HETEROCERA
Título:
Superheavy part seven
Escritor:
Scott Snyder
Lápices:
Greg Capullo
Tintas:
Danny Miki
Colores:
Fco Plascencia
Portada
variante “Harley’s Little Black Book”: Alex Ross
Las polillas o mariposas nocturnas tienen el
extraño hábito de sentirse atraídas irremediablemente por la luz. Así mismo, su
ciclo vital tiene un gran parecido con el de la mariposa de brillantes colores
que vemos por los jardines: de larvas informes que se arrastran torpemente, se
transforman en bellos insectos alados.
¿Y qué tienen que ver las polillas con nuestra
reseña de hoy? Mucho… o todo.
“Batman” #47 es un número significativo en el que todo se
transforma y hasta los pensamientos más horrendos por fin rompen la crisálida y
se transforman en acciones asombrosas.
Cualesquiera que hayan sido nuestras
elucubraciones sobre lo que venía a continuación, Snyder y Capullo han
logrado —una vez más— trastocarlo todo y, de un modo límpido y efectivo,
dejarnos sin terreno seguro en el cual pisar. ¡Y eso es lo que más nos atrae
del run del dúo! Como polillas a la
luz, aunque nos deslumbremos en el proceso.
Cada personaje clave del arco “Superheavy” aquí es transformado y
comienza una nueva vida.
Gordon —el presente Batman—
aprende que vencer al enemigo no es un asunto tan sencillo como el Batman original pudiera haber dado a
entender: Ser el vigilante de Gotham
es un acto que, vez tras vez, revela nuevas aristas. Con cada batalla, emerge
un nuevo paladín, cada vez más curtido, cada vez más preciso… Aunque también
más cansado y, muchas veces, vulnerable.
Al inicio de “Superheavy” se nos planteaba al nuevo Batman como el ex Comisionado
Gordon dentro de una armadura. Los
capítulos siguientes nos han mostrado cómo el espíritu de Batman solo puede manifestarse en plenitud rompiendo la crisálida
que le envuelve. Gordon nunca ha
sido tan Batman como cuando deja a Rookie de lado y sale a dar la pelea
por sí mismo. Él, el hombre, contra el enemigo que es más que un hombre. Y si
aquello no define al Batman de todos
los tiempos, ¿qué más puede hacerlo?
Gordon comienza a entender que la cruzada del murciélago va más allá del
simple deber, es una obligación, un deber acercarse a la luz para adquirir
mayor visión de su causa.
Gordon ciertamente ha transmutado en estos seis números en que ha portado el
legado de Batman. Y poco a poco
empieza a desplegar las alas que le pondrán en un sitial propio en la mitología
gothamita.
Mister Bloom mismo, quién fuera el
gran centro de atención del número pasado, aquí vuelve a revelársenos como si
fuera la primera ocasión que lo encontráramos: aparentemente vencido, el juego
se trastoca cuando comenzamos a percibir que Bloom tal vez no sea una persona, sino un conglomerado de ellas, y
—aún más— un concepto, una idea que estuvo dentro de un capullo, latente,
alimentándose de la corrosiva moralidad de Gotham
para emerger como una amenaza que volará hacia la luz… con el fin de hacer
estallar el fanal.
Aún cuando dejáramos de lado todos los demás
estamentos que Snyder y Capullo han firmado en torno a “Superheavy”, Mister Bloom seguiría
ahí, como la mejor creación del tándem desde que se hicieron cargo del título
—y eso, incluso considerando que ya han agregado a la mitología a la Corte de los Búhos—.
Bloom, por su misma naturaleza, aporta inquietud, misterio y peligro como
pocos enemigos de Batman han
conseguido en los últimos años, quemados tal vez de tanto acercarse a la luz.
Bloom es un proceso nuevo, una suerte de colectivo y al mismo tiempo un sólo
ser que, no lo dudamos, nos seguirá sorprendiendo hasta el fin de “Superheavy”.
Anteriormente decíamos que su papel en esta
historia continuaba siendo un misterio. Snyder
y Capullo nos habían adelantado en
una entrevista que el niño tenía algo
que decir, y parece que este “Batman” #47
es el lugar donde empieza su revelación. Hoy sufre una transformación para
acercarse a los lugares de protagonismo de la historia.
Su incesante búsqueda de información —que nos
recuerda las buenas artes del Tim Drake original de principios de los ‘90—,
su valerosa decisión de adentrarse en lugares peligrosos, su irrenunciable caza
de la verdad, le han conducido al gran momento de “Superheavy”: Duke ha
gatillado el punto de inflexión del arco argumental y, de algún modo, ha
surgido del cascarón para metamorfosear en el auténtico héroe de la historia.
Cuando ejerce presión ante Bruce Wayne para que rompa las ataduras de esta nueva vida quieta y
apacible, Duke está cogiendo de la
mano al ex Encapotado para acercarlo
a la luz, incluso antes de que se transforme.
La escena del tren subterráneo convertido en
un gigantesco murciélago que fulmina la mirada de Bruce será un momento icónico de la participación de Capullo que no olvidaremos en mucho
tiempo.
Esa viñeta, con Duke de protagonista, es el momento en que todo cambia indefectiblemente.
Este número #47 está signado por el cambio, pero esa página es el quid de todo lo que hemos venido
siguiendo durante estos meses. La larva que se ha venido arrastrando, se envolvió
en un capullo y ahora es cuando hace eclosión y surge como una polilla que se
elevará hacia la luz.
El camino hacia el esperado número #50 ha comenzado.
Bruce Wayne ha tenido un atisbo
de quién fue en realidad. Poco a poco sus pasos comienzan a dirigirse a la BatCave en su interior. Sabemos muy
bien quién emergerá. Pero lo sorprendente es cómo lo hará.
Para ilustrarnos aquello, Snyder y Capullo dan su
golpe maestro en la última página: si Wayne
volvió a la vida, renovado, limpio, gracias al Dyonesium… ¿por qué no podría haberlo hecho su némesis? ¿Por qué el
Joker no podría haber emergido sin
el lastre de su historia?
Sí, esa escena en que Bruce y The Joker cruzan miradas es la clave del
nuevo Batman que se nos viene.
Alfred dijo anteriormente, que Wayne
estaba viviendo la vida que debería haberle correspondido de no mediar el
trauma del asesinato de sus padres. ¿Podría estar el Joker experimentando lo mismo?
¿Qué habría sido de ellos dos, sin mediar el
pasado que los determinó?
Son como dos polillas en torno a un farol. Han
cambiado y se acercan a la luz. Ambos. Y volverán a cambiar. No lo dudamos.
Pero sus motivos serán otros: Inspiración y no intimidación, ha repetido Snyder a muchos medios.
Cuando Bruce
termine cegado por la luz y emerja Batman,
será un Batman no guiado por un pasado
tortuoso, sino por la propia voluntad del héroe de ser tal. El libre albedrío
que le colocará en un nuevo escalafón dentro de la definición de superhéroe.
Pero ¿y The
Joker? Compulsivamente atraído por
la luz ¿resultará en un nuevo tipo de villano llevado al mal, no por una
locura, si no por una decisión completamente racional e intelectual?
Snyder y Capullo están colocando
ante nosotros la posibilidad de replantear toda la mitología de Batman. Como una larva dormida en la crisálida, “Superheavy” es el lugar donde todo
habrá de transformarse. Tras el fin de este arco, deberemos prepararnos para una
nueva etapa de Batman.
¿Qué tanto significará aquello? No alcanzamos
a atisbarlo porque, como polillas o mariposas nocturnas, nos sentimos atraídos
a la fuerte luz de este título y sólo cuando nuestros ojos se hayan
acostumbrado a la luminiscencia circundante, podremos ver el valioso legado de
estos dos autores.
Comentarios
Este número fue súper, dejandonos. Ansiosos por conocer todo lo q se viene conociendo todos esos cambios de personal que esta por venir