Reseña: "Gotham" 1x03 - "The Balloonman"


 Como los más atentos que forman parte del, como ya se le puede calificar, vasto público, habrán notado, la bienvenida a una nueva semana significa la salida de un nuevo capítulo de la serie Gotham y que estos capítulos a su vez signifiquen una inmediata reseña en el Blog aquí presente, dentro de cada una de ellas hay un intercambio, en semana por medio, de reseñista, estos puestos ocupados por mi compañero de oficio, Patricio, y yo. De esta forma se crea un vaivén arbitrario de opiniones, posturas y matices (ambos lados del mostrador estando en igualdad de buenos fundamentos, según veo yo) debido a que nuestros focos que alumbran al mismo producto lo hace en colores opuestos. Y hoy, estimados lectores, les toca encandilarse con el tono más opaco, aunque eso no quiere decir que ya les esté presagiando que este sea un mal episodio ¿Lo es? Está en ustedes descubrirlo simplemente continuando con la disertación que hoy les traigo ¡Adelante! Y vayan con cuidado, porque habrán spoilers que tal vez afecten esta nueva embarcación en las aguas de Gotham.


 El argumento, a diferencia del, en opinión meramente personal y subjetiva, excelente segundo episodio, si está relacionado y definitivamente titula a esta nueva entrega. Supone obviamente un nuevo caso que la dupla Gordon-Bullock deben resolver, y trata de un anti-héroe que busca "encargarse" de personalidades tan conocidas como corruptas atándolas a un globo aerostático de donde nada, excepto la inminente muerte, los hará bajar. Por eso se lo bautiza como "The Balloonman". Lo cierto es que la trama sirve como pretexto para llenar a los 40 minutos de los que consta nuestra visualización del típico y ya conocido dilema moral ¿O sea que estamos frente a una nueva utilización de la "formula Nolan"? Sí, pero agraciadamente usada de una manera mucho más útil del último vestigio que tenemos de un hecho así. Las malas lenguas dicen que no puedo dejar pasar la oportunidad, por más mínima que sea, de tirarle un palo a Snyder... Pero era necesario, lo juro.

 Hay algo que está claro: para que algo guste a los espectadores, éstos deben tener las cosas bien en claro, y la única manera de que esto suceda es que el espectáculo que estén presenciando lo busque realmente y vea la intención que esta tiene. Sin importar el género o el estilo, si el objetivo está claro, muy seguramente será aceptado y aclamado, y lamentablemente acá entramos en terreno nebuloso y desconcertante. La dirección se siente como un constante forcejeo entre, por poner un ejemplo, Nolan y Burton, y no sabemos si estamos frente a una serie noire o excéntrica más del ámbito cómic, y a nadie le gusta estar en medio de un forcejeo, a menos que nosotros estemos forcejeando (je). Un proyecto tan molestamente arbitrario como su respectiva saga de reseñas misma.

 A pesar de eso, el resultado mantiene la mayoría de los pros, contrarrestando algunas de sus contras (como bien venía haciendo la entrega predecesora), pero penosamente sumando alguna que otra nueva. Entre estas nuevas, y que cada vez es más notoria, es que el ritmo va decreciendo, teniendo en cuenta que el primer capítulo iba en un plan abarcativo a tal punto que a muchos les llegó a chocar, si seguimos en este proceso en unos capítulos vamos a tener todas las tomas en slow-motion, lo que realmente me jode que predomine de esta forma una sensación de vacío ya que, en el capítulo anterior, parecían haber obtenido un balance perfecto entre lo frenético y lo que está "permitido" teniendo en cuenta la duración de los capítulos.


 Y sin querer ponerme demasiado puntilloso, también quiero recalcar los problemas de continuidad entre un episodio y otro. Si bien me parece perfecta la decisión de hacer los capítulos temáticos, haciendo que la "trama madre" se teja por debajo haciendo que no perdamos el interés ni en ella, ni en el programa emitido en sí, me parece que deberían ser un poco más consecuentes de sus predecesores, porque pareciera que todo queda en el aire (y miento si digo que la insinuación de una entrada en breve de Dollmaker a la serie no era bastante apetecible).

 Hay que destacar la evolución en los personajes, y sus actuaciones, debido a que se ha logrado establecer un interés por ellos, y es tal el nivel de ésto que hasta toman un puesto más importante que la historia como un ente aparte. Logramos simpatizar con la mayoría de los personajes, tales como el protagonista y Bullock (pero por separado, puesto a que esa pareja dispareja se nota forzarda y necesita más trabajo en esa relación), Bárbara, Montoya (cuyos pasados van a levantar el interés de más de uno, y que luego de enterarse del mismo de seguro ya estarán más pegados a la pantalla chica, al borde del asiento, por la espera de una escenita de connotación erótica entre estas dos individuas que del asesino de Thomas y Martha), Oswald Cobblepot (y su tan próxima esquizofrenia), Maroni (una de las nuevas adquisiciones al ya enorme elenco), Selina Kyle (cada linea suya es un deleite, todo lo que podrías esperar de una chica que en un futuro será Catwoman) y Alfred Pennyworth (a pesar de que no quedaba muy en claro lo que el director deparaba para él, ahora bien podemos apreciar que no se aleja mucho al mayordomo que ya estamos acostumbrados, irónico pero noble, de no ser así no niego que hubiese sido algo interesante pero teniendo en cuenta que Gotham está dirigida a las masas y no a los nerds de culto, no era apropiado algo oscuro para él). Un plantel de esta calidad y tamaño hacen que Gotham realmente valga la pena.

 Pero a toda regla hay una excepción, y hay jugadores en la cancha que no logran encajar aún, claros ejemplos son Fish (que ya en su tercer episodio no tiene absolutamente nada que destacar, sigue siendo tan básico, plano y estereotípico como en su primera aparición), Falcone (otro estereotipo, y con el plus de que su papel de mafioso queda completamente opacado por el excelente Maroni) y Edward Nygma (gracias a Barbatos no tuvo tiempo ni lugar esta ocasión, y lo digo porque cada vez que pronuncia una sola palabra siento que una neurona en mi cerebro deja de funcionar, y eso no es bueno teniendo en cuenta que nos queda por delante mucho para ver). Bruce Wayne queda en el limbo, no se logra comprender si es el de ser en esencia frío y un poco "outsider", o simplemente son los efectos post-traumáticos de la muerte de sus padres, solo el tiempo lo dirá, pero por ahora no es relevante ni aporta en nada.


 No creo que estemos, ni de cerca, ante una serie memorable. Aa decir verdad no se sale de los estándares en calidad de entretenimiento, lo cual no significa que sea malo el resultado, de hecho es bastante bueno, entretenido, pero solo tiene la facultad de hacerte pasar el rato. Aquel que no la esté siguiendo no se está perdiendo de nada, es enteramente eludible, al menos por ahora. Sí sigo sosteniendo que los fanáticos más acérrimos del mundo batmaníaco tienen que estar muy felices de que hoy Gotham esté en plena transmisión porque eso es igual a que una nueva entrega de índole filmográfica que alude al batverso está disponible cada semana, y eso es algo que sabrán valorar. 

Comentarios