"Detective Comics" #37
Guion y arte: Francis Manapul & Brian Buccellato.
Portada: Francis Manapul.
Portada: Francis Manapul.
Francis Manapul & Brian Buccellato vuelven a la carga en “Detective Comics”, reincorporando y actualizando un mítico personaje a esta nueva continuidad: Anarky. Es época navideña en Gotham, pero el crimen no descansa y Batman tampoco. El detective Bullock le sigue la pista a lo que podría ser un inminente ataque terrorista, y un nuevo asesinato lo lleva a cruzar su andar con Batman; ahora deberán dejar sus diferencias de lado y trabajar juntos para evitar que uno de los edificios más emblemáticos de Gotham vuele por los aires: la torre Wayne.
Como mencioné en un principio, la premisa de este arco es el retorno de Anarky, un villano que apareció en estas mismas páginas de la mano de Alan Grant y Norm Breyfogle a finales de los ’80 ("Detective Comics" #608), representando un gran reto para El Caballero Oscuro tanto físico como mental, puesto que Lonnie Machin (Anarky) se caracterizó por tener una genialidad innata para la informática y la tecnología, que podría rivalizar con la de Bárbara Gordon.
Tras esta breve ficha de datos, retomemos el universo de los New 52 y veamos qué cambios se han producido en esta versión, aunque vale aclarar, su verdadero debut ocurrió en las páginas de “Green Lantern Corps” #25, donde Lonnie fue el villano de turno en el marco del evento “Zero Year”. Ahora sí, lo ocurrido en éste número. Ya en las primeras páginas podemos apreciar el nuevo aspecto de Anarky que dista bastante del diseño original de Breyfogle, primando un aspecto más jovial y militarizado, y a su vez más genérico y menos teatral. Bastante inspirado en el diseño de su contraparte en el videojuego “Batman: Arkham Origins” diría yo. Lo cierto es que su presencia se encuentra aún muy limitada y, de hecho, sólo aparece en las tres primeras páginas.
En cuanto a su personalidad y habilidades, sigue siendo implacable y rodeado de un espíritu de sádica justicia en su discurso y acciones. Lamentablemente, tampoco lo vemos hablando mucho, sólo espero que no ridiculicen su ideología con monólogos infantiles y caricaturizados como ocurrió en “Green Lantern Corps” #25, sé que es difícil, pero espero un personaje medianamente serio en su pensar y accionar, sólo así puede llegar a ser interesante. Por el momento, es poco lo que sabemos cómo para sacar conclusiones. Aparentemente sus habilidades para la informática y el hackeo permanecen intactas, ya que se encargó de infiltrarse en los sistemas de seguridad de la torre Wayne para convertirla en una bomba de concreto y de varios pisos.
Eso es todo lo que tenemos de Anarky en este número, sí, un inicio lento. En el resto de las páginas veremos emerger otra trama centrada en el Mad Hatter y (¡oh, que sorpresa!) su obsesión por Alice; Bullock también tendrá su cuota de protagonismo, como ya es habitual en estos guionistas, y estará centrado en resolver el caso de los enigmáticos grafitis con el símbolo anarquista que estuvieron apareciendo en algunos edificios de la ciudad, junto a su compañera Yip, y no sé ustedes, pero yo creo que todo esto terminará desembocando en algún romance. Sí, a falta de algo más interesante sobre que especular me he rebajado a eso. Romances.
Que la sutil crítica del párrafo anterior no pase desapercibida. Es un inicio lento para un arco que debería reivindicar a un personaje que en su momento gozo de una gran popularidad. La idea de rellenar la historia con otra sub-trama que involucra al Mad Hatter no me gustó, sobre todo porque estoy bastante seguro de que no aportarán nada nuevo o de gran calidad a la mitología de aquél descabellado personaje. No, en mi opinión todas las páginas deberían haber girado en torno a Anarky, pero en fin. Lo que puedo resaltar de este número es la pequeña conexión que tiene con el arco anterior de estos guionistas, una charla de Bruce y Alfred que aun así no es nada excepcional, el final, y claro, el arte.
El arte de Manapul y Buccellato sigue siendo estupendo. Con pinceladas precisas y esos colores suaves y agradables, con gradientes y matices preciosos. Hay poco que criticar en ese sentido, tienen un estilo vibrante que posiblemente agrade a todos. Como una queja más bien purista, por momentos no me convence la dinámica de la capa de Batman, quedando demasiada rígida y necesitada de movimiento y ondulaciones, pero es sólo un detalle. El apartado visual es tan satisfactorio como siempre.
En conclusión es un cómic flojo, quizás regulero. Si bien siempre se les elogio a Manapul y a Buccellato su talento artístico, ahora esperamos más. Quiero guiones más concisos e interesantes, y no solo espectacularidad visual. Espero que sepan muy bien lo que estén haciendo con Anarky, porque puede transformarse en un personaje con gran potencial, siempre y cuando se lo tomen en serio. Es un inicio lento, pero el final promete más dinamismo, veremos que sucede.
Lo mejor:
Como mencioné en un principio, la premisa de este arco es el retorno de Anarky, un villano que apareció en estas mismas páginas de la mano de Alan Grant y Norm Breyfogle a finales de los ’80 ("Detective Comics" #608), representando un gran reto para El Caballero Oscuro tanto físico como mental, puesto que Lonnie Machin (Anarky) se caracterizó por tener una genialidad innata para la informática y la tecnología, que podría rivalizar con la de Bárbara Gordon.
Tras esta breve ficha de datos, retomemos el universo de los New 52 y veamos qué cambios se han producido en esta versión, aunque vale aclarar, su verdadero debut ocurrió en las páginas de “Green Lantern Corps” #25, donde Lonnie fue el villano de turno en el marco del evento “Zero Year”. Ahora sí, lo ocurrido en éste número. Ya en las primeras páginas podemos apreciar el nuevo aspecto de Anarky que dista bastante del diseño original de Breyfogle, primando un aspecto más jovial y militarizado, y a su vez más genérico y menos teatral. Bastante inspirado en el diseño de su contraparte en el videojuego “Batman: Arkham Origins” diría yo. Lo cierto es que su presencia se encuentra aún muy limitada y, de hecho, sólo aparece en las tres primeras páginas.
En cuanto a su personalidad y habilidades, sigue siendo implacable y rodeado de un espíritu de sádica justicia en su discurso y acciones. Lamentablemente, tampoco lo vemos hablando mucho, sólo espero que no ridiculicen su ideología con monólogos infantiles y caricaturizados como ocurrió en “Green Lantern Corps” #25, sé que es difícil, pero espero un personaje medianamente serio en su pensar y accionar, sólo así puede llegar a ser interesante. Por el momento, es poco lo que sabemos cómo para sacar conclusiones. Aparentemente sus habilidades para la informática y el hackeo permanecen intactas, ya que se encargó de infiltrarse en los sistemas de seguridad de la torre Wayne para convertirla en una bomba de concreto y de varios pisos.
Eso es todo lo que tenemos de Anarky en este número, sí, un inicio lento. En el resto de las páginas veremos emerger otra trama centrada en el Mad Hatter y (¡oh, que sorpresa!) su obsesión por Alice; Bullock también tendrá su cuota de protagonismo, como ya es habitual en estos guionistas, y estará centrado en resolver el caso de los enigmáticos grafitis con el símbolo anarquista que estuvieron apareciendo en algunos edificios de la ciudad, junto a su compañera Yip, y no sé ustedes, pero yo creo que todo esto terminará desembocando en algún romance. Sí, a falta de algo más interesante sobre que especular me he rebajado a eso. Romances.
Que la sutil crítica del párrafo anterior no pase desapercibida. Es un inicio lento para un arco que debería reivindicar a un personaje que en su momento gozo de una gran popularidad. La idea de rellenar la historia con otra sub-trama que involucra al Mad Hatter no me gustó, sobre todo porque estoy bastante seguro de que no aportarán nada nuevo o de gran calidad a la mitología de aquél descabellado personaje. No, en mi opinión todas las páginas deberían haber girado en torno a Anarky, pero en fin. Lo que puedo resaltar de este número es la pequeña conexión que tiene con el arco anterior de estos guionistas, una charla de Bruce y Alfred que aun así no es nada excepcional, el final, y claro, el arte.
El arte de Manapul y Buccellato sigue siendo estupendo. Con pinceladas precisas y esos colores suaves y agradables, con gradientes y matices preciosos. Hay poco que criticar en ese sentido, tienen un estilo vibrante que posiblemente agrade a todos. Como una queja más bien purista, por momentos no me convence la dinámica de la capa de Batman, quedando demasiada rígida y necesitada de movimiento y ondulaciones, pero es sólo un detalle. El apartado visual es tan satisfactorio como siempre.
En conclusión es un cómic flojo, quizás regulero. Si bien siempre se les elogio a Manapul y a Buccellato su talento artístico, ahora esperamos más. Quiero guiones más concisos e interesantes, y no solo espectacularidad visual. Espero que sepan muy bien lo que estén haciendo con Anarky, porque puede transformarse en un personaje con gran potencial, siempre y cuando se lo tomen en serio. Es un inicio lento, pero el final promete más dinamismo, veremos que sucede.
Lo mejor:
- El arte.
- El regreso de Anarky.
- Un inicio lento.
- La sub-trama del Mad Hatter, no parecen querer innovar con el personaje.
- El final.
Comentarios
Muy buena reseña. Saludos!.