
Ahora llego el momento de un pequeño resumen argumental, no
hace falta que advierta la presencia de spoilers, aunque de todos modos no se
preocupen, nada jugosos. Recordarán que el número anterior terminó con Bane
tomando el control del hospital Memorial de Gotham, que hasta ese momento era dominado
por el Profesor Pyg. Pues bien, el profesor no ha vuelto a aparecer en este
número, por lo que es de suponer que Bane finalmente se hizo con el hospital.
Gran punto estratégico, que servirá para atender a los heridos. No obstante, en
una batalla encarnizada y brutal, raramente hay heridos que curar; pues son
pocos los que, tras una derrota, se quedan oscilando entre la vida y la muerte.
Bane aprendió esta lección cuando los cuerpos de sus soldados se fueron
apilando uno por uno a su alrededor, tras una feroz batalla entre su escuadrón
comandado por Brute, y los soldados man-bats del profesor Langstrom.
Brute, que hacía honor su nombre, era una colosal masa de músculos
producto de un claro exceso de Venom. El cuerpo inerte de Brute, cortesía del
propio doctor Langstrom, fue escoltado donde Bane por los hombres del Pingüino -quien
había consensado una reunión con el enmascarado- y apilado junto con las demás bajas.
Cobblepot le comenta a Bane, que sus hombres no debieron entrar al distrito de
Langstrom, pero que como alcalde es su deber mantener limpias las calles. A
continuación, Bane le propone que caminen un poco por la ciudad y así lo hacen.
Durante la conversación, nos queda en claro que Cobblepot pretende jugar a dos
bandas, y hasta el propio Bane le expone esa idea. La charla fluye en un tono
respetuoso durante todo el caminar, hasta que terminan cerrando un acuerdo en
donde implica que Bane le entregue a Ogilvy, mientras Cobblepot le mantenga
informado sobre los planes de Scarecrow y el resto de los Arkhamitas. Es
entonces cuando El Pingüino decide honrar su parte del trato, e informarle que
en este momento la charla que están teniendo solo sirve de distracción, para poder
darle a Scarecrow el tiempo suficiente para robarle los Talons de Black Gate.
Bane no pierde la calma, aunque tuvo que alzar al Pingüino desde
el cuello para que hable rápido sobre el robo, y se marchó en busca de esa rata
cubierta de paja. Cobblepot tampoco pierde la calma, y mientras recoge su
sombrero del suelo, da la impresión de que es al único al que le marchan bien
los planes; con una enorme sonrisa, se dirige a un camión de alimentos
estacionado a pocos metros, en donde el comisionado Gordon y la detective
Pierce planean un asalto suicida a Black Gate, para rescatar a la alcaldesa
interina Agatha Zorbatos. Cobblepot interrumpe la conversación abriendo la
puerta de la camioneta, y les dice al comisionado y a la detective que si
quieren una oportunidad para rescatar a Agatha, es ahora. Al entrar a la
presión, inmediatamente se deja ver el caos que reina en la misma, con los
presos y los Arkhamitas luchando entre sí, el comisionado junto con Pierce,
aprovechan la confusión para rescatar a Agatha. Sin embargo, el asistente de la
alcaldesa seguía desaparecido, pero decidieron marcharse rápidamente sin él,
por obvias razones.
Mientras tanto, en el puerto de carga de la prisión,
Scarecrow y varios Man-Bats –incluyendo a Langstrom- están casi listos para
transportar los diferentes contenedores de Talons hacia los laboratorios de
Freeze, donde serán reanimados. Pero minutos antes de iniciar vuelo, Bane
irrumpe con un sadismo atroz, tumbando con su gigantesca mano a Crane en suelo, como si de un muñeco de tela se
tratase. Inmediatamente los Man-Bats baten sus alas y se elevan junto con los
contenedores, pero Bane es rápido y logra sujetar de un ala al doctor Langstrom,
dejándolo inconsciente junto con Crane. Bane se había quedado al menos con un búho.
El cómic finaliza mostrándonos la salida triunfal por parte
de Gordon y compañía de la prisión, y tomando un coche de policía. Mientras Gordon
conduce algunos metros y decide que la alcaldesa necesita atención médica, dos
poderosas piernas impactan en el capó, deteniendo al coche por completo. Para
sorpresa (y terror) de todos se trata de Bane, que en cuyos brazos lleva el
cuerpo inconsciente del asistente de la alcaldesa. Tras apoyar el cuerpo sobre
el capó del coche, le advierte a Gordon que quieren lo mismo y que también
puede jugar. Se marcha pacíficamente, dejando el cierre del cómic con un aura incógnita.
Por lo que no me parece una locura decir que Tomasi está sabiendo manejar a los diferentes villanos, dándoles una personalidad apropiada y haciéndolos creíbles. Aún así, a pesar de estar conforme con su Bane, sigo pensando que el personaje puede dar más de sí. Sigo esperando ese gran intelecto y habilidad estratega entrar en acción, que por ahora solo le ha dicho que tener a los Talons de su lado es bueno, y por ahora sólo pudo quedarse con uno. Mientras leía el cómic y veía esa doble página de enfrentamiento entre presos y Arkhamitas, lo único que se me pasaba por la cabeza: “¿Cómo es posible que no haya bajas de súper-villanos?” Bueno, lo cierto es que al parecer si murió alguien. Matilda Mathis, también conocida como Dollhouse, villana en Catwoman e hija del Dollmaker, fue alcanzada por la oz del Segador. Realmente espero que haya muerto, porque si tras esa batalla no se presentan bajas “significativas”, la verdad que sería un chiste.
En cuanto al arte a cargo de Scot Eaton, no tengo mucho que añadir. Pasa bastante desapercibido en realidad, pero cumple su función. Aunque me gusto ver a Bane reposando sus manos en los tiradores de su chaleco, al estilo "The Dark Knight Rises", típica pose de estratega. Pero sigo exigiendo ver un lado más humano de Bane, sin su máscara tal vez, sin esas luces rojas desprendiéndose de sus ojos y que lo hacen ver como un demonio salvaje. Pero a estas alturas ya no creo que cambien el estilo, sólo espero que no lo demonicen más de lo que ya está, que por ahora es un planteo sostenible y meramente aceptable.
En conclusión es un buen número, todavía no han tenido lugar acontecimientos épicos o sucesos memorables, pero a cambio se mantiene un nivel de tensión a lo largo de las páginas, que al final te termina dejando con ganas de más. Las apariciones en escena de Gordon y la detective Pierce me resultaron indiferente y desentonadas, queda por esperar si termina teniendo un propósito, pero el final del cómic parece decirnos a gritos que sí. Quedan cuatro números más y da la sensación que puede pasar de todo. Hasta ahora el desarrollo es consistente, sin grandes altos, pero con una media envidiable. Veremos como termina la cosa.
Comentarios
Y no me ha gustado como dibujan a Bane , Dios agarra al Espantapájaros como si fuera un mosquito. Todo lo demás excelente , oajalá mueran los villanos menores ...
Me había entusiasmado con el lado inteligente de la historia. Con estos dos primeros números empiezo a dudar.
No entiendo bien por qué los Talons obedecerían a quien los despierte.
El apartado gráfico parece porno de lucha libre.
Y Bane tiene agujeros para los ojos en la máscara... sin comentarios.
Saludos.