miércoles, 7 de mayo de 2014
Han pasado tres años desde que
Barbara Gordon abandonara su silla de ruedas y retornara a las mallas, retomando
su lugar como la más célebre de las “Batichicas”. Ahora en su segundo anual, Gail simone, escritora de la serie
desde el primer número (un honor cada vez más escaso para los maquinadores de
ideas en DC Comics) continua con la tradición instaurada en el primer anual y
junta a nuestra heroína con un supervillano. Esta vez le toca el turno a su ex
compañera de armas en “Birds of Prey”,
Pamela Isley a.k.a Poison Ivy.
Batgirl e Ivy unen fuerzas a lo
largo de un año para detener a Mr. Rain, un misterioso científico que utiliza
seres humanos con enfermedades terminales para incubar órganos a base de
plantas y venderlos a personas con dinero; asesinando a los portadores
originales después de haberles prolongado la vida, para extraer los órganos florales.
Debido a que tiene que ver con plantas y ocurre en Gotham City, las chicas cruzan caminos (mas de una vez) y deciden unir fuerzas, o mas bien, Batgirl deja que Ivy se cuele.
Simone utiliza aquí una astuta
pero poco novedosa idea con la que me tope por primera vez en “Batman: Li’l Gotham”, el comic digital escrito
y dibujado por Dustin Nguyen. La
actitud, el físico y las habilidades de Poison Ivy varían dependiendo de la temporada y
por conveniencias de la historia el caso toma tanto tiempo en ser resuelto. La
escritora quiere mostrarnos como la villana botánica reacciona a los crímenes de
Mr. Rain en primavera, verano, otoño e invierno. Sobra decir que otoño e
invierno son las épocas más duras para Ivy.
A como suele suceder cuando héroes
y villanos hacen equipo para vencer a un enemigo en común, la historia se
enfoca en humanizar a Ivy y encontrarle un punto de redención. Ivy en la última
década se ha transformado en un personaje misántropo sin ninguna conexión a la
especie que perteneció y un desdén activo por la vida de todo lo que no tenga
hojas; pasó de ser una simple eco terrorista a tener los genes de una planta.
La Ivy de Simone tiene un conflicto
interno porque en el fondo -bien en el
fondo- aún sufre por las personas. Los crímenes
de Mr. Rain la llevan a reconectar con una parte de ella que se había perdido
en representaciones anteriores; lo cual beneficia a Batgirl a la
hora de necesitar una compañera temporal con la que repartir puñetazos justicieros.
Al final, el famoso Mr. Rain
resulta ser un hipster hippie recluso y sus recursos no más que hectáreas y hectáreas de
bosque. En si la amenaza de este anual resulto ser endeble, pero lo interesante
del trabajo de Simone fue la interacción entre Barbara e Ivy a lo largo de la
investigación, en especial, la bienvenida actitud despreocupada de Barbara que se ha perdido
en la serie regular.
Los lápices de Robert Gill y
Javier Garrón le sientan de maravilla a la historia. Ambos dibujantes tienen un
estilo ligeramente caricaturesco, sus personajes tiene proporciones alargadas que a la hora de la acción acentúan el sentimiento de velocidad y agilidad en la pagina.
“Batgirl Annual” #2 es un buen cómic, no muy original que digamos,
pero sumamente entretenido. Lo que se debería esperar de una buena historia de
Batgirl o de un buen “team up” en
general.
Etiquetas: Annuals, Barbara Gordon, Batgirl, Brids of Prey, Gail Simone, Javier Garrón, Pamela Isley, Poison Ivy, Reseña, Reviews, Robert Gill
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