Reseña: "Batgirl" #39


“Batgirl” #39 enciende los motores y prepara el terreno para el climático final del primer arco a cargo del nuevo equipo creativo. En medio de un tornado de problemas alrededor de la Bati-Chica, el misterioso villano que se ha entrometido con su vida por fin se revela.

Además de tener que cambiar el tema de su tesis a medio camino, perder la amistad de una de sus más cercanas amigas y aliadas y ver sufrir a Frankie (su compañera de cuarto) por el hackeo a su página web, Babs debe lidiar con los agresivos habitantes de Burnside, quienes van tras su alter-ego después de que alguien en la web le pusiera precio a sus orejas puntiagudas.

El acoso cibernético se intensifica y con Batgirl siendo la enemiga publica número uno del sector de Gotham que juró defender, las cosas convergen en la antesala a la aparición teatral del adversario detrás del telón.

La idea de “Batgirl” #39 es simple: ¿es Bárbara su propia peor enemiga? La chica pasa los primeros dos actos de esta historieta dudando de su sanidad mental y preguntándose si  dentro de ella vive una tercera personalidad que la sabotea. Pues después del numerito que protagonizó al final de la edición anterior, nuestra heroína debe de aceptar que a veces puede ser un peligro para sí misma.

Lo bueno es que eventualmente hace las paces con Dinah, poniéndose de acuerdo con ella para tener un “staff metting” que literalmente se refiere a entrenar con “bo staffs” en un techo al atardecer. Desafortunadamente, el reencuentro de las Birds of Prey es interrumpido cuando la compañera de cuarto de Bárbara es secuestrada por su misterioso acosador.


Así es como Batgirl y Black Canary terminan afuera de las oficinas de Hooq (la red social de Frankie), con Barbara atacando sola y Dinah quedando de refuerzo. Cuando Babs irrumpe en el piso de los servidores del sitio web se encuentra con que su identidad secreta le fue revelada a Frankie, por nada más ni nada menos que ¡una versión digital de ella misma!

Si recuerdan, para su tesis Bárbara había logrado crear un mapa digital de su cerebro, el cual desapareció durante el reino de terror de Riot Black en Burnside, reapareciendo ahora con conciencia propia y sed de venganza ¿pero hay alguien más detrás de esta Oracle maligna? Tengo mis sospechas.

Me parece genial la manera con la que Cameron Stewart, Brenden Fletcher y Babs Tarr han manejado la temática de la identidad y el rol de los alter-egos en la era de las redes sociales. Lo que significa vivir otra vida en un mundo alterno y la ironía de lo expuesta que queda tu identidad  original al hurto a pesar de las máscaras que usamos.


Así que el próximo mes: Identity Crisis!

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