Luego de cuatro números girando en torno a los más grandes partícipes de esta serie, llega el momento de que los (por ahora) personajes secundarios de la historia hagan su aparición para ir presentando sus respectivas tramas que, como no podía ser de otra forma, están conectadas de una forma quizás un tanto casual y simple, pero aún así interesante. Esta vez, los grandes protagonistas son Red Robin, Vicki Vale y Harper Row, que vivirán una alocada desventura en los Estrechos de Gotham City. Como siempre, habrá toneladas spoilers a continuación, así que tengan mucho cuidado. Están advertidos, después no vengan a quejarse o, de última, vayan y quéjense todo lo que quieran en la reseña más reciente de JokerAnónimo. Con tal de que le dejen un comentario, él será feliz.
Sea como sea, esta entrega comienza en uno de las tantas bases secretas que Tim Drake tiene en la ciudad, también conocidas como "Robin's Nests". En compañía de Alfred, ambos se encuentran estudiando a siete de los niños que fueron secuestrados por el Professor Pyg y posteriormente rescatados por Batman y Gordon en el inicio de la serie. Los pequeños presentaban signos virales y se creía que habían sido infectados por una sustancia suministrada por Pyg, pero lo cierto es que ya presentaban síntomas días antes de este hecho, cosa que fue reportada por sus padres. ¿Lo curioso? Todos estos niños vivían en los Estrechos, lugar al que Red Robin se dirigiría en busca de más información para tratar resolver este enigmático caso que, abrumado por los trágicos sucesos ocurridos recientemente, el Encapotado había dejado pasar por alto.
Hablando de los Estrechos, ¿saben quiénes más vive ahí? Los hermanos Harper y Cullen Row. ¿Y saben qué estaban haciendo? Harper aventurándose para investigar sobre la extraña situación que estaban viviendo en esa zona y Cullen, como no, mostrando signos de infección. Linda época para vivir en Gotham, ¿eh?
De allí pasamos a la redacción del Gotham Gazette donde la famosa periodista Vicki Vale se las agarra con un nuevo interno llamado Joey Day, recriminándole que ella tuvo que esforzarse para entrar al periódico mientras que él consiguió su puesto escribiendo un artículo supuestamente simple y de improviso. Es allí que un editor Warren Spacy para calmar los ánimos y entregarle pistas a Vale para indagar acerca del caso de Gordon y las Guerras de Pandillas en los Estrechos, diciéndole que lleve a Joey consigo.
Como si ya no hubiese suficiente gente visitando los Estrechos en una misma noche, Batman se hace presente en el edificio donde viven los hermanos Row, lugar en el que Red Robin se encontraba revisando a otro niño con síntomas idénticos pero que no había sido secuestrado por Pyg, lo cual indicaba claramente que algo más estaba ocurriendo y Tim ya lo había descubierto. Al parecer, se trata de un enjambre de nanobots que fueron activados antes de tiempo luego de que las toxinas de Pyg desataran un efecto dominó en el sistema al infectar a sus víctimas. Este tipo de tecnología, según el Encapotado, es algo extremadamente avanzado, tecnología terrestre sin dudas, pero incapaz de ser producida por cualquier laboratorio. Más curioso aún, nuestro héroe nota algo particular en el diseño de los nanobots, lo cual lo obliga a retirarse del lugar, dejando a Red Robin con las palabras en la boca luego de un breve momento de tensión que comentaremos en detalle más abajo.
Mientras tanto, en las calles de los Estrechos, Vale y Joey se acercan a un grupo de matones de poca monta que trabajan para Falcone con el objetivo de interrogarlos y conseguir información, justamente, del gran caso que supuestamente involucra al Romano. Pero claro, los malvivientes reaccionaron como era de esperarse y trataron de matarlos, cosa que fue evitada por Harper Row al dejar fuera de juego a los sujetos. Acto seguido, la joven invita a los reporteros a su departamento, donde estarían más seguros.
De vuelta en el edificio, vemos a Red Robin tratando de rastrear toda presencia de nanobots en el lugar, cosa que pone alerta al sistema del enjambre y desencadena la "activación" del niño infectado, para luego atacar ferozmente al ex-líder de los Teen Titans. Al mismo tiempo, Harper, Vicki Vale y Joey llegaban al apartamento, donde el enfermo Cullen se encontraba descansando. Lo que ninguno de ellos esperaba es que los sicarios de Falcone irrumpieran en el lugar para un segundo round que sería interrumpido casi instantáneamente por el combate entre Tim y el enjambre.
Los lacayos, desconcertados, intentan dispararle a la enorme nube de diminutos robots pero esto no les hace nada y, en cambio, son ellos los que terminan neutralizados. Superado esto, Red Robin ejecuta un comando para poner al enjambre en modo de hibernación mas los nanobots proceden a resguardarse en el cuerpo de Cullen, quien se desmaya instantáneamente. Desesperada, Harper culpa a Tim, quien le asegura que hará todo lo posible para que su hermano se mejore. Por su parte, Vale logra increpar a uno de los malhechores y consigue su anhelada nota exclusiva para el Gazette.
Todo concluye en Tokio, lugar donde el creador de los nanobots descubre que fueron activados antes de tiempo y llega a la conclusión de que Bruce no estará contento por ello. ¿Pero quién es este sujeto y cómo conoce al Hijo Pródigo de Ciudad Gótica? Pues se trata del especialista en tecnología de origen ruso llamado Sergei, una de las tantas personas que entrenaron a nuestro héroe en su juventud, cuya primera aparición fue en el back-up de "Batman" v2 #22.
Si bien fue interesante ver a Tim, Harper y Vicki Vale reunidos bajo un mismo techo, creo que su encuentro fue demasiado fortuito incluso para la lógica que se maneja usualmente en los cómics. Hasta un tanto forzado, diría yo. Claro que muchas cosas son forzadas regularmente en la industria, pero hay veces que lo hacen con cierta gracia y otras que es evidente, y la situación que vimos en esta entrega cae desgraciadamente dentro de la segunda categoría.
Desde mi punto de vista, lo más interesante fue el tenso roce entre Bruce y Tim, donde queda más que claro que su relación ha cambiado radicalmente desde que disolvieron su alianza como el Dúo Dinámico pero más aún tras los hechos de "Death of the Family" y "Forever Evil", especialmente con la supuesta muerte de Dick Grayson. Debo reconocer que me gusta ver a Batman y Red Robin en esta posición de choque constante, quizás no sea tan bueno para Tim que lo pongan en un papel de rivalidad al estilo Jason Todd en los viejos tiempos, pero aún así puede dar para cosas muy interesantes a lo largo de la serie. Después de todo, sea bajo el abordaje que sea, es bueno tenerlo de regreso en Gotham.
Volviendo puntualmente a analizar el guión, que en este caso fue de James Tynion, hay que decir que le encontré un verdadero y único problema: la caracterización de Vicki Vale. Lejos de ser la intrépida periodista e investigadora experimentada, aquí la vemos actuando de forma impulsiva y estúpida como si fuera una novata, poniéndose innecesariamente en peligro de muerte sin ninguna garantía de supervivencia. I mean, está bien, una cosa es demostrar al personaje como una mujer fuerte, atrevida y proactiva al mejor estilo Lois Lane, pero otra cosa es convertirla en una completa idiota. No, simplemente no. Ya le perdoné a duras penas los grandísimos errores de caracterización durante su run en "Red Hood and the Outlaws", pero esto ya es inadmisible. Ojalá que Tynion cambie un poco su enfoque sobre Vicki si es que llega a escribirla nuevamente, de lo contrario le costará duras críticas y no solamente de parte mía. Fuera de eso, la estructura narrativa es bastante dinámica y los diálogos tienen la extensión justa y necesaria sin caer en el ya conocido "mal de Snyder", síntoma que causa una verborragia ridículamente excesiva y redundante por parte de los múltiples protagonistas.
No entiendo que tipo de conexión o motivo puede tener Sergei para haber llevado una plaga de nanobots a Gotham, pero aún así se presenta como algo intrigante que ansío descubrir. Y más allá de eso, me gusta que los autores aprovechen la mitología que ellos mismos fueron creando, cosa que también aplica para los rumores que aseguran que Zachary Gate a.k.a. The Architect, villano de "Batman: Gates of Gotham", aparecerá en este serie.
Detalles del guión a un lado, debo confesar que el arte fue sin duda alguna mi aspecto favorito de esta entrega. Para empezar, lo tuvimos a Andy Clarke como dibujante invitado, cuyos trazos extremadamente detallistas, realistas y oscuros le aportan una estética más que indicada a la historia. Y como si esto no fuera suficiente Blond nos deslumbra con su paleta de colores, creando una atmósfera lúgubre capta a la perfección la situación que están atravesando las calles de Gótica actualmente.
Tanto la historia como los distintos guionistas continúan mostrando pequeñas fallas a medida que las cosas avanzan, pero aún así la serie no pierde su atractivo y logra mantenerme enganchado en su quinta semana consecutiva. Veremos si esto se mantiene con el tiempo...
Sea como sea, esta entrega comienza en uno de las tantas bases secretas que Tim Drake tiene en la ciudad, también conocidas como "Robin's Nests". En compañía de Alfred, ambos se encuentran estudiando a siete de los niños que fueron secuestrados por el Professor Pyg y posteriormente rescatados por Batman y Gordon en el inicio de la serie. Los pequeños presentaban signos virales y se creía que habían sido infectados por una sustancia suministrada por Pyg, pero lo cierto es que ya presentaban síntomas días antes de este hecho, cosa que fue reportada por sus padres. ¿Lo curioso? Todos estos niños vivían en los Estrechos, lugar al que Red Robin se dirigiría en busca de más información para tratar resolver este enigmático caso que, abrumado por los trágicos sucesos ocurridos recientemente, el Encapotado había dejado pasar por alto.
Hablando de los Estrechos, ¿saben quiénes más vive ahí? Los hermanos Harper y Cullen Row. ¿Y saben qué estaban haciendo? Harper aventurándose para investigar sobre la extraña situación que estaban viviendo en esa zona y Cullen, como no, mostrando signos de infección. Linda época para vivir en Gotham, ¿eh?
De allí pasamos a la redacción del Gotham Gazette donde la famosa periodista Vicki Vale se las agarra con un nuevo interno llamado Joey Day, recriminándole que ella tuvo que esforzarse para entrar al periódico mientras que él consiguió su puesto escribiendo un artículo supuestamente simple y de improviso. Es allí que un editor Warren Spacy para calmar los ánimos y entregarle pistas a Vale para indagar acerca del caso de Gordon y las Guerras de Pandillas en los Estrechos, diciéndole que lleve a Joey consigo.
Como si ya no hubiese suficiente gente visitando los Estrechos en una misma noche, Batman se hace presente en el edificio donde viven los hermanos Row, lugar en el que Red Robin se encontraba revisando a otro niño con síntomas idénticos pero que no había sido secuestrado por Pyg, lo cual indicaba claramente que algo más estaba ocurriendo y Tim ya lo había descubierto. Al parecer, se trata de un enjambre de nanobots que fueron activados antes de tiempo luego de que las toxinas de Pyg desataran un efecto dominó en el sistema al infectar a sus víctimas. Este tipo de tecnología, según el Encapotado, es algo extremadamente avanzado, tecnología terrestre sin dudas, pero incapaz de ser producida por cualquier laboratorio. Más curioso aún, nuestro héroe nota algo particular en el diseño de los nanobots, lo cual lo obliga a retirarse del lugar, dejando a Red Robin con las palabras en la boca luego de un breve momento de tensión que comentaremos en detalle más abajo.
Mientras tanto, en las calles de los Estrechos, Vale y Joey se acercan a un grupo de matones de poca monta que trabajan para Falcone con el objetivo de interrogarlos y conseguir información, justamente, del gran caso que supuestamente involucra al Romano. Pero claro, los malvivientes reaccionaron como era de esperarse y trataron de matarlos, cosa que fue evitada por Harper Row al dejar fuera de juego a los sujetos. Acto seguido, la joven invita a los reporteros a su departamento, donde estarían más seguros.
De vuelta en el edificio, vemos a Red Robin tratando de rastrear toda presencia de nanobots en el lugar, cosa que pone alerta al sistema del enjambre y desencadena la "activación" del niño infectado, para luego atacar ferozmente al ex-líder de los Teen Titans. Al mismo tiempo, Harper, Vicki Vale y Joey llegaban al apartamento, donde el enfermo Cullen se encontraba descansando. Lo que ninguno de ellos esperaba es que los sicarios de Falcone irrumpieran en el lugar para un segundo round que sería interrumpido casi instantáneamente por el combate entre Tim y el enjambre.
Los lacayos, desconcertados, intentan dispararle a la enorme nube de diminutos robots pero esto no les hace nada y, en cambio, son ellos los que terminan neutralizados. Superado esto, Red Robin ejecuta un comando para poner al enjambre en modo de hibernación mas los nanobots proceden a resguardarse en el cuerpo de Cullen, quien se desmaya instantáneamente. Desesperada, Harper culpa a Tim, quien le asegura que hará todo lo posible para que su hermano se mejore. Por su parte, Vale logra increpar a uno de los malhechores y consigue su anhelada nota exclusiva para el Gazette.
Todo concluye en Tokio, lugar donde el creador de los nanobots descubre que fueron activados antes de tiempo y llega a la conclusión de que Bruce no estará contento por ello. ¿Pero quién es este sujeto y cómo conoce al Hijo Pródigo de Ciudad Gótica? Pues se trata del especialista en tecnología de origen ruso llamado Sergei, una de las tantas personas que entrenaron a nuestro héroe en su juventud, cuya primera aparición fue en el back-up de "Batman" v2 #22.
Si bien fue interesante ver a Tim, Harper y Vicki Vale reunidos bajo un mismo techo, creo que su encuentro fue demasiado fortuito incluso para la lógica que se maneja usualmente en los cómics. Hasta un tanto forzado, diría yo. Claro que muchas cosas son forzadas regularmente en la industria, pero hay veces que lo hacen con cierta gracia y otras que es evidente, y la situación que vimos en esta entrega cae desgraciadamente dentro de la segunda categoría.
Desde mi punto de vista, lo más interesante fue el tenso roce entre Bruce y Tim, donde queda más que claro que su relación ha cambiado radicalmente desde que disolvieron su alianza como el Dúo Dinámico pero más aún tras los hechos de "Death of the Family" y "Forever Evil", especialmente con la supuesta muerte de Dick Grayson. Debo reconocer que me gusta ver a Batman y Red Robin en esta posición de choque constante, quizás no sea tan bueno para Tim que lo pongan en un papel de rivalidad al estilo Jason Todd en los viejos tiempos, pero aún así puede dar para cosas muy interesantes a lo largo de la serie. Después de todo, sea bajo el abordaje que sea, es bueno tenerlo de regreso en Gotham.
Volviendo puntualmente a analizar el guión, que en este caso fue de James Tynion, hay que decir que le encontré un verdadero y único problema: la caracterización de Vicki Vale. Lejos de ser la intrépida periodista e investigadora experimentada, aquí la vemos actuando de forma impulsiva y estúpida como si fuera una novata, poniéndose innecesariamente en peligro de muerte sin ninguna garantía de supervivencia. I mean, está bien, una cosa es demostrar al personaje como una mujer fuerte, atrevida y proactiva al mejor estilo Lois Lane, pero otra cosa es convertirla en una completa idiota. No, simplemente no. Ya le perdoné a duras penas los grandísimos errores de caracterización durante su run en "Red Hood and the Outlaws", pero esto ya es inadmisible. Ojalá que Tynion cambie un poco su enfoque sobre Vicki si es que llega a escribirla nuevamente, de lo contrario le costará duras críticas y no solamente de parte mía. Fuera de eso, la estructura narrativa es bastante dinámica y los diálogos tienen la extensión justa y necesaria sin caer en el ya conocido "mal de Snyder", síntoma que causa una verborragia ridículamente excesiva y redundante por parte de los múltiples protagonistas.
No entiendo que tipo de conexión o motivo puede tener Sergei para haber llevado una plaga de nanobots a Gotham, pero aún así se presenta como algo intrigante que ansío descubrir. Y más allá de eso, me gusta que los autores aprovechen la mitología que ellos mismos fueron creando, cosa que también aplica para los rumores que aseguran que Zachary Gate a.k.a. The Architect, villano de "Batman: Gates of Gotham", aparecerá en este serie.
Detalles del guión a un lado, debo confesar que el arte fue sin duda alguna mi aspecto favorito de esta entrega. Para empezar, lo tuvimos a Andy Clarke como dibujante invitado, cuyos trazos extremadamente detallistas, realistas y oscuros le aportan una estética más que indicada a la historia. Y como si esto no fuera suficiente Blond nos deslumbra con su paleta de colores, creando una atmósfera lúgubre capta a la perfección la situación que están atravesando las calles de Gótica actualmente.
Tanto la historia como los distintos guionistas continúan mostrando pequeñas fallas a medida que las cosas avanzan, pero aún así la serie no pierde su atractivo y logra mantenerme enganchado en su quinta semana consecutiva. Veremos si esto se mantiene con el tiempo...
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