domingo, 8 de marzo de 2015
Título: Hellfire and
Damnation (#22); Maelstrom (#23)
Escritor: Brian
Buccellato
Arte: Mike S. Miller
Colores: J. Nanjan
“¡El Maelström! ¿Podía
resonar en nuestros oídos un nombre más aterrador en una situación más
aterradora?”
(“Veinte Mil Leguas de Viaje Submarino”, Julio Verne)
Desde que iniciamos el recorrido
de “Injustice: Gods Among Us” junto a toda la pandilla DC, sabíamos que las peleas serían en serio y que nos darían la
satisfacción de ver caer muchos cadáveres por ahí.
Número a número, página a página,
viñeta a viñeta —sí, ya estoy siendo majadero—, vimos cómo la violencia y la
insensatez —que les sobra mucho a nuestros superhéroes favoritos— aumentaban
sin límite.
Y es así que hemos llegado a este
punto, en que las cosas se han salido indefectiblemente de control y ni Superman —por el lado éste—, ni Batman —por este otro lado… aunque más
bien deberíamos decir Constantine—
saben qué hacer, aparte de mirarse y enseñarse los dientes mientras Trigon y Mister Mxyzptlk se
acometen con todo.
Quizá por eso estos dos últimos
capítulos, que aquí reseñamos, lleven títulos que son más que un juego de palabras.
El Fuego Infernal y la Condenación parecen ser el destino
final de aquellos que, pudiendo hacer el bien, se han dedicado a la destrucción
y la muerte.
Superman, Batman, Wonder Woman y tantos otros, fueron creados como paladines de la justicia,
designados para salvar a la humanidad a costa de sus propias vidas. Pero en la
encarnación de “Injustice”, han
olvidado sus premisas bajo distintas excusas que, sin embargo, no los excusan
—valga la redundancia—.
Era solo cuestión de tiempo para
que poderes que operan por sobre ellos, les pasaran la cuenta. Y esta autoridad
ha llegado en la forma de dos personajes bastante disímiles, de orígenes completamente
opuestos pero que, en las páginas de este cómic digital, llegan a conformar
una suerte de viciada criatura divina, un dios corrompido de doble faz. Una
dualidad, que ni siquiera alcanza para trinidad. Trigon y Mister Mxyzptlk, seres mágicos por excelencia.
Oscuro el uno, infantil el otro, aquí adquieren rasgos más definidos y filosos.
La batalla entre ambos es el
juicio desatado sobre los superhéroes pecadores. Un juicio que, cual Capitán Nemo, amenaza con hundir todo este ingenio en las turbulentas aguas
del Maelstrom, el mítico torbellino
nórdico donde en “Veinte Mil Leguas de Viaje
Submarino”, decimos adiós al Nautilus
y su comandante, que en busca de justicia, terminó siendo un verdadero asesino.
¿Se tragará este Armagedón desatado a los protagonistas
de “Injustice”?
Ciertamente la pregunta resulta
de perogrullo: estamos ante un título que es, ante todo, diversión; que gusta
de llevar a los lectores a grandes cliffhangers
que, a la vuelta de página, se resuelven sin daño aparente. Porque aquí, hasta
los muertos más muertos vuelven —coff coff Grayson
coff coff Deadman—. Y si hoy tenemos
al asgardiano Maelstrom arremolinándose sobre las cabezas de Sups, Bats y demases, sabemos que todo se resolverá.
No es la primera vez que leemos un cómic, ¿no?
Lo entretenido de “Injustice”, no obstante, es que no
sabemos quién pagará tributo sacrificial para pasar al siguiente nivel.
Desde principios de este año injusticiero dijimos que la magia
dominaría la historia y no nos hemos equivocado, pero al más puro estilo de Full Metal Alchemist, sabemos
que todo recibir implica un dar. Ya saben, la antigua ley de la transmutación. Quid pro quo, como decía nuestro héroe
caníbal favorito, el ilustre Hannibal
Lecter.
A través de las páginas de estos
dos números vemos sucederse una serie de escenas que buscan conectarnos
emotivamente con personajes que veremos partir. Ejemplo: The Swamp Thing.
¿Será él la única pérdida? Billy Batson avanza al encuentro del Doc
Fate, aunque ninguno de los dos
tiene confianza en lo que deben hacer. Damian
masculla un perdón, que Nightwing/Deadman recibe con el afecto de un
hermano mayor. ¿Será uno de ellos el siguiente en la lista?
El plan desesperado de ambos
grupos no parece tener mucho futuro, sobre todo al cerrar el número #23 con la
no muy tranquilizadora imagen de Raven
despertando. Si el siguiente número, el #24, es realmente el final del año,
entonces las cosas avanzarán a un ritmo vertiginoso. Pero no sería de extrañar:
las aguas del Maelstrom atraen
irresistiblemente y nadie puede escapar de ellas indemne. Ni siquiera los
superhéroes. Menos, cuando han traicionado su naturaleza en busca de venganza y
muerte —cosa que nosotros, el público amoral de comics, agradecemos—.
Subscribe to:
Enviar comentarios (Atom)
1 Batcomentario/s:
Año 3 estuvo interesante, pero era casi imposible superar toda la emoción que genero Año 2 con momentos muy emotivos con Jim Gordon, Black canary y Harley quinn...Año 2 fue epico, y año 3 se me hizo medio de relleno, Dick grayson genero mucho hype, pero no hizo nada muy interesante, igual que Constantine... (El sueño de superman en el que batman mata al joker me impresiono) y la inclusión de Poison Ivy me parecio inteligente, espero verla en año 4 y verla interactuar con Harley... el tres tenia unos zapatos muy grandes que llenar luego del año 2, y para mi no lo logro
Publicar un comentario