Reseña: “Convergence: Batman: Shadow of the Bat” #2

SÍ… PERO NO

Título: Home is the Sailor
Textos: Larry Hama
Lápices: Rick Leonardi
Tintas: Dan Green
Colores: Elmer Santos

Si exceptuamos la estupenda portada de Philip Tan y Santos, la verdad es que hay muy poco que decir de este número dos de “Batman: Shadow of the Bat”, que no hayamos dicho ya con ocasión del número uno de este mismo título.
Es que, aparte del gusto de ver a Azrael en acción de nuevo, todo lo demás nos resulta bastante penoso, aburrido y superfluo.
Este evento convergente ha resultado ser bastante fiel a lo que, en realidad, siempre prometió: ser un mero puente entre el prematuramente desgastado Universo New 52 y el próximo ¿cómo se llama? ¿Nuevo Universo DC?
No podemos negar que los números de “Convergence” mismo han resultado fáciles —y, ¿por qué negarlo?, enganchadores— de leer y que muchos de los títulos presentados como anexos al evento principal valen la pena en sí mismos —como “Batman and Robin” Batman and the Outsiders—, pero la gran mayoría ha sido sólo una excusa para retomar personajes que el reboot del 2011 no pudo incluir. Y “Shadow of the Bat” está en esa categoría.


Y no porque no tuviera lo necesario para ser un excelente cómic: La mera presencia de Jean Paul Valley —el añorado Azrael— era condimento suficiente para desarrollar una historia potente y dura, sobretodo bajo la premisa impuesta por Telos. Pero este Azrael revisitado nos deja insatisfechos.
Los mismos Wetworks —parte del elenco Wildstorm asimilado desvergonzadamente por DC— pudieron habernos brindado un cómic único, con escenas de alto impacto y decisiones al límite —recordemos que una de las gracias de Image Comics, casa original del team en cuestión, era que sus héroes hacían lo que se debía hacer. Incluso mancharse los guantes con hemoglobina del enemigo de turno—.
¿Qué pasó entonces? ¿Cómo acabamos con tanto número anodino? ¿Con tanto personaje resucitado y desperdiciado?
Podemos apuntar sin temor a estar tan errados, al hecho de que “Convergence siempre fue pensada como nexo y como un intento de probar qué personajes podían ayudar a la reconstrucción de la confianza perdida de los fans que nunca pudimos asimilar todo esto del proyecto New 52. Ya han aparecido cantos de sirena que anuncian que todos los personajes convocados a la convergencia, quedarán disponibles para los autores a futuro. De ser cierto, no podemos dejar de alegrarnos por ello. Sobre todo si eso significa que Azrael volverá a aparecer en una historia digna de la breve pero intensa carrera que tuvo desde el arco Knightfall, allá por los casi mitológicos años noventa, hasta su silenciosa desaparición pre-Flashpoint.


En ese sentido, tal vez valga la pena esta historia de “Shadow of the Bat” si nos deja a Azrael a la mano para aparecer posteriormente.
Y quizá ese termine siendo el único mérito de “Convergence: devolvernos a los olvidados por Didio y Lee. Aunque nos juguemos la continuidad —que nunca ha sido el fuerte de la industria de superhéroes de todas maneras— y los veamos sólo esporádicamente.


Algo bueno tiene que salir de todo esto. Algo que nos siga encantando. Que nos siga atrayendo semana a semana a las historias de Batman, de Azrael y de tantos otros personajes de DC Comics.
Aunque, claro, ellos saben que seguiremos ahí. Aunque las historias apesten.
Malditos Didio y Lee.

Bienvenido Azrael.

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