"Pinewood".
Dirección: John Stephens.
Guión: Robert Hull y Megan Mostyn-Brown.
“La creación es
siempre tan violenta.”
Este capítulo continúa exactamente donde se quedó el anterior, es decir, cuando una reciente liberada Barbara Kean decide visitar a Jim.
Como podemos imaginar, la blonda intenta demostrarle a su ex-prometido que está
curada y que todavía tiene sentimientos por él. Jimbo no está nada contento con la
visita y la invita a tomarse el buque. Antes de irse, sin embargo, Barbara nota que su amado está
trabajando nuevamente en el asesinato de los Wayne y reconoce, en uno de los archivos que hay sobre una mesa, a La Dama, a quien recordamos por ser una proveedora de sicarios cuyos
servicios ya fueron usados Tabitha Galavan sin éxito contra el propio Gordon). La
señorita Kean ofrece su ayuda, ya que clama conocer a la criminal en cuestión, mas Jimbo
simplemente le cierra la puerta en la cara. De camino al departamento de Jim, Harvey Bullock se topa con ella y se pone frenético, pidiéndole una explicación a su buen amigo.
En la Cueva, Bruce y Lucius
Fox están esperando a que los archivos de la computadora de Thomas Wayne se
desencripten. Cuando Alfred llega a cortar un poco con el ambiente ofreciendo
unas vituallas, nuestro joven héroe logra desbloquear el calendario de su padre. Indagando en los archivos, descubre que su padre se reunió con una tal Karen Jennings
una semana antes de su fatal destino. Acto seguido, Bruce sale de inmediato en busca a esta
misteriosa mujer.
Por su parte, Jim va tras la pista de quien haya ordenado la muerte
de los Wayne. Bullock le informa que solo hay dos contratistas de sicarios en
la ciudad, uno muerto y el otro (otra) es La Dama, de quien no se sabe mucho en la
actualidad ya que ha caído en desgracia desde que falló en matarlo. Gordon decide entonces visitar a los hitmen locales, a ver quién puede tirar o, mejor dicho, escupir algún dato que lleve a la ubicación de esta mujer. Ah, recordemos (como lo hace oportunamente Harvey) que
Jimbo está en un impase con su carrera policial, ergo, puede sobrepasarse con sus
métodos y vaya que le saca provecho a su situación *guiño, guiño*
Strange y su
asistente, la fiel Sra. Peabody, supervisan
uno de sus múltiples experimentos de reanimación en Arkham, con una excesiva expectativa por parte
del calvo doctor a raíz de los métodos que están usando para regresar a los villanos a la tierra de los vivos, cortesía de Victor Fries. Peabody comunica
a Hugo que alguien está buscando a Karen Jennings, a quien ellos no habían podido localizar, puesto que ella fue la primera paciente de sus abominables prácticas.
Bruce y Alfred llegan a lo que aparenta ser el hogar de Karen.
El joven amo Wayne decide utilizar algunos de los nuevos trucos que aprendió mientras vivió en las calles con Cat para forzar
la puerta. Dentro de la casa, y sospechando de que algo no anda bien, Alfred
desenfunda su arma pero es atacado por un rápido movimiento de una persona,
quien le ocasiona un fuerte y extraño corte en su mano derecha. Se trata de la mismísima Jennings, por lo que Bruce trata de demostrarlo que no vienen a hacerle daño. Para su sorpresa, la mujer tiene en su mano izquierda una especie de garra, como si fuera
la de un dinosaurio (!)
Gordon encuentra finalmente a La Dama, pero el tema es que
está en un club que es sólo para mujeres (y criminales). La encargada de la
puerta se lo deja muy en claro apuntándole con una pistola cuando nuestro
protagonista intenta meterse. Pero adivinen quien llega al rescate… ¡Si, Barbara! La
rubia ofrece ganarse la confianza de La Dama para obtener la información que
Jim desea, aunque sobra decir que él
no está del todo seguro de las motivaciones de su ex.
Karen, como se dijo, fue la primera voluntaria en el programa de
experimentos genéticos de Empresas Wayne, Pinewood
Farms, por la deformidad que padecía en el brazo izquierdo, sumado a que era reclusa en Blackgate. Thomas Wayne
cerró el programa y relocalizó a los pocos sobrevivientes al saber los viciados
procedimientos que se llevaban a cabo y, poco antes de morir, visitó a Karen
porque sabía que el programa estaba siendo reactivado por una misteriosa mente criminal y, dado que lo más seguro
que es que los Wayne hayan sido ultimados por haber descubierto muchas "irregularidades"
en sus empresas, Bruce quiere que Karen lo ayude como pueda.
Barbara, entre tanto, se gana la confianza de La Dama y le ofrece una
posibilidad de "recuperar prestigio". Seguidamente, Gordon es atrapado por la señorita Kean
mientras intenta colarse de nuevo en el club. Maniatado y a merced de tres
mujeres sensuales peligrosas Jim se enfrenta (una vez más) a un
escenario complicado. Sabe que La Dama envió a Matches Malone a matar a los Wayne, aunque Barbara es quien la persuade de
contarle, a modo de último deseo de nuestro protagonista, quién la
contrató. Curiosamente no hay nombres ni rostros, solamente un alias: El Filósofo. Tras la revelación, Barbara noquea a La Dama y a su "guardaespaldas" ya que, como podíamos
esperar, era otro gesto de la blonda para con el buen Jimbo.
Bruce y Alfred son conducidos por Jennings hacia un edificio
aparentemente abandonado, pero parece que en realidad Karen los condujo ahí para persuadir a Bruce de abandonar la búsqueda por su
propia seguridad. Para su desgracia, resulta que el grupo fue seguido por un par de asesinos y, bueno, se
pueden imaginar que se larga la persecución dentro de la tenebrosa clínica fantasma.
Karen destroza a uno de los hitmen con su garra, mientras que el restante recibe un balazo
de Pennyworth. Cuando finalmente logran salir de la instalación, la policía los está esperando.
Volviendo a los asuntos de Jim y Barbara, el bueno de Gordon sigue sin poder confiar en su ex-prometida y, mientras trata de convencerla de que
se aleje de él, recibe el llamado de Bruce para contarle lo que pasó. Ya liberados, Bruce, Alfred y Jim comparten revelaciones. No
queda otra que intentar liberar a Karen, que está siendo trasladada nuevamente a Blackgate, donde seguramente buscarán silenciarla dado que puede identificar al personal de
Pinewood. Por otra parte, la noticia del traslado de Karen Jennings llega a oídos del Dr.
Strange y decide enviar a alguien para encargarse de ella. Ese alguien no es otro que el mismísimo Victor Fries, que tendrá la oportunidad de salir al mundo exterior para probar sus
juguetes nuevos.
Los tres antes mencionados logran interceptar y hacerse con
el camión de traslado de Blackgate, pero Fries los estaba esperando. Mientras Alfred y Jimbo se tirotean con el hombre congelado, Karen
toma la decisión de entregarse para salvar a los demás.
Antes de embarcarse hacia su destin final, la joven le cuenta a Bruce que Thomas fue como un padre para ella y por eso
decide sacrificarse. Sin más remedio se entrega a Fries, quien la asesina al mejor estilo
Fatality del buen Zub-Zero (?)
Al poco tiempo, Fox llega a la Mansión Wayne habiendo encontrado algo
que les puede interesar a Bruce y al resto de la muchachada: un boletín de Empresas Wayne que tiene
una foto de un equipo deportivo de miembros de la compañía (un equipo de
crikett al parecer). Cada miembro tiene un alias junto a su nombre y adivinen
cómo se llama el que está junto a Thomas Wayne: Hugo "El Filósofo" Strange. ¡CHAN! El amo Bruce, lógicamente, entra en cólera.
De regreso en Indian Hill, se dispara una
alarma en una de los cámaras de experimentos. ¡Finalmente lograron revivir a uno de sus pacientes! Se trata nada más y nada menos que de Theo Galavan que, como si hubiese revivido en un Pozo de Lázaro, se despierta
extremadamente violento y psicópata, gritando muchas incoherencias
sacramentales (?) y tratando de comunicarse con su hermana, sin embargo solo repite una palabra: ¡AZRAEL!
OPINIÓN:
Nuevamente, un gran capitulo de esta serie.
Para empezar, dos esperados personajes, ahora renovados, se dieron en lo que podríamos calificar como el nacimiento oficial de Azrael y Mr. Freeze en el Gothamverso, y eso no es poca cosa.
Para empezar, dos esperados personajes, ahora renovados, se dieron en lo que podríamos calificar como el nacimiento oficial de Azrael y Mr. Freeze en el Gothamverso, y eso no es poca cosa.
Una vez más se nos presentó un personaje que genera
empatía y sufre un destino trágico, con lo cual es justo reconocer el gran y emotivo trabajo de la actriz Julia Taylor Ross en el rol de Karen Jennings. Una pena que haya terminado así.
Como otros highlights debo agregar las cortas pero efectivas
apariciones cómicas de Harvey Bullock, la brutalidad de James Gordon que se transforma en todo un matón cuando está de mal genio y, aunque haya habido poco de Alfred, yo vitoreo (?) con sólo verlo pelear o con un arma en mano. Tampoco podemos dejar pasar
(que casi, casi lo hago) a Barbara. Si bien se notaba que sus planes eran obvios, el
detalle más llamativo es que al final del episodio la vemos yacer dormida en la
falda de Tabitha Galavan mmmmmm y eso es algo que necesitamos ver
como fluye (no pun intended, diría un
colega).
Una cosa que sí me pareció algo idiota fue el hecho de que nunca
pensaron en preguntarle a Karen cómo lucía el hombre que manejaba Pinewood.
Digo, está bien ella lo puede reconocer pero me van a decir que a nadie le entró la curiosidad
de preguntarle "¿cómo luce el tipo?". Estamos hablando de Jim Gordon, un detective
y Bruce Wayne, un aspirante a detective. Creo que les hubiera servido saber de
prepo que el hombre que buscan es pelado, de barba prolija, petizo y con lentes
de científico loco. Esa es justamente la clase de persona que podría llamarse a sí mismo Filósofo
(?)
PUNTAJE: 8/10
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