CAMINEMOS
Título: Rise of the Batmen, part four: The Great
Escape.
Guión: James Tynion IV.
Lápices: Álvaro Martínez.
Tintas: Raúl Fernández.
Colores: Brad Anderson.
Portada: Eddy Barrows, Eber Ferreira, Adriano
Lucas.
Portada variante: Rafael Albuquerque.
“La mayoría de los seres humanos […] cree que las
imágenes exteriores son la realidad y no permiten a su propio mundo interior
manifestarse. […] Pero cuando conoces lo otro, ya no puedes elegir el camino de
la mayoría. Sinclair, el camino de la mayoría es fácil; el nuestro, difícil.
Caminemos.”
(Demian, Herman Hesse)
Comentaba un
colega del Blog hace un tiempo, que esta nueva era de Batman —era "Rebirth", me refiero— se estaba
volviendo cada vez más atractiva porque King,
Tynion, e incluso Seeley, nos están trayendo a un Encapotado pleno de acción y
movimiento. Ya comienzan a quedar atrás los tiempos de Snyder, que nos brindó un Batman
que continuamente invitaba a preguntarnos quién
era, qué lo definía. Etapa, valga decirlo, más que
interesante y que colocó al título "Batman"
en la puntera de DC Comics. Más allá de los pequeños ripios
que pudimos encontrar en el run de Snyder, nos queda la satisfacción de
asistir a la creación de un Batman
con mayor profundidad y con el que nos pudimos involucrar más íntimamente. Snyder —y Capullo en el apartado gráfico— nos dejaron un potente punto de
partida sobre el que los autores están construyendo aún más potentes historias
para nuestro Murciélago favorito y
los demás integrantes de la Bat-Family.
Y Tynion —discípulo privilegiado de Snyder— ha sabido aprovechar la
coyuntura y ha tomado "Detective Comics" —título fundacional— y lo ha
transformado en un crisol para forjar personalidades fuertes que no sólo acompañen a Batman, sino que sean sus iguales.
Si alguna vez "Detective Comics" fue la cuna de Bruce Wayne y su alter ego, hoy Tynion
está usando el título para presentarnos a Batwoman…
más bien dicho, a una nueva Batwoman. Personaje que nació al amparo
de otros títulos, que tuvo corta vida en The New 52,
pero que hace mucho tiempo se merecía pisar fuerte en las calles de Gotham. Y lo hace con el mejor
argumento que puede existir: la rebelión
contra el padre.
Todo gran héroe
no termina de redefinirse sino hasta que se rebela contra su pasado y entiende
que debe caminar a su propio ritmo. Incluso nuestro mismo desarrollo personal
debe pasar por una ruptura llamada adolescencia, que nos ve entrar como niños y
salir como adultos.
Tynion hace esto con Batwoman.
Aprovecha todo el
background que la editorial ha creado
para ella, lo tuerce, le da una nueva mirada y, de pronto, se obra el milagro
de este arco titulado "Rise of the Batmen".
Hoy, casi diez
años después de su nacimiento en las páginas del mega arco "52", Batwoman comienza su
adolescencia como personaje, para, no nos cabe duda, emerger como héroe maduro
e independiente tras este arco.
Todo lo que
aprendimos de ella, de su padre, de su cruzada, adquiere un sentido único en
las letras de Tynion. Es como si se
nos quitara un velo y viéramos la historia de Batwoman por primera vez. La revelación que antecede a la rebelión.
Se revela y se rebela ante nuestros ojos de lector.
Y aunque
podríamos pensar que Batman es un
gran despistado que nunca se dio cuenta de cómo se levantaba la Colony sobre sus propias huellas, o que
nunca supo de una Corte de Búhos
en las sombras, o que incluso niega la existencia de la League of Shadows —como vemos cuando se enfrenta
al Coronel Kane en las páginas de este #937—,
la verdad es que no podemos negar una intención de él al convocar a Batwoman a su lado.
Batman, en este juego que nos propone Tynion,
se transforma en un auténtico Max Demian que abre los ojos a Emil Sinclair por primera vez y le enseña que el confort del hogar en el
que nos criamos es una fachada y que la oscuridad y la maldad bien pueden haber
estado durmiendo a nuestro lado desde siempre. Batman, como el antihéroe de Hesse,
extiende su mano e invita a Batwoman
a caminar a su lado.
Tynion, hábilmente, ha preparado el camino para el momento final de este número
de "Detective Comics": la hija predilecta en carga contra el padre.
Los hechos
formales son pocos: Batman despierta
en algún tipo de prisión de la Colony.
A su lado, un par de soldados examina todos los chiches de su utility belt.
Y ocurre lo que
todos sabemos que ocurrirá. Batman,
contra todo pronóstico, escapa y, en su camino se topa con un joven genio que
ha estado robando todo su accionar para replicarlo en los súper soldados. Por
fin entendemos gran parte de lo que ha sucedido bajo el suelo mismo de Gotham. Sin embargo, no entendemos el
alcance real de lo que ocurre hasta que Batman se topa con el Coronel Kane en persona —su tío, en sentido estricto—, quien acaba por encañonarlo.
Es hora de romper el modelo y superarlo.
Al mismo tiempo, Batwoman y sus compañeros llegan a las
profundidades de Gotham donde Red Robin ha usado las estaciones de metro abandonadas y olvidadas,
para levantar un refugio altamente sofisticado y que, gracias a sus conexiones
subterráneas, les permiten irrumpir en los cuarteles generales de la Colony justo a tiempo para impedir al Coronel apretar el gatillo y, más
importante aún, para enfrentar directamente a padre e hija.
Parece poco, pero
su riqueza es indudable. El antiguo rito del paso a la adultez se ha consumado
y Batwoman enfrenta a su pasado para
poder forjar un futuro propio. Tras este número iniciático, nada volverá a ser
lo mismo.
Batwoman es una igual con Batman. De hecho,
hoy es ella quién lo salva, replicando ese momento pretérito cuando él la salvó
a ella.
Fueron años bajo
la sombra de su padre. Viendo las cosas como las veía su progenitor. Hoy, Sinclair ha abandonado su hogar y ha
tomado la mano de Demian, no sólo
para caminar junto a él, sino para levantarlo del suelo. Para ver las cosas,
enfrentar lo realmente oscuro con ojos de adulto.
Tynion nos ha regalado este maravilloso momento y sólo podemos agradecerle.
El apartado
gráfico, como ya hemos visto en números anteriores, está a la altura del relato
y es un placer ver que no sólo Snyder
dejó sentada las bases en cuanto a la construcción de Batman, sino también Capullo
quien nos enseñó que el Encapotado debe ser físicamente un bloque, un luchador,
alguien intimidante.
La viñeta en que Batman se alza tras escapar es
cojonudamente aterrorizante. Sabes que ese tipo puede partirte la cara de un
solo puñetazo.
Pero Martínez, preciosamente acompañado por Fernández en las tintas, también se
luce dibujando grupos de personas —y este "Detective
Comics" es la historia de un grupo
además— y las escenas que nos da en la gigantesca estación de metro abandonada
son un goce. Cada individuo definido por su propio lenguaje corporal.
Si alguna vez
tuvimos dudas, hoy han quedado olvidadas ante el apabullante trabajo, tanto en
la forma como en el fondo, que Tynion
y Martínez están realizando. Sin
darnos cuenta, nos han subido a un gran viaje de crecimiento junto a Batwoman. Ella, no cabe duda ahora, es
el eje de la historia. Batman es el
convocador, pero no la primera figura. Hoy "Detective Comics" es sobre Kate Kane y su alter ego
en negro y rojo.
Su camino no será
fácil. Pero no avanza sola. Batman
es su acompañante. Nosotros también.
Caminemos.
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