Guión: Dan Jurgens.
Arte: Corin Howell.
Colores: Mike Atiyeh.
Hola, ¿me extrañaron? ¡Por supuesto que sí, no pueden vivir
sin leer una nueva reseña crítica o mentada de madre centrada en nuevo
material de DC Cómics! Últimamente
he estado muy ocupado en mis proyectos ajenos a este reino y no he tenido el
tiempo suficiente para escribir mi opinión del nuevo tomo de la serie dedicada a Bat-Mite, ya saben, elfo
doméstico, fanboy, gran persona, así que aquí estamos.
En el capítulo anterior vimos como nuestro protagonista se enfrentaba épica y brutalmente contra un villano igual de sonado y demencial que él, mientras destruían Metrópolis a su pa… No, esperen, eso jamás ocurrió, y en su lugar vimos como una suerte de Joker Femenino (ojo, solo visualmente, el personaje tiene menos gancho que las 1001 manos del Capitán Garfio) y su ayudante
Harley, digo, Agnes, noqueaban a nuestro héroe y de paso le enseñaban toda su sala de juegos, con Hawkman atado en cadenas incluido. Así que es hora de comenzar con el desmadre, que bien podría estar haciendo otra cosa, como releer de nuevo “Batman: Year One”, pero aquí estoy, sacrificando mis neuronas por ustedes, porque los quiero, los admiro
Recordatorio fugaz, los siguientes párrafos albergan spoilers, aunque de todas formas yo que
ustedes haría algo más práctico en vez de leer esta historia, como por ejemplo salir a la calle, comprar comida, jugar a la consola, leer esta reseña, etc.
Comenzamos el tebeo con el elfo dando vueltas por su celda,
mientras intenta idear una forma de salvar al hombre con plumas, mientras la Doctora Trauma habla con él e incluso
se burla pasándole por la cara que conoció a los Frankensteins (ok, esto es un guiño que podría dar juego y quizás
darle mayor potencial a la Doctora, veremos cómo termina la cosa). FINALMENTE Bat-Mite
cae en la cuenta: es un ser dimensional, todo le vale Bat-Verga, ¡lo que significa que puede tele transportarse a su
antojo! Estoy muy contento Sr. Escritor, finalmente se dio cuenta de este aguj…
¿Qué? ¿Que solo va a la mansión para recoger su arma, regresar y luego
borrarlo de la existencia o algo así, para después re inventarlo? (Repito: ¿por
qué no existe una mini-serie del Batman
Vampiro original, y si existe una mini-serie de este personaje?)
Ahora bien, algunos capaz dirán “Es que seguramente Bat-Mite
quería llevarse el mérito de salvar a Hawkman
él mismo”, lo cual es cierto en parte… ¿pero no hubiera quedado mejor, no
sé, que fuese a la Bati-Cueva,
tratase de convencer a Batman de
esta historia y, seguramente, al ver su negativo, “tomar prestado” algunos de sus juguetes? En fin, tras pensar como
quiere que sea “su” Hawkman (en el cual contemplamos cinco
versiones de éste, pero no sabría decirles nombres ya que no soy un conocedor
experto desgraciadamente), la villana envía a sus matones y lo
anestesian otra vez. Puedo notar como en solo 7 páginas me he vuelto más
estúpido. Je.
Resumiendo: Lo tiran por un acantilado (despedazarlo costaba
demasiado dinero). La antagonista consigue traspasar su cerebro al de nuestro
querido invitado especial, entonces The Dark Mite Returns (hice un chiste,
¡rían malditos, rían!), y contemplamos un enfrentamiento entre HawkTrauma y Bat-Mite, en el cual bromea con suplantar a Hawkman en la Liga de
la Justicia, lo que provoca un pequeño “chiste”
que para mi sorpresa me gustó, debe de ser que mi coeficiente intelectual bajo.
Eso, o realmente estuvo bueno.
Tras derrotar a algunos rufianes de la Doctora, gracias al Súper
Mega Gas De La Siesta Mortal De la Muerte del Mal Malvado, consigue noquear a
la anciana y regresar el cerebro del héroe a su cuerpo original. Tal vez no
conozca al personaje pero estoy casi seguro, pero casi completamente seguro,
que Hawkman no es tan plano como lo
ha sido aquí. Es que en serio, su aparición simplemente se resume en “¡¡Agh, ayúdame Dobby!!” y “Son libres, fui gaseado, algún día DC me devolverá algo de protagonismo”
y ya. Que Mozart nos ampare si el resto de invitados son igual de sosos... Bueno, no todos. Batman tiene un
plan incluso para evitar ser soso, because
he's Batman.)
Con esta trama finalizada, ¿qué nos depara ahora? Aparecen dos personajes que resultaron ser prisioneros de la Doctora
Pues no, mi querido rufián del monte, eso es algo
inaceptable. El número termina con la aparición de otro villano desde las
sombras, sentado en su silla del mal, juntando las manos maliciosamente,
mientras piensa en voz alta sobre sus maquiavélicas intenciones contra Bat-Mite y Robin (próximo invitado). ¡Ha nacido… DEATHSTROKE, digo, DEADPOOL,
digo, THE PHANTOM, digo, EL SEGADOR, digo, GRIDLOCK! *Se desmaya del dolor*
1. La Historia: No es que sea mala, de hecho tiene algunas cosas
interesantes. La idea de un villano reemplazando su cerebro con un superhéroe
puede dar buenos resultados, ¡siempre y cuando escojas a un personaje
interesante! Algunos chistes son aceptables y algunas viñetas entretenidas de
manera decente, ¡pero por las barbas de Belcebú! ¡¡¡Cuanta picardía en tan solo 22 páginas!!! Es decir, desaprovecharon
tantas cosas; ¡El mayor problema es que no saben qué rumbo tomar todavía!
Al principio comenzó como una serie infantil, pero luego descubrimos que
contiene chistes subidos de tono, luego retoman los aspectos infantiles y regresan a algo más normal…
Las drogas, cuando llega la hora de armar un nuevo número de
este sujeto, deben de correr muy al estilo “¿Qué?
¿Tenemos que hacer otro número? ¿Tan pronto? Perfecto, ¿quién quiere un poco de
Doctor Trauma, para el body, The Dark Mite Returns?”. Los diálogos son
decentes, pero hay varios que son un cliché fase Saiyajin Dios. El Héroe sigue
resultando irritante y a duras penas consigue dar gracia, y los villanos pasan
sin pena ni gloria, fueron simplemente inventados (“¡Calma las tetas de Ciudad Gótica! Pero, hijo mío, ¿no sirven
para eso los personajes inventados técnicamente? ¿Pasar sin pena ni gloria?” ¡Dile
eso a Harley Quinn, Max Shreck, Bane, Rachel Dawes y a Jester fiera!) Es decir, no estoy
pidiendo unos personajes al nivel de Shakespeare pero, por el amor al arte, ¿no
podían esforzarse un poquito más? ¡Solo un poquito, para que así puedan diseñar
a alguien decente y, si hay suerte, memorable!
2. Arte: Se mantiene al nivel de los primeros números, pero
algunas veces se puede notar como baja el nivel, pero los tebeos antecesores
hacían lo mismo así que chocolate. El diseño de Hawkman es bastante badass, lástima que no supieron sacarle el
provecho que ameritaba, ¿pero que puedes esperar de alguien que te introduce a
un sujeto visualmente similar a Deathatroke?
Hablando de “referencias”, el diseño
de GridLock luce decente. Nada más.
Resumiendo: Número bastante imprescindible, violentamente
obvio, brutalmente cliché, irritante hasta decir "basta", pero con un arte correcto,
sobresaliendo entre tanto caos.
Ahora bien, el siguiente número tendrá como invitado
especial a Robin (quien seguramente
será Damian). ¿Conseguirán
elaborar algo realmente chistoso de todo esto? ¿O fracasarán otra vez?
Puntaje: 3,5/10 (y quizás estoy siendo generoso, creo que
perdí más de 5000 neuronas y necesito recuperarlas de alguna manera).
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