Reseña: “Convergence: Detective Comics” #1 - #2


“Convergence: Detective Comics” #1 - #2

Guion: Len Wein.
Dibujo: Denys Cowan.
Color: Chris Sotomayor & Felix Serrano.
Portada: Bill Sienkiewicz.

Para el momento en el que se escribe esta reseña, Convergence ya ha finalizado y muchos de ustedes de seguro ya habrán leído la conclusión de aquél evento que prometía agitar las aguas del Multiverso. Por lo que me reservaré de explicar el contexto de esta mini-serie de dos números, e iré directo a los que nos compete. Huntress y Dick Grayson de Earth-2 (pre-“Crisis on Infinite Earths”), deberán lidiar con el camarada Superman de Earth-30, un universo en donde la nave del Hombre de Acero terminó impactando en Rusia y, por consiguiente, se convirtió en un ferviente defensor de los valores comunistas y de su madre patria. ¿Suena interesante? Veamos que tal.

Primero lo primero, para hablar de esta mini-serie antes tenemos que remontarnos más de tres siglos al pasado, cuando a finales de los años '80 la primera versión de Bruce Wayne que el mundo conoció, aquella que debutó en las añoradas páginas de Detective Comics” #27, falleció a manos de Bill Jensen, un criminal de poca monta al cual se le habían concedido poderes psíquicos y místicos de parte del hechicero Frederic Vaux. Por aquél entonces, Bruce ya había colgado la capucha y ocupaba el puesto de su viejo amigo Jim Gordon como Comisionado de policía de Gotham City. No obstante, la creciente notoriedad criminal que había alcanzado Jensen y la imposibilidad de atraparlo por las vías legales, empujó a Bruce a retornar a sus viejos hábitos una vez más y volver así a ser Batman posiblemente por última vez, ya que poco antes de su “regreso” se le diagnosticó un avanzado cáncer terminal. Les permito recordar que esta era la única versión de Bruce que le daba duro al tabaco en pipa. Bruce Wayne murió en las páginas de Adventure Comics” #462 a causa de un impacto de energía mística expulsada por Jensen. Tras su muerte, Dr. Fate se encargó de alterar los recuerdos de los ciudadanos de Gotham para que la identidad de Batman se mantuviera en secreto. Su protegido Dick Grayson y su hija Helena Wayne (hija de Selina Kyle-Wayne, fallecida), ocuparon el puesto como únicos protectores de Gotham.


¡Uff, qué recuerdos! En cuanto al “camarada Superman” realmente no tengo nada para agregar a lo ya dicho en la introducción, eso sí, la lectura de “Superman: Red Son” (novela gráfica que dio origen a esta particular versión del Hombre de Acero) es ampliamente recomendable. Con “Convergence: Detective Comics” me llevé una grata sorpresa porque esperaba algo en la línea de los demás tie-ins, pero me terminé encontrando con una lectura que al final demostró ser amena y entretenida, al menos hasta cierto punto. Creo que la principal razón de su modesto éxito reside en el hecho de que el guionista supo aprovechar lo que cada universo tenía para ofrecer. Podemos ver a Superman tratando de ocultar su falta de poderes al pueblo Ruso (que lo considera su posesión más valiosa) realizando actos políticos, dando discursos y hasta montando escenas de vuelo con “cables invisibles” para mantener las apariencias. Todo en pos de mantener la casa en orden y así evitar el pánico generalizado, ante el agobiante encierro el cual un impenetrable domo los había condenado.

Por otro lado, desde Earth-2, se barajean temas tan imprescindibles como el destino del legado de Batman y los conflictos de identidad que ahora atraviesan Helena y Dick (sobre todo éste último) tras la ausencia de su mentor. Todo el tiempo se respira una atmósfera de profundo vacío dejada por Bruce, mezclado con un aire de nostalgia sobre los viejos tiempos, que aún así no llegan a rememorar la “Golden Age” debido a la oscura tonalidad y el desasosiego que rodea a la historia casi en todo momento. Más allá de esto, no todas son buenas noticias y creo que uno de los puntos negativos más notorios a lo largo de estos dos números es la falta de chispa en los diálogos de Dick y Helena, y la insufrible e injustificable actitud de ésta última en algunos momentos, sobre todo cuando interactúa con Superman. Se podría decir que se lo debemos a Helena el que la historia duré dos números ya que, de no haber sido por ella, bien podría haber acabo con un apretón de manos al final de la primera entrega. Pero en fin, supongo que siempre tiene que haber un motor narrativo, algo que impulse todo, aunque me hubiera gustado que fuese menos obvio y que la pobre de Helena no hubiera terminado tan mal parada como terminó.


La “pelea” entre Dick, Helena y Superman no es la gran cosa, y tampoco debería serlo porque todos sabemos que Superman podría acabar con ellos como si fueran hormigas si quisiera. Destaca la aparición del "camarada Batman" (Earth-30), y de un pequeño diálogo que mantiene con Helena. Además, Batman no les roba el protagonismo a los nuevos protectores de Gotha y, así como lo introdujeron, supieron retirarlo a tiempo antes de que el cómic se volviera una secuela de “Red Son”. En cuanto al arte, admito que no es lo mío, pero está claro que ayudó enormemente a crear esa atmósfera que mencioné anteriormente, y le da una identidad y estilo a la historia.

En conclusión es un entretenido tie-in, recomiendo su lectura entre tantas historias desechables que hubo a lo largo de “Convergence”. Además, cumple su función de homenaje al pie de la letra, y dejará contentos a aquellos que añoren las viejas, viejas épocas. aunque claro, no busquen la esencia de la “Golden Age” porque aquí no la van a encontrar, es un cómic moderno que busca homenajear antiguos años, nada más. Y eso es todo por ahora, recuerden estar atentos al Blog de Batman para más novedades. Arriba tienen una caja de comentarios en donde pueden darme su opinión de la reseña o colaborar con ella escribiendo sus propias impresiones de la historia. ¡Hasta la próxima!

Nota: 7.0/10 (Recomendable).

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