¡Hola bati-amigos! En el anterior y especialísimo #27 de "Detective Comics", Layman nos enseñó una Gotham brillante, idealista, que opacaría
a la propia ciudad del mañana; en donde la delincuencia no tiene cabida, pero
en donde curiosamente aún existen superhéroes en pos de mejorar las cosas que
parecen inmejorables. No obstante, una brutal incertidumbre flota sobre las
calles de Gotham y sus honrados ciudadanos. La tasa de suicidios encuentra su
punto máximo y no parece haber una explicación lógica para ello, Gotham pasa
por su mejor momento... Así ha sido durante años y así va a ser siempre, hasta
que alguien despierte y se dé cuenta de la realidad, de que el brillo de Gotham
es tan ilusorio como la felicidad a la que se ven encarcelado sus habitantes. Con
la ayuda de Ivy, Batman ha despertado y ha recordado la cruda realidad. Pero
también sabe que hay trabajo que hacer, y depende de él hacer recobrar la
conciencia a su ciudad. "Gothtopia" está aquí, pero no por mucho más tiempo. Atención:
hay spoilers.
Luego de esa breve introducción, debo decir que en lo personal, "Gothtopia" es uno de mis eventos favoritos hasta la fecha. Aunque es cierto que
tras un inicio prometedor, todo terminó derivando en un hecho que resultaba
demasiado obvio: Scarecrow. Sí señores, como si este personaje ya no tuviera
suficiente relevancia en los tiempos que corren, ahora también se ha adjudicado "Gothtopia". Pero siendo justos y honestos, al menos lo ha hecho con clase. Tras
un decepcionante paso por "Batman: The Dark Knight" (la calidad de la
serie en general es mediocre), tuvo la oportunidad de reivindicarse de la mano
de Tomasi en "Forever Evil: Arkham War" y, a pesar de haber
desarrollado una faceta bastante aceptable en dicha mini serie, no acabó
cuajando como debería y Bane se terminó robando todo el protagonismo en las
páginas, resignando a Crane a quedar en un segundo plano. En resumidas cuentas,
el personaje estaba transitando por una falta de potencial argumental que no
daba señales de mejora, ni siquiera estando en manos de guionistas competentes
como Tomasi. Aquellos gloriosos días en los que Scarecrow era retratado como un
genio manipulador y propagador del miedo en las páginas de "No Man's Land",
parecían estar más lejos que nunca.

Ahora Layman, hace su aparición, para traernos un cálido
rayo de esperanza. Pero no se engañen, aunque la premisa es buena, todavía no
se ha explorado al personaje a fondo. Este número tenía básicamente dos líneas
argumentales de interés posibles. Habiendo resuelto el enigma acerca de quien
estaba detrás de todo esto en las últimas páginas del número anterior
(Scarecrow), Layman podía optar o bien por continuar la historia desde el punto
de vista de Batman, y relatar sus desventuras y sus esfuerzos por devolver a
Gotham a la normalidad, o bien podía darle un cambio de perspectiva a la
narración y seguir la historia en base a Scarecrow, teniendo así la oportunidad
de profundizar en el personaje, en sus intenciones, sus expectativas, su manera
de pensar. Ambas opciones son respetables y eso queda en cada guionista y en su
estilo. Layman se decantó por un seguimiento tradicional y no perdió el foco
en el Encapotado, volviendo a dejar a Scarecrow en un segundo plano, al menos
por el momento.
No obstante, Layman no perdió la oportunidad de darnos
algunas explicaciones sobre las motivaciones de Scarecrow, aunque resultan
bastantes simplistas y carentes de elegancia, ya que lo hace desde un punto de
vista deductivo, como resultado del trabajo en equipo de Ivy y Batman. Es
decir, son ellos dos los que se encargan de iluminarnos un poco en cuanto a la psicología
de Crane, en vez de darle la oportunidad al lector de sacar sus propias
conclusiones tras un análisis del personaje. Por supuesto que dicho análisis no
puede llevarse a cabo, debido a que como dije, Layman decidió enfocarse en
Batman, por lo que en realidad, dichas explicaciones resultaron simplistas
debido a este punto. Si el foco se hubiera centrado en Crane, quizá todo
resultaba más satisfactorio e interesante.

Pero como dije, toda decisión es respetable, debido a que
cada una tenía sus pro y sus contras. Ya he hablado de las contra de haber
optado por este enfoque, vamos hablar de los pro, y es que en realidad resulta
bastante obvio: Batman. ¿A quién no le gusta ver a Batman haciendo lo que mejor
sabe hacer? Salir de situaciones difíciles, encontrando una solución para todo,
vamos, que es el McGuiver moderno. Aun si cinturón utilitario, Batman consigue
escapar de la celda en donde estaba confinado en Arkham. Esto se explica, en
parte, porque Batman tuvo la oportunidad de poner a prueba el sistema de
seguridad del asilo anteriormente, en el Annual #2 de "Batman" por lo que es consciente
de sus fallas, además de que está claro que ha explorado nuevas tecnologías
aplicadas a su traje.
Tras lograr escapar, lo siguiente es pensar en cómo contrarrestar
la nueva toxina de "felicidad" de Crane, y la respuesta no podía
recaer en nadie más que Poison Ivy. Recordemos que fue ella quien despertó a
Batman del "sueño" en primer lugar, ya que las toxinas del Scarecrow
no hicieron efecto en ella, y tuvo la oportunidad de actuar. Batman localiza la
celda de Pamela y la libera, aunque recibe un golpe de su parte por ser él
quien la encerró, y luego un lujurioso beso con el cual Batman se deja llevar,
como agradecimiento por rescatarla ahora. Pero eso no era todo, y siendo Batman
no podía serlo, ya que realmente Batman se dejó besar para que Ivy le
impregnara con sus toxinas que combaten la de Scarecrow, ahora él también es
inmune.
No pienso contar más detalles de la trama, porque en general
el cómic me gustó y no me gusta arruinar del todo esos cómics. Si quieren
saber cómo sigue tendrán que leerlo, y les recomiendo que lo hagan porque todavía
quedan sorpresas, incluyendo un final de lo más bizarro e intrigante.

El arte estuvo a cargo del señor Lopresti y la verdad que está
más que bien. A mí por lo menos me gustó, y eso ya es decir mucho. Resalto su
estilo a la hora de plasmar a Catbird en el papel, sobre todo en los primeros
planos. Hay falta de detalles y trazos más alborotados en los dibujos más
"lejanos", pero no es nada del otro mundo. La portada corre a cargo
del excelentísimo Jason Fabok, y simplemente esta genial.
En conclusión es un buen número, que sigue manteniendo el
interés y la expectativa gracias a la premisa inicial y sigue bebiendo de
ello. Dejando a un lado el final, las cosas salen como uno espera, sin incluir
novedades ni puntos fuertes que aporten a la trama. Todo sigue su curso. No
puedo dejar de pensar en la desaprovechada oportunidad de seguir expandiendo la
faceta de Scarecrow, aunque quizá lo haga en el próximo número, habrá que
esperar. Sin duda lo más criticable del cómic son esas explicaciones puntuales
de las motivaciones y la psicología del Scarecrow. Porque hace lo que hace,
todavía no queda bien en claro, no logra convencer. En lo personal, me molestó
que hayan dejado que Bruce conservará su traje, viendo que en el cómic resaltan
este hecho, dándonos respuestas que recurren precisamente a la psicología de
Scarecrow que no tuvimos oportunidad de explorar. En fin, veremos qué pasa en
números posteriores.
Nota: 7.5 (Recomendable +)
2 Batcomentario/s:
yo no entiendo bien o sea las personas estan todas desmayadas y alucinando un mundo alegre o que ? caminan y en vez de ver a Scarecrow ven (por ejemplo) a un doctor ? no me quedo muy claro.
Pero me alegra que con poco espacio no se hayan puesto a explorar el mundo ese feliz, que se lo dejen a los tie-ins ...
PD: Batgirl y Catwoman son las 2 series regulares que se han visto afectadas por los 4 eventos (Night of Owls, Death of the Family , Zero Year y Gothopia)
Lo segundo, mi estimado amigo. Todos en Gotham están despiertos en el sentido literal de la palabra, todos hacen su vida diaria como siempre. Perciben el mundo, pero lo perciben de una manera diferente. Entre el mundo real y la percepción, interviene la toxina de Scarecrow, distorsionando por completo la visión de las personas, pero además, el sujeto comienza a amoldar su propia historia al nuevo presente que percibe, así nació Catbird, por ejemplo. Obviamente también hay amnesia, impidiendo recordar el cómo era antes, pero los recuerdos están ahí... solo necesitan un empujoncito. En ese sentido, sí es como un sueño, uno sabe que todo está mal, fuera de lugar, pero no se percata de ello sino hasta que uno despierta. Espero haberte iluminado.
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