Por fin esta semana se publica la cuarta entrega de la serie The Dark Knight III: The Master Race, y por ende ya algunas previews y reviews tempranas andan circulando por el vasto universo de la web. Teniendo en cuenta que dado el estreno de Batman v Superman: Dawn of Justice y el eventual retraso de este comic, entre esta publicación y la anterior parece que hubiese transcurrido una verdadera eternidad, por lo tanto en vez de cubrir el adelanto que la editorial nos otorga como hacemos habitualmente (comentando de manera superficial y breve los detalles de este), vamos a dar pie a un artículo donde nos rememoramos dónde quedamos en el argumento de esta historia y lo que nos depara puntualmente esta lectura, expresando algunas expectativas y concluyendo sobre el estado actual de la serie. Eso sí, si bien -como ustedes- no leímos aún el cómic, entre las siguientes teorías y comentarios pueden haber posibles spoilers.
El número anterior terminó con Quar y sus filas de religiosos extremistas alistando a Lara, fruto del amor entre Wonder Woman y Superman, cuando este último mencionado -despertado por un decrépito Bruce Wayne y su pupila Carrie Kelley- se afirma como un obstáculo entre sus hermanos de sangre y su objetivo de dominación mundial, generando también un conflicto muy potente con su primogénita. No queda duda alguna de que el terreno preparado para esta nueva edición es muy fértil y prometedor, abriendo paso al conflicto entre padre e hija ante dicho que, como podemos ver en las páginas que se muestran más arriba, culminan en una violenta pelea de tinte familiar que se puede llegar a transformar en una infructuosa dicotomía en que el Hombre de Acero se verá envuelto, viéndose en el medio de una colosal guerra entre los únicos supervivientes de su planeta natal y los habitantes del mundo que siempre protegió. Desde el vamos, al personaje le significa un giro con mucha tela para cortar, que haría cumplir con creces la promesa de los creativos en la que este superhéroe iba a tener un trato mucho más delicado que en las entregas anteriores de la saga.
Por otra parte, la violenta vorágine en la que la Tierra se encuentra en este punto le va a ser sumamente útil a los guionistas Frank Miller y Brian Azzarello para retratar de una manera más directa y agresiva los atentados de los Estados Islámicos a la cultura occidental, a partir de los ataques realizados por los terroristas habitantes de Kandor, como vienen haciendo. Hablando de la guerra, este es un terreno en el que esta versión-militar del Caballero Oscuro siempre se ha sentido cómodo, y pese a su estado físico, parece seguir dispuesto a calzarse la Capa y la Capucha (cuya imagen en los lápices de Andy Kubert queda muy épica) aunque sea para ser la mente estratega tras el ejército que Carrie Kelley y los Batboys suponen. Sólo queda por ver cómo planean defender a la Tierra y, obviamente, a Gotham, la cual se verá amenazada. Espero que también abran paso al desarrollo de otras tópicos, como Jonathan, el nuevo hijo entre la Princesa Amazona y Último Hijo de Krypton, del que poco sabemos, y también conocer más de la ocupación que Ellen Yindel en el argumento, ya que se anunció como un elemento clave en todo este lío pero poco la hemos visto en acción.
No les voy a mentir, los retrasos en las publicaciones de DK3 suponen un gran problema en varios aspectos para nosotros, los consumidores, afectando en un porcentaje bastante alto a nuestro interés y expectativa, así como el propio disfrute de la lectura, pero admito que también iba bastante cabizbajo a la hora de leer el número anterior a este y resultó ser el mejor de la tricuela. Efectivamente nos crea mucha impotencia la pésima ejecución editorial que DComics tiene para con su mejor éxito en años, pero a la hora de la verdad, poco problema debería ser esperar un mes más si el producto final hace valer la pena su espera. Parece que la situación está perfectamente dada para progresar todas las subtramas que ya están establecidas, porque la serie ya está a la mitad de su totalidad y es hora de que eso suceda, pero mientras se mantenga el ritmo logrado en la entrega previa (que es la cadencia característica de la saga Dark Knight) no debería haber ningún obstáculo. Sea como fuere, The Dark Knight III: The Master Race #4 es clave.
El número anterior terminó con Quar y sus filas de religiosos extremistas alistando a Lara, fruto del amor entre Wonder Woman y Superman, cuando este último mencionado -despertado por un decrépito Bruce Wayne y su pupila Carrie Kelley- se afirma como un obstáculo entre sus hermanos de sangre y su objetivo de dominación mundial, generando también un conflicto muy potente con su primogénita. No queda duda alguna de que el terreno preparado para esta nueva edición es muy fértil y prometedor, abriendo paso al conflicto entre padre e hija ante dicho que, como podemos ver en las páginas que se muestran más arriba, culminan en una violenta pelea de tinte familiar que se puede llegar a transformar en una infructuosa dicotomía en que el Hombre de Acero se verá envuelto, viéndose en el medio de una colosal guerra entre los únicos supervivientes de su planeta natal y los habitantes del mundo que siempre protegió. Desde el vamos, al personaje le significa un giro con mucha tela para cortar, que haría cumplir con creces la promesa de los creativos en la que este superhéroe iba a tener un trato mucho más delicado que en las entregas anteriores de la saga.
Por otra parte, la violenta vorágine en la que la Tierra se encuentra en este punto le va a ser sumamente útil a los guionistas Frank Miller y Brian Azzarello para retratar de una manera más directa y agresiva los atentados de los Estados Islámicos a la cultura occidental, a partir de los ataques realizados por los terroristas habitantes de Kandor, como vienen haciendo. Hablando de la guerra, este es un terreno en el que esta versión-militar del Caballero Oscuro siempre se ha sentido cómodo, y pese a su estado físico, parece seguir dispuesto a calzarse la Capa y la Capucha (cuya imagen en los lápices de Andy Kubert queda muy épica) aunque sea para ser la mente estratega tras el ejército que Carrie Kelley y los Batboys suponen. Sólo queda por ver cómo planean defender a la Tierra y, obviamente, a Gotham, la cual se verá amenazada. Espero que también abran paso al desarrollo de otras tópicos, como Jonathan, el nuevo hijo entre la Princesa Amazona y Último Hijo de Krypton, del que poco sabemos, y también conocer más de la ocupación que Ellen Yindel en el argumento, ya que se anunció como un elemento clave en todo este lío pero poco la hemos visto en acción.
No les voy a mentir, los retrasos en las publicaciones de DK3 suponen un gran problema en varios aspectos para nosotros, los consumidores, afectando en un porcentaje bastante alto a nuestro interés y expectativa, así como el propio disfrute de la lectura, pero admito que también iba bastante cabizbajo a la hora de leer el número anterior a este y resultó ser el mejor de la tricuela. Efectivamente nos crea mucha impotencia la pésima ejecución editorial que DComics tiene para con su mejor éxito en años, pero a la hora de la verdad, poco problema debería ser esperar un mes más si el producto final hace valer la pena su espera. Parece que la situación está perfectamente dada para progresar todas las subtramas que ya están establecidas, porque la serie ya está a la mitad de su totalidad y es hora de que eso suceda, pero mientras se mantenga el ritmo logrado en la entrega previa (que es la cadencia característica de la saga Dark Knight) no debería haber ningún obstáculo. Sea como fuere, The Dark Knight III: The Master Race #4 es clave.
Hablando del mini-comic adjunto, será protagonizado por una nueva Batgirl, de la cual ya hablamos previamente, pero lo más interesante de este es que su arte estará a cargo del propio Frank Miller, padre de la saga y precursor de la Edad Oscura sin la que hoy no estaríamos parados como industria y fandom de la manera en que actualmente lo estamos. A diferencia de las anteriores ediciones de los Dark Knight Universe Presents, Miller no estará acompañado por las tintas de Klaus Janson ni será una colaboración con otro artista, como lo hizo con John Romita Jr., todo lo que veremos será salido de sus trazos e ideas. Pueden opinar lo que quieran de su trabajo actual como ilustrador, pero lo cierto es que esta icónica figura del Noveno Arte satura sus páginas con sustancia y estilo, más allá de lo que esté escrito en el guión, sus ideas a la hora de dibujar son los que nos hacen sentirnos en casa. Su distintiva narrativa, composición de planos y diseño conforman el impacto y la irreverencia con las que nos enamoramos de The Dark Knight Returns y tanta controversia generó en Dark Knight Strikes Again... Sino echen un vistazo, vean como Miller mete a Batgirl en la mugre de Gotham haciéndola enfrentarse a un puñado de criminales neo-nazis, pandilleros, deformes y fetichistas. Un discurso ácido y político típico del buen Frank.
Las opiniones alzadas hasta el momento se muestran muy positivas ante esta nueva publicación, alegando incluso que su brillante cliffhanger nos garantizará la permanencia en la serie. A nosotros no nos queda más que esperar unos pocos días más para verificarlo, pero podemos tener la tranquilidad de que nada aparenta malir sal. ¡Jokersaludos!
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