TURNED UPSIDE DOWN
Título: Superheavy, part
one
Escritor: Scott
Snyder
Lápices: Greg Capullo
Tintas: Danny Miki
Colores: Fco
Plascencia
Hasta que llegó el momento de vernos las caras con este nuevo Batman que tanta polémica generó desde que aparecieron los primeros bosquejos de Capullo.
No hubo seguidor del vigilante
de Gotham que no diera una opinión
al respecto a través de toda red social concebida en nuestros días.
Era lógico, en cualquier caso: durante seis números seguimos “Endgame”, nunca seguros de qué tipo
de suelo estábamos pisando. Sólo sabíamos que ahí estaba el más clásico némesis
de Batman, el Joker, reaparecido tras un año en que no tuvimos noticias de él.
Por eso mismo, cuando “Endgame” culminó y nos dejó a Batman desaparecido bajo la superficie de la ciudad que siempre añoró defender, todos
quedamos perplejos ante el escenario que se nos presentaba.
No es que pensásemos que habíamos perdido a Batman por
siempre, que Bruce Wayne estaba muerto —de hecho, en una reciente entrevista a Snyder, éste admitió que siempre ha
tenido, como guionista principal de Batman,
el poder de matar para siempre a alguno de los personajes clave, pero que esa
no es una opción pensando en el equilibrio interno de cada título—. Pero sí nos preguntábamos qué pasaría a
continuación.
Y lo que pasó fue Rookie,
este guardián de Gotham metalizado
que debía defender la ciudad ahora que el original Batman estaba desaparecido.
Y nadie podía creer que este híbrido entre animé y merrie melodies fuera
nuestro nuevo Batman.
Sin embargo, faltaba aún otro golpe: tras semanas de
especulaciones respecto a quién
estaba bajo la armadura, el sneak peek nos reveló que se trataba del
mismísimo Jim Gordon. En ese momento, nuestras quijadas desencajadas colgaban
sobre nuestro pecho. ¿Qué se traían entre manos Snyder y Capullo?
¿Estaban llevando a la ruina a Batman?
Contuvimos el aire un momento y dijimos “lo que sea, será”, y nos pusimos a
esperar el número #41 de “Batman” que, para más remate, se
demoraría a raíz del evento “Convergence”.
Pero todo plazo llega a su fin y esta semana nos tocó volver
a reencontrarnos con Batman. Y debo confesar que, en lo personal, lo abrí —digitalmente hablando, claro está— con
mucha suspicacia, tanto como fans, tanto como reseñador.
Y de pronto todo tuvo un sentido y me descubrí siendo
prejuiciado solo por desconocimiento y por la intolerancia a lo nuevo.
Porque desde la primera página este cómic se nos presenta
como una reinvención del concepto de Batman,
una suerte de deconstrucción del personaje para averiguar qué es realmente este
vigilante oscuro, cuál es su valor real y qué simboliza.
El ambiente es la ciudad. Tal vez no exista ninguna otra
ciudad de fantasía tan poderosa en el inconsciente colectivo como Gotham City. Una ciudad que siempre ha sabido adaptarse a la versión de Batman que se nos presente. Una ciudad
que se ha vuelto imprescindible para entender el devenir del Encapotado: Su más
importante leif motiv es la ciudad, la protección de esta y la posteridad de esta.
Por eso “Batman” #41
irrumpe con un ataque directo a los barrios por una extraña criatura plena de
energía, que resulta a la larga, la proyección de un tipo llamado Precious, miembro de una banda llamada Whisper Gang. El primer gran enfrentamiento de este nuevo Batman, de Jim Gordon. Un Gordon que, al mismo tiempo que actúa,
dialoga con sí mismo, o mejor dicho con el símbolo de Batman que él representa. Porque este es el quid de este arco que, como advierte su autor en la entrevista
anteriormente mencionada, nos dirigirá al advenimiento de un nuevo súper
villano, el ya famoso Mr. Bloom: Snyder y Capullo quieren
que, a través de Gordon, nos metamos
en la piel de Batman. Que seamos
honestos con nosotros mismos y reconozcamos que, dado el caso, seguramente no
sería nuestra primera opción el ponernos máscara y capa y salir por las noches
a tratar de enderezar una ciudad corrupta.
Le dice Geri Powers —en uno de tantos raccontos que, lejos de ralentizar la
acción, son pródigos en enriquecer y dar contexto a las acciones del Bat-Suit conducido por Gordon— al ex Comisionado que Batman es un símbolo, más allá del
hombre, un hombre que bien puede haber muerto. Un símbolo que, en pos de la
salvación de la ciudad, necesita ser levantado de nuevo. Un símbolo que debe
acercar a los ciudadanos a aquellos designados para defenderlos y protegerlos.
Por ello, además, Batman ya no es un
héroe actuando al margen de lo establecido. Ahora se pone en pie como un
miembro más de las fuerzas públicas de la ciudad para luchar por esta. Icónico
resulta ya el gesto final de Gordon,
cuadrándose ante las fuerzas policiales de Gotham
City.
Batman ha muerto.
Qué viva Batman.
Snyder y Capullo nos están extendiendo la mano
para invitarnos a conocer íntimamente a Batman
y llevarnos al redescubrimiento de éste cuando el auténtico héroe Encapotado
vuelva a alzarse como el gran defensor de la ciudad.
Con seguridad terminaremos con un Batman redefinido, con el hombre convertido en símbolo y en
vanguardia de la defensa. Con un Bruce
Wayne que va más allá del trauma que
le ocasionó la pérdida de sus padres; con un héroe humano capaz de condolerse
de sus vecinos y que desea tan sólo que ningún otro niño sufra como él lo hizo.
Pero, para ello, necesita desaparecer. Dejar que brille el
Murciélago, no ya como un faro inalcanzable en los cielos de la urbe, sino como
una señal efectiva sobre las mismas calles que ha jurado defender. Sólo así
podrá volver Batman, claro en la
imagen, firme en su andar.
Para quienes quebramos lanzas ante lo que considerábamos una
verdadera herejía en contra de nuestro héroe, no nos queda más que admitir que Snyder y Capullo han tomado el riesgo de renovar dentro de sí mismo un
personaje tan arraigado en nuestras mentes y corazones, y que han tenido el
valor de hacerlo por el bien del símbolo y para asegurarnos que tendremos Batman por aún otros setenta y cinco
años.
Olvidadas tantas aprensiones, sólo debemos esperar el
siguiente capítulo de esta Superheavy
historia.
Bruce Wayne volverá. El hombre volverá.
Batman volverá.
El símbolo se hará más fuerte.
Es sólo cosa de esperar y dejarnos llevar por Gordon para que juntos descubramos qué, en definitiva, significa ser Batman.
Presiento que no seremos defraudados.
Comentarios
1.Un traje corporal negro, permitiendo a Gordon enfrentarse a los criminales cuerpo a cuerpo.
2. El batbunny azul, que, a mi humilde criterio, le permite enfrentarse a enemigos de alto calibre.
En fin, no sé como recuperarme de la felicidad que me dió este número que lo recomiendo sólo a aquellos que sepan que Batman no es un humano. Gran reseña.