Vaya revolución ha generado esta serie, ¿eh? Pese a que tuvimos que dejarla de lado por reducción de personal y cuestiones de tiempo, me propuse seguir "Grayson" de cerca porque desde el principio prometió ser una de las grandes joyas de la década para la franquicia y no nos decepcionó. Es cierto que la Batgirl de Burnside popularizó la moda teen en la industria, o al menos en lo que a DC respecta, aunque esta serie fue la primera en demostrarnos que no todos los héroes tenían que vivir bajo un constante estado de depresión, enojo y sed de venganza reprimida. Seamos sinceros, "Nightwing" era una buena serie pero, al igual que "Batgirl" o incluso "Teen Titans", había caído en los estándares monótonos de lo grim and gritty y las consecuencias se empezaban a notar. No me malinterpreten, en lo personal me encanta la onda grim and gritty, de lo contrario no apoyaría ciegamente al DC Extended Universe, mas esta no es una fórmula que funciona con cualquier personaje. De hecho, en la Bati-Familia, funciona únicamente con Bruce y rara vez con Jason Todd.
Desde iniciados los New 52, Dick pasó más de tres años y medio de tragedia en tragedia y literalmente había perdido todo lo que alguna vez le importó, desde sus seres queridos y el Circo Haly hasta su identidad secreta. No había punto de retorno, no había forma de seguir adelante a menos que haya un cambio radical, una bocanada de aire fresco, y es ahí cuando Tim Seeley, Tom King y Mikel Janín aparecen para salvar el día. Quizás, de alguna forma u otra, DC siempre había tenido la idea de deconstruir y reconstruir al personaje pero era imposible seguir leyendo a Dick bajo circunstancias tan dramáticas luego de haberse consolidado como el héroe más alegre del Universo DC, como ese pequeño pero inquebrantable ápice de luz en la constante oscuridad que reina en las calles de Ciudad Gótica.
"Forever Evil" fue una gran decepción al igual que todos los grandes eventos de DC posteriores a "Blackest Night", pero al menos nos permitió llegar hasta esta instancia. Dick Grayson, un héroe hecho y derecho que logró superar sus tragedias personales para convertirse en su mejor versión, un héroe que pasó por varias identidades pero que nunca dejó de crecer como persona y personaje, un héroe cuya vida, al final, le fue arrebatada inesperadamente por el mal al que juró combatir incansablemente. El Sindicato del Crimen había revelado públicamente su identidad y Luthor tuvo que asesinarlo para salvar el mundo, o al menos eso se dijo a sí mismo para justificar semejante acto. Dick Grayson había muerto antes los ojos de sus amigos y enemigos y no había nada por hacer... Excepto revivirlo, hacerlo pasar por muerto (con funeral incluido) y encomendarle una misión especial: infiltrarse en las filas de Spyral, la organización internacional de espionaje más feroz en la faz del planeta, dirigida ni más ni menos que por Kathy Kane y especializada en mantener a raya a todos los metahumanos habidos y por haber. Solamente a Batman se le ocurriría pedirle un favor así a uno de sus colegas, ¿eh?
En un primer momento la idea sonaba algo dudosa y, naturalmente, los fans comenzaron a quejarse sin parar como ocurre cada vez que la editorial propone un cambio radical. Bien que en 2011 querían de regreso al Nightwing azul pre-New 52 pero después pedían a gritos que no les quitaran al Nightwing rojo. Gataflorismo a full. DC Comics, sin embargo, optó por hacer oídos sordos a la catarata de fanboys iracundos y dio paso a "Grayson", sumergiendo a Dick en un ambiente completamente distinto pero a la vez indicado para él. Misiones de vida o muerte, piruetas a toda hora del día, encuentros con mujeres de todo tipo y color, aliados y contrincantes sumamente bizarros, viajes constantes al rededor del globo; Dick estaba en su salsa, estaba dando el mejor espectáculo de su vida, pero había una pequeña vocecita en el fondo de su cabeza que le decía que algo estaba mal pues, a pesar de todo, aún había una pregunta sin responder: ¿Si Dick Grayson ya no existe, quién es Dick Grayson?
Esta cuestión tan simple y a la vez tan compleja fue el eje de los primeros ocho números de la serie, a los cuales nos referiremos como la primer temporada de la misma. Y es que, como todo, esta misión tenía sus cosas buenas y cosas malas. Seguro, Dick estaba protegiendo al mundo, castigando a los villanos y llevándose toda clase de miradas y elogios, ¿pero quiénes son realmente los villanos en esta historia? ¿Cuánto valen esas miradas y elogios si al final del día trabajas para un grupo de personas que usan técnicas de control mental como principal recurso? Peor aún, ¿cómo podés estar seguro de tus acciones sabiendo que esta organización tranquilamente podría adueñarse de tu cuerpo y mente para obligarte a hacer cosas despreciables sin darte cuenta? Evidentemente no importaba estar en el centro de un entorno concebido solo en los sueños más húmedos de los fans de James Bond y la saga Bourne, algo tenía que cambiar para que Grayson pudiera continuar con la tarea que le encargó su mentor y esto es, entonces, lo que nos lleva directamente a la actualidad.
En esta segunda temporada Dick tiene en claro que debe hacer lo imposible para estar siempre un paso adelante de Spyral y esto implica reincorporarse al Universo DC. Pese a su particular relación con su ex compañera y ahora jefa, Helena Bertinelli a.k.a. Matron, nuestro querido protagonista renunció al espionaje y volvió raudo a Gotham. La cosa parecía definitiva, pero había un plan fríamente calculado tras esta jugada pues el Agente 37 sabía que no hay forma de escapar de la telaraña en la que estaba atrapado *ba dum tss* Es así que el regreso del hijo pródigo a la ciudad del Murciélago se convirtió en una misión para engañar a la misteriosa líder de esta agrupación, la Agente Cero (que a esta altura ya todos sabemos que es Kathy Kane, de hecho lo supimos desde el principio, pero hay que mantener el "misterio" para vender). Reencuentros emocionales de por medio, Dick utilizó el Código Cluemaster visto en "Grayson: Futures End" para darle una serie de indicaciones a Red Hood, Red Robin, Batgirl y Robin, quienes a su vez recolectarían la información necesaria como para hackear los Hypno, es decir, los implantes que utilizan los agentes de Spyral para cubrir su rostro y, más importante aún, los implantes con los que Spyral controla secretamente a sus agentes. De esta forma, Grayson descubre que la mandamás en esta organización no es otra que... ¿Luka Netz? Okay, sure, más adelante seguiremos con esto. De momento, aquí concluye esta entrega.
Resumido tan someramente parece que éste fuera un número del montón, pero en verdad cuenta con una tremenda carga sentimental. Ya desde la primera página nos bombardean con el tan esperado reencuentro entre Bruce y Dick, que al final resulta ser de los más amargo dada la situación que el Caballero Oscuro original atraviesa actualmente (para más información lean nuestras reseñas del arco "Superheavy"). A partir de allí todo es una montaña rusa de emociones que, además, aporta algo de coherencia a la continuidad del Bativerso, atando cabos entre varios hechos que han ocurrido en los últimos años. Por ejemplo, el encuentro con Red Hood y Red Robin hace referencia directa al funeral de Dick que supuestamente tendríamos que haber visto en "Nightwing" v3 #30. De hecho, en 2014 el guionista James Tynion IV y la artista Meghan Hetrick habían colaborado en una versión preliminar de dicha entrega que giraba justamente en torno al sepelio de Grayson, pero luego hubo un cambio de planes y finalmente decidieron preparar el terreno para su llegada a Spyral. Siempre pensé que no haberlo publicado fue un gran error por parte de DC y, si bien esperaba que hicieran mejor uso de ese material descartado en esta oportunidad, me alegra que al menos hayan tocado el tema superficialmente. Sea como sea, la cohesión narrativa está y eso es lo importante. Barbatos sabe que dejamos pasar muchas cosa por alto, pero si algo hace falta hoy por hoy es esta franquicia un manejo CORRECTO de la continuidad.
El punto que sigue me genera cierto conflicto. Podríamos decir tranquilamente que se trata del reencuentro más esperado por toda Latinoamérica unida aunque en lo personal no lo veo tan así. Me refiero, claro, al encuentro entre Dick y Barbara Gordon. A esta altura del partido no caben dudas de que su relación marcó un antes y un después en el Bativerso, mas la chispa tristemente se perdió luego del reboot. Tal como ocurrió con Batman y Catwoman, los New 52 no hicieron más que distanciar constantemente a Dick y Babs, reduciendo su relación a tensos encuentros esporádicos que siempre nos dejaban con cierta incertidumbre. Quizás quieran mostrar este romance como algo efímero y trágico para estar a tono con ciertas tendencias literarias modernas, pero particularmente me resulta frustrante que no puedan compartir un momento de felicidad juntos. No obstante, dada la severidad del asunto, considero que manejaron bien esta reunión puntual. El hecho de mostrar a una Barbara fría y distante, todo lo contrario a lo que representa la Batgirl de Burnside, deja en evidencia la profunda decepción que la invade, especialmente al enterarse que Grayson había estado a metros de ella y no fue capaz de decirle la verdad. Y si, puede que nuestro protagonista tenga motivos más que válidos para justificar sus engaños, pero uno no puede sino solidarizarse con lo que siente Babs durante esta breve interacción. Donde hubo fuego, cenizas quedan, pero desgraciadamente estos dos están muy lejos de hacer las paces.
Ahora es cuando paso de fanboy a fangirl, ahora es cuando los verdaderos sentimientos se apoderan de mis palabras. Ahora es cuando nos toca hablar del reencuentro entre Dick y Damian. Honestamente, muchachos, ¿qué puedo decir que no haya dicho antes? Si bien vengo leyendo cómics desde hace más de diez años, una de las cosas que terminó de sellar mi amor eterno por la industria y especialmente por el Bativerso fue el "Batman and Robin" de Grant Morrison, con Dick y Damian operando como el Dúo Dinámico. Cada momento que pasaban juntos era oro puro, era realmente una alegría poder verlos combatiendo el crimen codo a codo, ver cómo su relación se hacía cada vez más sólida mes a mes, pero lo bueno dura poco y el reboot se encargó de quitarnos al mejor Dúo Dinámico de la historia. A partir de allí, Damian se convirtió en el Robin de Bruce y Dick volvió a ser Nightwing, por lo que era casi imposible verlos juntos. Tiempo después ocurrió lo peor, Damian murió en "Batman, Incorporated" y la Bati-Familia estaba nuevamente de luto. Sin dudas fue una etapa dura tanto para ellos como para nosotros, los lectores, pero en el fondo sabíamos que era cuestión de tiempo para que DC reviviera a Damian. ¿Pero qué pasó? Dick "murió" antes de que Batman reviviera a Damian en "Robin Rises", y lo peor era que Damian en ningún momento preguntaba por el paradero de Grayson. Era una situación tan irrisoria como indignante que incluso se tornaba algo confusa dadas las inconsistencias antes mencionadas. Es por eso que este encuentro significó tanto para algunos de nosotros, porque Dick y Damian fueron los mejores sin importar lo que otros piensen.
Y más allá de la ternura que coronó estas páginas, algo que no quería dejar de remarcar es el asombro de ambos personajes cuando se dan cuenta que el otro estaba vivo. Esto deja muy en claro la cantidad absurda de tragedias que vienen azotando al Bativerso últimamente. Quiero decir, en poco más de dos años fuimos testigos de la muerte de Robin, Nightwing e incluso del propio Bruce Wayne. Si años atrás alguien me hubiera dicho que tres de los pilares fundamentales de la franquicia estirarían la pata en un período tan corto de tiempo (y otro quedaría manco), irónicamente me le hubiera muerto de risa en la cara. Supongo que podría recurrir a muchas palabras para hacer referencia a esta situación pero creo que "tragicómico" sería la más indicada. Si, me quedo con esa. Tragicómico por donde lo miremos.
Por cierto, esta secuencia también sirve para confirmar de una vez y para siempre que Dick efectivamente fue Batman en los New 52 a pesar de que NADIE se preocupara por aclararlo antes. Okay, okay, Kyle Higgins y Peter Tomasi lo ratificaron antes pero después de tantos cambios, después de tantas inconsistencias, después de tanto "Convergence" y todo eso, realmente ya nadie estaba seguro de nada. Así que ahí lo tienen, amigas y amigos, Dick fue Batman en los New 52, confirmado gracias al equipo creativo de "Grayson". ¿Felices?
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Boceto rechazado para la tapa de "Grayson" #13. |
Sin embargo, la última página del número es la más trascendental por varias razones. Por un lado, Dick regresa a Spyral, consciente de que le es imposible escapar al alcance de la agencia pero también con la garantía de finalmente estar un paso adelante, lo cual nos lleva al siguiente punto. ¿Por qué nos dicen que la Agente Cero es Luka Netz si todos sabemos que se trata de Kathy Kane? Entiendo que Kathy Kane no sea su verdadero nombre, de hecho se supone que su apellido de soltera es Webb y pasó a llamarse Kane tras contraer matrimonio con Nathan Kane (el tío de Bruce Wayne), hasta que eventualmente se enteró que era la hija de Otto Netz a.k.a. Doctor Dedalus. Como si esto fuera poco, tenemos como co-protagonista a Frau Netz, otra de las hijas de Otto. Inclusive Tim Seeley nombró explícitamente a Kathy cuando le propuso a DC su idea para esta serie, así que no me explico por qué están tratando de encubrir lo obvio. Sea como sea, los próximos dos números harán referencia directa a este tema, por lo cual será cuestión de esperar. Lo único que diré es que sería una pena que descarten a un personaje tan rico y versátil como Kathy en favor de uno nuevo. Una verdadera pena.
Divagues aparte, la viñeta final de esta entrega también nos invita a reflexionar. Durante todo este tiempo, a pesar de haber estado rodeado de múltiples colegas y estudiantes de la famosa Escuela St. Hadrian, lo cierto es que Dick estaba completamente solo, aislado de sus verdaderos colegas, sin su red de contención. Es por eso que esa última viñeta es tan importante, porque, al igual que Batman en el final de "Return of Bruce Wayne", Grayson finalmente se dio cuenta que no sería nada sin la Bati-Familia, pues ellos son la gracia salvadora. Además, francamente sería casi imposible que la serie continuara estando aislada de Gotham y el resto del Universo DC.
Hecho mi descargo sobre la trama, pasaré a hablar del guión propiamente dicho. No conocía a Tim Seeley antes de "Batman Eternal", pero ya con lo que demostró ahí pasó a convertirse en uno de mis nuevos guionistas preferidos. Su capacidad para lograr un balance perfecto entre acción, drama y comedia era verdaderamente notable, sin mencionar que algunos de los mejores momentos de esa saga fueron obra suya, así que naturalmente me puse contento cuando me enteré que sería uno de los escritores de "Grayson". El tema era Tom King, su co-guionista, a quien recibí con muchas dudas por ser nuevo en el mercado pero que eventualmente terminó por cerrarme la boca y volarme la cabeza. ¿Qué mejor que un ex agente de la CIA para escribir a los espías más extravagantes en la historia de los cómics? Fue una fórmula perfecta en su momento y lo sigue siendo ahora, pues King continúa demostrando mes a mes que su inteligencia y su eficacia son lo que esta serie necesita para ser la maravilla que es. Así y todo, King demostró ser un gran amante del Bativerso en este número en particular, ya que se tomó la molestia de repasar minuciosamente su biblioteca personal para extraer los diálogos que coronaron los reencuentros entre Dick y compañía. Sería imposible ponernos a repasar todos estos cómics, aunque podemos mencionar algunos como "Batman Family" #2 - #3 - #13, "Detective Comics" v1 #359, "Batman" v1 #416 - #442, "Nightwing" v2 #25 - #104 - #153, "Red Robin" #4, "Batgirl: Year One" #3, "Batman, Incorporated" v2 #6 - #8, "Batman" v2 #1 - #17, "Batman and Robin" v2 #10, "Batgirl" v4 #3, "Nightwing" v3 #15 y "Red Hood and the Outlaws" #6 - #17 entre muchos, muchos, muchos otros.
Pero claro, esta serie no podría alcanzar el nivel de excelencia que la caracteriza si no fuera por Mikel Janín y Jeromy Cox, que en esta ocasión estuvieron acompañados de los entintadores Hugo Petrus y Juan Castro. En todas mis reseñas siempre le dedico mínimamente un párrafo al equipo artístico del título en cuestión pues, por desgracia, en general no llegan a recibir el crédito que se merecen, en especial cuando se trata de colorista o incluso letristas cuya magia es capaz de embellecer notablemente cualquier tipo de guión. Sobre Mikel Janín, un amigo de la casa, en verdad no puedo decir nada que no haya dicho antes. Ya sea que analicemos sus diagramación de páginas, las expresiones o el lenguaje corporal increíblemente natural que le regala a los personajes o la notable narrativa gráfica, su estilo limpio y ligero es precisamente el indicado para darle vida a las demenciales hazañas de Grayson. Es un verdadero gusto poder ver su evolución desde que dibujó por primera vez a Dick en "Flashpoint: Deadman and the Flying Graysons", sin mencionar que su presencia constante como artista titular ayuda a crear la identidad irrevocable de la serie. Por su parte, el colorista Jeromy Cox no es ningún desconocido dentro del Bativerso pues ha participado en títulos de renombre como "Batman" o "Detective Comics", mas los coloridos matices que despliega en estas páginas son realmente cautivadores. Lejos de la atmósfera lúgubre y asfixiante de Gotham, el hecho de colorear una serie nómada le permite experimentar y colaborar, también, para construir la impronta única de "Grayson". Y claro, no puedo dejar de mencionar el mastodóntico trabajo del rotulador
Carlos M. Mangual, que se lució como él solo con la impresionante cantidad de diálogo presente en el guión. Eso si, en la quinta viñeta de la página dieciocho invirtió los diálogos de Dick y Damian, cosa que espero puedan solucionar para el tercer tomo recopilatorio.
En definitiva, y por si todavía no quedó claro, me encanta esta serie. Me encantan las historias que se proponen mes a mes, me encanta la forma en que estas historias son plasmadas en papel y, sobre todo, me encanta que el equipo creativo no solo no tenga miedo de tomar ciertos riesgos cuando se refiere al status y la personalidad de Dick, sino que encima tengan la capacidad de satirizar y aprovechar las modas y los atributos que el fandom creó al rededor del personaje con el paso de los años. Dick fue un gran Robin, un buen Nightwing y un insuperable Batman, pero me quedo toda la vida con Grayson.
Por último solo queda recomendarles que se animen y le den una chance a esta serie, porque sé que aún hay varios escépticos por ahí. Les aseguro que no se arrepentirán. Es más, pueden comprar ahora el primer volumen en ComiXology o Amazon, así que no tienen excusa.
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