LOVE YOU, DAD
Título: Goodbyes and
Farewells
Escritor: Brian
Buccellato
Arte: Bruno Redondo y
Juan Albarran
Colores: Rex Lokus
Todo parece indicar que ya estamos en tierra derecha hacia
el final del Year Three de “Injustice: Gods Among Us”.
Como decía el tolkiano
Gandalf asomado a un balcón en Minas Tirith, las piezas ya están en su lugar… Cosa que Pippin se tomaba con un
estremecimiento, pero que nosotros adoramos que ocurran. (Dato curioso, niños: Minas Tirith significa Torre del
Vigía, o Atalaya. ¡No! No estoy
haciendo referencia a la revista emblemática de los testigos de Jehová, me refiero al cuartel de la Justice League. ¡Por favor, concéntrense!)
Trasladada la íntegra batahola a los jardines de la House of Mistery, la pelea
—¿final?— ha elegido contrincantes idóneos el uno para el otro. Por ello vemos
sobre los cielos arremolinados el mágico y poderoso enfrentamiento entre Trigon y Mister Mxyzptlk —no se
engañen, tengo en copy este nombre
para hacerle paste cada vez que lo
necesito—, cuyo resultado final no nos atrevemos a predecir.
Abajo, en tierra, Batman
—superpotenciado con viagra especial— ha derrotado por el momento a Superman. Pero Captain Marvel y Wonder Woman se acercan
para cobrarle el atrevimiento.
Es entonces cuando llega ese momento tan caro a los fans del
cómics… ese lapso en medio de la acción cuando los sentimientos se revelan y
entendemos que “Injustice”, más que
una suerte de Street Fighter semanal, es una serie motivada
por profundas pasiones. Ese tipo de pasiones que te llevan al odio o al amor.
Abre el cómic con una vista aérea del campo de batalla,
siguiendo la llegada de Poison Ivy a bordo de un Batplane. Es Grayson/Deadman
que, usando sus recién estrenados poderes metafísicos, ha tomado posesión del
cuerpo de la antiheroína.
Pero la abandona justo para entrar en el Captain Marvel y detener a Wonder
Woman. Y entonces podemos gozar de
ese momento único —que los animés han convertido en su sello de fábrica—:
transformado en el prepúber Billy Batson, Grayson habla con Batman…
o, más bien, habla con el hombre que respira y sufre bajo la máscara.
Entendamos que Batman
ha jugado más como sidekick de Constantine —el ahoracanceladoahoranocancelado protagonista de este año Injusto—, y su participación, por ende,
ha sido nimia —aunque no menos trascendente a ratos—. Por ello se agradece este
momento que Buccellato nos regala
—desconocemos si Taylor dejó una
hoja de ruta—, Dick y Bruce, así, sin disfraces, tienen el
momento de decirse lo que en 75 años quizá nunca se dijeron —lo que, además,
parece muy oportuno considerando que este año conmemoraremos el septuagésimo
quinto aniversario de la creación del sidekick
por excelencia—. Y surge esa frase con la que hemos titulado esta reseña: Love you, dad.
Más allá de las bromas —y las no tanto— sobre la relación de
ambos, no podemos negar ese sentimiento paterno-filial que ha perdurado entre
ambos, que llenó de algún modo sus carencias afectivas motivadas por la
traumatizadora muerte de los padres de ambos.
Dick Grayson,
aunque a algunos les pese, es y será el verdadero heredero de Bruce Wayne por siempre. El Robin original es el único adecuado
para tomar el manto de Batman, tenga
los hijos reales que tenga el Encapotado gothamita.
Sin embargo, como dijimos, ese momento es una apenas una pausa.
Un instante de respiro y de recuerdo para no olvidar por qué se está luchando.
Para no olvidar que estamos ante seres heridos de una u otra forma. De uno y
otro lado se pelea por lo que se cree justo.
Y la violencia se desata… Y nuevas víctimas se agregan: Huntress pierde la vida enfrentando a Wonder Woman. Una muerte accidental tal vez, pero que, por su contexto,
nos recuerda que cuando los superhéroes pelean, lo hacen en serio.
¿Puede llamarse a “Injustice” una seguidilla de errores y malentendidos?
La verdad es que durante sus tres años ha hecho mérito de
sobra para ganarse semejante epíteto.
Comenzando por Superman confundiendo a Lois Lane con Doomsday, pasando por la muerte absurda de Grayson a manos del energúmeno Damian,
y terminando con la caída de Helena Bertinnelli —uf, perdí la cuenta de cuál versión de Huntress participa aquí—, uno llega a la idea de que todo pudo
evitarse…
Y quizá sea cierto, pero no es menos cierto que la base de
una buena historia es el conflicto creado y que ha de resolverse. E “Injustice” es una tremenda historia. Tan
grande que se da el lujo de mandar a todos sus personajes a los fuegos del
mismo infierno… y literalmente, como anuncia la última página: la batalla entre
Mister Mxyzptlk—copy/paste— y Trigon amenaza a todos por igual.
¿Será posible una tregua entre los acérrimos enemigos para
enfrentar este mal mayor que se cierne sobre sus cabezas?
Sólo una semana y lo averiguaremos…
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Saludos.