Reseña: "The Multiversity: Mastermen" #1

Más allá de la calidad que pueda tener en su totalidad The Multiversity: Mastermen, que es lo que sin dudas vamos a determinar luego de hacer un análisis a través de sus páginas, y más allá de los rumbos que tome el argumento y la trama, es imbatible e indudable que, desde el vamos, la premisa resulta ser más que interesante. ¿Por qué lo digo? Tengamos en cuenta algo, antes que nada, el superhéroe durante toda su historia se ha convertido en un icono cultural y representativo al rededor del globo, es cierto, pero su origen, su concepto y sus fines pertenecen a una etnia propiamente dicha: La norteamericana. El superhéroe, así como Hollywood, como Coca-Cola si se quiere, como Superman, como Rambo o Terminator, representa al capitalismo y a "yankeelandia", de hecho, estos personajes de DComics muchísimas veces se han puesto los pantalones (y en tiempos de viejas guerras, los calzones por arriba de ellos) animándose a entrar en política y dando una clara posición pro-América, como era de esperarse y como era lo "correcto" en aquellas épocas... Y en éstas, por más que a algunos les cueste aceptar que socialmente no hemos avanzado tanto. Ahora, ¿qué pasaría si los buenos héroes, si la antes nombrada Justice League OF AMERICA, en realidad fuesen unos Nazis cuyo objetivo es derribar y derrocar al viejo Tío Sam? ¿Qué tanto habría afectado eso al mundo como hoy lo conocemos? Dilema histórico, concepto ambiguo, política incorrecta... Con ustedes, conmigo, con todos, The Multiversity: Mastermen.

Hail, spoilers!

 No hay manera más GRANT MORRISON, como si de un adjetivo se tratase, de comenzar que la de este tebeo. Hitler es interrumpido de satisfacer cómodamente sus necesidades "escatologicas", y de leer un viejo cómic de Superman en los cuales le partía el trasero a él mismo, pues su informante le debe avisar urgentemente que se ha avistado un arma alienigena que los ayudará a ganar la guerra. Y en una sola oración, para bien o para mal, he encontrado una perfecta definición de lo que nos depara al abrir cualquier obra del pelado escocés. Unas pocas páginas hermosas, que rozan lo bizarro, lo asqueroso, lo más bajo del mal gusto, una escena irrespetuosa, e ingeniosa como pocas. Como curiosidad, les tiro por allí, no es la primera vez que el reconocido guionista se lanza a ridiculizar al simpático de Adolf, también lo ha hecho en los comienzos de su carrera en su serie The New Adventures of Hitler, sólo imagínense...

 En una completa desvirtuación de la tierna escena que ya conocemos, los Nazis acogen la cápsula y al bebé proveniente de Krypton (bueno, supongo que es de Krypton) y desde el vamos lo hacen pasar por distintas pruebas para determinar su verdadero poder, por ejemplo, el saber si resiste a las balas.

 Es interesante si nos ponemos a pensar cuantas probabilidades habían de que Superman caiga en otro lado del mundo y cuánto eso habría afectado drásticamente su historia personal y cultural, así como la del mundo (tal es el caso de esta realidad). O no solo eso, sino también la época en la que el super-hombre llega, porque puede caer en Estados Unidos en una época más moderna en la que los servicios secretos de inteligencia se enteran absolutamente de cualquier movimiento extraño que suceda, o también de cualquier objeto exterior que entra a la Tierra, y por lo tanto Kal-El habría caído en manos del gobierno americano. Tantas posibilidades y Clark Kent fue criado en Kansas...

 Viajamos 17 años en el futuro. Por medio de un maravilloso espectáculo visual, vemos el triste destino que sufre el imperio yankee al tener a Overman jugándoles en contra, se hacen trizas monumentos, se asesinan millones de personas, se prohíben películas y canciones, se destruyen hogares, se queman libros, ¡se queman historietas! Ya no hay banderas estadounidenses flameando en ningún mástil, en su lugar, la esvástica Nazi se alza para transformarse en el símbolo universal y el único predominante en la sociedad conocida.

 Lo realmente interesante de estas páginas, como mencioné, es el apartado visual. Jim Lee es un gran dibujante, de eso no cabe duda, un capo en la industria, pero desafortunadamente, y como la mayoría de los "capos" actualmente, se encontraba en decadencia, teniendo que estar sujeto a plazos, el coreano estaba ofreciendo trabajo mediocre tras trabajo mediocre, pero Mastermen resulta su absolución. Quizá sea la temática de la historia, las muchas escenas de acción, o su facilidad para hacer que los héroes parezcan malos-malos, pero tener a Jim Lee en toda su gloria, deleitándonos con hermosas splash-page y conservando esa vieja costumbre de hacer de cada panel un verdadero potencial póster, hace que la dupla (un tanto extraña) con Morrison funcione de maravilla.


 Hay que aceptarlo, el desarrollo que queda del cómic es bueno, presenta personajes tridimensionales y un aceptable análisis histórico, pero tal vez se hace algo lento y vacío argumentalmente. Paso a explicar.

 Volvemos a dar un salto temporal, pero esta vez a unos 60 años en el futuro. Claramente Alemania ganó la Segunda Guerra, la forma de vida Nazi está impuesta globalmente y el mundo vive un tiempo de paz, encabezados jerarquicamente por una Justice League Nazi. Pero esa Metropolis construida se ve amenazada con el nuevo amanecer del imperio norteamericano, con un Tío Sam formado como un ente físico y la ayuda de los fabulosos Freedom Figherts.

 No hay mucho más que esto, y la verdad no queda mucho más por decir de lo que ya he dicho en las primeras líneas. Es interesante ver como incluso la sociedad Nazi, luego de ganar, evoluciona en moralidad y sus arquitectos se muestran afligidos por las insulsas masacres hechas por Hitler en su momento y el peso que Overman lleva por ser el principal culpable de que estas hayan sido exitosas... A pesar de que, claro, gracias a toda esa violencia se ha formado la paz. Aún así el tebeo no deja de presentar un gran espíritu pro-América... ¿O no?  En realidad, no tanto lo es así, ya que los Freedom Fighters son proporcionados por un Doctor Sivana, y recordemos que estos doctores son unas de las muchas representaciones de los famosos Gentry (los malos de la película). Por lo que bueno, cada quien con su interpretación acerca de la opinión política que yace en estas páginas, yo por mi parte me quedo con la ambigüedad del concepto y la exquisita contradicción. Si he de poner puntaje...

 Puntaje: 8 de 10.

 
 Como siempre con Morrison, este número es una cita de lo más interesante. Ahora nos queda por delante, con mucha expectativa debemos aceptar, Ultra Comics, el cual promete romper la cuarta pared como nunca antes. Yo soy JokerAnónimo, y aquí me despido, ¡Jokersaludos casi-cordiales!

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
para ser sincero el one shot de mastermen no me tenia entusiasmado devido a que lo dibujaba jim lee la reseña al parecer lo hace bastante bien es mejor que jim lee funcione en one shots que en arcos
Anónimo ha dicho que…
Tengo este número de Multiversity, es una joya en toda la extensión de la palabra, ahora ando en busca del Ultra comic, cierto que Lee había estado muy flojo pero en este número da muestra del prolífico dibujante que era en los 90´s
Mariano Romero ha dicho que…
Fue un muy buen número, pero me ha parecido poco relevante para la trama general. Es como The Just o Society of Super-Heroes, o sea, otro número donde vemos una tierra arruinada por los Gentry. También me parece que Mastermen debió ser publicado entre los primeros números, y así dejar los capítulos más importantes para el tramo final de la serie. Pero bueno, seguramente estos capítulos que nombré, iran revelando nuevas conexiones y simbolismos una vez que sean releídos y re-releídos.
El laburo de Jim Lee me gustó mucho. Viendo sus últimos trabajos, prácticamente me convencí de que su dibujo seguiría estando en horas bajas, pero realmente me sorprendió lo que hizo.
Muy buena reseña. Saludos!