"Selina Kyle"
Dirección: Danny Cannon.
Guion: Bruno Heller.
Dirección: Danny Cannon.
Guion: Bruno Heller.
Tras un -en mi opinión- estupendo estreno, Gotham regresa a nuestras pantallas chicas dispuesta a seguir explorando el amplio plantel de personajes introducidos en el piloto; aunque, tal como lo adelanta el título, la trama pondrá una especial atención sobre la joven Selina Kyle (futura Catwoman). Cosa totalmente lógica teniendo en cuenta que en el piloto el personaje no tuvo literalmente ni una sola línea. Por supuesto, también presenciamos nuevas inclusiones, pocas, pero bastante extravagantes y que prometen romper un poco con ese aire ortodoxo policial en el que se venía perfilando la serie, y así traernos personajes más propios de los cómic. Sean cuidadosos al leer porque hay spoilers.
De buenas a primeras, se puede notar un claro descenso en el ritmo narrativo de la historia, es decir, los que percibieron un piloto demasiado vertiginoso y abarcativo para su gusto, en esta ocasión encontrarán algo más acorde a lo que uno puede esperar en un episodio de aproximadamente cuarenta minutos. Esto se debe principalmente a que ahora la trama comienza a bifurcarse en las diferentes historias de los personajes sin centrarse necesariamente todo el tiempo en el detective Gordon, que de todos modos sigue conservando un claro y definido protagonismo. Este ritmo más pausado no es necesariamente bueno o malo, es diferente, es lo que debe ser, toda serie arranca con un piloto fuerte y condensado, para luego estructurarse en una narración menos empinada. En mi humilde opinión, el ritmo del piloto estuvo bien, siempre y cuando se tenga en cuenta eso, que es un piloto y que por lo tanto funciona como primer impacto para llamar la atención de la audiencia.
A pesar de lo dicho al principio, no se dejen llevar de todo por el título del episodio. En este capítulo no lo sabremos todo sobre Selina Kyle ni mucho menos, no profundizara en su historia, pasado o posible futuro, simplemente la tendremos como una importante protagonista para la historia que nos compete, aunque posiblemente muchos consideren que eso no amerita el bautizo de un episodio y probablemente tengan razón. Es que decir que el capítulo no es exclusivamente Selina Kyle, pero al menos nos asegura ver por fin a la gatita en acción.
En cuanto a la trama en sí, deja de lado la línea
argumentativa del piloto –el asesinato de los Wayne- para centrarse en uno distinto,
que se traduce en un nuevo caso para Gordon y Bullock, y en el que por supuesto
Selina jugará un papel clave. Para aquellos más acérrimos a los cómics actuales
de DC, notarán una clara base proveniente de algunos números de la serie “Catwoman”
escritos por Judd Winick; lo cual nos podría llevar a especular sobre el
villano de turno. ¡Atención spoilers! Si bien efectivamente se ha mencionado al
Dollmaker (Barton Mathis) como el claro artífice de lo ocurrido en éste
episodio, es posible (sólo posible) que en realidad se trate de su hija Matilda
Mathis ocupando el rol del Dollmaker, después de todo su apodo criminal “Dollhouse”
no es muy diferente.
Esto tendría más sentido y estaría más aclimatado a la
mitología del cómic al incluir a una legítima enemiga de Catwoman. Además, como
paréntesis a todo esto, el personaje de Barton Mathis -junto con toda su
psicosis- ya ha sido decentemente adaptado en la popular serie “Arrow”, y no
estaría nada mal que le den un giro de tuerca. Más allá de todo lo especulado,
la aparición del Dollmaker será clave para determinar el rumbo que tomará la
serie a la hora de retratar a los villanos y en definitiva al show en sí mismo,
si predominara el realismo, o si se permitirán ciertas extravagancias.
Hablando estrictamente de la calidad del argumento central, es
bastante simple, no tiene la fuerza que debería y no mantiene la expectativa tan
alta como en el episodio anterior, pero sirve como hilo conductor para las
demás sub-tramas, además de claro dar el pie a la futura e inevitable inclusión
de un oscuro villano, en cuyo caso las cosas se pondrán mucho más intensas;
mientras tanto, debemos conformarnos con la presencia de dos personajes
bastantes pintorescos que serán los encargados de mantener la tensión en las
escenas, con un resultado bastante aceptable, pero sin ser verdaderos
antagonistas.
Más allá de la trama principal, tenemos las historias del Pingüino,
Mooney y por supuesto Bruce, las primeras dos con escenas realmente
sobresalientes. El personaje de Fish Mooney, a pesar de ser genérico y con un
destino definido, va tomando forma poco a poco y lo cierto es que cada vez me gusta
más. La historia del Pingüino avanza lenta pero segura, Robin Lord Taylor dota
de un gran carisma al personaje volviendo cada escena necesariamente
interesante, observaremos como de a poco el sadismo va floreciendo en Oswald, y
como un extra muy interesante conoceremos a su bizarra madre, interpretada por
la genial y nominada al premio Óscar: Carol Kane.
En cuanto a Bruce nos siguen dando pequeñas escenas a cuanta
gotas, lo más interesante de apreciar es la relación que él va forjando con
Gordon y que realiza un pequeño avance aquí, pero también la relación atípica y
por momentos perturbadora que tiene con este radical Alfred del cual todavía no
me logro encariñar del todo, y ustedes llámenme loco o todo lo que quieran,
pero por momentos me da la sensación de que el director insinúa que Alfred alberga
ciertas intenciones oscuras. No sé ustedes, pero yo espero ansioso saber algo
sobre el pasado de este Alfred.
Las actuaciones siguen la línea del episodio anterior,
buenas en términos generales. Ahora claro, debemos incluir el papel de la joven
Camren Bicondova, quien bajo mi punto de vista ha dejado bastante que desear.
Ella es estupenda a la hora de las miradas punzantes -emulando a las de un
felino- sin embargo, en el momento de gesticular es en donde pierde muchos
puntos, exagera bastante sus dicciones y en varios momentos el tono o la
expresión de su cara no acompaña su discurso, es decir, lo elemental en un
actor. No se confundan, la chica realiza un aceptable trabajo, de lo contrario
no estaría ahí, pero eso es todo. No creo que sea capaz de soportar mucho más
protagonismo en un capítulo, sin que este sea vea demasiado afectado por la
calidad de su actuación. Tampoco es que se le pueda criticar mucho a una chica
de quince años, ella tiene el porte ideal para interpretar a una joven Catwoman
y por eso lo hace, aunque su experiencia como actriz no ayude mucho.
Por el lado de la dirección no tengo queja puntual aunque
tampoco elogios, salvo por la dirección de fotografía la cual viene sobresaliendo
desde el capítulo anterior y le otorga a Gotham un aspecto muy propio, en donde
predominan los tonos azules y una iluminación intensa.
En conclusión es un buen capítulo. Adopta un ritmo más
pausado que el piloto para narrar un argumento que si bien no posee mucha fuerza o
complejidad, entretiene y se hila bien con las demás historias que avanzan lentamente.
Además abre las puertas a un villano que tarde o temprano caerá, y cuando lo
haga las cosas se pondrán mucho más interesantes. Da la sensación de que el
primer gran villano de Gotham está a la vuelta de la esquina.
Comentarios