"Detective Comics" #43
Guion: Brian Buccellato.
Arte: Fernando Blanco.
Portada: Francis Manapul.
Arte: Fernando Blanco.
Portada: Francis Manapul.
“Detective Comics” #43 ya se encuentra en las estanterías de las comiquerías estadounidenses (hace rato, perdón por la demora), y el run iniciado por Manapul y Buccellato (en aquél #30) casi ve la luz al final del túnel. Pero por el momento, vamos a concentrarnos en ésta nueva entrega. Harvey Bullock sospecha que Yip, su compañera y amante, está metida en negocios sucios que podrían ser decisivos para la ejecución de un terrible atentado en un show de circo. A su vez, Batman (Jim Gordon) se encuentra lidiando con “La Morte”, una pequeña banda de mercenarios que aparentemente fue contratada por un pez gordo de Gotham para aniquilarlo. ¿Sospechosos? Muchos, pero afortunadamente este número nos otorga algunas respuestas.
Voy a ser claro desde el principio. No creo que vaya a decir algo que tome por sorpresa a quienes sigan mis reseñas: todo el trabajo que vienen realizando Manapul y Buccellato me produce un terrible tedio, que de no ser por el caramelo visual que acompaña a cada uno de los guiones, no dudaría ni un solo segundo en calificarlo de completamente fútil e insustancial. Y cuando hablamos de una serie tan icónica como “Detective Comics”, francamente me llena de tristeza; por este motivo celebré enormemente la noticia de la incorporación de Peter Tomasi para el #45. Pero de eso hablaremos en otro momento porque me estoy yendo por las ramas. La cuestión es que este arco no está exento de todas aquellas críticas que le adjudiqué a los anteriores: poco dinamismo, villanos sin carisma, y personajes en general mal aprovechados o con un enfoque equivocado, como es el caso de Bullock. Así que sí, ya saben a qué atenerse. Aunque quizá eso de “villanos sin carisma” pueda dar un giro aquí, quizá. Y no, no estoy hablando del genérico grupo llamado “La Morte”.
Si lo recuerdan (y si no, no los culpo), el cliffhanger del número anterior era que BatGordon decidió quitarse su armadura para poder luchar a puño limpio con la banda de mercenarios, porque verlo pelear sin su armadura definitivamente es algo que aún no hemos visto en “Batman”. Igual descuiden, porque toda acción pasa por unos muy pequeños cuadros de la primera página y para cuando Bullock, Yip y Montoya logran encontrar a Batman, él ya había acabado con todos a excepción de uno que consiguió escapar para contarla otro día. Así que fue decepcionante la forma en que se manejó “la carnada” de lectura para éste número, pero realmente tengo sentimientos encontrados, porque soy de los que piensa que BatGordon debería tener el menor número de páginas posibles aquí, ya que sus acontecimientos más importantes y emblemáticos tienen lugar en “Batman” de la mano de Snyder, y dudo que Buccellato tenga mucho que aportar a la mitología del “nuevo” justiciero. Así que en definitiva no puedo quejarme, pero habrá gente exigiendo esa pelea y con justa razón.
Ahora es cuando nos enteramos de algunas cosas. Al parecer “La Morte” no buscaba destruir a Batman, sino que solo querían el núcleo de energía que alimenta su armadura y, por desgracia para BatGordon y su pandilla, lo consiguieron, o al menos lo consiguió el último que queda de ellos. ¿Cómo exactamente logró ese pandillero extirpar el núcleo del traje sin que Jim lo notará? No sé, porque recuerden que no vimos la pelea, así que no preguntemos y sigamos leyendo. Ya con todos seguros en el Bati-Dirigible, Gordon se lamenta por lo sucedido y se entera que el núcleo podría ser utilizado como una gran bomba, por lo que se vuelve una prioridad encontrarlo. Montoya se acerca a Harvey y le habla sobre los resultados de la investigación que estuvo efectuando sobre esas extrañas llamadas de Yip. Nada que no sepamos. Yip le estuvo enviando mapas y diagramas de la disposición de los asientos para el gran evento del circo, pero su destinatario sigue siendo desconocido. Esto le termina por colmar la paciencia al rechoncho detective que decide encarar a su compañera en la azotea de GCPD. Las cosas no terminan bien (por supuesto), y Bullock recibe un tremendo derechazo de Yip, completamente desinhibida.
Tras esto, y completamente convencido de que alguien tiene muy atemorizada a su compañera, Bullock decide hacer lo que cualquier hijo del vecino haría… pedirle ayuda a un amigo con armadura de combate para llevar a cabo una tremendamente elaborada puesta en escena que simulará ser la muerte de Yip, que en realidad forma parte de un plan innecesariamente dramático y complejo. Lo típico. Así que vemos una doble hoja en dónde Harvey le pide a Jim que ayude a matar a su compañera, repitiendo los diálogos ya vistos en el pasado sneak peek.
Momento de hablar de los más interesante y bizarro, la inclusión de un nuevo villano a todo este esquema. Porque resulta que el benefactor que contrató a “La Morte” para que se apropiara del núcleo de energía, no lo quiere utilizar como artefacto nuclear, sino que lo quiere para poder alimentar a un robot exageradamente grande y con enorme poder destructivo. No, no estoy resumiendo la primer película de “Iron Man”, estoy hablando de Duela Dent, la “Hija del Joker", que no la ha pasado de lo “mejorcito” en esta nueva continuidad que digamos, siendo retratada su mejor historia hasta el momento en el one-shot “Batman: Joker's Daughter”. ¿Qué tiene planeado Duela en esta ocasión? Quién sabe, pero como podemos comprobar al final del número, sean cual sean sus planes, incluyen a un enorme robot gigante con un diseño no muy inspirador y bautizado cariñosamente como “Jokerbot”. Además, mantiene cautivo a un hombrecito que, al menos yo, no he conseguido identificar, pero sospecho que será algún ingeniero que la habrá ayudado en la fabricación de esa monstruosidad sonriente de metal. Pero puedo estar equivocado.
Pero ojo, porque si no están a gustos con la excentricidad y extrañeza que representa la Hija del Joker, resulta que la familia Falcone también se encuentra en Gotham para hacer de las suyas y decir “presente” en medio del emporio criminal que rodea a la ciudad y que actualmente tiene como centro a la resucitada familia Calabrese, siendo liderada por nada más y nada menos que Selina Kyle. Si no saben nada de esto, lean “Batman: Eternal.” Todo indica que son los Falcone los que están tras el golpe del circo y, por ende, los que tienen acorralada a Yip. Ellos contrataron los servicios de “La Morte” para garantizar sus objetivos que, dicho sea de paso, aún siguen siendo un misterio y tendremos que esperar hasta el próximo y último número para saber exactamente qué planean. A mí que me gusta cuando a toda Gotham lo envuelve un aura mafiosa y “old school”, no pude hacer otra cosa que sonreír cuando leí el apellido “Falcone”, sin embargo, conociendo los guiones de Buccellato, dudo mucho que terminen aprovechando este enfoque como se debe.
Y eso es todo lo que sucede en este número, que por cómo venía la cosa es bastante. Tenemos a una nueva villana involucrada, y a toda una familia criminal de gran prestigio. Pero es una lástima que todo esto haya ocurrido en el ante-último número. Como suelo criticarle a los guiones de Manapul y Buccellato (aunque aquí solo estuvo implicado éste último.), siempre dejan el mayor dinamismo para el final, permitiendo que el principio y los medios se vuelvan una lectura tediosa y, en términos generales, poco entretenida. No sé si será por esta manía de querer construir arcos de mediana duración, para una historia que en realidad no debería sobrepasar la cantidad de dos entregas. Porque de lo contrario, todo lo que hay en ella se va diluyendo y la narrativa se ve sustancialmente afectada. Pero como suelo decir, está es solo mi opinión, eso no quiere decir que no existan lecturas lentas y pausadas que sepan entretener muy bien, pero la clave está en reconocer cuando una historia se presta para eso o no. Y creo que Buccellato la erró aquí. Sin embargo, no hay que dejar de tener en cuenta la demanda y exigencia editorial, por lo que los guionistas no son siempre los únicos culpables.
En conclusión, es una ante-última entrega que acelera el ritmo de la historia (como debe ser), pero que no compensa lo suficiente como para sentir que la espera haya valido la pena. Hay alguna que otra sorpresa, y eso se agradece, ahora queda en ver como confluye y termina todo en el número final. Pero francamente, a estas alturas, no me espero grandes cosas. ¿Y ustedes? ¡No olviden de dejarnos su opinión en la caja de comentarios! Que después el buen Lichu las leerá, analizará, y compactará en una única carta que mandará a DiDio en estas navidades (?) ¡Esto es El Blog de Batman! Manténganse en contacto, y nos vemos en el próximo número. ¡Adiós!
Lo mejor:
Voy a ser claro desde el principio. No creo que vaya a decir algo que tome por sorpresa a quienes sigan mis reseñas: todo el trabajo que vienen realizando Manapul y Buccellato me produce un terrible tedio, que de no ser por el caramelo visual que acompaña a cada uno de los guiones, no dudaría ni un solo segundo en calificarlo de completamente fútil e insustancial. Y cuando hablamos de una serie tan icónica como “Detective Comics”, francamente me llena de tristeza; por este motivo celebré enormemente la noticia de la incorporación de Peter Tomasi para el #45. Pero de eso hablaremos en otro momento porque me estoy yendo por las ramas. La cuestión es que este arco no está exento de todas aquellas críticas que le adjudiqué a los anteriores: poco dinamismo, villanos sin carisma, y personajes en general mal aprovechados o con un enfoque equivocado, como es el caso de Bullock. Así que sí, ya saben a qué atenerse. Aunque quizá eso de “villanos sin carisma” pueda dar un giro aquí, quizá. Y no, no estoy hablando del genérico grupo llamado “La Morte”.
Si lo recuerdan (y si no, no los culpo), el cliffhanger del número anterior era que BatGordon decidió quitarse su armadura para poder luchar a puño limpio con la banda de mercenarios, porque verlo pelear sin su armadura definitivamente es algo que aún no hemos visto en “Batman”. Igual descuiden, porque toda acción pasa por unos muy pequeños cuadros de la primera página y para cuando Bullock, Yip y Montoya logran encontrar a Batman, él ya había acabado con todos a excepción de uno que consiguió escapar para contarla otro día. Así que fue decepcionante la forma en que se manejó “la carnada” de lectura para éste número, pero realmente tengo sentimientos encontrados, porque soy de los que piensa que BatGordon debería tener el menor número de páginas posibles aquí, ya que sus acontecimientos más importantes y emblemáticos tienen lugar en “Batman” de la mano de Snyder, y dudo que Buccellato tenga mucho que aportar a la mitología del “nuevo” justiciero. Así que en definitiva no puedo quejarme, pero habrá gente exigiendo esa pelea y con justa razón.
Ahora es cuando nos enteramos de algunas cosas. Al parecer “La Morte” no buscaba destruir a Batman, sino que solo querían el núcleo de energía que alimenta su armadura y, por desgracia para BatGordon y su pandilla, lo consiguieron, o al menos lo consiguió el último que queda de ellos. ¿Cómo exactamente logró ese pandillero extirpar el núcleo del traje sin que Jim lo notará? No sé, porque recuerden que no vimos la pelea, así que no preguntemos y sigamos leyendo. Ya con todos seguros en el Bati-Dirigible, Gordon se lamenta por lo sucedido y se entera que el núcleo podría ser utilizado como una gran bomba, por lo que se vuelve una prioridad encontrarlo. Montoya se acerca a Harvey y le habla sobre los resultados de la investigación que estuvo efectuando sobre esas extrañas llamadas de Yip. Nada que no sepamos. Yip le estuvo enviando mapas y diagramas de la disposición de los asientos para el gran evento del circo, pero su destinatario sigue siendo desconocido. Esto le termina por colmar la paciencia al rechoncho detective que decide encarar a su compañera en la azotea de GCPD. Las cosas no terminan bien (por supuesto), y Bullock recibe un tremendo derechazo de Yip, completamente desinhibida.
Tras esto, y completamente convencido de que alguien tiene muy atemorizada a su compañera, Bullock decide hacer lo que cualquier hijo del vecino haría… pedirle ayuda a un amigo con armadura de combate para llevar a cabo una tremendamente elaborada puesta en escena que simulará ser la muerte de Yip, que en realidad forma parte de un plan innecesariamente dramático y complejo. Lo típico. Así que vemos una doble hoja en dónde Harvey le pide a Jim que ayude a matar a su compañera, repitiendo los diálogos ya vistos en el pasado sneak peek.
Momento de hablar de los más interesante y bizarro, la inclusión de un nuevo villano a todo este esquema. Porque resulta que el benefactor que contrató a “La Morte” para que se apropiara del núcleo de energía, no lo quiere utilizar como artefacto nuclear, sino que lo quiere para poder alimentar a un robot exageradamente grande y con enorme poder destructivo. No, no estoy resumiendo la primer película de “Iron Man”, estoy hablando de Duela Dent, la “Hija del Joker", que no la ha pasado de lo “mejorcito” en esta nueva continuidad que digamos, siendo retratada su mejor historia hasta el momento en el one-shot “Batman: Joker's Daughter”. ¿Qué tiene planeado Duela en esta ocasión? Quién sabe, pero como podemos comprobar al final del número, sean cual sean sus planes, incluyen a un enorme robot gigante con un diseño no muy inspirador y bautizado cariñosamente como “Jokerbot”. Además, mantiene cautivo a un hombrecito que, al menos yo, no he conseguido identificar, pero sospecho que será algún ingeniero que la habrá ayudado en la fabricación de esa monstruosidad sonriente de metal. Pero puedo estar equivocado.
Pero ojo, porque si no están a gustos con la excentricidad y extrañeza que representa la Hija del Joker, resulta que la familia Falcone también se encuentra en Gotham para hacer de las suyas y decir “presente” en medio del emporio criminal que rodea a la ciudad y que actualmente tiene como centro a la resucitada familia Calabrese, siendo liderada por nada más y nada menos que Selina Kyle. Si no saben nada de esto, lean “Batman: Eternal.” Todo indica que son los Falcone los que están tras el golpe del circo y, por ende, los que tienen acorralada a Yip. Ellos contrataron los servicios de “La Morte” para garantizar sus objetivos que, dicho sea de paso, aún siguen siendo un misterio y tendremos que esperar hasta el próximo y último número para saber exactamente qué planean. A mí que me gusta cuando a toda Gotham lo envuelve un aura mafiosa y “old school”, no pude hacer otra cosa que sonreír cuando leí el apellido “Falcone”, sin embargo, conociendo los guiones de Buccellato, dudo mucho que terminen aprovechando este enfoque como se debe.
Y eso es todo lo que sucede en este número, que por cómo venía la cosa es bastante. Tenemos a una nueva villana involucrada, y a toda una familia criminal de gran prestigio. Pero es una lástima que todo esto haya ocurrido en el ante-último número. Como suelo criticarle a los guiones de Manapul y Buccellato (aunque aquí solo estuvo implicado éste último.), siempre dejan el mayor dinamismo para el final, permitiendo que el principio y los medios se vuelvan una lectura tediosa y, en términos generales, poco entretenida. No sé si será por esta manía de querer construir arcos de mediana duración, para una historia que en realidad no debería sobrepasar la cantidad de dos entregas. Porque de lo contrario, todo lo que hay en ella se va diluyendo y la narrativa se ve sustancialmente afectada. Pero como suelo decir, está es solo mi opinión, eso no quiere decir que no existan lecturas lentas y pausadas que sepan entretener muy bien, pero la clave está en reconocer cuando una historia se presta para eso o no. Y creo que Buccellato la erró aquí. Sin embargo, no hay que dejar de tener en cuenta la demanda y exigencia editorial, por lo que los guionistas no son siempre los únicos culpables.
En conclusión, es una ante-última entrega que acelera el ritmo de la historia (como debe ser), pero que no compensa lo suficiente como para sentir que la espera haya valido la pena. Hay alguna que otra sorpresa, y eso se agradece, ahora queda en ver como confluye y termina todo en el número final. Pero francamente, a estas alturas, no me espero grandes cosas. ¿Y ustedes? ¡No olviden de dejarnos su opinión en la caja de comentarios! Que después el buen Lichu las leerá, analizará, y compactará en una única carta que mandará a DiDio en estas navidades (?) ¡Esto es El Blog de Batman! Manténganse en contacto, y nos vemos en el próximo número. ¡Adiós!
Lo mejor:
- Las sorpresas en el repertorio de villanos.
- El estupendo arte de Fernando Blanco.
- Como ante-último número del arco, sigue sabiendo a poco.
- "La Morte", como antagonistas, siguen sin ser interesantes.
Nota: 6.0/10. (algo recomendable.)
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