Supongo que es mi turno.
Por si no me conocen mi nombre es Marce Caldera y he tenido el honor de reseñar la serie regular de Batgirl en esta excelente página desde el primer número de los “New 52”. A los que sí me conocen y se han topado pasajeramente con mis reseñas, saben de mi desconfort con la forma en que Gail Simone escribió al personaje y mi complacencia con la nueva dinámica del equipo creativo actual.
Como el encargado de juzgar las aventuras de Barbara mes a mes en el blog, Lichu me preguntó si quería dar mis dos centavos acerca de la reciente controversia tras la cancelación de la portada variante de “Batgirl” #41. Aunque originalmente planeaba abordar el tema brevemente durante mi reseña de “Batgirl” #40 (ya a la venta), y tanto mis colegas Flor y Joker Anónimo se han referido al tema de la portada y el tumulto alrededor de ella, llegué a la conclusión que la cuestión amerita discutirse un poco más.
No me gusta la portada, al momento de verla en la página de Facebook del Blog tuve una reacción negativa visceral. ¿Por qué? por la Discrepancia en tono entre la imagen y lo que la nueva Barbara Gordon de Cameron Stewart, Brenden Fletcher y Bas Tarrs representa.
Aparentemente no fui el único. Un movimiento muy vocal de fanáticos surgió en contra de la variante en las redes sociales. Un movimiento que el dibujante Rafael Albuquerque, autor de la portada, tomó en cuenta al pedirle a DC retirar su trabajo de las solicitudes de Junio (esa no ha de haber sido una decisión fácil):
“Mi intención no era herir ni molestar a nadie a través de mi arte, por esa razón le he recomendado a DC que la portada variante sea retirada. Estoy increíblemente agradecido de que DC Comics escuchara mis preocupaciones y decidiera no publicar el arte de portada en Junio a como se había anunciado anteriormente.”
La cancelación de la portada desató una debate a lo largo y ancho de la industria comiquera. ¿Fue una decisión apropiada? ¿Puede ser considerado censura? ¿Es derogativa del personaje y sus lectoras? Independientemente, la responsabilidad no recae en Albuquerque y en su excelente arte, sino en el tipo en la sala editorial que le ordenó hacerla y después llevarla al extremo.
La portada es en homenaje a “The Killing Joke”, obra formativa sobre el Caballero Oscuro de Brian Bolland y Alan Moore donde Barbara Gordon perdió la habilidad de andar gracias a dos balas del revólver del Joker. Esta representa la relación turbulenta y traumática entre el Príncipe Payaso del Crimen y Babs.
La crítica a la portada no es un ataque a “The Killing Joke” o su calidad, el problema radica en que es un giro de 180 grados en relación a las historias que se publican dentro de la historieta que adorna… Y la historieta que adorna no es “The Killing Joke”. Es la Batgirl de Burnside como víctima en el libro que la reclama como una heroína temeraria, es una reducción de la protagonista sin el consentimiento de la gente que se encarga del título. Porque cabe destacar que ellos no tenían ni idea del concepto de la variante y al verla no quedaron muy complacidos que digamos.
The cover was not seen or approved by anyone on Team Batgirl and was completely at odds with what we are doing with the comic.
— Cameron Stewart (@cameronMstewart) marzo 17, 2015
So, we have the creators of the book and the artist himself all agreeing that the cover was inappropriate. There’s no “censorship” here.
— Cameron Stewart (@cameronMstewart) marzo 17, 2015
If you’re concerned about artistic integrity and creative vision - that’s what we’re doing. Keeping the integrity of our book intact.
— Cameron Stewart (@cameronMstewart) marzo 17, 2015
La industria del cómic está pasando por un proceso de cambio. Las grandes compañías se están adaptando a un nuevo público atraído por la popularidad de sus personajes en otros medios, como el cine y la televisión. Ahora ciertos títulos son creados con un tipo de personas específicas en mente, personas que otrora eran ignorados en favor de una vieja noción errónea de que solo hombres caucásicos entre los 15 y 40 años leían historietas.
DC y Marvel por fin descubrieron que el mundo es mucho más diverso de lo que creían y comenzaron a buscar formas de satisfacer a un mercado que ni sabían que existía. La nueva dirección de Batgirl es un ejemplo de la nueva inclusividad que está adoptando el noveno arte. No lo duden, el público que DC busca para este título es femenino y no hay nada de malo en ello.
Muchos suelen olvidar que las historietas empezaron como un medio para niños, muchos se apenan de ese pasado, muchos quieren mantener un cierto nivel de madurez. Pero las historietas a como el cine y la literatura no deberían ser regidas ni definidas por un solo género, debe de haber historias de todo tipo para todo tipo de personas.
Ya estoy demasiado viejo como para apenarme o sentirme afectado por el estigma de producto infantil impuesto por la sociedad en los cómics. El momento en que llegué a aceptar al medio en su contexto y sus orígenes en vez de tratar de justificar su valor por su “seriedad y realismo” para conseguir validación, fue el momento en que empecé a relajarme y disfrutarlo plenamente.
Finalmente a pesar de no gustarme la dichosa portada, creo que la decisión de DC de cancelar su salida fue errónea, esa portada debió haber estado en los estantes para mantener rodando la discusión que desató, necesaria para el progreso de la industria.
Amada u odiada simplemente debieron dejarla existir, como un recordatorio de que aunque hemos avanzado en la diversificación de la parte comercial de las historietas, aún queda un largo camino por recorrer.
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