Título: Robin War – Part 5
Argumento: Patrick Gleason.
Guión: Ray Fawkes.
Dibujos: Scott McDaniel.
Tintas: Andy Owens.
Colores: Chris
Sotomayor.
Letras: Tom
Napolitano.
Arte de Tapa:
Patrick Gleason, Mick Gray & John Kalisz.
Pausa en la programación regular (?), para continuar con la
quinta y penúltima parte de “Robin War”;
recordemos que este crossover transcurre también en las páginas de Grayson (Nº 15 - PARTE 2), Detective Comics (Nº 47 - PARTE 3) y We Are... Robin! (Nº 7 - PARTE 4). El
alfa y el omega de esta historia se da en los números especiales Robin War #1 y #2 (o sea, partes 1 y 6 respectivamente).
No solamente la pausa es en la historia, sino también que el
equipo regular se toma un descanso también. Pat Gleason, como sabemos, es guionista/artista de “Robin: Son of Batman” pero en este número se encarga solo del argumento. El guión queda a cargo de
Ray Fawkes, quien también hizo lo mismo en la parte 3 (reemplazó en la edición
47 de “Detective Comics” al ex coequiper
de Pat en “Batman and Robin”, Peter J.
Tomasi). El arte corre por cuenta de Scott McDaniel, las tintas son de Andy
Owens y los colores quedan en poder de Chris Sotomayor, quien también acompañó
a Fawkes en la parte 3. El equipo artístico regular se encarga de la tapa.
Mientras nos acercamos al final de esta odisea, la cuarta parte
nos mostraba a los Robin escapando del cautiverio al que eran sometidos por la
Corte de los Búhos, pero mientras abandonaban el edificio cuan Elvis eran
abordados por tres temibles Talons.
Para quienes no están familiarizados con la historia (por
ahí leen “Robin: Son of Batman” y no tienen idea qué onda la Guerra de los Petirrojos) la trama es la siguiente: una
consejal llamada Noctua declaró ilegal la actividad de los Robin ante el revuelvo
que provocó el accionar de un miembro de la armada callejera de niños ave que terminó con
la muerte de un policía. Peeeeeeero, en realidad es un gesto de la Sra. Noctua
hacia la Corte de los Búhos pues quiere entrar sin tener sangre azul. Los Búhos quieren destruir a los Robin y de alguna
manera resucitar a su campeón, a su Hijo Gris (Dick
Grayson). Recordemos que fue en el maravilloso arco “Court of Owls” donde debutan
todos los villanos mencionados (“Batman” v2, #1-#11) y cuenta que Dick
estaba destinado a convertirse en Talon. Cuestión que la Corte planea despertar
a Dick (inclusive a su antiguo alias, Nightwing, al parecer) y destruir a los
Robin. Dick y los otros ex-Robins deciden entrenar a los novicios para atacar el problema, pero por
decisión del primero todos terminan en custodia de la policía para que
estén seguros por un rato y permitirle ganar algo de tiempo para investigar sobre lo ocurrido, plan que hubiera sido más efectivo de haber sabido que los Búhos estaban en la movida. ¡Ouch!
Volviendo a nuestro número, la pelea contra los Talons
terminaría cuando, en una maniobra complicada, Damian logra que uno de los enemigos haga explotar unos barriles de
combustible en el edificio. Mientras tanto, Dick se dirige al Laberinto de la Corte
después de haber descubierto (en un número anterior) junto a Mecha-Robocop-Jimbo
Batman que ellos están detrás de todo. Después de batirse con unos Talons, es
llevado ante el líder, quien casualmente lo estaba esperando… Y aquí viene lo complicado.
El líder es Lincoln
March, LINCOLN MARCH. La última vez que lo vimos fue encerrado en el Laberinto por los Búhos durante el desenlace de la complicada “Batman: Eternal”. ¿¡Qué carajo hace March afuera, como cabeza de los Búhos!? Encima la
logia, que estaban de capa caída, ahora de repente hablan de un ¿plan global? ¿Con
March a la cabeza? Esto no tiene demasiado sentido.
Antes de esto veíamos a Red Hood y Red Robin junto a los sobresalientes Petirrojos callejeros (Duke, Riko, Dax, Dre e Isabella) llegando a la Academia de Gotham, donde descubren una instalación en la que se estaban preparando nuevos
Talons. Los mismos están conectados a una central que es destruida por Batman, que ingresa a la escena y ayuda a los ya mencionados a pelear contra otros
Talons guardias. Como que todo se va resolviendo a las apuradas.
Volviendo a March y Grayson, el primero revela que ya no tienen interés en él, ahora lo quieren matar ya que han encontrado
uno nuevo Hijo Gris (!) ¿Quién es? Damian, que llega a la
escena acompañado de Talons y con una máscara de la Corte.
Vamos por partes, dijo Jack… Debo decir que “Robin War” me
gustaba, sin fascinarme, pero hay algunos plot
holes muy importantes en la historia. Este número es, lejos, el más flojo. El ritmo que impuso Gleason en el libro anteriormente va a
contramano con lo que tenemos en esta edición, y para colmo no ayudan los dibujos de McDaniel. Es decir, tenemos unas cuantas secuencias
de batalla que podrían haber sido aprovechadas mínimamente para deleitar a los lectores y, sin embargo, fueron ilustradas de una manera muy poco dinámica y hasta desganada
diría. ¡¡¡VOLVÉ PATRICK!!!
No sé a quién va la culpa de este bajón en “Robin War” (me
refiero a este número en particular, aunque hay cosas que tampoco me gustaron en otros capítulos); si es que Ray Fawkes no interpretó a
Gleason y/o éste no interpretó bien a Tom King, la mente detrás del crossover, o si la culpa es para el editor Mark Doyle que se durmió un poco. Digo, a mi gusto Fawkes
estuvo bien en la edición de “Detective Comics” (aunque la pelea Grayson-Gordon
me pareció que Richard estaba por demás sacado, muy violento y frenético), mientras que aquí se lo nota algo errático. Además de las pocas ganas de McDaniel, hay un error letal
del colorista Sotomayor (o de quienes le dieron las instrucciones): La consejal Noctua era morena y de cabello
negro con algunas canas y en este número sale de tez blanca, cabello
castaño y parece más joven (!) Un desastre.
El número final de “Robin War” deberá dar muchas explicaciones, especialmente sobre la situación de March, sino una historia que comenzó una gran premisa terminará siendo un
fiasco.
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