Reseña: "Batman" #41 - "Superheavy", parte uno

TURNED UPSIDE DOWN

Título: Superheavy, part one
Escritor: Scott Snyder
Lápices: Greg Capullo
Tintas: Danny Miki
Colores: Fco Plascencia

Hasta que llegó el momento de vernos las caras con este nuevo Batman que tanta polémica generó desde que aparecieron los primeros bosquejos de Capullo.
No hubo seguidor del vigilante de Gotham que no diera una opinión al respecto a través de toda red social concebida en nuestros días.
Era lógico, en cualquier caso: durante seis números seguimos “Endgame”, nunca seguros de qué tipo de suelo estábamos pisando. Sólo sabíamos que ahí estaba el más clásico némesis de Batman, el Joker, reaparecido tras un año en que no tuvimos noticias de él.
Por eso mismo, cuando “Endgame” culminó y nos dejó a Batman desaparecido bajo la superficie de la ciudad que siempre añoró defender, todos quedamos perplejos ante el escenario que se nos presentaba.
No es que pensásemos que habíamos perdido a Batman por siempre, que Bruce Wayne estaba muerto —de hecho, en una reciente entrevista a Snyder, éste admitió que siempre ha tenido, como guionista principal de Batman, el poder de matar para siempre a alguno de los personajes clave, pero que esa no es una opción pensando en el equilibrio interno de cada título—. Pero nos preguntábamos qué pasaría a continuación.
Y lo que pasó fue Rookie, este guardián de Gotham metalizado que debía defender la ciudad ahora que el original Batman estaba desaparecido.
Y nadie podía creer que este híbrido entre animé y merrie melodies fuera nuestro nuevo Batman.
Sin embargo, faltaba aún otro golpe: tras semanas de especulaciones respecto a quién estaba bajo la armadura, el sneak peek nos reveló que se trataba del mismísimo Jim Gordon. En ese momento, nuestras quijadas desencajadas colgaban sobre nuestro pecho. ¿Qué se traían entre manos Snyder y Capullo? ¿Estaban llevando a la ruina a Batman?


Contuvimos el aire un momento y dijimos “lo que sea, será”, y nos pusimos a esperar el número #41 de “Batman” que, para más remate, se demoraría a raíz del evento “Convergence”.
Pero todo plazo llega a su fin y esta semana nos tocó volver a reencontrarnos con Batman. Y debo confesar que, en lo personal, lo abrí —digitalmente hablando, claro está— con mucha suspicacia, tanto como fans, tanto como reseñador.
Y de pronto todo tuvo un sentido y me descubrí siendo prejuiciado solo por desconocimiento y por la intolerancia a lo nuevo.
Porque desde la primera página este cómic se nos presenta como una reinvención del concepto de Batman, una suerte de deconstrucción del personaje para averiguar qué es realmente este vigilante oscuro, cuál es su valor real y qué simboliza.


El ambiente es la ciudad. Tal vez no exista ninguna otra ciudad de fantasía tan poderosa en el inconsciente colectivo como Gotham City. Una ciudad que siempre ha sabido adaptarse a la versión de Batman que se nos presente. Una ciudad que se ha vuelto imprescindible para entender el devenir del Encapotado: Su más importante leif motiv es la ciudad, la protección de esta y la posteridad de esta.
Por eso “Batman” #41 irrumpe con un ataque directo a los barrios por una extraña criatura plena de energía, que resulta a la larga, la proyección de un tipo llamado Precious, miembro de una banda llamada Whisper Gang. El primer gran enfrentamiento de este nuevo Batman, de Jim Gordon. Un Gordon que, al mismo tiempo que actúa, dialoga con sí mismo, o mejor dicho con el símbolo de Batman que él representa. Porque este es el quid de este arco que, como advierte su autor en la entrevista anteriormente mencionada, nos dirigirá al advenimiento de un nuevo súper villano, el ya famoso Mr. Bloom: Snyder y Capullo quieren que, a través de Gordon, nos metamos en la piel de Batman. Que seamos honestos con nosotros mismos y reconozcamos que, dado el caso, seguramente no sería nuestra primera opción el ponernos máscara y capa y salir por las noches a tratar de enderezar una ciudad corrupta.
Le dice Geri Powers —en uno de tantos raccontos que, lejos de ralentizar la acción, son pródigos en enriquecer y dar contexto a las acciones del Bat-Suit conducido por Gordon— al ex Comisionado que Batman es un símbolo, más allá del hombre, un hombre que bien puede haber muerto. Un símbolo que, en pos de la salvación de la ciudad, necesita ser levantado de nuevo. Un símbolo que debe acercar a los ciudadanos a aquellos designados para defenderlos y protegerlos. Por ello, además, Batman ya no es un héroe actuando al margen de lo establecido. Ahora se pone en pie como un miembro más de las fuerzas públicas de la ciudad para luchar por esta. Icónico resulta ya el gesto final de Gordon, cuadrándose ante las fuerzas policiales de Gotham City.


Batman ha muerto. Qué viva Batman.
Snyder y Capullo nos están extendiendo la mano para invitarnos a conocer íntimamente a Batman y llevarnos al redescubrimiento de éste cuando el auténtico héroe Encapotado vuelva a alzarse como el gran defensor de la ciudad.
Con seguridad terminaremos con un Batman redefinido, con el hombre convertido en símbolo y en vanguardia de la defensa. Con un Bruce Wayne que va más allá del trauma que le ocasionó la pérdida de sus padres; con un héroe humano capaz de condolerse de sus vecinos y que desea tan sólo que ningún otro niño sufra como él lo hizo.
Pero, para ello, necesita desaparecer. Dejar que brille el Murciélago, no ya como un faro inalcanzable en los cielos de la urbe, sino como una señal efectiva sobre las mismas calles que ha jurado defender. Sólo así podrá volver Batman, claro en la imagen, firme en su andar.


Para quienes quebramos lanzas ante lo que considerábamos una verdadera herejía en contra de nuestro héroe, no nos queda más que admitir que Snyder y Capullo han tomado el riesgo de renovar dentro de sí mismo un personaje tan arraigado en nuestras mentes y corazones, y que han tenido el valor de hacerlo por el bien del símbolo y para asegurarnos que tendremos Batman por aún otros setenta y cinco años.
Olvidadas tantas aprensiones, sólo debemos esperar el siguiente capítulo de esta Superheavy historia.
Bruce Wayne volverá. El hombre volverá.
Batman volverá. El símbolo se hará más fuerte.
Es sólo cosa de esperar y dejarnos llevar por Gordon para que juntos descubramos qué, en definitiva, significa ser Batman.
Presiento que no seremos defraudados.

Comentarios

Eladio Garro ha dicho que…
¡Vaya que este número fue una sorpresa de las buenas! Desde Death Of The Family, jamás creí en Snyder, pero este número hizo que me tragara las palabras por bien, y ahora, confío en que hará un story arc bueno (o mejor). BatGordon se da cuenta de que ser Batman va más allá del cuerpo; es también un entrenamiento psicológico y espiritual; y Scott cumplió con eso excelentemente. Sinceramente le deseo lo mejor al tío, pero lo mejor de todo (para mí) fue el nuevo batitraje, a pesar de que a la mayoría no le guste. Está compuesto en dos:

1.Un traje corporal negro, permitiendo a Gordon enfrentarse a los criminales cuerpo a cuerpo.
2. El batbunny azul, que, a mi humilde criterio, le permite enfrentarse a enemigos de alto calibre.

En fin, no sé como recuperarme de la felicidad que me dió este número que lo recomiendo sólo a aquellos que sepan que Batman no es un humano. Gran reseña.
X cosa ha dicho que…
Ok, un símbolo bla bla bla... pero un símbolo muy humano. Es que uno termina leyendo "batman no es humano", y lo entiendo en el contexto, pero.... me sigue sonando rarísimo cuando la idea de su humanidad es la razón por la que todos empatizan tanto con el personaje y quizá mas que con ningún otro. Tienes toda la razón, Eladio...este número es una grandísima sorpresa!