#LaSemanaDeRobin - Día 3: La leyenda de Red Hood: Quién es y cómo llegó a serlo

El principio… Y el probable fin.

Cuando se habla de Jason Todd, difícilmente pase por nuestras cabezas aquella primera encarnación que tuvo el personaje en el ’83. La razón es simple, se trataba de una burda copia del otrora compañero del Caballero Oscuro que, no conforme con usurpar su rol de sidekick, resulta que también compartían un pasado por demás similar. Jason era hijo de Joe y Trina Todd, una pareja de acróbatas de circo también conocida como “The Flying Todds”, que fue asesinada más tarde por Killer Croc, dejando así al pobre de Jason en la condición de huérfano. El personaje necesitaba un lavado de cara, necesitaba personalidad y un pasado propio que nos hablará de un interesante futuro por venir como Robin. Tras el reinicio que supuso “Crisis on Infinite Earths”, esa oportunidad se hizo presente y luego de redefinir el origen del Murciélago en el legendario arco argumental conocido como Batman: Year One, era el turno del actual Joven Maravilla para pasar por aquél tan ansiado lavado de cara que la industria demandaba, y sus lectores también.


El origen del nuevo Jason comenzó retratarse en las páginas de Batman” #408 y esta vez las cosas eran muy diferentes. Ya no teníamos a un alegre niño de circo que había perdido a sus padres en una horrenda tragedia, ahora la tragedia era la propia vida del chico en sí, que se encontraba sumida en la delincuencia y en vicios poco sanos como el tabaco. Bruce ya no veía en su figura el reemplazo ideal de Dick, sino más bien a un solitario joven rebelde que había perdido el rumbo en algún momento del pasado, y al cual podía guiar en el camino de la rectitud para así rescatarlo de tal desdichada vida. No iba a ser fácil. Por muy impresionado que estuviera Bruce al descubrir que el muchacho se había robado una de las ruedas del Batmobile, un intensivo entrenamiento era necesario si esperaba poder contar con él como fiel compañero allá afuera. Como fiel superviviente de calle, y de las calles de Gotham nada menos, Jason había cultivado una destreza y fuerza admirable que dejaron atónito a Bruce en un primer momento, sin embargo, su más grande carencia era la disciplina, y cuando se está en combate, es una herramienta fundamental si no se quiere terminar con una pila de cadáveres alrededor. Jason Todd tenía un gran potencial, pero también tenía mucho por aprender

Batman no era al único al que nuestra joven promesa tenía que impresionar, también necesitaba de la aceptación de un público que asimilaba por primera vez el traspaso de mallas de un personaje a otro, y que daba señales de sentir dudas al respecto. Richard “Dick” Grayson siempre fue un personaje sumamente querido por la audiencia, y ahora Jason tenía unas grandes botas verdes que llenar en su nombre. Gracias a su potente personalidad, y al increíble dramatismo que su existencia había imbuido en el Bativerso, Jason fue querido y odiado por igual, pero fuese como fuese, sus primeras aventuras gozaron de una decente aceptación hasta que en Batman” #416 tuvo lugar, de manera definitiva, el traspaso de la antorcha por parte de Nightwing hacia Jason. No fue una transición suave, sino turbulenta y conflictiva, Bruce tenía que darles explicaciones a Dick y este la recibió a los gritos. Pero el verdadero auditorio era el público, que también buscaba una buena justificación para la existencia de Jason, tras haber sido el propio Bruce quien despidió al original Joven Maravilla luego de haber recibido un disparo en el hombro a manos del Joker. La respuesta fue simple, pero contundente y a la vez efectiva: proteger Gotham es trabajo para dos. Batman necesitaba a un compañero, a un Robin, y ese ahora era Jason

Luego de seis meses de intensivo entrenamiento en la cueva junto a Bruce, Todd ya se había ganado la confianza de su sobre exigente tutor, y estaba más que listo para demostrar sus destrezas afuera en el campo, en las calles de Gotham. Entre sus primeras aventuras, destaca el enfrentamiento contra Harvey Dent, al cual Jason se abstuvo de asesinar aun sabiendo que era quien había matado a su padre, Willis Todd; también ayudó a Batman en la búsqueda por apresar al Diácono Blackfire en la mini-serie “Batman: The Cult”. En sus salidas nocturnas como vigilante, Jason a menudo demostraba tener una actitud violenta y llena de ira que no siempre podía canalizar, como quería Batman. Esta falta de disciplina y de auto control tuvo su punto culmine cuando finalmente el Joven Maravilla cometió su primer asesinato, siendo la víctima Felipe Garzonas, un violador que había conseguido inmunidad diplomática y que, por lo tanto, no podía ser juzgado por la ley como era debido, pero sí por el espíritu vengativo del joven Jason. La muerte de Felipe terminó siendo categorizada como accidente, ya que no había prueba alguna de que alguien lo empujara del balcón. Bruce no podía estar seguro al cien por ciento, pero creía que algo le ocurría a su protegido. Era justo cuestionarse la continuidad de Jason como su compañero.


A estas alturas, creo que el destino de Jason Todd ya es bien conocido por todos. En diciembre de 1988, sin siquiera haber pasado dos años de su inclusión a la nueva continuidad, y como resultado de una encuesta hecha por DC (de la cual más tarde se constataría que hubo fraude), el Joven Maravilla es cruelmente torturado y asesinado por el mismísimo Joker. Este suceso, que tiene lugar en el célebre arco A Death in the Family (“Una Muerte en la Familia”); es considerado, hasta el día de hoy, uno de los mayores fracasos de Bruce en su carrera como Batman, junto con la muerte de su propio hijo Damian a manos de Heretic años después. Muerto, el personaje de Jason se volvió aún más significativo que cuando estaba vivo. Un monumento conmemorativo se instaló en la cueva, para así recordar que en esta guerra a veces ser pierden soldados. Jason pasó a ser entonces la consecuencia natural de una vida temeraria, aunque extraordinaria. La personalidad de Bruce se vio afectada notoriamente, y aunque no fue por muchos números (hasta la aparición de Tim), durante ese corto periodo de tiempo, el Caballero Oscuro pasó por una etapa reflexiva y silenciosa. Quién iba a sospechar, en aquél momento, que las consecuencias más duras por la muerte de Jason tendrían lugar recién década y media después.

Reunión familiar.

A menos de un año de la tragedia, un joven entusiasta llamado Tim Drake descubre por mérito propio las identidades de Batman, Nightwing y la del difunto Robin. Con el objetivo de volver a hacer del dúo dinámico lo que era, Timothy organiza un encuentro con Dick en la Mansión Wayne, y le comparte sus impresiones acerca del mal momento por el que está pasando Bruce. Tras la muerte de Jason, Batman se había vuelto temerario, violento y hasta descuidado; su cabeza no estaba en el juego y eso terminó costándole varias cicatrices nuevas durante las últimas noches. De seguir así, la leyenda del Caballero Oscuro estaba destinada a terminar terriblemente mal, pero Tim no iba a dejar que eso ocurra, su mensaje era meridianamente claro, y parecía estar en consonancia con el pasado no muy lejano del Murciégalo: Gotham, y sobretodo Batman, necesitan a un Robin. Grayson no se mostraba muy optimista con la idea de abandonar todo lo que había logrado como Nightwing y, a pesar de mostrar su apoyo incondicional hacia Bruce, no estaba dispuesto a retomar su rol como Joven Maravilla. Si Batman iba a tener un Robin a como dé lugar, el propio Timothy iba a tener que calzarse las mallas y demostrar su valía. Así lo hizo y, poco a poco, de manera muy sutil, fue ganándose la aceptación y confianza de Bruce, a la vez que la del público. Era un nuevo Robin que recuperaba el espíritu del original, a su vez que mostraba tener personalidad y habilidades propias. La espesa sombra de Jason, que hasta el momento había conseguido filtrarse en las páginas, parecía ahora diluirse, desvanecerse.

En el mundo (y negocio) del tebeo hay un dicho que resuena muy fuerte, sobre todo cuando de superhéroes se trata: nadie está muerto realmente; y como nunca antes, el Bativerso tendría que asimilar el significado de esas palabras. Fue en Hush (2002) donde se empezó a jugar con la idea del regreso de Jason, y de manera muy directa. Más tarde nos enteraríamos de que efectivamente Jason había tenido su primer mano a mano con Bruce aquella noche en el cementerio, pero en su momento, se tuvo que poner en marcha una puesta en escena para que el Encapotado creyera que fue obra de Clayface, el cambia formas. Pero Jason ya se había desquitado, se había metido en la cabeza del viejo y además conseguido poner a prueba sus habilidades, la de ambos. Como se suele decir en el barrio, “le hizo la psicológica”. La semilla de la incertidumbre estaba ahora sembrada, el fantasma de Jason volvía a deambular por el ambiente y proyectaba una sombra densa, como en los viejos tiempos. ¿Había realmente regresado? El público estaba expectante por ver el retorno de uno de lo más polémicos compañeros que tuvo alguna vez el Caballero Oscuro, pero ahora, como un potencial e interesante antagonista. Pero las respuestas se iban a hacer esperar un poco más.


Under the Hood(2005) fue un arco argumental que marcó un antes y un después no solo en el personaje de Jason, sino que en la propia mitología de Batman. Tanto así, que su potente trama llena de misterio, nostalgia y sobretodo venganza, le valió a la historia una adaptación animada en el 2010, inspiró el final de la trilogía de videojuegos de Rocksteady (perdón si indirectamente spoileé a alguien), y según los rumores que circulan, tendrá una fuerte incidencia en el DC Extended Universe (el universo cinematográfico actual). Por lo que decir que se trata de un hito, de una marca imborrable en la mitología del Murciélago, no sería para nada exagerado. De dicha mitología nació un personaje que, aunque en la actualidad gran parte de su esencia original ha sido alterada, se le puede seguir el rastro hasta el día de hoy: Red Hood.

¿Quién es Red Hood? Aquella era la pregunta que por aquél entonces atormentaba a los más ingenuos y despistados. Para el resto, la verdad se caía de madura y, sin embargo, resultaba interesante ver, de todos modos, el rumbo que tomarían los acontecimientos, presenciar el momento en el que Bruce afronte la inexorable verdad que tanto tiempo intentó negar. Jason había vuelto. Intentar explicar el cómo era mucho más difícil que tratar de asimilar su regreso, el cual involucraba a una distorsión en el Multiverso provocada por un golpe de Superboy-Prime. Los hechos son los siguientes: seis meses después de haber sido asesinado y enterrado, el otrora Joven Maravilla recobra la vida inesperadamente y entre furia, ansiedad y confusión, consigue romper el ataúd y salir a la superficie. Desmemoriado, Jason vaga por los rincones más oscuros de la ciudad, hasta que la fortuna cruza su camino con el de Talia al Ghul. La hija del Demonio, consciente del pasado de Jason, decide utilizar la Fosa de Lázaro de su padre para estimular sus recuerdos y recuperar la memoria. Una vez que emerge de la fosa, Jason es abandonado a su suerte aunque seguirá teniendo contacto con Talia, con quien también entablará una relación amorosa. Pero por el momento, la venganza es lo más importante. Paciente, Jason espera, estudia a Batman, su antiguo tutor y maestro. Entrena y se adjudica una nueva identidad, una que en el pasado le perteneció al mismísimo Joker. De este modo, Red Hood sería un recordatorio constante para Bruce, acerca del pasado y de que siempre volverá por él, para atormentarlo y hacerle pagar por sus errores.

En "Under the Hood", Jason finalmente se encuentra listo para ejecutar su venganza, no solo contra su antiguo tutor y compañero, sino también con aquello que representa la raíz de todo esto: el Joker. En cierta forma, la existencia de Red Hood junto con su propósito es una ironía en sí misma. En el pasado, Bruce se esforzaba por hacerle entender a su impetuoso protegido que todo acción tiene sus consecuencias, y uno debe estar preparado para afrontarlas. Ahora, es el turno de Jason de hacerle ver lo mismo a Bruce, de que entienda de una vez por todas de que persigue una filosofía utópica y tóxica; su código de no matar lo ha llevado a que por años le perdonará la vida a la peor calaña de criminales, incluyendo al peor de todos, el Príncipe Payaso del Crimen. No hay que ser un genio para entender que a raíz de esta polémica política, es que Jason se encontró con aquél terrible destino años atrás. Red Hood esta una consecuencia directa de las acciones de Bruce, y tal como su tutor le enseñó hace años, tarde o temprano hay que enfrentar las consecuencias. El plan era simple, volvería a Gotham como este nuevo despiadado mercenario, llamaría la atención de las organizaciones criminales (lideradas por Black Mask), y con el tiempo la del propio Batman. Iba a limpiar la ciudad, realmente limpiarla, nada de segundas oportunidades, o de creer en el sistema, o en la ortopedia social. No, ejecución directa. Red Hood tenía dos objetivos por el que luchar, el primero era la venganza directa contra Batman y, por supuesto, su asesino, el Joker; pero el segundo, y probablemente el más importante, consistía en demostrar un punto ideológico y filosófico, que entraba en conflicto con todo lo que Bruce había estado luchando hasta ahora. No era solo la integridad física de Batman la que se veía comprometida, sino también su propia razón de ser

Quizá esté de más aclarar que Jason no cumplió con su primer objetivo. Luego de su show como Red Hood, el Joker siguió haciendo de las suyas con Batman pisándole los talones, como siempre. La venganza no se había llevado acabo. ¿Pero y el segundo objetivo? ¿Había conseguido Jason demostrar su punto? Ese es un debate que resonará en el interior de cada lector, al igual que sus conclusiones. Pero la pregunta se había planteado y algunas respuestas eran inquietantes. Si Scarecrow ponía a prueba los miedos de Batman, el Joker su cordura y juicio, Riddler su astucia e inteligencia, pues Red Hood estaba ahí para cuestionar lo más esencial hasta el momento: ¿es realmente Batman bueno para Gotham? ¿Las consecuencias de su existencia no entran en desbalance con las acciones de su cruzada? Red Hood es un espíritu vengador, uno que vino del pasado a plantear estas preguntas y mantenerlas vigentes. Su importancia, y la marca que su paso ha dejado en el Bativerso, están más que justificada

Tras "Under the Hood" y más allá de "Flashpoint".

Luego de “Under the Hood”, considerado por muchos como lo mejor que se ha escrito sobre el personaje, todo fue en declive para Jason y el público poco a poco comenzó a perder el interés en él. Tras el éxito que supuso en anterior nombrado arco argumental, los guionistas se empecinaban en hacer un uso constante de él, en vez de simplemente dejarlo descansar hasta el momento en que se planee un glorioso retorno. No. La DC creía haber encontrado otro potencial villano anti-héroe que explotar, y no iba a dejar pasar la oportunidad. Fue así como al mes siguiente de su última participación en “Batman”, ya lo podíamos ver en las páginas de “Nightwing”, protagonizando un argumento por de más absurdo con un Jason muy diferente al conocido. Ya no era Red Hood, ahora estaba obsesionado con ser un doble de Nightwing, y así formar un dúo de vigilantes junto a Dick que se podría llamar “The Nightwingers”, todo esto tenía lugar en el arco masivo conocido como “One Year Later”. La premisa era estúpida, pero la nueva personalidad demente e infantil de Jason no ayudaba en lo más mínimo. Ya no era un espíritu de venganza, ahora parecía ser que simplemente era alguien que quería fastidiar, cosa que conseguía con creces. Al final del arco, lo más rescatable de todo es una carta en donde Jason reconoce a Dick como parte de la familia y que, a pesar de todo, quiere lo mejor para él.


Tras su participación en la serie semanal “Countdown”, Jason fue convocado por Tim a tener una reunión en la Batcave. En ella, Tim le informa del paradero actual de Batman (presuntamente fallecido) y le entrega el mensaje que Bruce tenía preparado para él (y para cada uno) en caso de su repentina ausencia. Luego de oír el mensaje de manera privada, se despide de Timothy diciéndole que pronto se verán. Y razón no le faltaba, más tarde, Jason jugó un papel crucial en “Battle for the Cowl”, el evento que prometía definir quién reemplazaría a Bruce Wayne como Batman y, claro está, Jason se encontraba obsesionado con la idea de convertirse en el nuevo Batman. A pesar de conseguir dispararle a Damian en el hombro, y apuñalar a Tim con un Batarang, el otrora Joven Maravilla no pudo con Dick Grayson, y termina cayendo al mar, dejando su estado actual como un completo misterio. A pesar de no ser de las mejores historias, en “Battle for the CowlJason recobra un poco de la su personalidad vista en “Under the Hood”, y lo deja mucho mejor parado que en “One Year Later”. Jason retorna como un sanguinario justiciero y Black Mask vuelve a ser casualmente su principal objetivo. No obstante, su obsesión con reemplazar a Batman jamás es debidamente justificada, y el personaje comienza a ser un chiste viviente con ya tres identidades usurpadas.

Con Dick y Damian encarnando al Dúo Dinámico, Jason vuelve a mostrar su cara por Gotham, pero esta vez retornando a su identidad Red Hood -con algunos cambios de aspecto, como el uso de un casco alargado y cilíndrico, similar al casco original perteneciente al Red Hood que personificó el Joker originalmente-, y además, estando acompañado. Sasha es una adolescente que fue secuestrada por el Profesor Pyg junto a su padre, con el objetivo de ser transformados en obedientes Dollotrons, sirvientes de Pyg. Sin embargo, la transformación no resultó efectiva en Sasha, a quien aunque consiguieron darle el terrible aspecto que tanto caracterizan a las Dollotrons, no lograron que estuviera bajo el control de Pyg. Más tarde, Batman y Robin desbaratan la organización del Profesor, y Sasha consigue escapar. Es entonces cuando Jason la encuentra y decide reclutarla y darle un propósito, la joven acepta y es rebautizada como Scarlet por el propio Red Hood. Debido a los acontecimientos de “Battle for the Cowl”, Jason seguía resentido con Dick y el nuevo Dúo Dinámico, por lo que además de limpiar la ciudad (haciendo uso de las redes sociales, como gran novedad), el objetivo primordial era acabar con Batman y Robin. En un intento por revelar sus identidades al público, Red Hood y Scarlet consiguen secuestrar a Batman y Robin, pero debido a la aparición de un prestigioso asesino llamado Flamingo, Jason no pudo concretar sus planes y hasta necesitó de la ayuda del dúo dinámico para salir airoso del combate, pero no sin consecuencias, ya que el GCPD lo arresta y lo manda al Asilo Arkham. Scarlet desaparece tras la batalla, y su destino se separa del de Jason.

Pasado un tiempo, Bruce retorna a Gotham y visita a su antiguo compañero en el asilo para hacerle saber que no está de acuerdo son su petición de ser trasladado a una prisión ordinaria. Finalmente, Jason llega a la prisión, pero a los pocos días provoca asesinatos en masa, lo que ocasiona que lo vuelvan a trasladar a Arkham, pero esta vez, un grupo de mercenarios atacan el convoy, y lo liberan para ser llevado hacia la persona que los contrato. Jason se resiste al principio, asesinado a la mayor parte de los mercenarios, pero luego recibe la llamada de la líder, la cual mantiene cautiva a Scarlet. Ambos planean un punto de encuentro, pero Jason le tiende una trampa, y con la ayuda de Dick y Damian, consigue rescatar a Scarlet y huir en helicóptero, mientras el Dúo Dinámico se ocupa de desactivar unas bombas repartidas por Gotham y plantadas por Red Hood meses atrás. Jason y Sasha ahora son libres de ir a dónde les plazca.

Entonces vino Flashpoint, y con él todo el universo se reinició. Lo que creíamos saber de nuestros héroes, ya no era certezas absolutas, y el pasado y los orígenes de nuestros personajes fueron modificados, algunos ligeramente, otros reescritos por completo. El de Jason sí tuvo algunos cambios. Para empezar, sí fue asesinado por el Joker, pero en su resurrección no intervino ni Superboy-Prime ni ninguna distorsión cósmica, sino que lisa y llanamente fue la Fosa de Lázaro la encargada de devolverle la vida con la ayuda de Talia al Ghul. Por otro lado, estalló la polémica cuando se dio a entender que el mismísimo Joker, a través argucias y eventos programados, había fijado el destino de Jason a convertirse en Robin. Sin embargo, debido al terrible malestar que este giro de tuerca generó en el público, jamás se ha confirmado en su totalidad y la editorial no volvió a tener este hecho en cuenta, dando a entender que quizá todo fue un delirio del viejo J.

Origen más, origen menos, lo cierto es que Red Hood ya no es lo que era. Pasó de ser un solitario vigilante sanguinario y vengador, a un ser un líder de un grupo de marginados que comparten una causa y cierto gusto hacia la justicia. No se confundan, es cierto que en “Batman y RobinJason se había conseguido una compañera y la dinámica entre ellos funcionaba muy bien, pero era un contexto completamente diferente. Scarlet siempre fue tratada como una hija adoptiva para Jason. Él hizo por ella lo que Bruce hizo por él alguna vez, la rescató de un horrible futuro y le dio un propósito. Realmente se sentía como un Dúo Dinámico alterno, distorsionado, pero funcionaba y no se contradecía con el carácter solitario de Jason. Ahora no se puede decir lo mismo. La dinámica entre los demás “Outlaws” (Starfire y Arsenal) no se siente lo suficientemente orgánica, y sus aventuras distan mucho de ser lo que uno imaginaría de Red Hood. Esta es quizá una opinión muy personal, pero opino que Jason merece brillar con su propia serie en solitario, tal como lo hace Dick. Porque a menos que esté en manos de guionistas sumamente hábiles (cosa que hasta ahora no ha ocurrido), difícilmente puedan hacerlo destacar estando en compañía de alguien más. Por otro lado, en esta nueva continuidad Jason asumió brevemente la identidad de Wingman a pedido de Bruce en las páginas de Batman Inc. v2, en donde hizo un peculiar equipo con Damian (a quién hasta ayudaría en su resurreción, más adelante), que en ese momento también disponía de una identidad alterna conocida como Redbird. Uno de los dúos y de las participaciones más interesantes de Jason en esta continuidad hasta la fecha.


Y si gente, entre tiros, venganza, justicia y usurpaciones de identidades, este artículo está llegando a su fin. A lo largo del mismo, me tomé el atrevimiento de no mencionar a ningún guionista o creador destacado, y lo he hecho por una razón, quería centrarme más en el personaje que en las personas detrás de él. Porque de eso se trata esto, de él y nada más que de él, del segundo Robin que falleció a manos del Joker para luego volver como un mercenario vengativo, que terminaría formando parte de un grupo de vigilantes auto considerados anti-héroes. En el medio habrán ocurrido muchas cosas, pero eso es lo que es Jason, y es un gran espectro de cambios y transformaciones a tener en cuenta, para un personaje que jamás se sintió demasiado a gusto conservando un determinado status quo por mucho tiempo. ¿Yo? Me quedo con el hombre que volvió de la muerte para recordarle a Batman que todo tiene sus consecuencias. Me quedo con el debut de Red Hood y su trama llena de dramatismo, tensión y carga ideológica. ¿Y ustedes?

Comentarios

Ezequiel ha dicho que…
Excelente viejo, excelente artículo. Jason es un personaje de lo más excitante (como buen Robin). Si hay algo que quiero ver en el cine es una adaptación de Under The Hood/Family Reunion (los fans nos merecemos un duelo épico de artes marciales entre Bats y Red Hood en la pantalla grande), imaginate como me sentí cuando cayó el rumor de que puede pasar. Me parece que necesita también un libro en solitario. En fin, muy buen trabajo.
Lichu ha dicho que…
Definitivamente el mejor Jason Todd es aquel escrito por Judd Winick. No sé si me gustó tanto su arco en "Batman and Robin" v1, pero "Under the Hood" fue el pináculo en la vida de Jason y es una de mis historias favoritas de todos los tiempo. "Battle for the Cowl" tampoco estuvo tan mal, pero si hay alguien que realmente sabe escribir a Todd es Winick. Lo demás, bueno... Mejor lo dejamos ahí jaja ¡Estupendo trabajo, Patricio!

Lichu.
Batipato ha dicho que…
Muy buen trabajo, tremenda reseña, pero sí bien, para mí, quienes mejor han tratado a Jason son Winnick y Morrison, creo que Lobdell no lo ha hecho nada mal en Los (ya no) Nuevos 52!
Saludos.