Reseña: "Gotham Academy" #11


Guión: Becky Cloonan, Brenden Fletcher.
Arte: Karl Kerschl, Mingjue Helen Chen.

En esta ocasión nos toca aparición especial ni mas ni menos que de nuestro amado Red Robin, Tim Drake. Si, lo sé, no es mas que fan service barato y una manera de hacer que los compradores se fijen en este cómic, que les llame la atención. No obstante, está muy bien llevado pues no es una simple aparición porque sí y, aunque bien pudiese haber sido reemplazado por cualquier otro personaje gothamita o sencillamente haber prescindido de él, la verdad es que ayuda a darle al cómic un sentido más de pertenencia con Gotham.

Metiéndonos en el número en sí, comienza con nuestros protagonistas viajando a Ciudad Gótica para un partido de tennis del equipo de la Academia en el que participará Kyle, así que aprovecharán esa visita a la ciudad para infiltrarse en el ayuntamiento de Gotham y lograr acceder a los archivos de la familia Silverlock. Al más puro estilo "Misión Impossible". Mientras tanto, Pomeline y Colton entraran en la oficina de la madre de esta primera para retirar otros archivos relacionados. De eso va este número, nada complejo, pero mantiene un buen ritmo con varias revelaciones. Hablemos justamente sobre esto.


Este es el capítulo en donde más datos se nos han dado acerca de Olive y quizás en el que más ha avanzado su historia de una sola vez. Y por supuesto que uno de los más cuidados en cuestiones de ritmo narrativo. En ningún momento se siente la trama pesada ni vacía como si sucedía en otras ocasiones y todo lo que sucede se siente orgánico, sin ser estirado ni, por el contrario, finalizado rápidamente o de manera insatisfactoria, un coitus interruptus, vamos. Claro, tampoco es que pase demasiado en este número como si ha sucedido en otros, pero mantengo lo dicho. En ocasiones anteriores han terminado sagas y números de una forma que encuentro poco satisfactoria pero afortunadamente este número me ha parecido redondo para los estándares que maneja la serie. El flashback donde se nos cuenta cómo se tuvieron que separar Olive y su madre es muy bueno, por cierto, y el final vuelve a meter a nuestros protagonistas dentro de una trama que ya quiero ver como resuelverán Clonan y Fletcher.


Para finalizar hablaré sobre los dibujantes, que en esta ocasión son Karl Kerschl, quien trabaja toda la secuencia del presente, y Mingjue Helen Chen, quien logra cazar a la perfección el tono necesario para el flashback de esta historia con su particular estilo, como ya había hecho también en otras reseñas. Ambos hacen un trabajazo y deben ser reconocidos por ello. Kerschl se ha convertido en uno de mis dibujantes de cómics favoritos y acá, aparte de volver a darme razones para amarle, también ha estado cerca de conseguir un milagro: que el traje de Red Robin parezca decente. Si, casi, porque ese horrible diseño ni Dave Cockrum (el mejor diseñador de trajes de super héroes en mi opinión) lo salvaría. Y lo dicho, Helen Chen realizó un gran trabajo así como también los coloristas, aunque a veces el coloreado parezca plano en algunas páginas.

En fin, un nuevo capítulo redondo en esta colección y que recomiendo leer a los fans y a quienes se sientan interesados en empezar una lectura por demás de particular. Nos leemos, si es que me leen, sino han de tener vidas muy aburridas, vacías y carentes de todo sentido que pueden cambiar con tan solo leer mis entradas y el resto del Blog.

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