Reseña: "The Multiversity" #2

Vengo hace días pensando en el modo adecuado para comenzar con esta reseña, y hasta última instancia no la había encontrado, pero ahora me puedo decir: ¿Qué mejor que un resumen de la trayectoria de Grant Morrison? Digo, para que tengamos una dimensión de lo que aquí vamos a encontrar.

Devenido de Glasgow (Escocia), el pelado loco ha lanzado desde los años '80 grandes exponentes del Noveno Arte, aunque entre su bibliografía se encuentran obras tan amadas como odiadas, dada la naturaleza controvertida y arriesgada de ellas. En el género superheróico, más puntualmente, nos ha ofrecido historias de lo más oscuras como Arkham Asylum A Serious House on Serious Earth, hasta magia en estado puro como en All Star Superman y cómics complejos, como es el laberinto que supone para muchos Final Crisis. Está claro que cada nuevo proyecto que se anuncia de él genera gran expectativa pues, a pesar de la polémica, el eco es bastante grande y no hay quién esté indiferente, y claro, The Multiversity no fue la excepción a la regla, pero, ahora que ya llegamos al capítulo final y tenemos toda la obra leída estamos en posición de analizar si soportó y alcanzó el listón alto con el que cargaba, y si es otra gran obra de Morrison o no. ¿Será? Descúbranlo a continuación.

Multispoilers a continuación.


 Todos más o menos deberían de tener en claro, a esta altura, lo que uno debe esperar al ser el número final de una historia del guionista escocés, y más tratándose de las connotaciones de la serie. Y en nuestras manos lo tenemos, un climax que no cierra del todo los enigmas, que aprovecha para abrir otros interrogantes, un final abierto, y además seguir mostrando el grandioso potencial del Multiverso, ¡y está perfecto! ¡No podíamos esperar menos! 

 Morrison aprovecha los "primeros compases" del tebeo para explorar algunos universos que no tuvieron espacio en ediciones anteriores y, aunque lo hace muy superficialmente, podemos ver la profundidad y fidelidad de cada uno, así como su frescura indiscutible. Por ejemplo, tenemos un brillante Super Etrigan del meta-mago del caos-escritor, y, lejos de ser muy transgresor, resulta interesante como se lo emplea. El viaje prosigue por Tierra-18, territorio far west, algo freak, sinceramente. En fin, no son detalles trascendentales en sí, pero a veces se agradece también el hecho de bajar un poco el volumen del ritmo trepidante que se estaba llevando, para luego darle un empuje aún más fuerte.

 Obviamente, también se cierran algunas sub-tramas que se fueron desarrollando a lo largo del evento, aunque sus giros finales resultan algo predecibles. Quizá la palabra "predecibles" tampoco les haga justicia, ya que los desmerecen un poco, sino que más bien son bastante "lógicos" y evidentes si se estuvo prestando la suficiente atención. Por ejemplo, cierra la historia de los Doctores Sivanas, sociedad que, sin mucha sorpresa pero siendo un final satisfactorio, se termina auto-destruyendo por decirlo de alguna manera por las ambiciones personales de cada doctor.

 Por otro lado, otra tramoya que se venía hilando a través de las entregas, tal como es la de los mini-superhéroes de la Tierra-42, de los cuales los otros héroes ya se habían enterado que guardaban un extraño secreto gracias al mismo Guidebook que llegó a nuestras tiendas. En este climax descubrimos por fin que ellos en realidad son infiltrados de los Gentry, razón por la cual éstos siempre se enteraban de sus movimientos y hasta recibieron ataques en la Atalaya del ex-monitor Nix Uotan. Como decía, el desenlace transcurre sin mucha sorpresa, pero sigue siendo un singular y original jugueteo con la cuarta pared.

 No obstante, también hay cosas que quedan colgadas en el aire. ¿Recuerdan (y haciéndole mención nuevamente) el Guidebook? Bien, en ese número se nos insinuó que detrás de todo esto estaba Darkseid luego de su muerte... Lo que también nos significaba un quilombo temporal teniendo en cuenta que Darkseid no estaba muerto, a menos que se refieran a la misma Final Crisis, del mismo autor de turno, lo que tiene sentido. Okay, si bien nada de lo que pasa en estas páginas anula eso, tampoco nos explica esas dudas que nos quedaron ni se vuelve mencionar el tema, lo que nos da a entender que mucha importancia no tenía para esta historia y no sirve más que para atar cabos del anterior mega-evento del escocés y preparar el terreno para los planes editoriales venideros.


 Pero el plato fuerte es la batalla final entre el grupo de super héroes formado inicialmente, entre los que se destacan el Superman de la Tierra-23, Captain Carrot y Red Racer, contra el corrupto Nix Uotan y el ejército de los Gentry. Todo se desenvuelve entre caos y con un ritmo trepidante, que es difícil de seguir mas resulta entretenido y fresco, por lo que más allá de los conceptos místicos y esotéricos empleados, resulta calificar como un muy buen cómic mainstream. Nos vamos maravillando hasta que terminamos en una magistral escena donde Red Racer, un Flash-nerd y admirador de todos los personajes que ahí lo rodean, va a reclutar en cuestión de segundos a distintos Flash del Multiverso para detener a Nix Uotan. Esa última escena no solo es maravillosa en su ejecución, sino que es un lindo homenaje a esa historia de la Edad de Oro que sirvió de inspiración para la que ahora estamos leyendo, en la que por primera vez se implementa el concepto de las realidades paralelas ya que el velocista más conocido de DC descubre que tiene la capacidad de viajar a través de ellas.

 Ya con Nix Uotan fuera de su posesión y con los Gentry derrotados, los protagonistas de la ocasión se disponen a pisar Tierra-7, la cual se encuentra destruida, y se encuentran con lo que, se supone, es su batalla final, aunque ambas partes están de acuerdo en que no es hora de pelearla porque a fin de cuentas, y si hay algo que hemos aprendido en el paso del tiempo es que, la historia de los superhéroes jamás terminará. The Multiversity #2 cierra con la fundación de la Justice Incarnate, la nueva policía del Multiverso y con la posibilidad de que ésta visite la Tierra donde se escriben sus respectivas aventuras, la nuestra. Por otro lado, Nix Uotan, que con su Tierra nativa destruida ahora reside en la que lleva la numeración 0 (o sea, la de The New 52!), cierra su copia de Ultra Comics, tebeo que guarda una maldición que bien conocemos, y por lo tanto posiblemente esta acción condene a este mundo...

 ¿Qué conclusiones podemos sacar entonces? De este final hay sentimientos encontrados. The Multiversity se promocionó como un cómic "accesible" (para lo que es el estándar de Grant Morrison), pero leyendo este capítulo puntualmente me doy cuenta que para este guionista lo "accesible" no existe. Sin vacilar puedo afirmar que es imposible leerlo sin tener conocimiento previo del guionista, sus ideas metafísicas del Noveno Arte, así como sus prácticas con el ocultismo y la magia del caos. En cuanto al desenlace, depende del criterio de cada uno. Es fiel al estilo del dolape escocés, pero los que no sean tan acérrimos al escritor puede que sientan una sensación a nada. Claro ejemplo es cuando nos pusieron la supuesta ante-sala del combate definitivo que finalmente no vimos, eso es jugar con las leyes naturales y los clichés de la industria, la cual es otra manera de atravesar la Cuarta Pared y, a pesar de que eso es una muy buena idea, nos deja con ganas de ver un verdadero climax. A veces funciona muy bien, como en All Star Superman o JLA: Earth-2, y otras veces no tanto, más que nada cuando Morrison se ceba y comienza a entrelazar demasiados conceptos, sin terminar de explicar o exponer bien ninguno, y haciendo que todo sea confuso y muy libre a la interpretación de cada quien.

 Y sobre la serie en general, bueno, es una linda carta de amor a la industria que tanto amamos. The Multiversity regala, a fin de cuentas, montones de nuevas realidades listas para ser exploradas por otros guionistas, y hasta deja algunas de las 52 Tierras existentes "en blanco" para que otras mentes sigan aportando nuevas ideas al Multiverso. Sí, es cierto lo que muchos dicen, el argumento no fue tan sólido, y había una expectativa sobre ese aspecto, pero el viaje que nos propone hace de ésta una lectura obligada. Y es que, en este viaje mencionado, navegamos entre Tierras interesantísimas. Para mencionar dos ejemplos claros, Pax Americana Ultra Comics ya son grandes exponentes en el género e indiscutiblemente de lo mejorcito que hemos leído en estos últimos años. Todo eso sumado a la meta-narrativa con la que se desarrolla todo, sello morrisoniano que no vamos a encontrar en ningún otro lugar y que jamás envejece, por el contrario, solo se va perfeccionando.

Puntaje final: 8 de 10.

Comentarios

Crazychars ha dicho que…
Lo lei hace poco y la verdad no sé si le erré al orden de lectura pero muchos de sus tomos unicos me resultaron pesados y de poco atrapantes, salvo los principales; como dijiste, en algunos momentos el desarrollo es muy vertiginoso y no se entiende nada, pasan de una situacion a otra nada que ver, ademas q no es tan accesible como pensaba, en algunos momentos pensaba y este quien es?!?!?.
No fue lo q esperaba, pero tampoco estuvo tan mal, en fin algo de aire fresco utilizando los dichosos 52 que crearon (en mi opinion al pedo, con 25 hubiera quedo bien jejeje) Buena reseña!