LAST
REVIEW
Título: Last Stand (#23); Between the Gods (#24)
Escritor: Brian Buccellato
Artist: Mike S. Miller (#23)
Lápices: Bruno Redondo (#24)
Tintas: Juan Albarran (#24)
Colores: J. Nanjan (#23); Rex Lokus (#24)
Portada: Bruno Redondo con Ulises Arreola
Instalados en Temyschira, la versión injusticiera de los dioses olímpicos
recibe a la pandilla de los proSups.
En una secuencia de viñetas vemos a Wowo,
Cyborg, RobinDemian, Yellow Kid, Flush e Hyppolita, acercándose
al salón de recepciones… Pero como estamos iniciando el penúltimo capítulo de “Injustice: Gods Among Us” de este
Cuarto Año, no hay mucho tiempo para la diplomacia y la violencia estalla a la
página siguiente. Y nos acompaña casi hasta la mitad del número para presenciar
la entrada de las proBatsy: Batgirl, Catwoman y Harley Quinn. Las Ángeles de Batman. Justo cuando la buena de Artemis le salva la vida a la Reina
Amazona… —que recién ahora me doy cuenta que esa Artemis no es la diosa, sino una general amazona. Quandoque bonus dormitat Homerus…—
¡Y continúa la pelea!
Hasta… hasta que la ONU o lo que sea
que reúna a los presidentes de esa versión de la Tierra, decide despacharles un
par de misiles nucleares para borrarlos por siempre. Seguramente nunca leyeron “Kingdom Come” porque desde entonces se sabe que los ataques nucleares contra
superbabosos siempre terminan
enojándolos aún más. Tontos humanos. Tampoco leyeron alguna vez a Lovecraft: sabrían entonces que cuando
las entidades superiores luchan entre sí, los humanos sólo son daño colateral,
hormigas en el camino de los elefantes. Con suerte, terminan con un solo ojo
volado al más puro estilo del fotógrafo Phil
Sheldon de “Marvels” —ups… mencioné un cómic de la competencia… ¡No me maten, DC-lovers!—.
Pero como ya es el final,
los superhéroes tienen que derrochar superheroísmo
y Wowo toma la delantera. Se lleva
los misiles a la estratósfera y justo cuando parece que se nos va a morir la niñita, reaparece Sups, con su regio bronceado apokolipsiano.
¿Qué más podemos pedir?
Bueee… Que reaparezca también Zeus…
y que entre al campo de fútbol el mismo Highfather.
Es que, como ya hemos
repetido un par de veces en estas pocas líneas, la historia se acaba y, como
decimos en Chile, hay que tirar toda la carne a la parrilla.
“Injustice: Gods Among Us - Year Four” ha tenido de todo —como siempre ha sucedido en este cómic
digital—, pero últimamente ha tenido demasiado de aburrimiento y estiramiento
del argumento, con seguridad bajo la premisa de completar veinticuatro números.
Buccellato, hay que reconocerlo, no ha sido lo que esperábamos.
Las comparaciones nunca
son buenas, sin embargo el trabajo de Taylor
en el título no pudo ser emulado por el guionista actual.
¿Qué tenemos en estos dos
números que cierran el ciclo?
Obviamente se atan los
cabos sueltos. Esa es una regla al escribir cualquier historia, que esta debe
tener un inicio, un desarrollo y una conclusión. El inicio, por supuesto, sirve
para presentar a los distintos actores y las acciones y preguntas. El
desarrollo se describe a sí mismo en su nombre. Y la conclusión debe cerrar y
contestar todo lo que se planteó en un comienzo.
“Injustice” cumple con esta norma básica —obviando que, al tratarse de una obra que
debe continuar en un Quinto Año, ciertos elementos no tienen resolución—. El
problema es que la duración de “Injustice” le jugó en contra esta vez y la aparición de Highfather es una suerte de Deus
ex Machina que con un par de movimientos
de mago, arregla todo y devuelve las cosas a su lugar.
Pudiéramos, ya que de
dioses griegos se trata —el prototipo de lo que hoy llamamos superhéroe—, decir
que hay una intención de Buccellato
en aquello. De citar de la tragedia griega.
Pero no nos convence esa
idea.
Sí, todo se arregla: los
dioses vuelven a su lugar, al olvido. Se restablecen posiciones perdidas. Y en
una suerte de epílogo, vemos la suerte que corre Hades, el nuevo status de Sups
y, por supuesto, se nos deja entrever que Batsy
vuelve a las sombras para preparar el Quinto Año de “Injustice”.
Y como cliffhanger para la siguiente temporada,
las palabras de Highfather a Orion profetizando la aparición de
nuevos actores que pueden llegar hasta de otras realidades —tras “Convergence”, puede aparecer cualquiera
en cualquier mundo y espacio—; y el escape del experimento de Luthor.
¿Y qué nos queda a
nosotros? Cierta decepción. Y cierta pena por ver uno de los pocos buenos
títulos de la época New52,
languidecer en su duración.
Es cierto que este Cuarto
Año nos sirvió de excusa para conocer un poco más de los dioses olímpicos, que
eso nunca sienta mal. Pero entre tanta versión injusticiera de estos personajes, se hizo difícil a ratos rescatar
su verdadero elán —por no hablar de la
criminal tendencia en los dibujos de vestir a los siempre nudistas dioses… y
diosas—. Supongo que, ustedes lectores, habrán seguido las recomendaciones de
este reseñador para buscar —¡y leer!— algunos de los clásicos griegos. Si
alguno se sintió motivado a descubrir el maravilloso mundo de la literatura que
está más allá del cómic mainstream,
¡bien por él o ella!
Ahora sólo queda esperar
el anunciado Anual y, por supuesto, el Quinto Año que, por lógica, debería ser
el último. Rogamos a los dioses, que tan mal parados quedaron aquí, que se
apiaden de nosotros y podamos disfrutar del “Injustice: Gods Among Us” que tanto nos cautivó en años anteriores.
Comentarios