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domingo, 12 de octubre de 2014

DOS HISTORIAS SIN CONTAR

Closing Time
Escritora: Marguerite Bennett
Trama: Marguerite Bennett y Tom Taylor
Arte: David Yardin, Daniel HDR, Vicente Cifuentes, Mike S. Miller
Color: Rex Lokus

The Ur-Forge
Escritora: Marguerite Bennett
Trama: Marguerite Bennett y Tom Taylor
Arte: Jheremy Raapack
Color: David López & Santi Casas

Sí, es el último día del año. Un año bastante movido y catastrófico. El año en que los dioses entre nosotros resultaron una verdadera pesadilla.
Pero antes de despedirlo, los creadores de esta apocalíptica historia quieren que nos demos un último paseo entre las rescoldos, para remover las cenizas e iluminar un par de brasas exiguas. Porque éso es precisamente este Anual: un par de historias sin mucho condimento, apenas para rellenar un par de huecos que pudiesen haber quedado.
La primera, una suerte de despedida entre Jim Gordon padre y Barbara Gordon hija usando a la esposa y madre de ambos como excusa. Porque a estas alturas ya sabemos que Gordon la palmó. De un modo heroico, eso sí, como correspondía, pero se durmió, pasó a mejor vida, se fue, o cualquiera de los distintos eufemismos que tanto gustamos de usar para ocultar la palabra “muerte”.
Y Barbara “Oracle” está huérfana. Sin papi y sin mami. Sin embargo, antes que demos vuelta la página (lo que, hablando de comics, es literal y simbólico a la vez), quieren machacarnos con un poco de sensiblería a través de una trama muy básica en la cual Clayface (versión Basil Karlo) asume la cara de la esposa de Jim Gordon para infiltrarse entre los rebeldes. A través de esto, conocemos la versión “Injustice” de la desaparición de la mujer.


Un aporte muy menor a la gran historia que nos vienen contando todo este tiempo, pero a la que hay que reconocerle algún mérito: no todo es muerte sin sentido aquí; hay un par de corazones latiendo por ahí.
La segunda historia corre por raíles similares. Ahora quieren mostrarnos que dentro de la coraza amarilla de Sinestro late un corazón (aunque sea un remedo de órgano al estilo Montgomery Burns).
Abre los fuegos un Superman deseoso de apoderarse de un arma, la Ur-Forge de los Weaponers —recordemos que esta historia también ocurre antes del final del Year 2—. Y manda a sus dos soldados estrella, Sinestro y Hal Jordan —aún Green Lantern en este punto—, a apoderarse de ella en el último rincón de la galaxia.


Ellos la encuentran, pelean por ella, pero, al final, Sinestro toma una decisión contraria a la lógica —lógica de supervillano— y destruye el susodicho armatoste. ¿Por qué? Porque, como hemos dicho (o escrito más bien), este Anual tiene la misión de ser como un pequeño oasis tras tanta destrucción, una demostración de que aún laten las buenas intenciones en más de un personaje, tanto en el lado de los “buenos” como en el lado de los “malos”.
¿Tendrán eco en los acontecimientos del Year 3 de Injustice? En vista del final del Year 2 y de cómo pinta este nuevo año, quizá no mucho. Quizá augure que las intenciones de Sinestro sean hacerse con el poder al primer descuido de Superman. Quizá no quieren que olvidemos cuántas vidas se han perdido y lo justo que es matar a Superman dado el caso —lo que sería bastante paradójico ya que estaríamos usando la misma lógica que Superman usó para matar al Joker y comenzar su cruzada—.


En fin, que es un Anual. Y muchas veces las historias de los Anuales tienen poca o ninguna reverberación en la historia “oficial” de los títulos. Lo que pasa aquí debemos dejarlo aquí: Barbara amaba mucho a su papi y mami y ahora está huérfana. Sinestro no quiere darle tanto poder a Superman porque… Por alguna extraña razón amarilla —aunque uno se pregunte entonces para qué le dio un anillo amarillo—.

Dejemos el Anual aquí, reposando en el Bleed. Ya tenemos suficiente con lo que vimos en el Year 2 y el Year 3 ya está sobre nosotros, los pobres mortales entre dioses.

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