Reseña: “Batman” #38 - “Endgame”, parte cuatro

I DON’T HAVE A PLAN YET

Título: Endgame, part four
Escritor: Scott Snyder
Dibujante: Greg Capullo
Entintador: Danny Miki
Colorista: Fco Plascencia

Fue hace casi cien años que Friedrich Nietzche —el filósofo alemán que mató a Dios y profetizó el advenimiento del Übermensch, que el nazismo abrazó como eje de su campaña—, visualizó dos conceptos que definen al hombre y su devenir: lo apolíneo y lo dionisíaco.
Apolo, dios griego de la Iluminación y las Artes, era, por sobre todo, epítome de lo bello, lo perfecto y lo ordenado. Adorarlo significaba contemplación, mesura. Casi un Cristo helénico
Como contrapartida, estaba Dionysos, el último dios en agregarse al panteón olímpico, que era sinónimo de desenfreno, desorden, caos. No por nada era el dios del vino y las extensas orgías.
En esta cuarta parte de “Endgame”, Snyder vuelve a citar de los clásicos para seguir desarrollando su historia, entregándonos más pistas sobre la naturaleza del arma bioquímica desatada por el Joker y jugando a confundirnos con el origen del propio Payaso Asesino. Y se sirve de la terminología mitológica, no sólo para cargar con el peso de lo inefable e inevitable a los acontecimientos —como comentáramos con ocasión del primer número de “Endgame”—, sino que también para dar nueva luz sobre los personajes, enmarcados en una suerte de tragedia griega, como las que se representaban para honrar a Dionysos en medio de las bacanales (por Baco, nombre latino del dios).


Porque Batman y Joker son, ante todo, arquetipos trágicos en perpetuo enfrentamiento. Actores que vez tras vez representan un drama ante nosotros, con sus respectivas máscaras puestas —tanto figurada como literalmente—.
Uno es el orden.
El otro, el caos.
No es difícil hacer la analogía. Batman es un hombre de mente estructurada. Él que tiene un plan para todo, como incluso solemos bromear entre fanáticos del Murciélago. Él representa lo justo, lo completo, el orden. Sus acciones siempre están encaminadas a restaurar el status quo. Sus acciones son medidas. Nada es dejado al azar.
El Joker, huelga decirlo, es su perfecto opuesto. Todo es desorden en su entorno.
Este número #38 de “Batman” es explícito en sus referencias. Snyder teje muy bien su trama. Con él, ningún detalle sobra —o, al menos, así es la mayoría de las veces—: Durante cuatro números de este arco llamado “Endgame”, nos ha hecho ser testigos del sentido de entropía que comienza a rondar el mundo de Batman. De a poco, todo lo que el Detective creía firmemente establecido, se derrumba ante sus propios ojos, impotente. Como si Snyder quisiera llevar al personaje de nuevo al callejón en que perdió a sus padres, cuando el orden se rompió indefectiblemente —si acusamos a Batman de estructurado, es porque reconocemos su lucha interna por restablecer ese orden destruido de niño—.
Decimos Snyder, pero queremos decir Joker. Un payaso loco que se nos está develando una vez más como alguien demasiado cuerdo.
Mientras Batman pierde el control, Joker se instala en primera fila para ser testigo de lo que viene, absolutamente dueño de sus movimientos.
Vemos al Caballero Oscuro dar manotazos en la oscuridad.


No tiene un plan, le reconoce a Grayson, y esa sencilla frase resume todo este número #38: Batman comienza a perder su esencia. El frágil velo de la realidad se deshace en sus manos enguantadas. ¿Y quién podrá ayudarlo?
La última imagen que nos brinda Capullo es potentísima: Batman, en un plano más bajo para acentuar su conflicto, se presenta ante la Corte de los Búhos, quienes le miran desde una posición mucho más elevada.
¿Será este el mejor arco que ha escrito y dibujado la dupla Snyder/Capullo? No sería temerario el asentir. Hoy, más que nunca, la figura de Batman se resquebraja. Ya no lo reconocemos.
El héroe es deconstruido ante nuestros ojos. ¿Qué nuevo Batman veremos alzarse?
Destaca, en este contexto, la inclusión de Paul Dekker, uno de esos villanos sicodélicos que nos dejó los sesenta y que respondía al nombre de Crazy Quilt —ojo con la manta que lo envuelve—. ¿Un posible guiño de los autores a ese Batman con el que los más viejos crecimos? ¿Nos dicen, tal vez, miren atrás, ahí está la solución? Con un guión tan perfecto, cualquier elucubración es posible…


A dos números del final de “Endgame”, las apuestas se vuelven cada vez más altas. Con una historia que no ha malgastado viñetas en rellenos innecesarios, no podemos casi esperar a su resolución. Y anhelamos ver a este Batman nuevo que saldrá, el Übermensch profetizado por Nietzche. Este Batman que vuelve a ser humano. Que no siempre tiene un plan. Y que es aun más grande debido a ello. ¿No decimos, acaso, la mayoría de los fanáticos de Batman que una de las cosas que más nos atrae es su falta de poderes, su vulnerabilidad?


Justo cuando pensamos que ya no hay nada nuevo que se pueda decir del Vigilante de Gotham, un buen escritor y un aún mejor dibujante, son capaces de tomar riesgos para renovar y refrescar la franquicia estrella de DC Comics.

Comentarios

TuTozManu ha dicho que…
Excelente reseña, espero con ansias el próximo issue soy recontra fan de su blog muchos saludos
Anónimo ha dicho que…
Las referencias a Stephen King: It y Stanley Kubrick : El Resplandor tb las rescataria en estos arcos de Endgame. Snyder y Capullo son unos capos !!
Unknown ha dicho que…
Excelente reseña Snyder esta jugando con nuestras mentes y llevando el juego del origen al siguiente solo a esperar el siguiente paso.
Anónimo ha dicho que…
Aparte Snyder hace homenajes a la obra de Morrison tambien. Creo sinceramente que este arco es lo mejor que ha escrito Snydrt en Batman. Solo espero que tenga las bolas de cerrarlo con un golpe de geta tremendo y no pase como en Death of the Family.
Anónimo ha dicho que…
Muy buena reseña, personalmente entro en conflicto cuando veo como mi heroe preferido se encuentra en un callejon sin salida. Batman es humano, pero siempre a llevado su condición mas alla del limite, poniendose a la par de otros superheroes. En este momento, no esta en su mejor momento, contamidado por una extraña toxina la cual pareciera que nubla su juicio y un extrañamente bien preparado Joker, batman parece que esta de regreso en el año zero cuando se enfrento a ridler. Si bien el batman de snyder resulta menos experimentado, comparandolo con otras versiones de otros guionista, es quizas asi como salen mejores historias de batman, vemos como de todo esto el aun puede aprender algo y acercarse mas al estado que tenia antes del relanzamiento. Personalmente, no se de que va todo aun, un Joker inmortal como sugieren es raro, no cuadra, a caso un experimento fallido de la corte durante la creación de sus talon, si fuese asi, que ha hecho durante este tiempo. o por el contrario, que pretendia la corte al hacerlo inmortal si es que esa era su intención. como digo, este joker es completamente diferente, impredecible, no encaja en mis teorias y es muy distinto a sus antiguas encarnaciones, una parte de mi sigue pensando que es un imitador, pero falta ver como termina esta historia. sobre la nueva dirección que llegaria a tener la serie luego de estos eventos, es dificil verla aun, ciertamente que bruce wayne pierda su mansion y fortuna es una, pero que no parece marcar gran diferencia por el momento, teoricamente la perdida de un personaje a manos del joker es la otra, pero si fuera alfred, su hija ya esta de remplazo, en fin, quizas con un poco mas de avance en la historia, se pueda ver mejor la imagen de esta historia.
Mariano Romero ha dicho que…
Siempre aprendo algo nuevo con las EXCELENTES reseñas del sr. Mena. Felicitaciones por el texto.
Con respecto a Endgame, debo decir que, hasta ahora, es el mejor arco de Snyder desde La Corte de los Búhos. Me gusta que juegue con el origen del Joker, y no sepamos qué es verdad y qué es mentira. Aun hay cosas que no me gustan (ay, esos villanos monologuistas), pero el resultado final sigue siendo muy bueno. Espero ansioso el final de la historia, y ojalá que sea satisfactorio para los lectores. Saludos!