lunes, 18 de agosto de 2014
"Birds of Prey " #34
Guion: Christy Marx.
Dibujo: Robson Rocha.
Tinta: Oclair Albert.
Color: Christopher Sotomayor.
Portada: Jorge Molina.
Concluye finalmente el choque entre las Birds y el Squad o más precisamente entre Dinah y Amanda, pero también acariciamos los últimos momentos de la serie, que se acerca a una inevitable cancelación. Las Birds parecen haber encontrado la excusa perfecta para su disolución, y poder tomar así cada una su propio camino. Pero antes, por supuesto, nos deben algunas respuestas, que nos llegan en este número, pero que difícilmente mantendrá contento a alguien. ¿A estas alturas acaso eso importa? Mejor terminemos con esto de una vez. Hay spoilers.
Concluye finalmente el choque entre las Birds y el Squad o más precisamente entre Dinah y Amanda, pero también acariciamos los últimos momentos de la serie, que se acerca a una inevitable cancelación. Las Birds parecen haber encontrado la excusa perfecta para su disolución, y poder tomar así cada una su propio camino. Pero antes, por supuesto, nos deben algunas respuestas, que nos llegan en este número, pero que difícilmente mantendrá contento a alguien. ¿A estas alturas acaso eso importa? Mejor terminemos con esto de una vez. Hay spoilers.
El número anterior terminó con una Amanda Waller apunto de
soltar lo que ella misma denomino como una “dolorosa verdad”, y que prometía
poner las cosas más interesantes al inicio de esta entrega. Lo lamento por
aquellos que se tragaron esa promesa, pero no pueden decir que no se lo veían
venir. Y no es que el “gancho” haya generado grandes ilusiones de todos modos, pero
se revolvió de una manera tan estúpida que es completamente contraproducente,
es decir, ya en las primeras páginas no te dan ganas de seguir leyendo. La
manera en que Canary reacciona, como si Waller le hubiera contado una “bomba”,
no tiene justificación y su único objetivo es dramatizar algo que en realidad
es un poco más que anecdótico. El resultado sigue siendo una pelea sin
justificación aparente, que sólo sirve para engrosar el número.
La inmadurez argumental en el que se desarrolla todo este
contexto de puños, patadas, tiros y explosiones, raramente nos deja disfrutar
de la acción que sólo encuentra un punto de satisfacción en el arte. En ese
sentido, el número sigue la línea de su antecesor al hablar de violencia
gratuita, y el argumento sigue su marcha únicamente en los diálogos entre Dinah
y Waller. El resto es acción y punto, no hay nada más detrás de ello, salvo por
algunos momentos en donde podemos apreciar a una Batgirl claramente indignada,
y que servirá como punto de apoyo para lo que será más tarde su salida del
grupo. Una reacción un tanto exagerada a mí entender.
Lo que empieza de manera estúpida, de la misma manera
termina, y tan pronto como Canary se dé la oportunidad de un intercambio de
palabras sinceras con Waller, todo habrá terminado. Así de rápido y simple,
llegarán a un acuerdo sobre qué hacer con Kurt (la manzana de la discordia), y
cada grupo se retirara por su cuenta. Acá no paso nada. Incluso el asunto de
Mambety, el supuesto objetivo de importancia, queda relegado a un segundo plano
y Waller se lo entrega a las Birds sin mayores complicaciones.
Luego de la “batalla”, el resto de las páginas cumple la
función de epílogo; sí, adivinaron, de repente cada quién encuentra su excusa
para no continuar en el grupo. Por parte de Canary, se sella más o menos el
destino de su esposo, y quedando un poco ofuscada por su resolución (como todos
nosotros), y en parte también por lo ocurrido anteriormente, no encuentra
objeciones al momento de terminar con el grupo. Bárbara no puede creer la
actitud de su amiga, y es en realidad la detonante de todo esto.
No sé ustedes, pero en ningún momento sentí muy genuino el personaje
de Batgirl en esta etapa final de las Birds, parecía estar ahí específicamente
para ponerle los puntos a Dinah y generar discordia en el grupo, y como
resultado veíamos a una Babs más severa, desconfiada, y resentida que nunca. El
personaje terminó muy desvirtuado, poco creíble, y a lo largo de los números
colaboró muchísimo a que la trama sea difícil de tragar, por el simple hecho de
que era muy inverosímil verla hablar o reaccionar así. Uno de los personajes
más maltratados de la etapa de Christy Marx.
Strix es la que mejor encaja en todo esto (posiblemente
gracias a que no pueda hablar), y eso incluye a su hipotético final que ya se
anticipaba en otros números. Decide quedarse con Mother Eve, ya que ella parece
poseer las herramientas para lograr que pueda volver a hablar (carajo). Al
menos el personaje mantuvo su dignidad, pero si la volvemos a ver, esperemos
que no haya perdido esa gracia que le confiere su incapacidad para vocalizar. Si
Batgirl fue la más maltratada como personaje, Strix fue la que más barata la
sacó, una vez más, curioso que fuera la única que no posee diálogos.
Poco para decir del arte, no porque no sea reseñable, sino
porque ya lo he dicho todo en las entregas anteriores y no tengo objeción alguna
que agregar. Creo que Rocha se ha mantenido bastante estable en cuanto a su
desempeño y calidad a lo largo de la serie y este número sólo consolida mi
opinión de él como un buen artista. En este número en particular, me gustó el manejo
de la luz en los rostros en algunos cuadros, realmente ayudaban a darle vida a
la imagen. También me gustó bastante la doble página Birds/Squad, el color de
Sotomayor encontró armonía en gran parte de los juegos de luces de Rocha, y
realmente realizó un buen trabajo con todo el número. El arte es bueno, nada
más que decir.
Creo que ustedes son capaces de sacar sus propias
conclusiones a partir de lo dicho. Como se habrán dado cuenta, no destripe
todos los detalles para que ustedes mismos los lean en el cómic, siempre aliento
la lectura del cómic (aún siendo malos, mediocres), porque más allá de la reseña
ahí es donde está la experiencia original. No obstante, lo cortés no quita lo
valiente, y la verdad es esta: el cómic es malo. Termina de manera precipitada y
es muy probable que la agenda haya tenido que ver con eso, casi seguro, pero
eso no quita que Marx haya hecho un trabajo muy mediocre. Aquellos que vienen
siguiendo mis reseñas, saben que tuvo oportunidades para remontar este desastre
y no lo hizo, así que por lo que a mí respecta, la culpa recae mucho en ella,
más allá de la agenda y de los planes de DC. Los veré en el próximo número,
porque esto aún no ha acabado, las cosas serán muy diferentes en el universo de
“The Futures End”.
Lo mejor:
- El arte.
- Algunos poquísimos diálogos rescatables.
- El resto de los diálogos.
- El argumento, alcanza una inmadurez casi insoportable.
- La actitud de Batgirl.
- Final precipitado y poco desarrollado.
Subscribe to:
Enviar comentarios (Atom)
0 Batcomentario/s:
Publicar un comentario