Buenas y bienvenidos a una nueva reseña, continuando con la
mini-serie a cargo de Andy Kubert, "Damian: Son of Batman". Cómo bien sabrán, ésta
explora los acontecimientos que toman lugar en el posible futuro en el que
Batman muere y Damian toma el manto del Murciélago.
El número hace su apertura directamente desde el final del
número anterior, en donde vemos a Bruce Wayne en la Bat-Cave con intenciones de
detener a Damian de la matanza que estaba llevando a cabo contra villanos como Killer Croc, Clayface, Jacknapes, etc..
Bruce y Damian tienen una discusión fuerte, en la cual se
nos revela que el Batman que murió en el número anterior era Dick Grayson,
siendo esto explicación suficiente para la aparición de Bruce.
Bruce, habiendo perdido total confianza en su hijo, comienza
a arremeter contra él, los dos comienzan un fuerte enfrentamiento, el cual
culmina con Bruce siendo atravesado por un gancho a manos de Damian quién,
sorprendido y asustado, se va tras ser regañado severamente por un Alfred para
nada contento.
Seguidamente, podemos apreciar a Damian en una iglesia,
“confesándose” ante un cura, el cual suponen muchos, por su aspecto y sus
conocimientos, es James Gordon. Damian le expresa preocupado su situación, el
cura reacciona con firmeza y le responde que debe encontrar el perdón por sus
actos y redimirse para obtener el perdón de su padre, por lo que le sugiere
que considere la posibilidad de reclamar el manto del Murciélago como suyo, con
el motivo de emprender una misión para recuperar la confianza de Bruce por medio de los "métodos correctos" de acuerdo a su código moral.
Más adelante podemos ver a Damian siguiéndole el rastro al
Joker, el cuál ha sido avistado recientemente en las cercanías del abandonado
Asilo Arkham. Viendo ésta situación, Damian se enfunda en la piel del
murciélago, con su característico traje visto por primera vez en "Batman" #666. Damian parte hacia Arkham, en donde descubre pistas que lo conducen hasta la guarida del Professor Pyg, quien se encontraba torturando psicológicamente a un grupo de niños en compañía de sus Dollotrons.
Al mismo tiempo que, Bruce, recostado y en estado de
recuperación, es revisado y atendido por una enfermera de un aspecto extraño,
por su apariencia podría decir que tiene una alianza con el Joker, y está
vigilando de cerca al primer Caballero Oscuro. Esta es sólo una suposición.
Damian, por otro lado, es atacado por las muñecas de Pyg, en una batalla que
termina (en éste número) con una caída profunda desde lo alto de un rascacielos.
FIN.
Analizando éste número y revisando el anterior, es notable
un pequeño cambio de actitud en Damian, éste se presenta con un tono más
agresivo y menos cauteloso cómo el que se nos muestra en los cómics previos a
su deceso. El guión va bien hasta ahora, es destacable cómo el efecto de “nada
es lo que parece” se hace cada vez más presente a lo largo de las páginas y es
bastante bueno ver cómo éste nuevo y severo Batman es introducido.
El arte sigue siendo genial, como siempre fue característico
de Kubert, trazos limpios y detallados, los fondos y las estructuras están
graficadas de una manera bastante pulida.
El número en sí se lleva un 8/10, una lectura muy
entretenida y un número fundamental para el origen de este Batman.
Comentarios
A ver que pasan en los 2 siguientes números.