíos. Pero esa es otra historia, una en la que Batman: Arkham Asylum afortunadamente no tiene nada que decir, y es que nada más empezar el título, ya somos absorbidos por opresivo ambiente que se respira en las paredes del psiquiátrico más famoso de las viñetas (y probablemente de la ficción a estas alturas). 

La trama ya la conocemos a estas alturas. El Joker engaña a Batman para llevarlo de vuelta a Arkham Asylum, organizar un motín, liberar a los presos, crear un ejército de monstruos infectados con la toxina “Titán” y enviarlos a Gotham. Poca cosa, vaya. Por cierto, como podéis ver, el argumento del juego poco tiene que ver con la opresiva historia parida por la loca mente del Escocés, amén de un par de guiños, pero sí que conserva esa sensación de que el edificio no es un mero inmueble, sino que forma parte del plantel de personajes. Arkham Asylum es un lugar terrible y Batman sufrirá en él.

Como ya dijimos antes, la progresión de Arkham Asylum es muy similar a la de Metroid. Algunas áreas no pueden ser exploradas hasta que se desbloquea un determinado gadget. El asilo es un enorme centro establecido a lo largo de toda una isla. Hay muchos criminales que vencer, puzles que superar y recovecos por explorar. Pero no estamos realmente ante un sandbox como su secuela. La narración es bastante lineal, algo que en absoluto es negativo, sino que refuerza la idea de que Batman es un hombre con una misión y no se detendrá ante nada hasta cumplirla.  

Batman golpea rápido y desde las sombras, pero si debe hacer frente a un grupo de enemigos, cuenta con el mencionado sistema Free-Flow para encadenar combos, contraataques y agarres para salir airoso de los numerosos enfrentamientos del juego. Es sencillo, muy intuitivo y fácil de aprender, pero difícil de dominar. Y es que si os dan una paliza en el juego, la culpa no será del mismo, sino totalmente vuestra. Ya que cuando os veáis superados en número o en potencia de fuego, siempre podéis recurrir al sigilo o a vuestros gadgets para salir airosos e instalar nuevamente el terror en el corazón de los reclusos de Arkham Asylum. El juego os brinda herramientas suficientes para sobrevivir, tan solo hay que aprovecharlas.


Arkham Asylum es el hogar de un número de reclusos criminales insanos y el estado de degeneración de la isla tras el motín del Joker se muestra con unos detalles dantescos, con caos, desorden y muertos por todos lados. Este no es el Batman de Adam West o el de la excelente serie de animación de los 90 (aunque Kevin Conroy y Mark Hamill repiten sus respectivos papeles como Batman y el Joker). Este es un juego muy oscuro y con temas para adultos, como bien se puede observar a través de los delirantes enfrentamientos contra el Espantapájaros. 

Los enfrentamientos mentales contra de The Riddler también son dignos de mención, y es que el villano al que Scott Snyder está lavando la cara en estos momentos nos desafía con 240 objetivos a cada cual más desquiciante, por lo que el empleo del Modo Detective es fundamental si queremos dejar en ridículo a Edward Nigma. Este es uno de esos detalles que mantienen el juego vivo, incluso después de que la historia haya terminado.

Algunas de las cosas más interesantes que encontramos alrededor de la isla son las entrevistas con los paciente. Estas bobinas se dividen en cinco partes y permitirá a los jugadores sumergirse más profundamente en las mentes de los villanos. Algunos de estos comienzan de forma tranquila, pero poco a poco van desquiciándose con un gran final. Una de las entrevistas a destacar es la de Victor Zsasz, que comienza de forma lenta pero termina desembocando en un final muy oscuro y melancólico. 


Completar el juego por primera vez nos llevará unas 10 horas aproximadamente, aunque su mayor rejugabilidad se encuentra en los mapas de desafío que podemos ir desbloqueando durante la partida. Se dividen en dos modos diferentes: Depredador Invisible y combate Free-Flow. En el primero debemos eliminar a los enemigos mediante el sigilo y la astucia, mientras que en el segundo, como es de esperar, los golpes hablarán más que las palabras. Si además tenéis la versión para Playstation 3, os alegrará saber que no solo Batman cuenta con este tipo de mapas, sino que el propio Joker se convierte en personaje jugable por obra y gracia de Rocksteady. Pero ojo, que esto no es cosa de risa, ya que la dificultad de estos mapas es mucho mayor que los de Batman (básicamente por tener mucha menos fuerza física y unos gadgets irrisorios).

Un servidor podría seguir durante horas hablando de las maravillas de Batman: Arkham Asylum, pero personalmente, creo que es mejor que cierre el pico ya. Hay cosas que es mejor experimentarlas a que te las cuenten, y este juego es una de ellas. Dicen que Arkham City supone la cumbre en lo que a videojuegos de Batman se refiere, aunque el que escribe estas líneas se sigue quedando con el primer juego de Rocksteady. ¿Los motivos? Los descubriréis en la próxima entrega de Batman y los videojuegos. Aquí os quiero ver a todos.

Comentarios

Kirano ha dicho que…
Mi queja con respecto al juego viene por dos personajes, James Gordon y Bane.

El comisionado de Gotham City peca de ser una damisela en apuros y pasa por alto la formidable y respetable figura de autoridad que si posee en los comics, de Bane ni se diga, tan solo es una rata de laboratorio del que no veo mucha diferencia con respecto a la versión que nos ofreció Joel Schumacher, un bruto musculoso alejado de la imagen formidable e imponente de un estratega

No seré un experto en el campo de los videojuegos, pero se lo que me gusta y este titulo fue el responsable de los constantes cambios de ropa interior a los que me vi sometido XD
Mariano Romero ha dicho que…
¡Siiiií! ¡la reseña que estaba esperando!, y con la cual concuerdo completamente. Yo realmente perdí la cabeza con éste juego. La atmósfera siniestra, la manera en que luchaba Batman y la calidad de los gráficos, me dejaron embobado. Es muy probable que me equivoque pero, para Mí, este es el juego definitivo de Batman. Si Arkham Origins u otro futuro bat-juego lo supera, pues genial, y si no lo hace, no me hago mucho problema.
Sobre la reseña, sólo puedo decir que es EXCELENTE, como siempre. Espero la de Arkham City. ¡Saludos! :)
Anónimo ha dicho que…
Me gustó mucho la reseña, explicando muy bien la trama y el modo de juego.

Quisiera dar un consejo a los bloggers que hacen reseñas, sigan el ejemplo de este tipo, Don Piticlin, ya que a veces leo reseñas que no tienen nada de objetividad y el blogger solo pone su punto de vista, sin hablar realmente ni con la objetividad que debe tener una reseña.

Me gusto mucho esta reseña :)
Luca ha dicho que…
Este juego es una maravilla, a mi me encantó, es simplemente estupendo, no veía la hora de llegar del colegio e internarme en mi Xbox para no salir más, este juego era lo único que me hacia ir con una estúpida sonrisa (o con un miedo incontrolable) a la cama. Es excepcional, la reseña esta genial, te felicito!