viernes, 12 de septiembre de 2014
"Detective Comics: Futures End" #1
Guion: Brian Buccellato.
Arte: Scott Hepburn, Cliff Richards, & Fabrizio Fiorentino.
Color: Brian Buccellato & Lee Loughridge.
Arte: Scott Hepburn, Cliff Richards, & Fabrizio Fiorentino.
Color: Brian Buccellato & Lee Loughridge.
Portada: Jay Fabok & Brad Anderson.
El futuro se las ve negra. Brother Eye ha pasado a ser el amo y señor del mundo, y todo apunta a que Mr. Terrific tuvo mucho que ver al respecto. Pero claro, para todos aquellos que vienen siguiendo “Futures Ends” esto no es nada nuevo. Y para los que no, tranquilos, que por el momento no necesitan saber mucho más para entender este one-shot, que transcurre en un futuro no muy lejano, donde la espereza todavía perdura, y en donde el nombre “Brother Eye” aún no resuena en las calles, pero sí el de “Hombre Calendario”.
El cómic nos invita a echar un vistazo al futuro, unos cinco
años al futuro de Gotham para ser exactos. Futuro en donde Riddler goza de una suerte
de amnistía, cuya causa desconocemos, y en donde Julian Gregory Day se ha hecho
un nombre en la ciudad, y en donde de hecho, está a vísperas de emular el
apagón de “Zero Year”, con motivo de celebrar el aniversario de aquella tragedia.
Por lo menos vemos que algo de calendario aún tiene.
Aunque este hombre calendario no es ningún tipo de psicópata o sociópata, él exige cosas razonables a cambio de desistir en sus planes: pide que le entreguen al hombre que arruinó su vida, y además, para no alivianar la tensión, posee en su poder rehenes que está dispuesto a ejecutar en cualquier momento, ahí mismo donde está amotinado, el asilo Arkham. Tras siete días de toma de rehenes, Batman necesitará de la ayuda del “reformado” Riddler para poder entrar al asilo Arkham y detener un nuevo apagón.
Hasta ahí los spoilers, el cómic no presenta mucha más
complejidad argumental, por lo que es de fácil lectura. La esencia de la trama
es buena, Batman y Riddler, dos mentes maestras trabajando juntos, pero es en
su ejecución en donde falla, posiblemente porque está enmarcada en un contexto
bastante restrictivo: el de “Futures End”. Y no es que quiera ser cínico, pero
la gran mayoría de nosotros vemos a estos cómics por lo que realmente son:
relleno y marketing. Para ser claros: este número aporta poco o casi nada al
universo de “Futures End”, por lo que es completamente prescindible si se está
siguiendo la serie, es un gran paréntesis argumental cuya calidad no interfiere
en dicha condición. Es decir, más allá de si el cómic es bueno o malo,
empecemos porque es relleno, y por ende, tiene motivaciones distintas que sí
influyen en la calidad, aunque no la determina.
Habiendo aclarado eso, el cómic argumentalmente tiene cierta
competencia que no deslumbra debido a los diálogos que simple y llanamente son
malos. La conversación que se produce entre Batman y Riddler me pareció de lo
más trillado, y a pesar de tratarse de un contexto bastante particular, véase:
Batman pidiéndole ayuda a uno de sus más grande enemigos, no resulto ni lo mínimamente
interesante de lo que pudo haber sido. De esto es cuando hablo de buenas ideas
mal ejecutadas, o no explotadas del todo.
En cuanto al Hombre Calendario, debo admitir que su papel aquí me gustó, una vez más, faltaron líneas interesantes que dieran fuerza a sus motivaciones, sigue siendo un personaje bastante simple, pero de todos modos tuvo un rol más acorde a lo que se podría esperar. Aunque en cierta forma, a veces no puedo dejar de verlo como un Victor Zsaz cuerdo. Sin duda deben trabajar aún más en la personalidad de este personaje e individualizarlo lo suficiente, eso si no quieren que caiga en el olvido, claro está.
No obstante, el Hombre Calendario no ocupa ningún lugar
estelar en el argumento de “Futures End”, y encuentro difícil que intervenga en
futuras entregas de la serie ya que el número posee un final conclusivo
bastante conciso; y ya que estamos hablando del final, decir que es la apuesta
más fuerte del cómic, y que podrá gustar a algunos y a otros no, porque es uno
de esos finales con un fuerte sentido irónico que siempre causan tanta polémica
en las historias del encapotado. A mí en lo personal me pareció correcto, y un
poco simpático, pero nada más.
Una vez más, el arte es el gran aliciente para una lectura
que no encuentra gran motivación en los diálogos, pero que encuentra buena compañía
en el apartado visual. El momento que yo destaco en este aspecto es la
infiltración de Batman a la guarida de Riddler (a cargo de Scott Hepburn), las
patadas que da Batman son como para ponerlas en un cuadro. Además del señor
Hepburn, y dejando de lado a Fiorentino que sólo dibujó una página, el otro
artista de esta entrega es Cliff Richards, quién también realizó un estupendo
trabajo con un estilo más estructurado y menos caricaturesco, y que bebe del
gran uso de sombras y contrastes. Mi única queja está en el diseño de Riddler,
han pasado once años desde “Zero Year” y se sigue viendo igual, no tuvieron ni la
sutiliza de innovar en ningún aspecto del atuendo. No ayuda a la inmersión en el mundo "Futures End".
En conclusión es un cómic correcto. A mí entender haberlo
incluido en “Futures End” lo perjudicó más de la cuenta, y en gran parte
desmotiva su lectura ya que todos sabemos que no terminará siendo parte de la
continuidad una vez que termine la serie. Léanlo si no quieren perderse ni el
más mínimo detalle de aquél trágico mundo futurista, aunque tampoco haya mucho
de que agarrarse.
Lo mejor:
- El arte.
- Reivindica el rol del Hombre Calendario, hasta cierto punto.
- El final.
- No aporta casi nada al universo de "Futures End".
- Diálogos trillados. Desaprovechados.
Subscribe to:
Enviar comentarios (Atom)
1 Batcomentario/s:
Al ver la portada me acordé de un número de Paul Dini en Detective Comics, donde Batman y Nygma trabajaban codo a codo para resolver un caso. Pensé que esta vez el asunto iba a ser similar, pero no fue así. El arte y ese final fueron lo único que valió la pena en este número, creo yo.
Estuvo excelente la reseña. Saludos!.
Publicar un comentario