Reseña: "Detective Comics" #36


"Detective Comics" #36
Guion: Benjamin Percy.
Dibujo: John Paul Leon.
Color: Dave Stewart.
Portada: John Paul Lon.


Benjamin Percy & John Paul Leon nos traen el final de esta corta –aunque intensa– historia en donde Batman y cientos de personas más se encuentran aislados y puestos en cuarentena en el aeropuerto de Gotham, producto de un ataque terrorista. El Caballero Oscuro tiene menos de ocho horas para hallar una cura antes de que el eco-terrorista Magnus Magnuson, vea cumplida su amenaza de proporcionarles una muerte lenta y horrible a los ciudadanos de Gotham.

El anterior número se había encargado de poner las cosas en escena, introducción y locación, presentación de villano y posible desenlace en caso de que el héroe falle o, en otras palabras, lo que está en juego aquí. Este número, como es debido, nos proporciona un efectivo desenlace y para ello hará uso de otro entrañable personaje: Grayson. La colaboración “Batman – Grayson” es posiblemente el mayor aliciente que tiene esta historia y, aunque en parte dicha cooperación resulte artificial por el contexto, lo cierto es que es un buen punto de contacto entre el presente del Murciélago, lo acontecido en “Forever Evil” y sus actuales consecuencias.


Dejando de lado el tema de Grayson, el cómic adopta un ritmo mucho más vertiginoso que su predecesor y, en pocas páginas, veremos concluida una trama que tranquilamente pudo haber sido adaptada a un thriller policial hollywoodense para la gran pantalla. Dicho esto, debo aclarar que la historia se comprimió demasiado, supongo que por ello la intensidad de este cómic y, por ende, las últimas páginas resultan realmente apresuradas en cuanto a su aspecto narrativo. No hay lugar a muchas explicaciones, como dije, las explicaciones fueron en el número anterior, hoy toca desenlace.

Si bien la premisa desarrollada en el número anterior no es interesante, sí ha sido bien aprovechada en una historia narrada estupendamente y con buenos momentos. El ambiente generado es destacado, realmente propio de una película, veremos a las autoridades del aeropuerto cancelando vuelos, a la unidad especial contra armas biológicas usurpando la zona y estudiando a los infectados y a Batman observando su propio deterioro a causa del extraño virus. Son todos detalles que, en conjunto, ensalzan una premisa que en manos de hombres menos capaces pudo haber cristalizado en una historia bastante tediosa y genérica.

Algo que me sorprendió para bien, fueron una líneas finales que sinceramente no me vi venir. Se trataba de una reflexión sobre Bruce que, después de haber atravesado una condición bastante deplorable en el aeropuerto, llega a determinadas conclusiones acerca de la muerte y, por contrata posición, de la vida también. Es sorpresivo, porque el cómic no te prepara para ello y no da indicios que querer llegar “ahí”, a ese punto, a ese mensaje, es entonces cuando nuevamente pienso que debió tratarse de una historia con más páginas y así poder darle una mejor transición a aquél mensaje, bien recibido por cierto.


Dicho todo aquello, hay otra cosa que me sorprendió y que es ajena al cómic en sí. Me sorprendió que el cómic no se haya llevado una clasificación por edades de al menos “T +”, es decir, un cómic recomendado para adolescentes más maduros. Y si recalco esto, no es porque no recomiende su lectura a los adolescentes “promedios”, más bien todo lo contrario, sino que lo hago porque francamente creo que la historia lo amerita, la historia se merece ser reconocida como algo más madura de lo normal. No sé qué criterios tengan en cuenta para esta clasificación, supongo que más que nada será el grado de violencia presente junto con los desnudos, pero creo que deberían ampliar su visión de ser así, porque un cómic no necesita ser violento para ser maduro.

Me parece innecesario hablar del arte porque ya lo hice en el número anterior y sería llover sobre mojado. Simplemente decir que sigue mantenido la misma calidad y perfecto estilo que acompaña estupendamente los hechos narrados.

En conclusión es un buen número, una historia madura, bien contada, que le hizo falta algunas páginas más para conseguir un mejor cierre. Quiero destacar, una vez más, el hecho de que los guionistas traten de dejar un mensaje al final del cómic, tanto implícito como explícito (este caso), no importa. Pero que lo hagan es importante porque así realmente se siente como si tuvieran algo que contar. En este caso, Batman reflexiona sobre la muerte y de la actitud que es necesario asumir para enfrentarla, es un mensaje loable, que nos demuestra que no sólo el Hombre de Acero es capaz de inspirar el verdadero heroísmo.

Lo mejor:
  • El arte, acompaña perfectamente a la historia.
  • La participación de Nightwing Grayson.
  • La reflexión final. 
Lo peor:
  • El cómic se siente apresurado, con necesidad de más páginas.
Nota: 7.5/10 (Recomendable +)   

Comentarios

Mena ha dicho que…
Diste en la clave: pareciera que el número total de páginas le jugó en contra a la historia. Su final resultó demasiado apresurado.
La historia, muy 24 estilo Jack Bauer, tuvo un excelente ritmo hasta que aceleró ddemasiado, dejando una sensación de que el peligro no era tal.
Sí me gustó el gesto de Bruce Wayne para con el jefe de seguridad, así como su reflexión última.