jueves, 28 de agosto de 2014
Héroes
y villanos bienvenidos a la
Crack Bang Boom
Del
14 al 17 de Agosto tuvo lugar en Rosario, Santa Fe, la 5ta Crack Bang Boom, la
convención internacional de cómics, que se apoderó de la ciudad llenándola de
fanáticos del noveno arte. Como siempre de la mano de Eduardo Risso, el
reconocido internacionalmente dibujante argentino, esta convención crece a
pasos agigantados.
Desbordando su sede central en Centro de
Expresiones Contemporáneas (Sargento Cabral y el Río, Rosario) con más de 30
mil personas en los cuatro días que duró el evento,
se necesitaron menos de seis años para que la Crack Bang Boom se convierta en
el evento principal del calendario de los fanáticos de los cómics del país y
del mundo.
Con la presencia de invitados extranjeros de gran
renombre, autores nacionales en la cúspide de sus carreras y grandes nombres de
la disciplina, exposiciones de lujo, editores cazando talentos y un formidable
espíritu son los motivos que convierten al evento en indispensable para la
historieta argentina contemporánea.
Este
año el homenajeado fue Alfredo
Grondona White, dibujante y humorista rosarino que publicó sus tiras tanto en medios y
editoriales nacionales como en el extranjero en revistas como MAD, Playboy o Esquire,
entre otros. Además, contó con invitados internacionales como Yanick Paquette (dibujante
de Batman Inc., JLA, Swamp Thing), Rafael Albuquerque (reconocido por su trabajo en
Superman/Batman). Del mercado norteamericano estuvo Dan Didio, editor en jefe
de DC Comics, revisando carpetas de trabajo de autores de nuestro país.
La
idea de esta convención nació hace unos cuantos años en la mente de Eduardo
Risso, que, con el objetivo de organizar una convención de historietas como las
que veía en el exterior, convocó a Juan Angel
Szama, Eduardo Santillan Marcus, David Alabarcez y German Peralta a pensar y
organizarla. Aun así Szama recalca que: “Sin el apoyo de la municipalidad sería
imposible pensar la convención”.
Entre los “fanzineros” se encontraban Diego Mancini,
dibujante porteño, e Iván Riskin, dibujante y guionista
rosarino. Mancini comentó que “la
Crack Bang Boom ayuda a otro tipo de comic, acá lo principal
es otra cosa, aunque esta bueno que te tiren buena onda”, y
agregó: “Este
espacio está bueno, lo principal es que es gratis y es por eso que está bueno.
De parte del festival nos dan el lugar, pero igual hay que moverlo para que
venga la gente, hacemos charlas” a lo que Riskin explicó: “Hay gente que pasea
por el rio y, al ver que es gratis, entra acá a ver un poco de lo que estamos
haciendo”. Paula y Lucila (guionistas y dibujantes de Gutter Glitter, una
editorial de novelas gráficas) comentaron que les gustaría que la “Crack” se
realice más de una vez al año porque “los stands se alquilan demasiado rápido”.
El público que asiste a esta convención es muy variado, según Szama va desde
“el fan de historietas, sumándose de las diferentes tribus como fans de ciencia
ficción, gente que hace cospley, fanáticos de manga (cómic con estilo japonés)
y anime, hasta los amantes de las películas de género”, aunque agrega que por
la ubicación de la convención muchos “curiosos”, que no son lectores de
historieta, se acercan por la magnitud del evento.
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Foto: Renato Guedes. |
La
opinión que los “comiqueros” tienen sobre el cómic rosarino es muy variada,
tanto que algunos como Bruno Chiroleu (guionista y dibujante de Terminus, una
revista rosarina de historietas de antologías) comentó que no estaba seguro de
si existía un “cómic rosarino” aparte de Terminus. Aun así afirmó que: “Se ha decantado
el estilo desde Risso a toda una
generación” y remarcó que esa escuela es muy marcada. Aun así el mismo Risso lo
desmiente y dice que el que crea que tiene que seguir una línea que él dejo
está equivocado y que debería seguir su propio camino.
El
cómic en Argentina tiene una historia muy variada, en palabras de Mancini:
“Hubo momentos increíbles donde parecía que se iba todo al demonio con muchas
publicaciones y de golpe venia una racha donde todo mal, no se podía editar” y
agregó: “Te pasas dibujando miles de horas y crees que sos la última persona a
la que le importa la historieta en el universo”.
Tanto
para los dibujantes y guionistas partícipes tanto de los espacios gratuitos
como de los stands pagos de la convención, como para los propios organizadores,
la Crack Bang Boom no tiene la suficiente difusión. Szama comenta que “mucha gente aún no sabe de la existencia de la
convención, el tema de prensa y publicidad siempre es un tema a ajustar”.
Aunque para Maximiliano Bartomucci (dibujante de Terminus) el problema no es la
difusión sino que es necesaria una culturización de la sociedad para que
entienda que el cómic “no es sólo para chicos”, a lo que Gastón Flores
(novelista y guionista de Terminus) comenta que es increíble ver a los
padres y abuelos con los chicos, y explicó que “el ante año pasado vino Robin Wood
con editorial Columba que trajo mucha gente que hace 50 años leía Robin Wood”.
Para
muchos de los dibujantes, editores y guionistas que ahí se presentaban, el
cómic une familias. Ante esto Bruno Chiroleu comentó que “En muchos casos lo más común es
que el cómic llegue a la persona por contacto familiar, que por sucesos
accidentales en años posteriores a la infancia, adolescencia” y por su parte
Ivan Riskín dijo que se consideraba “lector antes que dibujante”.
Pareciera
ser que esta convención une generaciones, padres y niños disfrazados de sus
personajes favoritos desde los más elaborados hasta las más simples camperas
con capuchas de los superhéroes, tanto de DC como de su eterno rival Marvel,
que se consiguen en alguno de los varios stands de comiquerías y ropa dentro de
la convención.
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