Título: "Ducks in a row".
Trama: Scott Snyder y James Tynion IV.
Guión: Tim Seeley.
Lápices: Paul Pelletier.
Tintas: Tony Kordos.
Colores: Rain Beredo.
Letras: Carlos M. Mangual.
El problema con las series semanales (aparte de tener que reseñar todas las benditas semanas, claro está) es que corren el riesgo de desinflarse olímpicamente con el paso del tiempo *cof cof* "Batman: Eternal", "The New 52: Futures End" *cof cof*, pero al menos por ahora las cosas van bastante encaminadas en este caso. Si bien se podría decir que se trata de un número algo lento, lo cierto es que ocurren varias sucesos interesantes, así que dejaremos de lado las introducciones innecesarias y pasaremos a lo que realmente importa.
Años atrás:
El Dúo Dinámico original, Bruce y Dick Grayson, se encuentran en las afueras de Gotham persiguiendo al Scarecrow a través de un maizal. Al parecer la ciudad había sido azotada por el Gas del Miedo en varias ocasiones, lo cual obligó a Batman, Robin y el G.C.P.D. a unir fuerzas con el prestigioso Doctor Jonathan Crane para tratar de resolver este misterio. Una vez que su coartada se derrumbó, inició una carrera contrarreloj para capturarlo, pero Crane no se daría por vencido así como así. Primero utilizó a sus alumnos para frenarlos y luego decidió atacar al Hombre Murciélago y al Chico Maravilla con su aterrador compuesto químico, provocándoles alucinaciones por demás de dantescas. El más afectado, claro, fue Robin, cuyo terror de fallarle al Caballero Oscuro quedó expuesto como nunca antes.
El presente:
Retomando los hechos de la entrega anterior, vemos a The Orphan a punto de liquidar a Harper Row. Sin embargo, Cassandra Cain llega justo a tiempo para detenerlo, dando paso a una cruenta batalla. Entre golpe y golpe, Cass le rompe la mascara al Huérfano, librando una misteriosa sustancia verde. Por su parte, Dick Grayson llega al departamento de Harper luego de ver su nombre en la lista que contenía el USB que Batman le había dejado en caso de su ausencia. Harper logra electrocutar al Orphan y éste emprende la retirada, con Cassandra siguiéndolo de cerca. Dick contempla la posibilidad de perseguir al villano, pero finalmente decide quedarse para asistir a Harper con la ayuda de su roommate, Stephanie Brown a.k.a. Spoiler. Es en ese momento que Dick se da cuenta que la sustancia emanada por la máscara del Huérfano era Gas del Miedo. Como si no hubiera suficientes héroes adolescentes en un mismo lugar, Red Robin hace acto de presencia luego de enterarse de lo que estaba ocurriendo. ¿Y cómo se enteró? Pues porque se tomó la molestia de instalar cámaras y sensores secretos en el departamento de Harper y Stephanie para así poder monitorearlas. Digno discípulo de Bruce sin lugar a dudas. Dick pone a Tim al tanto de lo que está ocurriendo y, acto seguido, se ponen en contacto con Jason Todd a.k.a. Red Hood para advertirle que un asesino podría ir tras él. Casualmente Jason tenía a Cassandra arrodillada frente a él a punta de pistola.
Opinión:
Muy buen número. El hecho de que todo transcurra básicamente en la misma locación puede transmitir esa sensación de que las cosas no avanzan demasiado, pero definitivamente hay varios hechos puntuales para destacar. Una de las cuestiones que más me llamó la atención, basándome en la charla que tuvieron mientras peleaban, es que The Orphan parece conocer a Cassandra. Esto podría significar que Cassandra también conoce a Mother, lo cual me lleva a pensar que la joven heroína bien pudo estar alguna vez bajo su control mental y por algún motivo logró escapar. Asumiendo que en esta continuidad Lady Shiva y David Cain no sean sus padres, la cosa también podría venir por el lado de la temática de la orfandad y derivar en una venganza, aunque lo veo demasiado cliché, sin mencionar que quitar a Shiva y Cain de la ecuación sería una movida bastante estúpida.
El Huérfano continúa convirtiéndose en un personaje tan misterioso como interesante a pesar de ser, a simple vista, un mero verdugo. De acuerdo a lo que vimos en este número, todo parecería indicar que estaba respirando Gas del Miedo, cosa que refuerza aún más el potencial vínculo entre Scarecrow y Mother. Ahora, ¿por qué estaba respirando Gas del Miedo después de todo? Como mencionaba en la reseña anterior, mi apuesta es que la alianza entre Mother y Crane involucra experimentos en los niños secuestrados que mencionaba la premisa inicial de "Batman and Robin Eternal", y esto podría ser tranquilamente una muestra de esos experimentos. Es más, creo que la idea de "fortalecer" a The Orphan con este gas es mantenerlo constantemente alerta y al límite, incrementando así su instinto de supervivencia y sus capacidades de pelea. Quizás al final esté completamente equivocado, pero por el momento esta es mi teoría.
Tener a Grayson, Harper, Stephanie y Tim reunidos en un mismo lugar definitivamente me pareció lo mejor de este capítulo, sin mencionar que el esperado encuentro oficial entre los tres primeros fue estupendo a pesar de las circunstancias en las que se dio. Verlos juntos nos transmite enseguida esa sensación de unión familiar tan necesaria y tan olvidada en los últimos años, aunque me preocupa saber que pronto tendrán que separarse para viajar alrededor del mundo con el objetivo de cumplir distintas misiones. Uno de los mayores atractivos de esta serie era la posibilidad de ver a la Bati-Familia trabajando justamente como una familia y el tener que separarse podía significar que se repitan los errores de "Batman Eternal", donde los guionistas no supieron manejar bien casi ninguna de las tramas individuales y terminaron haciendo cualquier cosa. Sigo confiando en el equipo creativo actual, claro, aunque el temor está.
Viendo que Jason Todd y Cassandra Cain nunca cruzaron caminos en la añorada continuidad pre-"Flashpoint", será interesante verlos interactuar de ahora en más, sobre todo considerando que comparten un carácter austero y extremista. No me explico cómo Cass terminó a su merced siendo que la última vez que la vimos estaba persiguiendo a The Orphan, aunque asumo que acudió a él pensando que su enemigo trataría de acabarlo por ser el próximo en la lista. Sea como sea, debo confesar que me dan ganas de shippear a Jay y Cass de solo imaginarme el potencial que pueden llegar a tener juntos. Lo reconozco, puedo pasar de fanboy iracundo a fangirl desvergonzada en solo cuestión de segundos, ¡pero díganme si no tengo razón!
El guión de este número fue formidable, principalmente por haber incluído varias pizcas de humor para cortar un poco con tanta tensión. Los primeros intercambios entre Batman y Robin en la escena del maizal, la reacción de Stephanie al ver a Grayson en acción y la subsecuente interacción entre ellos e incluso el final de esta entrega fueron momentos por demás de hilarantes y esto, por supuesto, es obra del gran Tim Seeley, cuyo trabajo no dejo de elogiar cada vez que tengo oportunidad. Si bien no me gustaría que deje "Grayson" en segundo plano, realmente espero que escriba la mayor cantidad de números posibles para este título porque considero que es uno de los guionistas más idóneos con los que cuenta DC actualmente cuando se trata de narrar historias intrincadas pero al mismo tiempo joviales.
Esta vez el arte corrió por cuenta de Paul Pelletier, Tony Kordos y Rain Beredo. Compararlos con Daniel, Florea y Morey sería injusto porque perderían por goleada, mas admito que hicieron un buen trabajo dentro de todo. De hecho me gusta el arte de Pelletier con sus cuerpos esculturales y rostros bien definidos al estilo Tom Darenick, pero esta vez creo que el entintado de Kordos lo perjudicó un poco, haciendo que sus trazos se vean algo toscos y sucios de a ratos. Eso si, la tercer viñeta de la octava página tuvo una onda Kirbiana que me encantó. Por suerte el trabajo del colorista Beredo hace que el apartado gráfico sea más llevadero, especialmente en la alucinación de Dick que, dicho sea de paso, estuvo ejecutada de diez.
Como verán, no tengo mucho más para decir. No fue un número digno de sacar grandes conclusiones o teorías, simplemente un buen número de transición entre un comienzo prometedor y un desarrollo que, con suerte, cumplirá al menos con la mayoría de nuestras expectativas. En pocas palabras, la calma (no tan calmada) antes de la tormenta.
Comentarios
Excelente reseña, Lichu. Saludos!