Reseña: “Injustice: Gods Among Us - Year Three” #10

TELL YOUR DAD GOODBYE FOR ME

Título: Death of a Deadman
Guión: Tom Taylor
Arte: Mike S. Miller
Color: J. Nanjan

Pareciera, mis queridos injusticieros, que fue ayer cuando Superman despertó allado de su amada esposa Lois Lane. El agitado derrotero del superhéroe por antonomasia por fin encontraba un solaz en brazos de la mujer que, muy pronto, le daría un hijo.
¡Nunca la vida de un hombre, con superpoderes o sin ellos, fue tan prometedora!
Y pareciera que fue ayer también, cuando Joker despertó acariciando su másperversa idea. El desequilibrado zigzagueo del demente criminal por antonomasia por fin encontraba el desasosiego entre las directrices del plan que, muy pronto, le daría una divertida sensación.
¡Nunca la carrera de un hombre, loco o no, fue tan aviesa!


Y luego… Bueno, todos sabemos lo que pasó a continuación: Joker secuestró a Lois. Se movilizó la Justice League en pleno. Localizaron a Joker, Harley Quinn y Lois dentro de un submarino. Superman llegó y —bajo la influencia de una ración extra del gas del miedo de Scarecrow, potenciado con polvo de kriptonita— tomó a su esposa para llevársela al espacio exterior. Superman mató a su esposa y a su nonato hijo creyendo que enfrentaba a Doomsday.
La ira se apoderó de él y atravesó el pecho de Joker, despachándolo del mundo de los cómics para siempre.
Ah, también voló Metropolis entero, pero eso no importó tanto.
El resto es “Injustice: Gods Among Us”: la transformación de Superman en un verdadero dictador dispuesto a traer el orden y la justicia a cualquier precio… Y realmente a cualquier precio. La oposición de Batman a los nuevos métodos de selección natural de su otrora amigo. Y violencia, mucha violencia. Guerra hecha y derecha.
Y muchas bajas, además…
Hasta llegar al número presente, el #10 del Tercer Año de la serie… Y los asuntos parecen no mejorar, e incluso empeorar.
Empeorar, por ejemplo, para Deadman que oportunamente apareció para rescatar a John Constantine de las garras mismas del poder fáctico y para intentar razonar con The Spectre, la nueva adquisición del bando oficialista.


Si bien el título de este número cita de la pieza de teatro “Death of a Salesman” (Muerte de un Vendedor) de Arthur Miller, poco y nada tiene que ver con la triste historia de Willy Loman —el protagonista—. A lo más, tiene en común la muerte de un protagonista. En la obra de Miller —suertudo dramaturgo con cara de nerd que se casó con Marilyn Monroe— el vendedor se suicida. Aquí… Aquí The Spectre —que se niega a revelar quién es realmente— raja literalmente a Deadman, que a rastras llega a Nanda Parbat —el más recurrido sitio esotérico de DC Comics— para convocar a su reemplazante antes de morir —si es que un muerto puede morir… Neeeh, estamos hablando de cómics, donde los muertos vuelven a vivir… Y vuelven a morirse…—. Lo que, bien mirado, pudiera tener similitudes con la pieza de teatro: Ambos no consiguen su aumento de sueldo antes de caer el telón.
¿Quién es el elegido? Otro dado por muerto tanto en el número #16 del Primer Año de “Injustice”, como en la continuidad de los New 52: Dick Grayson, antes conocido como Robin, luego como Nightwing y finalmente como… Grayson —¡qué originalidad!—.
Convertido en el nuevo Deadman, ¿qué ocurrirá?


Las aguas se agitan en este acuario superheroico. Porque vuelve a escena Batman —y no sólo en portada—, peleándose, como ya es costumbre, con Constantine —que le ha quitado protagonismo al Caballero Oscuro. “¡Yo también puedo vender!”—, para terminar, como también ya es costumbre, yendo juntos a visitar a otro de esos amigos del nigromante que tanto lo odian: The Swamp Thing. Lo que no sólo añade condimento a la historia, sino que transforma a la portada en una de esas escasas portadas DC que sí muestra lo que ocurre al interior del cómic.


Aparecen nuevos actores. Nos dejan otros. La escena cambia acto a acto. “La muerte de un muerto” es sólo un paso. Es sólo el suicidio de un vendedor cuyo hijo quiere seguir sus pasos. Es un teatro abarrotado de público donde todos pueden ser protagonista y donde hasta el autor más feo puede casarse con la actriz más bonita.

Es “Injustice: Gods Among Us - Year Three”… y el telón no se bajará por un buen tiempo más.

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