Reseña: "Robin: Son of Batman" #13

Título: "It Never Ends".
Guión: Ray Fawkes.
Arte: Ramon Bachs.
Colores: Mat Lopes.
Letras: Deron Benentt.
Arte de Tapa: Ramon Bachs y John Kalisz.


Finalmente llegamos al último número, al cierre de la cruzada de Damian Wayne. O algo así.

Recordemos que en el capítulo previo, Damian logró salvar al mundo del renacimiento de Lu’un Darga. Sin embargo, y por sorprendente que parezca, en el proceso se conmovió por su rival, Suren Darga, porque encontró paralelismos entre ambos: herederos de un clan macabro usados como herramientas por sus familias en sus perversos juegos. Por ello, antes de que su madre pudiera usar al joven Darga para acabar de una vez por todas con "la guerra entre inmortales", Robin decide liberarlo.

Mientras Damian y Maya le enseñan a Suren las bondades de un postre después de un almuerzo rápido, son alcanzados por un grupo de soldados del clan Darga. Suren afirma que los puede detener si le quitan las esposas pero, ni bien los chicos y el buen Goliath se prestan a enfrentarlos, los guerreros caen súbitamente derrotados. Aunque Damian cree que fue obra de Suren, éste también se desploma. NoBody descubre unas extrañas emanaciones de energía que resultan ser magia de Darga. Hora de otro viaje, esta vez directamente a la fuente: Rusia Con Amor.

¿A dónde iba a ser sino en el cráter de Tunguska? (?) El templo personal de Den Darga está justamente allí y, dentro, una misteriosa figura está recibiendo energía. Es Den, que acaba de volver del mundo de los muertos (o espíritus, no sé, ustedes vean), y es que el picarón dejó un plan de contingencia en caso de que su plan maestro fallara miserablemente: una ‘batería que reúne el poder’ de quienes le sirven al clan. Su padre le revela nomás a su Suren que, como Damian le había dicho, lo usó solamente para regenerarse y tomar el control del mundo en solitario. Ahora necesita de su energía para completarse.

Den toma a su hijo pero éste le sorprende liberándose de sus esposas y aplicándole un hechizo que hace que su poder empiece a drenarse de los espíritus que lo mantenían recargado y, acto seguido, recibe una tremenda paliza del Niño Demonio y su amiga. Sin embargo, el líder Darga insiste en que volverá a regenerarse gracias a la batería. Entonces Robin lanza un par de cuerdas a la batería y le pide a un débil Suren que emplee su hechizo una vez más, usándolo a él como una suerte de catalizador. Se genera una tremenda descarga de energía y tanto Damian como Den caen desplomados al suelo. 

El Niño Demonio se sacrificó para salvar al mundo, digno hijo del Murciélago. Pero ey, que no acaba aquí. El alma de Damian yace en el torbellino de almas arrancadas a Den Darga y logra escuchar los pedidos de sus amigos de volver (parece que se va al Cielo o a un lugar parecido, como el cambiador de los desfiles de Victoria's Secret), pero el espíritu de Den intenta evitar que esto suceda y trata de agarrarlo. Un recuperado Suren utiliza su poder para destruir el alma de su padre y así termina el asunto, con Damian regresando al mundo de los vivos (por segunda vez en menos de dos años (?)).

OPINIÓN: 
  
Se terminó sin duda uno de los mejores libros del infame DCYou, pero las cosas acaban con un sabor un tanto distinto al de origen.

No hay duda que, junto a Peter Tomasi, Patrick Gleason es uno de los padrinos de Damian Wayne. Pat nos sorprendió guionando al personaje, amén de dibujarlo, y el resultado fue magnífico. No obstante, el relanzamiento que significó "Rebirth" aceleró la salida de algunos equipos creativos para empezar a trabajar en lo que venía. Gleason se volvió a juntar con Tomasi, esta vez para trabajar en "Superman", y fue Ray Fawkes quien se encargó de escribir el cierre del libro, tras haber escrito el número que fue tie-in de "Robin War".

Creo que el trabajo de Gleason fue magnífico en todo sentido por lo tanto, si bien considero que Fawkes se desenvolvió bien, estuvo lejos de lo que el artista/guionista hizo en su lugar. Como dije, este libro era suyo, se notaba muy personal y difícilmente cuando se pasa a otras manos (buenas o no) se pueda mantener el mismo espíritu.

Gleason hizo un libro bestialmente épico y con mucha oscuridad, y ese tono se hizo muy light después de su salida. Pareciera que en casos como éste (o "Grayson", por ejemplo) sin decir que el trabajo de los reemplazantes sea malo, la idea era el cierre y eso nomás. Sin ir más lejos, el número final está a millones de años luz de lo que fue la primera batalla con Den Darga, que se dio en lo que fue la mitad de la historia.

A Mat Lopes se le reconoce también que hizo un gran trabajo, pero es imposible (repito por enésima vez) no compararlo con el trabajo de Pat Gleason.

Este número en particular es de lo más flojo de la serie, que igual será recordada como una de las mejores de DCYou. Se lo notó como medio forzado, onda "terminemos con esto y ya". Quizás no hubiese sido una mala idea un número extendido para darle un cierre más épico a tono con como fue el libro en general, pero ya es tarde para eso. 

En definitiva, así terminó. Con Damian muriendo sólo por un rato (¿era eso necesario?). Además parece que el Niño Demonio leyó las aventuras de su padre escritas por Scott Snyder, ya que además de siempre discriminar al pobre Hijo del Murciélago en sus historias hizo que Batman se conecte a una máquina y reciba una descarga como cinco veces durante su run. Los resultados demuestran, sin embargo, que eso es cosa de grandes, porque Bats nunca murió (jeje).

Lo que si aplaudo es el hecho de que metieran en esta historia a Tunguska donde, recordemos, ocurrió una gran explosión en 1908 a causa de un bólido. Las teorías van desde cometas, eventos naturales casi imposibles, pruebas de armamento y hasta OVNIS. Esto lo digo en contraposición a los últimos números, que se situaron en lugares tan infantiles como Isla Dinosaurio y Ciudad Gorila, que parecía iban a cumplir un rol más importante en las historias y no fue así.

En fin, Damian ahora se suma a los Jóvenes Titanes y vaya uno a saber qué será de Maya Ducard (me gustó el personaje, lo admito) o también de Suren Darga y, por supuesto, de Goliath, que nos ganó a todos los fans de Niño Demonio. Con un poco de suerte, el tiempo dirá.

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