domingo, 15 de junio de 2014
Una nueva entrega de “Detective Comics” de la mano de la
pareja explosiva: Manapul & Buccellato. A lo largo de la historia han hecho
acto de presencia diversos personajes con pequeños papeles, pero que cuya convergencia
será inevitable en los próximos números, por lo tanto, propongo realizar un
pequeño repaso para no perdernos entre tantos nombres.
Hay una vieja droga que resurgió de las cenizas llamada
Icarus, la cual ya se cobró a la primera víctima de importancia: Elena Aguila,
filántropa, socia de Bruce para renovar la zona costera y comercial East End de
Gotham. No todos están felices con dicho emprendimiento, entre ellos el recién
llegado a la ciudad Carmine Falcone, que tuvo una muy disimulada participación en “Detective Comics #30”, y que pretende volver a recuperar su antiguo emporio criminal.
Falcone sobornó al congresista Sam Young y le dio los medios para que pueda
extorsionar a Jeb Lester, un alto cargo de las empresas Wayne que tendrá un
papel fundamental a la hora de desbaratar los proyectos de Bruce en la zona costera.
Paralelamente a esto, un gánster que se hace llamar The
Squid se alza como el gran antagonista de la historia, al ponerse en la punta
de mira de Bruce tras un trabajo encubierto en busca del origen del Icarus.
Dicha investigación llevó a Bruce hacia una carga de contenedores lleno de
niños chinos, y a tener un enfrentamiento con Sumo, curioso personaje que ha
venido teniendo pequeños cameos en diferentes cómics ("Batman #1", "Forever Evil: Arkham War"). Y
eso no es todo, Jonny (hermano de The Squid) ha enfurecido a una de las más
feroces bandas de motociclistas: The Kings of the Suns (como vimos en “DetectiveComics #30"), y parecen estar al margen de todo más que nadie; ellos mismos
tienen guardado a un misterioso sujeto en un contenedor anti radiactivo y todo
apunta de que se trata de alguien sumamente peligroso, a nivel nuclear.
Falcone, The Squid, The Kings of the Sun, la trinidad que tiene la respuesta
para el misterio que adolece Gotham, y que lo asfixia poco a poco con un veneno
llamado Icarus.
Lo primero para decir, es que la trama se toma un respiro. A pesar de no ir a un ritmo particular mente vertiginoso en los números anteriores, ahora la calma es aún mayor, esto se puede notar sobre todo en el papel de Bullock, más relajado y menos melodramático, aunque sigue atento al caso y dispuesto a seguir todas y cada una de las pistas, por supuesto, siempre un paso por detrás de Batman. Y hablando de Bruce, él comprende mejor que nadie lo que se siente perder a un padre (o ambos), y decide hacerle una visita a Annette Aguila como Batman. Se desarrolla un diálogo casi desinteresado por parte de Annie, que acaba de entender de lo podrida que esta ciudad realmente está; Bruce se muestra comprensivo, y le promete encontrar al responsable. Algunas cosas simplemente se vuelven personales. Una escena interesante, desde ya.
Las pequeñas sub-tramas siguen su curso y Bullock consigue dar con el nombre de Jeb Lester, se le informa que forma parte de las industrias Wayne, y se apresura a ir en su búsqueda y arresto. Lester parece estar al tanto de su delicada situación, y se empecina en eliminar todo el papeleo que pudiera involucrarlo, mala suerte para él, en el camino se termina encontrando con el detective.
Es un número ligero en todos los aspectos, posiblemente el más ligero de los tres hasta ahora, de fácil lectura y sin muchos embrollos. Es en ese sentido cuando digo que la trama se toma un respiro. Incluso hay toda una página dedicada a la propia “pasividad” de Bruce, aunque claro, realmente refleja un punto de reflexión para el Caballero Oscuro dentro de tanto misterio y es también un quiebre en la historia, en su ritmo; porque ahora sí, tras esa página, podemos decir que empieza la verdadera acción.
El arte sigue siendo igual de brillante, igual de hermoso. Las escenas subacuáticas con el pulpo son magistrales, con un manejo del color sobresaliente. Si hay algo que caracteriza al arte de Manapul y Buccellato es el manejo de color, profundo, variado, con ese estilo en acuarelas que le sienta genial a la serie, aunque sigo insistiendo que quizá sea un estilo demasiado “luminoso” para Batman y Gotham City, ¿pero a quién le importa? Siempre te vas a quedar maravillado con esas hermosas puestas de Sol, y eso no se discute.
Nota: 7.5. (Recomendable +)
Etiquetas: Batman, Brian Buccellato, Detective Comics, Francis Manapul, Icarus, Opinión, Reseña, Reviews
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