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Batman es un personaje creado por Bob Kane y Bill Finger. |
"Detective Comics" #45
Guion: Peter J. Tomasi.
Arte: Marcio Takara.
Color: Chris Sotomayor.
Color: Chris Sotomayor.
Portada: Andrew Robinson.
¡Finalmente! ¡Que suenen las bati-campanas! ¡Prendan la bati-señal! ¡Alabado sea Barbatos! ¡Tenemos a un nuevo equipo creativo a cargo de “Detective Comics”! Perdón por no poder disimular mi entusiasmo al respecto. Tenemos a un viejo conocido como Peter Tomasi a cargo del guion (“Batman and Robin” Vol. 2, “Forever Evil: Arkham War”, “Batman: Arkham Knight”, etc…), y a un no tan conocido Marcio Takara (“Flash” Vol. 4, “Blue Beetle” Vol. 9) a cargo del arte. No estoy en condiciones de pronosticar una combinación ganadora, pero de lo que sí estoy convencido es de que esta serie necesitaba un cambio de equipo urgente, y no podría recibir a Tomasi y compañía con los brazos más abiertos. Así que sugiero que ustedes también lo hagan, y veamos juntos lo que este nuevo equipo creativo tiene para ofrecernos. Advertencia: hay spoilers.
¿Se han puesto a pensar que a todo este asunto del nuevo Batman le falta una arista por explorar? Y es que, si bien hemos visto a Gordon hacer todas esas que el típico Batman haría (hasta enfrentar a su versión homóloga del Joker… lamentablemente), aún no se ha tenido en cuenta un nexo importantísimo: su relación con la Justice League. Como saben, Bruce ya no puede ser Batman, por lo que en teoría la Liga ha estado operando sin él en este tiempo. Y digo “en teoría” porque en la serie “Justice League” todo es otro cantar, ya que Bruce no solo es Batman sino que también ahora ocupa la silla de un Dios. Qué se yo, cosas que pasan. La cuestión es que debido a esta disfuncional cronología (que hasta el propio Snyder se vio incapaz de aclarar), ni en su respectiva serie han podido detallar las repercusiones que ha generado el retiro forzoso de Bruce de la Liga. Alguien tenía que llenar ese hueco, y fue ahí cuando Tomasi levantó la mano.
¿Se han puesto a pensar que a todo este asunto del nuevo Batman le falta una arista por explorar? Y es que, si bien hemos visto a Gordon hacer todas esas que el típico Batman haría (hasta enfrentar a su versión homóloga del Joker… lamentablemente), aún no se ha tenido en cuenta un nexo importantísimo: su relación con la Justice League. Como saben, Bruce ya no puede ser Batman, por lo que en teoría la Liga ha estado operando sin él en este tiempo. Y digo “en teoría” porque en la serie “Justice League” todo es otro cantar, ya que Bruce no solo es Batman sino que también ahora ocupa la silla de un Dios. Qué se yo, cosas que pasan. La cuestión es que debido a esta disfuncional cronología (que hasta el propio Snyder se vio incapaz de aclarar), ni en su respectiva serie han podido detallar las repercusiones que ha generado el retiro forzoso de Bruce de la Liga. Alguien tenía que llenar ese hueco, y fue ahí cuando Tomasi levantó la mano.
Habiendo dicho eso, podemos dividir éste número en dos importantes cuestiones. La primera tiene que ver con la Liga haciendo su mayor esfuerzo por no dejar de ir a Bruce, y a pesar de que tienen cosas más importantes de las qué ocuparse, por algún motivo entienden que es necesario que toda la Liga vaya a visitar al soltero más codiciado de Gotham. En fin, todo sea por Bruce. Así que las primeras páginas del cómic están dedicadas a este fútil asunto, y es que todos sabemos que no recuperará la memoria de un momento a otro. De todos modos, la escena de Diana interrogando a Bruce con su lazo es interesante y algunas líneas invitan a reflexionar sobre lo vital que es Batman para el equipo, y aunque a estas alturas ya es algo obvio, nunca está de más recordarlo y reivindicar su importancia. Al final, todos se terminan convenciendo de que Bruce ya no les es útil y ser marchan resignados. Y aunque no hayan sonado como la gran cosa, lo cierto es que fueron las páginas más interesantes del cómic. El hecho de que absolutamente toda la Liga estuviera presente se me hizo innecesario y que se mostraran tan desesperados también. Como dije, es importante entender el sustancial rol que Batman ocupaba en ella, y eso lo dejaron más que claro, pero verlos tan necesitados da un poco de pena, se supone que con o sin Batman siguen siendo la Justice League.
Por otro lado, Jim Gordon finalmente ocupa el centro de atención de la serie que hasta entonces venía teniendo Bullock y, a pesar de que anteriormente expresé mi disconformidad con el hecho de que Bat-Gordon ocupé páginas en “Detective Comics” teniendo una serie para él solo, lo cierto es que si de esta manera nos evitamos volver a ver a aquél rechoncho detective sin un ápice de carisma, será más que bienvenido. Y después de todo, convengamos que tienen un buen punto: explicar cómo el nuevo Batman logra reemplazar al viejo en la Justice League. Bueno, la palabra “explicar” queda un poco grande, ya que en realidad, dan a entender que la única razón por la cual admiten a Jim Gordon en la Liga es por el actual Batman, y por estar medianamente capacitado para el puesto.
Batman recibe una alerta de emergencia desde el Bat-Balloon, notificando ataques aéreos provenientes de aviones F-15 de gran capacidad militar. Una vez ahí, se da cuenta que los tripulantes de los F-15 no están en pleno control de sus facultades, y se preocupa por salvarlos antes de destruir los aviones, sin embargo, se ve sobrepasado en número y la Justice League llega oportunamente para darle una mano. Una vez controlada la situación, Gordon se preocupa por encontrar la emisión de la señal que controla a los pilotos y eso lo conduce a… ¿quién puede ser? ¡The Mad Hatter… otra vez! Tal parece que Tomasi tampoco se molestó en leer el run de Manapul y Buccellato de modo que evitara ser redundante. Para colmo, Jervis le revela a Jim que fue contratado por un grupo de bandido para eliminar a Batman. Sé que debe haber un trasfondo más rico, pero por el momento, esto me suena extrañamente familiar. Como sea, la Justice League le proponen a Batman llenar el vacío que dejo su predecesor y él acepta. Y listo, ahora que hay un Batman en el equipo la Liga vuelve a hacer lo que era y está lista para enfrentar a aquella temible, y por ahora, desconocida amenaza. Gordon es teletransportado inmediatamente al campo de batalla y el cómic se despide retratando un gélido entorno en donde yacen los restos de una gigante criatura, a priori, antropomórfica.
En cuanto al arte, lamentablemente no le puedo levantar el pulgar al señor Takara, cuyo trabajo no ha conseguido lucirse ni siquiera contando con el agradable color de Sotomayor. Investigué un poco, y Takara es capaz de crear hermosos dibujos con un estilo de trazo grueso, curvo y minimalista, pero bien definido y con buena expresividad en los rostros. Nada de eso vi en este cómic, la gran mayoría de los dibujos lo sentí demasiado minimalistas, con falta de líneas, bosquejados. Ni hablar de esa manía de dibujar las manos como si fueran simples muñones, quizá eso le sirva con Alfred, en una mano, pero el resto de las manos piden a gritos dedos. No lo sé, supongo que es parte de su estilo, pero no es un estilo que me guste particularmente.
En conclusión es un número decente. Tomasi explora una nueva perspectiva de Bat-Gordon al involucrarlo con la Justice League. Aunque de momento todo resulta muy vago y forzoso, tengo cierta esperanza depositada en Tomasi y creo que puede llegar a sorprendernos. Todo depende de la misteriosa amenaza a la que debe enfrentarse la Liga, y de qué tan interesante resulta. Es decir, tendremos que esperar hasta el próximo número. Un inicio interesante, pero no puedo decir más que eso. ¡Hasta la próxima reseña!
Lo Mejor:
Batman recibe una alerta de emergencia desde el Bat-Balloon, notificando ataques aéreos provenientes de aviones F-15 de gran capacidad militar. Una vez ahí, se da cuenta que los tripulantes de los F-15 no están en pleno control de sus facultades, y se preocupa por salvarlos antes de destruir los aviones, sin embargo, se ve sobrepasado en número y la Justice League llega oportunamente para darle una mano. Una vez controlada la situación, Gordon se preocupa por encontrar la emisión de la señal que controla a los pilotos y eso lo conduce a… ¿quién puede ser? ¡The Mad Hatter… otra vez! Tal parece que Tomasi tampoco se molestó en leer el run de Manapul y Buccellato de modo que evitara ser redundante. Para colmo, Jervis le revela a Jim que fue contratado por un grupo de bandido para eliminar a Batman. Sé que debe haber un trasfondo más rico, pero por el momento, esto me suena extrañamente familiar. Como sea, la Justice League le proponen a Batman llenar el vacío que dejo su predecesor y él acepta. Y listo, ahora que hay un Batman en el equipo la Liga vuelve a hacer lo que era y está lista para enfrentar a aquella temible, y por ahora, desconocida amenaza. Gordon es teletransportado inmediatamente al campo de batalla y el cómic se despide retratando un gélido entorno en donde yacen los restos de una gigante criatura, a priori, antropomórfica.
En cuanto al arte, lamentablemente no le puedo levantar el pulgar al señor Takara, cuyo trabajo no ha conseguido lucirse ni siquiera contando con el agradable color de Sotomayor. Investigué un poco, y Takara es capaz de crear hermosos dibujos con un estilo de trazo grueso, curvo y minimalista, pero bien definido y con buena expresividad en los rostros. Nada de eso vi en este cómic, la gran mayoría de los dibujos lo sentí demasiado minimalistas, con falta de líneas, bosquejados. Ni hablar de esa manía de dibujar las manos como si fueran simples muñones, quizá eso le sirva con Alfred, en una mano, pero el resto de las manos piden a gritos dedos. No lo sé, supongo que es parte de su estilo, pero no es un estilo que me guste particularmente.
En conclusión es un número decente. Tomasi explora una nueva perspectiva de Bat-Gordon al involucrarlo con la Justice League. Aunque de momento todo resulta muy vago y forzoso, tengo cierta esperanza depositada en Tomasi y creo que puede llegar a sorprendernos. Todo depende de la misteriosa amenaza a la que debe enfrentarse la Liga, y de qué tan interesante resulta. Es decir, tendremos que esperar hasta el próximo número. Un inicio interesante, pero no puedo decir más que eso. ¡Hasta la próxima reseña!
Lo Mejor:
- Diana interrogando a Bruce Wayne.
- Bat-Gordon involucrándose con la Justice League.
- Nada de Bullock.
- El arte de Takara, por debajo de lo que uno podría esperar.
- El regreso temprano de Mad Hatter.
- El argumento un tanto forzado.
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