domingo, 22 de junio de 2014
La serie está contemplando sus últimos números antes de la inminente
cancelación, y aún así, parece que todavía tiene un poquito más que darnos; que
tan poco es la gran cosa, pero al menos se nos presentan algunos elementos como
para mantener un ápice de interés. ¿De qué elementos hablo? Bueno, mejor los vemos juntos durante la reseña. Hay spoilers.
Al empezar el número notamos que se confirma lo que veníamos
sospechando en la entrega anterior, la historia anterior era autoconclusiva, o
al menos no se retomará ni en esta ni en la próxima entrega, si es que tienen planes
para el personaje. Y digo que es muy poco probable que se retome el próximo mes puesto que estará dedicado al crossover entre las Birds y el Suicide Squad,
tal como se anuncia en la portada de este número, así que no es sorpresa para nadie.
Sí, el crossover se publicita a partir de ésta entrega, a
pesar de que en realidad el Squad sólo aparece en la última página. ¿Qué
esperaban? A estas alturas creo que todos sabemos que es mentecato guiarse por
las portadas, ya que es puro marketing y estrategia de ventas. Pero que bonitas
son, ¿No? En fin, me estoy por las ramas, mejor vayamos de lleno a la historia.
Argumentalmente el número está dividido en dos mitades, uno más
aferrado a ser continuista, y el otro dispuesto a embarcarnos en una nueva aventura.
Hablemos de la primera parte, encargada de mantener cierta continuidad. En el
número anterior Kurt (esposo de Dinah) había dado esperanzadoras señales de mejoría,
comenzando a balbucear algunas palabras con cierta dificultad, aunque con una
amnesia que le impedía recordar a Dinah, además de un latente mal humor.
Todo esto sigue presente, sólo que esta vez su fastidio
hacia Canary se vuelve evidente y explícito, cosa que en realidad no tiene
mucha explicación ya que Dinah va a visitarlo a sus sesiones de fisioterapia y
lo cuida como a un hermano. Por supuesto,
hay que entender que el tipo perdió sus recuerdos y todavía no es muy consciente
de todo lo que está sucediendo, pero el guión y lo diálogos no invitan a un
análisis más profundo, más allá de la posible influencia del lázaro, esa
sustancia que Dinah usó para devolverle las fuerzas a su esposo, hecho que muy amablemente
nos lo recuerdan.
Las cosas siguen tensas entre Kurt y Dinah termina abandonando
el edificio, aunque con la promesa de volver en los próximos días. A la salida,
se encuentra con que Cóndor la estaba esperando (más que Cóndor, un buitre), y
tienen una tediosa charla en donde deciden darse lástima mutuamente de una
manera muy tácita (y estúpida), pero dejando bien en claro que cada uno tiene
un cadáver en el placar (cómo Dinah “curó” a Kurt, y cómo Cóndor casi la
traiciona al dejar que asesinen a su esposo).
Si me lo preguntan, no creo que
Cóndor deba sentirse mal por algo que al final no hizo, y Dinah en cambio hizo
lo que tenía que hacer, salvó a su esposo. Si le dieran a los personajes un
poco más de convicción y seguridad en sí mismos, nos ahorraríamos estos dramas
innecesarios y pasaríamos a cuestiones más interesantes. Porque una vez que
Dinah asuma que lo que hizo era lo correcto, la cuestión será otra: ¿Sus
compañeros creerán lo mismo? Las convicciones son las cosas que le dan carácter a un personaje, no las dudas.

Y se acabo la primera parte, y se acabó lo más interesante
del cómic. El resto marcha de manera lineal y monótona. Básicamente, las Birds
son llamadas por Mother Eve (sí, siguen a su cargo) para una misión de rescate.
El objetivo es el Dr. Amadou Mambety, aparentemente alguien importante y ligado
a la línea sanguínea de Eve. No se dan muchas más explicaciones y resulta raro
que las Birds no las exijan, sólo se sabe que fue secuestrado por Nkonga
(ilustrado al principio del cómic), una división menor del grupo terrorista
Basilisk, que ahora no tiene cuartel.
Antes
de partir, vemos a Dinah pidiéndole un favor a Cóndor que involucraría a sus
contactos. Podemos suponer que quizá tenga que ver con Kurt. Más tarde Batgirl
se sorprende al ver el nuevo juguetito aéreo de de Canary, y lo interpreta como
un desesperado intento por parte de Cóndor de conquistar a Dinah, aunque ella
da parte de que no lo está logrando
El resto es historia. Las Birds abriéndose paso a los golpes,
Strix sin poder contenerse, explosiones, etc. Dentro de todo ese “etc”, hay una
curiosidad, y es que Cóndor le revela a Dinah que su presencia magnifica sus
poderes psíquicos de una enigmática manera; un súper paréntesis del cual seguro
sabremos más en el futuro. Como dije en un principio, tras encontrar y liberar
al buen doctor, el Suicide Squad entra en escena para reclamarlo y llevárselo.
Esto huele a crossover pochoclero, habrá que ver que resulta.
A estas alturas el arte de Rocha ya no sorprende, pero mantiene el
nivel de las anteriores entregas, incluso con una leve mejoría. En la primera
mitad podemos apreciar a Dinah y a Cóndor vestidos de civiles, otorgándole un cierto aire fresco a esas
páginas tras tanto trajes y armaduras. Las expresiones de Dinah durante esos momentos
con Kurt y Cóndor también resultan muy acertadas, aunque el rostro de Ben (Cóndor)
sin casco me resulta bastante genérico, con falta de detalles. Dejando a un
lado lo dicho, lo más molesta está en la primera página, con Strix mirando el
mar, en donde al principio el brillo del agua puede parecer hermoso, pero tras
unos segundos de apreciación, el desentono que produce la técnica digital
utilizada en el mar es notable; dejándonos con la sensación de que el agua fue
tomada de una fotografía de baja resolución, o al menos no la suficiente.
En conclusión es un número pasable, al menos se encarga de
sembrar ciertas expectativas para el próximo número y de introducirnos ciertas
novedades, no como el bodrio que fue la entrega pasada. Todo este asunto de
Mother Eve comienza a agotarse, las Birds necesitan volver a tener
independencia argumental, lo cierto es que tener a un “guía” no les sienta muy
bien, al menos no a largo plazo. De todas formas no importa, porque sea como
sea, esto no durará. Lo mejor es aprovechar cada número. En el próximo, las
Birds y el Suicide Squad, algo tiene que salir de eso. ¿No?
Nota: 5.5/10 (regular +)
Etiquetas: Aves de Presa, Axton, Barbara Gordon, Batgirl, Birds of Prey, Black Canary, Christy Marx, Condor, Dinah Lance, Jim Gordon, Kurt Lance, Mother Eve, Oclair Albert, Opinión, Reseña, Robson Rocha, Strix, Suicide Squad
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