LOS ETERNOS ROBIN
Historia: James Tynion IV y Scott Snyder
Guionistas: James Tynion IV, Tim Seeley, Steve Orlando, Genevieve Valentine,
Jackson Lanzing, Collin Kelley, Ed Brisson.
Artistas: Roge Antonio, Gerardo Borges, Fernando Blanco, Christian Duce,
Javier Piña, Goran Sudzuka, Tony S. Daniel, Paul Pelletier, Scot Eaton, Álvaro Martínez,
Marcio Takara.
Entintadores: Sandu Florea, Tony Kordos, Marc Deering, Wayne Faucher, Mark
Morales, Tony S. Daniel, Raúl Fernández.
Coloreadores: Tomeu Morey, Rain Beredo, Fabe Eltaeb, Sandra Molina, Allen
Passalaqua, John Rauch, Dean White, Chris Sotomayor.
Cuando se anunció "Batman and Robin Eternal", prometió
ser un homenaje a lo que Robin, el
adlátere por excelencia, realmente significaba. Se unía así al evento "Robin War" que buscaba lo mismo, a modo de celebración de los setenta y cinco años del estreno del personaje en las páginas de "Detective Comics" v1 #38, en abril de 1940.
"Robin War", como en estas mismas
páginas señalamos, resultó un proyecto bastante fallido —y forzado además— cuya
conclusión, vinculada a "Grayson" y a
una inesperadamente internacional Corte de los Búhos, nos dejó con la ceja levantada en actitud de clara duda.
En el poco
alentador panorama dejado por su predecesora, "Batman Eternal", nos
acercamos a "Batman and Robin Eternal" con la cautela a la que, duele
decirlo, DC Comics nos ha acostumbrado a tener desde el reboot de 2011.
En sus primeras
páginas nos encontramos de inmediato con la trama central: Batman le oculta cosas a Dick
Grayson, el Robin original. ¿Cuáles son sus razones?
En un flashback —que será la tónica de esta historia
que siempre corre a dos bandas, el presente y el pasado—, se nos descubre al Murciélago cometiendo un acto impensado
en él: arma en mano, mata a sangre fría a un matrimonio en frente de su hijo
—casi un paralelo con su propia experiencia—. ¿Qué significa esto?
Basados en una
historia original de Scott Snyder y James Tynion IV, un amplio abanico de escritores da
vida a esta gran historia de descubrimiento en la cual, Robin —en todas sus encarnaciones— se ve enfrentado a las razones
que llevaron a su mentor a transformarlo en su asociado en la lucha contra el
crimen.
Enmarcada dentro
del período de "Superheavy" —durante
el cual Bruce Wayne ha resucitado a una vida ignorante de su cruzada anterior—,
la información se nos entrega de forma dosificada, de modo que, esta vez, nunca
perdemos el interés por conocer lo que sigue a continuación.
Descubrimos ahí
una radical diferencia con "Batman Eternal" que, a fuerza de mantenerse en pie
por cincuenta y dos números, se nos volvió repetitiva, agotadora y,
definitivamente, aburrida.
Aquí, reiteramos,
no ocurre lo mismo: esas primeras páginas de la historia pronto se transforman
en un verdadero cuestionamiento del por
qué Batman tiene un Robin a
su lado. Y los guionistas se sirven de un gran personaje al que sólo conocemos
por el nombre de Mother: una aviesa
mujer que pretende crear al soldado perfecto en el cuerpo de un niño.
Decimos "gran
personaje" porque, mientras revisitamos el concepto del adlátere, Mother sirve como un espejo de Batman en el cual se nos permite
reflejar las razones de éste… y la validez de sus razones. Gran recurso
estilístico: un oponente que es el lado oscuro del protagonista, nos sirve, por
contraste, para entender qué es un sidekick para Batman. Setenta y cinco años después, nos llega la respuesta definitiva.
Este sólo
concepto, desarrollado eficientemente durante los veintiséis números de "Batman and Robin Eternal", debería bastar para
asegurar que este título es un gran acierto en medio del panorama poco
alentador que ha presentado DC para
sus personajes —y en el cual el Detective
ha salido perjudicado en más de una oportunidad—. Una trama bien armada, que se
desarrolla con fluidez, a pesar de la multitud de voces ante el teclado y la
diferencia de estilos entre los artistas, y que, aunque no podemos negar ciertos
momentos de flaqueo, se mantiene intacta y cautivante hasta su final.
Pero hay más en "Batman and Robin Eternal" que un buen plot inicial: este título es la
oportunidad de traer a este universo a varios personajes que, previo a The New 52, tenían una gran presencia e
historia en la carrera de Batman.
En escenas
plagadas de acción —sin escatimar en detalles casi gore—, recibimos a Orphan,
un David Cain que aquí es el principal peón de Mother. Reinventado para esta
continuidad, el personaje está perfectamente adaptado para su nuevo entorno y,
al correr de los números, nos sorprendemos con la profundidad que se le da, a
pesar de no ser el antagonista principal. Sin embargo, la principal razón de
nuestra alegría como fans de Batman
es saber que tras Orphan, viene su
hija: Cassandra Cain. Uno de aquellos caracteres que echábamos de menos en la
reinvención del Universo DC. Cada vez que leíamos Batgirl, extrañábamos su silenciosa
presencia, aunque Strix —la Talon aliada de las Birds of Prey— pudiera ser una suerte de lejana
reminiscencia de Cassie.
"Batman and Robin Eternal" nos la recupera y eleva su tragedia a grado
máximo mientras descubrimos su dura formación bajo los auspicios de Mother, a la par que, en los números
finales, nos enteramos de la espantosa ligazón que mantiene con Harper Row.
Sí, recuperamos a
Cassandra Cain y en la mejor forma posible.
Otros de los
personajes olvidados y que necesitábamos ver era a Jean Paul Valley, la espada flamígera de venganza
de la Orden de St. Dumas. Y "Batman and Robin Eternal" nos lo entrega en la
forma de un actualizado Azrael que
sirve a los intereses de una orden ya no mística, sino altamente tecnificada y
de propósitos aún más oscuros —y estrechamente vinculada a Mother—.
Nos lo encontramos
por primera vez cuando Red Robin y Red Hood viajan a Santa Prisca en busca de
respuestas —la historia recorre medio mundo, imaginario y real, en busca de
respuestas, algo que ya vimos en "Batman Eternal"—.
Inesperadamente
asociados con Bane, los dos ex Robin deben hacerle frente y dejar
pendiente la lucha hasta que vuelven a encontrarse en Gnosis, el santuario tecnológico de la Orden, donde no sólo consiguen librar de la muerte, sino que ganan
a Azrael como aliado.
Hemos mencionado
a Red Robin y Red Hood que, juntos, viajan a diversos
lugares intentando entender qué busca
Mother y cuál es el gran secreto de Batman
oculta. Éste nos sirve no sólo para recoger más pistas de la historia central,
sino también para descubrir la intimidad de Tim Drake y Jason Todd, para saber que también ellos ocultan sus propios traumas y
que, al igual que Grayson, también
se cuestionan por qué Batman
los eligió… o los creó, como afirma Red
Hood acertadamente en un momento: Mother se dedica a transformar a niños
en verdaderos soldados, quitándoles a sus padres y usando el trauma para anular
sus emociones y servir a sus propósitos. ¿Es aquello tan distinto de lo que
hace Batman? El Robin rebelde no puede evitar sentir que eso es lo que hace Batman —y nosotros nos preguntamos lo
mismo, a la luz de la información que se nos va dando—. Como escribimos, Mother es un gran referente para
entender a Batman.
Grayson, por su parte, también inicia un viaje acompañado de Harper Row y una dañada Cassandra —tanto física como
emocionalmente—. Juntos también
deberán sufrir su parte mientras descubren —en especial el agente de Spyral— qué se oculta tras los ataques de niños aparentemente inocentes.

Aunque no podemos
saber si todo lo que ella les enseña a Row
y Grayson es cierto, si nos da las
primeras grandes pistas que nos llevarán a entender quién es el punto central en la trama. Porque, si bien comenzamos
creyendo que esta es una historia sólo de Dick
Grayson y Batman, pronto descubrimos que hay más aún: En los flashbacks —que, ya mencionamos, son
parte integral de "Batman and Robin Eternal"—,
seguimos no sólo la tensa relación que se da entre el primer Robin y su tutor, sino que vamos
aprendiendo que todo es un malentendido y que es la manipulación de Mother que nos hace ver las cosas a su
modo. Si bien, en persecución de Scarecrow,
el novato Robin comete imprudencias,
las censuras de Batman no nacen de
su decepción, sino de su deseo de verlo mejorar… y de cuidarlo.
Sí. En el pasado
de "Batman and Robin Eternal" entendemos que Batman está tras la pista de Mother y que, sabedor de los grandes
peligros que enfrentará, debe dejar a su joven pupilo de lado. Es que, además,
para poder acercarse a ella, debe ponerse a su disposición, primero como Bruce Wayne y luego como Batman.
Como Bruce Wayne es capaz de desentrañar gran parte del misterio de Mother. Los orígenes de ella —única
sobreviviente de una matanza en su pueblo natal, Gardevia—, nos explican por qué hace lo que hace: crear asesinos
perfectos a través del trauma.
Como Batman, debe ensuciarse las manos para
desenmascarar a Mother. Ella, que
adivina su doble personalidad, le ofrece al compañero perfecto, un soldado que
sea capaz de pelear en la guerra del Encapotado
contra el crimen. Es precisamente en este contexto que se da la escena del
número #1 de "Batman and Robin Eternal": Batman
mata a un matrimonio enfrente de su pequeño niño… O eso parece a simple vista.
Los escritores
juegan muy bien con las confusiones y cualquier hecho presenciado en un flashback aquí, sólo es comprendido a cabalidad
una vez que se abre la viñeta hacia un plano general.
Mientras el
presente avanza hacia su punto culminante, es en el pasado dónde encontramos la
fuerza motora tras "Batman and Robin Eternal": Mother envía a una Cassandra Caín niña a su
bautismo de fuego: asesinar a la madre de Harper Row.
Es ella, la niña
perspicaz y decidida que logró sacar a Batman de su abulia tras la trágica muerte de Damian,
la que se forjó un camino como nueva Robin,
la que en "Batman Eternal" se nos
reveló como una muy capaz Bluebird.
Ella, Harper Row resulta ser el eje de "Batman and Robin Eternal".
En un hábil juego
de los guionistas, Row y Cassandra han desarrollado una suerte de
dependencia mutua que parece destrizarse tras la ominosa revelación. Un
escenario preparado para que le demos la razón a Mother.
Por última vez
los dardos apuntan a Batman, quien
se niega a aceptar este "obsequio" de parte de Mother: Batman necesita
un Robin a su lado, pero ahora
comprendemos que él no necesita un soldado que siga sus órdenes, sino un
compañero que lo complemente.
En una emotiva
escena entre Batman y su hijo Damian —que aparece intempestivamente
cerca del desenlace—, entendemos por fin qué
es Robin para Batman.
Nos permitimos
transcribir el diálogo, acertadamente escrito:
Damian: If I’m going to be a soldier
for the cause, you should…
Batman: I said enough. I’ve never made a soldier. I don’t want
to. Dick?
A clearer visión of what Batman was meant to be. Jason is willing to do
what Batman can’t, when the world needs it. Tim has a strategic sense
I envy. I’ve never seen him move too early. Sometimes you do. But that might save
you someday. I want you to decide for
yourselves what you do… who you
become.
Damian: So… That’s why you…?
Batman: You’d acquire
these skills. With or without me. It’s trust
that doesn’t come easy. I’ve broken
that trust, sometimes I’ve made mistakes. You know that. But I never want to make soldiers. I want you
to become Robins. To trust yourselves. To know someone believes in you. (*)
Este díptico que
conforman Batman y Mother nos ayuda a establecer las
diferencias y, por contraste, entender las razones del primero y, más
importante aún, la relevancia que Robin
—en cualquiera de sus encarnaciones— tiene para él.
Si Snyder y Tynion querían transformar este título en un tributo a la figura
del adlátere, lo logran a cabalidad: Robin
está ahí porque es necesario. Porque sin él, Batman está incompleto. Robin
es, en definitiva, todo aquello que Batman
nunca podrá ser.
Sin embargo, a
pesar de que ya entendemos los secretos de "Batman and Robin Eternal", la historia no acaba aún.
Mother está preparada para la siguiente fase. Ya no necesita de alguien como Sculptor u Orphan para crear el trauma necesario para su causa. La Orden de St. Dumas le ha proporcionado
la solución cibernética a ello, que a través de un estallido sónico, rehaga el
cerebro de los niños para transformarlos en sus soldados que inauguren un nuevo
mundo donde no existan débiles como la entera población de su natal Gardevia, que se dejó matar sin dar
pelea. Si Mother usa el trauma para
sus propósitos, ella es la primera víctima de éste. Lo que no le exime de culpa
en lo que viene a continuación:
Echando mano de
los otros rincones del Bativerso, Mother hackea el satélite Somnus de Spyral y, mediante él, lanza su ataque.
Como la situación
obliga a una acción de escala mundial, son los portales gentileza de Watchstorm la inmediata solución,
introduciendo tardíamente a Midnighter,
compañero de aventuras en un par de números de "Grayson".
Establecido el
último campo de batalla; la Bati-Familia
acude en pleno para destruir la influencia sónica de Mother, mientras Grayson
intenta el rescate de Row y Cassandra desde la base ártica de la
enemiga de marras.
Sin embargo, todo
se resuelve en un plano más íntimo: Harper
Row, enfrentada a Cassandra Cain, la asesina de su madre. ¿Habrá logrado por fin Mother crear al asesino perfecto?
Confianza, menciona Batman
a su hijo Damian. Y eso es algo que
no se puede destruir. Row tiene
confianza en sí misma. No necesita ser manipulada para hacer lo que se debe
hacer. La verdadera enemiga es Mother.
Cain es otra víctima en su
experimento cruel.
En una climática
escena, Row libera a Cassandra, se enfrenta a Mother y… decide hacer lo correcto. No mancharse
las manos de sangre. Quizá Harper Row nunca sea un Robin, pero en "Batman and Robin Eternal", ella es el epítome del Robin
perfecto.
Presentado como
un título en conmemoración de los setenta y cinco años de Robin, "Batman and Robin Eternal" es la perfecta muestra de lo que una buena historia, manejada en dosis justas,
no alargada excesivamente, puede lograr: no sólo reafirma la importancia y
necesidad de Robin como compañero
—un complemento— de Batman, sino que
sabe dar cierre a la historia de Harper
Row, tempranamente introducida en la
mitología, pero que divagó por los diversos títulos de la franquicia sin una
presencia importante por sí sola. También nos sirvió para dar la bienvenida a
personajes olvidados en el reinicio y que, se augura, tendrán participación
continua tras "Rebirth".
"Batman and Robin Eternal" es, en resumidas cuentas, una historia redonda.
Con un plot inteligente. Con un
equipo de guionistas que supieron ser una sola voz. Y una gama de artistas
destacado, dentro de los cuales, nombres como los de Álvaro Martínez y Raúl Fernández, trabajando a dupla, dan una visión casi cinematográfica
a las viñetas y que esperamos ver más de continuo en cómics relacionados con Batman o con cualquiera de sus
compañeros, los Eternos Robin.
(*) Damian: Si voy
a transformarme en un soldado para la
causa, deberías…
Batman: Basta, te
dije. Nunca he formado soldados. No quiero eso. ¿Dick? Una visión mucho
más diáfana de lo que debió ser Batman. Jason tiene la voluntad para hacer
lo que el mundo necesita cuando Batman no puede. Tim tiene un sentido de
la estrategia que le envidio. Nunca lo he visto moverse antes de tiempo. A
veces ustedes lo hacen. Pero eso les salvará la vida algún día. Quiero que decidan por ustedes mismos lo que hacen… en quiénes se transformarán.
Damian: Entonces… ¿Por
eso tú…?
Batman: Ustedes han
adquirido estas habilidades. Conmigo o sin mí. Y esa confianza no se consigue con facilidad. Yo he roto esa confianza, he cometido errores a veces. Ustedes lo saben.
Pero nunca he querido hacer de
ustedes unos soldados. Quiero que se conviertan
en Robins. Que confíen en ustedes mismos. Que sepan que
alguien cree en ustedes.
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