miércoles, 23 de julio de 2014
"Birds of Prey " #33
Guion: Christy Marx.
Dibujo: Robson Rocha.
Tinta: Oclair Albert.
Color: Chris Sotomayor.
Portada: Jorge Molina.
Las Birds of Prey de Mother Eve y el Suicide Squad de Amanda Waller, cruzan sus caminos para traernos un poco de violencia gratuita. Acción, remordimientos, fantasmas del pasado,montonones de frases preparadas, y no mucho más para el nuevo número de esta serie que tiene sus días contados. Veamos que se puede rescatar de un cómic que parece haberse dado por resignado.
La trama es simple y sin tapujos, heredada de la entrega
anterior; por órdenes de Mother Eve las Birds deben rescatar al Dr. Amadou Mambety,
un objetivo que goza de gran importancia por razones desconocidas, al menos por
ahora, y que ha sido secuestrada por una banda de terroristas llamada Nkonga,
antiguamente anexada a la ahora disuelta Basilisk. En pocas palabras, una
simple misión de búsqueda y rescate. En cierta forma y a simple vista, el
argumento recuerda bastante a las raíces del grupo en la etapa de Dixon, en
donde las misiones políticas y los elementos militares eran el pan de cada día.
Incluso el ambiente, a pesar de transcurrir en África, recuerda al desolado y
bélico medio oriente, lugar en donde solían transcurrir la mayoría de sus
aventuras.
Las
Birds y el Suicide no se han hecho enemigos mortales durante el transcurso de
la serie, y eso no hace más que pensar en las oportunidades pérdidas, de hecho,
desconcierta un poco de que Batgirl no sepa ni siquiera quién es Amanda Waller.
Y ahora de repente nos vienen con un crossover al estivo “vs”, ¿Redención? Yo
no diría eso, pero sí un “quite de ganas” como dije antes, para que la derrota
editorial no sepa tan amarga, aunque nada más alejado de la realidad.
Esto crossover fue inesperado, pensando sin ánimo, y se
nota. La trama es débil, sin llegar a ser mucho más sustanciosa de lo que
aclaré con anterioridad, por lo que todo el interés está puesto en el “vs”, y
aunque hubo acción, faltó sustancia y creatividad. El personaje más carismático
del Squad, Harley, no fue bien aprovechado y sus líneas, aparentemente
sarcásticas y provocadoras, carecían de gracia, dando la sensación de estar
frente a una imitación barata del Joker, sensación que se vio reforzada por la
constante expresión delocura y sadismo en su rostro. Del otro lado tenemos a
Dinah, que dicho sea de paso, es la que más protagonismo tiene en la historia,
y es la titiritera de gran parte de lo que ocurre, por así decirlo. Pero tampoco convence su actitud tan desafiante, por
momentos infantil, hacia Waller, y su vendetta no consigue emocionar ni generar
expectativa.
Por lo menos la portada cumple con lo que pregona, sí hay un
encontronazo individual y personal entre Amanda y Dinah, aunque es corto e
insatisfactorio a nivel argumental. Francamente, no genera ningún interés, y
eso se debe a la confusión de no saber lo que hay en juego. ¿Pelean por Kurt,
por el Dr. Mambety, o simplemente por pelear? Lo cierto es que la respuesta es
un rejunte de las tres cosas que invita a la indiferencia total. En definitiva,
la sensación es de estar viendo un combate sin importancia. Violencia gratuita.
Y esto ya pasando por una opinión muy personal, jamás me
gustó el personaje de Amanda Waller. Veamos, es una mujer fría, dictatorial,
cínica, en fin… una perra sin corazón, en parte tiene sentido que maneje el
Suicide Squad; y no es que me moleste un personaje con todas esas
características, el problema es que todo eso se puede mantener durante un
tiempo, pero más tarde, si no profundizas en el personaje, y no le das
dimensión, y no lo humanizas aunque sea un poquito, va a terminar siendo un
personaje plano, ridículo, e infantil que hasta le va a quedar grande la
clasificación “T” para adolescentes. En mi opinión, Waller necesita una
historia que la muestre un poco más humana pero ya, de lo contrarió, no podes
pretender que te levanté un cómic al incluirla en él, porque no lo va a hacer,
porque es un personaje sin gracia. De todos como dije, es mi opinión al
respecto y era más que nada para desahogarme porque admito que no era necesario
comentarlo en la reseña, pido disculpas, pero también espero leer sus
opiniones en la caja de comentarios.
El arte a cargo de Rocha, Albert y Sotomayor, sigue manteniendo
el mismo nivel que en los números anteriores, que vendría a ser: bueno. Cada
vez me convenzo más que Albert es el entintador ideal para Rocha. A pesar de no
gustarme mucho el diseño, Deadshot esta excelentemente dibujado en todos los
cuadros del número, y es el que más disfruté de ver. También me llamó la
atención el primerísimo primer plano a los ojos de Canary a la hora de
informarle a Amanda que tiene a Kurt, Rocha y compañía en verdad lograron darle
fuerza a esa frase con el dibujo. Bien logrado.
Como conclusión, decir que era un crossover esperado, pero
que lamentablemente llega demasiado tarde, y no pudo ser desarrollado como
debería. Es un mal número, y creo que di suficientes razones que justifican ese
veredicto, de hecho, creo que di demasiadas, lo entenderán cuando lean el
número, aunque si no lo leen no es que se pierdan de mucho.
Lo mejor:
- El arte. Un logro.
- El plantel de personajes, es decir, lo mínimo que se puede esperar de un crossover.
- Argumento débil, insípido.
- Acción poco inspirada, casi sin sentido.
- Diálogos trillados y simples.
- La sensación de estar frente a un número que llegó demasiado tarde.
Nota: 4.5/10 (Mediocre +)
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