Guión: Tom King.
Bocetos: Rob Haynes.
Arte: Randolph, Mauricet, Corona, Guinaldo y Wong.
Color: Lopez, Sotomayor, Eltaeb y Molina.
Letras: Mangual y Napolitano.
Portada: Mikel Janín.
Portada variante: Lee Bermejo.
Portada variante: Lee Bermejo.
Editora asociada: Rebecca Taylor.
Editor: Mark Doyle.
Hablando desde un punto de vista estrictamente conceptual, muchos fans estuvieron en contra de "We Are... Robin!" desde el principio. La idea de que un montón de adolescente inexpertos inspirados por la figura de Robin se vistieran de amarillo, verde y rojo para tratar de proteger la ciudad ante la ausencia del Dúo Dinámico original les parecía completamente absurda. Y lo es, no les voy a decir que no, pero ese es exactamente el punto, eso es lo que nos trajo hasta este momento. ¿Qué pasa cuando Batman, la figura paterna, no está y sus hijos deben asumir todas sus responsabilidades? ¿Qué pasa cuando la inexperiencia supera las buenas intenciones? ¿Quién se hará cargo de la situación? He ahí el quid de la cuestión.
Resumen con spoilers.
De buenas a primeras, la apertura de este crossover demuestra que el guionista Tom King no se anda con rodeos. Un Robin llamado Travis evita que un mal viviente robe una licorería, un oficial de policía se hace presente e intenta arrestarlos a ambos pero la situación se sale de control rápidamente y el Robin, sin querer, termina matando tanto al ladrón como al agente con un arma de fuego. Gracias a las cámaras de seguridad del local, el trágico hecho cobra relevancia mediática rápidamente, desatando una enorme controversia en las distintas esferas sociales y jurídicas de Gotham. Si bien el tiroteo y el provecho que la prensa sensacionalista saca del mismo son un reflejo bastante fiel de lo que nos ocurre actualmente como sociedad, el conflicto pasa a mayores cuando el pueblo se pone en contra de los Petirrojo. Los medios pueden decir lo que quieran, pero en un entorno democrático generalmente es la gente quien en verdad tiene el poder para cambiar las cosas y es así que la concejal Noctua impulsa ante el ayuntamiento las nefastas "Leyes de Robin", permitiendo que el Departamento de Policía de Gótica arreste a los jóvenes que porten los colores del mítico héroe o demuestren tener cualquier tipo de relación con este movimiento urbano.
La legislación resulta ser sumamente efectiva y los Robin comienzan a caer uno por uno, dejándolos en una posición poco favorable. Del grupo que ya conocíamos, vemos que los padres de Riko Sheridan la transfirieron de la Escuela Middletown a la Academia de Gotham como medida preventiva (cosa que exploraremos a fondo en el tie-in "Gotham Academy" #13), mientras que Duke Thomas cae preso. Más temprano que tarde, el intrépido joven escapa de la custodia policial y convoca una reunión multitudinaria para analizar los pasos a seguir. Tim Drake/Red Robin y Jason Todd/Red Hood estaban al tanto pero deciden no intervenir porque les parecía que reunirse para charlas las cosas era lo mejor que estos adolescentes podían hacer. Sin embargo, sus planes cambian cuando se enteran que Damian Wayne, el Robin actual, había vuelto a la ciudad luego de vivir desopilantes aventuras en su serie regular, "Son of Batman", y tenía pensado intervenir.
Reunidos en el Gimnasio Aparo *guiño guiño*, Duke propone ante centenares de Robin que el responsable de la tragedia de la cara, que cuente su lado de la historia a la prensa para esclarecer lo ocurrido, para que la ciudad vuelva a ver la figura del Petirrojo como símbolo de bondad y de responsabilidad. Travis estaba presente y efectivamente pretendía hacerse cargo pero la entrada triunfal de Damian estropea todo. Damian, prepotente como siempre pero con toda la razón, le dice a los jóvenes que dejen de jugar a ser héroes y que se vayan a sus hogares antes de que terminen muertos en el proceso. Un Robin no puede hacer lo que hace sin haber sido entrenado por Batman, esa es una regla básica (quizás Harper Row sea la excepción a esta regla, aunque no sé si cuenta porque no es una Robin), y Damian se encarga de demostrarlo al enfrentarse contra el ejército de Petirrojos. Las cosas se salen una vez más de control y la batalla llega a tal punto que las autoridades convocan al mismísimo BatGordon para ponerle un punto final.
Los adolescentes se rinden sin pensarlo dos veces pero Damian, como era de esperarse, le hace frente a Gordon. Ver que las cosas habían cambiado tanto durante su ausencia, ver que ahora hay un montón de pretendientes infestando las calles, ver que ahora un robot se hace pasar por Batman, hace que el Chico Maravilla pierda los estribos al punto de electrocutar a Jim con un cable de alta tensión y asusta a los Robin de tal forma que terminan huyendo. Es en ese momento que Tim y Jason aparecen en escena para tratar de hacerlo entrar en razón pero no lo logran, así que deciden llamar a la única persona capaz de calmarlo: Dick Grayson. El primer Robin vuelve finalmente a Gótica luego de concluir una misión para Spyral y convoca una nueva reunión, esta vez para hablar civilizadamente.
Mientras tanto, Travis acude a Duke, quien le dice que debería entregarse a la policía para terminar con toda esta disputa. El problema es que Travis no logra hacerlo pues un par de Talon lo interceptan de camino a su casa y lo asesinan. Así es como nos enteramos que la Corte de los Búhos estaba detrás de este gran complot, alianza con Noctua de por medio, y su objetivo era lograr que Dick, el Hijo Gris, regrese a Gotham para adoptar nuevamente el manto de Nightwing. Continúa en "Grayson" #15.
Opinión.
Si bien los últimos números de "We Are... Robin!" nos habían dado pistas sobre lo que ocurriría a lo largo del evento, honestamente no sabía que esperar de este número pero por suerte me llevé una grata sorpresa al encontrarme con esta amalgama entre "The Dark Knight Returns" y "Civil War". Okay, es una comparación algo arriesgada, pero dos de las piezas clave de estas obras están presentes aquí mismo, dándole a esta historia un enfoque socio-político que no me esperaba. Por un lado tenemos a los medios de comunicación, elemento que se ganó su merecida relevancia en la mentada serie de Lee Bermejo, que omiten parte de la información al no mostrar que lo ocurrido fue un simple accidente, generando así un profundo miedo y odio en los ciudadanos, cosa que, por otro lado, se traduce en una rígida serie de normativas dispuestas a ponerle un alto al accionar de estos héroes. Sin embargo, detrás de todo esto tenemos a una figura corrupta, la concejal Noctua. Este personaje salido de la nada, una inmigrante de clase media que llegó a donde está luego de mucho esfuerzo, pretende ganarse su lugar dentro de la Court of Owls facilitándole los recursos necesarios para su plan maestro, del cual hablaremos más abajo. Más allá de ser una alegoría de lo que la manipulación de los medios y la corrupción política es capaz de lograr, que la Corte se convierta en el enemigo número uno de los Petirrojos plantea una interesante dicotomía conceptual: los ricos y poderosos, las familias que gozaron siglo tras siglo de innumerables privilegios, las personas que manejan el mundo desde las sombras sin que éste lo sepa contra un grupo de adolescentes promedio dispuesto a convertir su rebeldía y su caos interno en energía para resolver los problemas que afectan a Gótica como sociedad, para desenmascarar a los malos y hacer el bien sin mirar a quien. Alguien educado en la materia podría hacerse un festín analizando cada bando a fondo.
Pese a que ciertas cosas me sorprendieron, todos sabíamos que era solo cuestión de tiempo para que los Robin se metieran en un lío como este. Solo hacía falta una
Todo lo que acabo de mencionar hasta este punto son, obviamente, elementos que enriquecen a la trama en cierto modo, pero lo que hace que este número sea una joyita es la participación de Damian. Si vienen siguiéndolo de cerca sabrán que no estuvo presente en "Batman Eternal" ni en "Endgame" porque, tras revivir y tener superpoderes de manera esporádica, decidió emprender un viaje de redención para enmendar las hórridas fechorías que realizó bajo la tutela de Ra's y Talía Al Ghul. Y claro, cuando Damian se fue, su padre todavía era Batman, Jim Gordon todavía era Comisionado, la Bati-Señal estaba en el techo del G.C.P.D. y en ocasiones se podía ver, por ejemplo, al Pingüino sobrevolando los cielos de Ciudad Gótica con uno de sus paraguas, pero ahora las cosas son diferentes, increíblemente diferentes. Gordon dejó la gabardina para ponerse un inmenso traje robótico y el emblema de Batman, un Batman que trabaja para el gobierno vale decir, la Bati-Señal apunta hacia el suelo desde un inmenso Bati-Dirigible y hay cientos de pretendientes poniendo en riesgo sus vidas y la de los demás ciudadanos mientras se hacen pasar por Robin. Lógicamente el pequeño Petirrojo explotaría de rabia ante semejante cambio de status quo, como lo hicieron y lo continúan haciendo muchos lectores, pero en el fondo no podemos negar que tiene mucha razón en enojarse y cuando Damian, a pesar de todos sus defectos, tiene razón es porque las cosas no andan bien.
Ahora bien, volvamos al plan maestro de la Corte de los Búhos y a Grayson. Quienes hayan leído la saga de la Court of Owls de Scott Snyder y Greg Capullo en "Batman", sabrán que William Cobb, uno de los Talon más legendarios de la secta, resultó ser el tatarabuelo de Dick. "Nightwing" v3 #8 y #9 nos mostró la vida de Cobb en el Siglo XX, un niño pobre que terminaría convirtiéndose en uno de los malabaristas más grandes que el Circo Haly haya visto, tendría un amorío con la hija de un magnate y terminaría en el Laberinto de la Corte, demostrando más tarde ser digo de llamarse Talon. Pero en el fondo William sabía que eventualmente sería reemplazado como ocurrió con sus antecesores, por lo que raptó a su hijo y se lo entregó al dueño del Circo para asegurarse de que su linaje siga la tradición de servir a la Court of Owls en el futuro. En una ciudad donde los ricos dominaban a los pobres, donde todo era era blanco o negro, su descendencia sería el gris intermedio que marque la diferencia. A partir de allí el nombre Cobb dejó de existir y así nació el Hijo Gris (Gray Son) de Gotham, dándole un excelente giro de tuerca al origen del apellido Grayson. El tema era que Dick había renegado su destino familiar y Cobb intentó matarlo pero finalmente Batman descubrió un método para derrotar a esta perversa secta y a sus verdugos. No obstante, parece que la Corte se quedó con la espina porque parte de este complot apunta al regreso de Nightwing, al regreso del Hijo Gris destinado a servirles cuando dominen la ciudad. Esto, sumado a lo que les comenté en "Grayson" #14, me causa cierta incertidumbre en torno al destino del suculento Agente 37. ¿Será posible que Dick efectivamente deje Spyral para volver a ser Nightwing? Si fuese un cambio temporal no tendría problema, pero de ser algo permanente debo decir que estaría total y completamente disconforme considerando lo mucho que el personaje evolucionó desde que dejó su identidad previa. Por más que me guste mucho su paso como Nightwing, por más que esa sea su identidad más famosa, Dick no puede volver a ser Nightwing así como en su momento no tendría que haber dejado el manto del Murciélago, porque eso sería una involución directa. Ahora, si la Corte está abierta a reclutar a alguien más, si este complot está destinado a ver cual de los Robin es el más apto para ocupar este rol, ahí estaría un poco más convencido, aunque por otro lado me parece que todo esto no encaja del todo con lo que vimos últimamente en "We Are... Robin!". Ahí un Talon quería reclutar a los Petirrojos con más potencial, acá la Corte quiere a su Hijo Gris. ¿En qué quedamos? ¿Cuál es el verdadero plan?
De todas formas estas no son las preguntas del millón. La verdadera y única pregunta del millón, viendo que la policía, los políticos, los ciudadanos y los Búhos están atrás de los Robin, es ¿dónde carajo está Alfred a todo esto? Si su reciente comportamiento errático me pareció muy fuera del lugar para un personaje que se caracteriza por tener los pies en la tierra, su ausencia no hace más que preocuparme. En vez de esperar a que los Petirrojos originales volvieran a la ciudad por obra y gracia de Barbatos, ¿por qué no los contactó él directamente? ¿Qué espera para dar la cara ante ellos? ¿Qué opinarán Dick, Jason, Tim y Damian cuando se enteren que el viejo y querido Pennyworth fue, en parte, el impulsor de este movimiento que ya causó tres muertes y seguirá causando todo tipo de estragos? Como dije, la caracterización y la participación de Alfred como mente maestra de El Nido sigue dejando mucho que desear a mi criterio y, si bien estamos en el primer número del crossover, esta historia no está haciendo un muy buen trabajo afianzando ese concepto en mí.
Más allá de eso, el guión de Tom King es notable. Ciertamente parte del trabajo de un guionista es reflejar en cierta medida la actualidad de nuestra sociedad, cosa que logra con creces, pero también se nota que su experiencia como ex-agente de la CIA y veterano de la Guerra de Irak juega un papel muy importante al retratar la crudeza con la que se desarrolla la Guerra de los Robin. Si tengo que destacar un detalle particular creo que destacaría el hecho de que enseguida supo encontrar la caracterización indicada para Damian, un personaje que puede no parecer tan complejo pero que al final del día pocos saben escribirlo como debe ser. Página donde estaba Damian, página que deba gusto leer, cosa que no es poco. Pero volviendo a los aspectos generales de la trama, el co-guionista de "Grayson" demuestra que tiene lo que hace falta para encargarse de sentar las bases de lo que promete ser uno de los eventos más memorables en la historia publicitaria de la franquicia. Cuando se trata de narrar aventuras serias, inteligentes y con una fuerte dosis de crítica social, hoy por hoy no se me ocurre mejor escritor que éste y, si todo sigue así, de más está decir que el candidato lógico para suceder a Snyder en "Batman" sería el mentado King. Desde ya se los voy adelantando.
Por el contrario de lo que nos prometieron en la solicit del número, el apartado artístico al final estuvo a cargo de cuatro dibujantes: Khary Randolph, Alain Mauricet, Jorge Corona y Andres Guinaldo. No quiero que me malinterpreten porque, detalles más, detalles menos, todos hicieron un gran trabajo y en el fondo sabemos que la industria está condenada sufrir estos problemas sistemáticamente, pero que haya casi media decena de artistas acompañados de sus respectivos coloristas le quita TODA la consistencia gráfica que un cómic como este obligatoriamente debería tener. Cada uno aporta lo suyo, eso no se puede negar, pero la participación de Randolph y Corona es lo que realmente nos hace sentir más familiarizados con la historia. Mi descontento viene más por el lado de Guinaldo, un dibujante contra el que no tengo nada pero que no sé si fue la mejor elección a la hora de ilustrar la pelea entre Damian y BatGordon, que fue definitivamente lo mejor que pudimos leer en estas páginas. Randoplh tampoco lo hizo mal, de hecho su laburo me pareció genial desde la primera vez que lo vi, pero creo que quizás el error de DC fue darle una responsabilidad demasiado grande a alguien incapaz de cumplir con plazos mensuales. De todas formas no quisiera hablar de más y herir sensibilidades ni sonar como un sabelotodo en la materia porque, a fin de cuentas, el arte es algo 100% subjetivo.
Conclusión.
La editorial apuesta una vez más a un multitudinario crossover Batmaníaco que, a diferencia de eventos previos, demuestra un planeamiento milimétrico detrás y un alcance muy bien controlado, evitando que la historia se vaya innecesariamente por las ramas. Con un comienzo por demás de sólido y la promesa de seguir mejorando conforme pasen los capítulos, "Robin War" se consagra como una lectura obligada para todo lector interesado en el Bativerso actual. Hasta acá llega mi análisis, prometiéndoles un comentario exhaustivo sobre la segunda parte del evento en estos días y recordándoles que chequeen el checklist del mismo para estar al tanto de todo. Como último punto, me encantaría saber qué opinan ustedes sobre este cómic, considerando que muchos venimos esperándolo hace un largo tiempo y con altas expectativas que, por suerte, fueron alcanzadas.
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