Antes que nada, agradecemos encarecidamente a Warner Bros. por habernos invitado a la Avant Premiere de la película, que tuvo lugar en Buenos Aires, Argentina. Un verdadero honor. Y por supuesto a ustedes, fieles seguidores, que con su apoyo lo volvieron a hacer posible.
"We're bad guys. It's what we do".
Casi nadie está de acuerdo sobre lo que Batman v Superman: Dawn of Justice fue, pero ni por asomo era lo que se esperaba. Tanto para el público, la crítica o la misma distribuidora, la cinta no alcanzó a ser el colofón que diera paso al Universo Cinematográfico Extendido emergente que DC se traía entre manos. En cambio lo dejó temblequeando, obligando a que sus coordinadores hicieran múltiples cambios de planes en muchos aspectos.
De repente, la nueva obra de David Ayer veía como caía sobre sus hombros la responsabilidad de elevar a flote esta franquicia, no sólo metiendo un éxito en taquilla sino también reconciliando a los espectadores con su propuesta histriónica y relajada. El momento finalmente llegó, y la reacción es increíblemente polémica para un film abiertamente pochoclero que no cuenta con grandes ambiciones, y pese a eso tenemos un horroroso 26% en Rotten Tomatoes, sumado a una audiencia totalmente polarizada. Ante una nueva controversia cinematográfica desembocada en un torrente caótico de opiniones desencontradas, ¿realmente qué tal está Suicide Squad? Descúbranlo con nosotros en este artículo.
"We're bad guys. It's what we do".
Casi nadie está de acuerdo sobre lo que Batman v Superman: Dawn of Justice fue, pero ni por asomo era lo que se esperaba. Tanto para el público, la crítica o la misma distribuidora, la cinta no alcanzó a ser el colofón que diera paso al Universo Cinematográfico Extendido emergente que DC se traía entre manos. En cambio lo dejó temblequeando, obligando a que sus coordinadores hicieran múltiples cambios de planes en muchos aspectos.
De repente, la nueva obra de David Ayer veía como caía sobre sus hombros la responsabilidad de elevar a flote esta franquicia, no sólo metiendo un éxito en taquilla sino también reconciliando a los espectadores con su propuesta histriónica y relajada. El momento finalmente llegó, y la reacción es increíblemente polémica para un film abiertamente pochoclero que no cuenta con grandes ambiciones, y pese a eso tenemos un horroroso 26% en Rotten Tomatoes, sumado a una audiencia totalmente polarizada. Ante una nueva controversia cinematográfica desembocada en un torrente caótico de opiniones desencontradas, ¿realmente qué tal está Suicide Squad? Descúbranlo con nosotros en este artículo.
Atención: Si bien no habrá spoilers masivos a continuación, me veré libre de comentar detalles de la trama que fueran revelados con anterioridad al estreno, ya sea por medio de avances o entrevistas. Avisados están.
Para el momento en que me senté en la butaca y la proyección comenzó, el embargo había sido levantado y había visto cómo la crítica especializada se encargó de destruir la película, así que, más allá del impacto inicial que significó, no tenía ni idea de cómo iba a resultar esto. Fui algo desconfiado, lo admito. Conforme la historia avanzaba, las cartas se ponían sobre la mesa y me hacía una idea de hacia donde apuntaba todo, no podía evitar reparar en que en realidad estaba viendo algo genuinamente bastante bueno. No podría tildarla de obra maestra, pero jamás fue su intención serlo, y pese a algunos notables fallos nunca hubiese imaginado que un producto tan entretenido obtendría semejante desaprobación.
Suicide Squad, situada luego de los eventos acontecidos en Baman v Superman, relata una misión llevada a cabo por el Task Force X, equipo compuesto por supercriminales liberados de la prisión Belle Reve con la promesa de alivianarles la condena a cambio de su obediencia, y en caso de que algún individuo transgreda las reglas se activará una bomba que les fue implantada a cada uno en el cuello, dejando acéfalo al rebelde. Este escuadrón es ideado por Amanda Waller, con el fin de hacer frente a alguna amenaza metahumana sin sufrir bajas de importancia para Estados Unidos, y para ello recluta a malvivientes como Deadshot, Harley Quinn, El Diablo, Killer Croc, Boomerang y Slipknot, e integrando además a Rick Flag y Katana para mantener todo a raya. Bajo esta premisa el espectáculo da inicio.
Es la primera vez que estos personajes tienen una adaptación live-action en la pantalla grande, por ende era de extrema necesidad establecerlos en este vasto Universo, presentándolos correctamente y dándole al espectador un perfil claro con el que sostenerse. Hay varias personalidades que abordar, muchas cosas para contar y, encima, se debe hacer rápidamente porque necesita espacio para desarrollar toda
la aventura que experimentarán estos héroes poco convencionales después. Y resulta que la ejecución de esta hazaña es tal vez el principal problema de la película. Todo el primer tramo es un montaje que desborda estilo pero no genera sustancia, es una probada de lo que veremos mejor realizado más tarde y, al estar conducido por escenas inconexas y una narrativa malograda, se termina asemejando a un trailer. Se presentan los orígenes en modo de flashbacks a lo Lost o Watchmen, pero es sólo un torrente de secuencias que fluyen con frenesí, y es una pena porque en un principio parecían ser escenas con mucho potencial -como la tortura del Joker a Harley Quinn- sin embargo, pasan desapercibidas.
Una vez superada la primera etapa, y habiendo recibido a la fuerza toda la información necesaria para proseguir, el ritmo de la cinta se ajusta y se mantiene -más allá de algún que otro desliz en la edición- estable, de esta forma el tono también queda mucho mejor parado y ejecutado. Han logrado converger con creces la esencia oscura que DComics viene acuñando para encarar sus proyectos con una intención despojada de toda solemnidad, la distensión es clave para balancear perfectamente el humor -algo negro cabe aclarar- y el melodrama, ambos elementos cuentan con el mismo peso y la misma efectividad. Pasada la introducción, no hay nada que recriminarle a la narrativa, es una montaña rusa de emociones, equilibrada y entretenida. Dada la naturaleza poco pretenciosa del proyecto, era de esperarse que cada tanto haya diálogos descaradamente clichés que cada vez que los oía me desencajaban, aunque eso es una apreciación meramente personal. Al César lo que es del César. Luego de Man of Steel y de Batman v Superman es un necesario golpe de aire fresco, con toda su seductora excentricidad y desacato.
Sin embargo, ese carisma no se extiende a las escenas de acción, y aquí es cuando se nota la ausencia de Zack Snyder en la silla de director. Es algo un poco decepcionante porque se habían declarado los métodos utilizados para rodar estas secuencias, utilizaron armas de verdad, los disparos fueron reales, no hubo mucho uso de dobles de riesgo, y a prima facie resultaba algo excitante, prometedor, pero la verdad hay algo en la práctica que no funcionó. Los golpes no se sentían, los disparos tampoco, se sintieron como transiciones light, de manual, no hubo adrenalina. Es ahora cuando podemos percibir el miedo de Warner para dar un paso más allá. En proyectos anteriores se notaba que había un esfuerzo sobrehumano en cuidar las escenas violentas, de permanecer en el +13, pero acá se hace muy obvio. No hay ninguna buena toma de un cuchillazo o disparo. La censura es constante, para nada sutil y, pese a ser una propuesta ruda, nunca cruza ninguna línea.
Tal vez en algo de esto tenga que ver una banda sonora ubicada de forma inadecuada. La selección de temas pop (variando entre distintos géneros) es magistral, eso ya se percibía desde los avances, pero el problema es cuando se introducen en momentos que no los ameritan, entonces intensifican escenas que tal vez deberían servir como un descanso entre tanto temblor. No me mal entiendan, hay escenas dramáticas muy poderosas, más de lo que cabría esperar en esta clase de producciones, pero hay muchas otras que terminan arruinadas por tener una canción sonando arriba, y en el punto que llega alguna pelea o tiroteo, uno espera escuchar estas canciones que levantarían a un muerto y no sucede. Totalmente desaprovechado.
Wait, wait, wait, ¿tantos patinazos? ¿Y entonces qué hace de Suicide Squad una buena película como proclamaba antes? Diré, sin rodeos, que es absolutamente todo lo demás. Partiendo de su argumento, que si bien no es una obra de Shakespeare nadie pretendía que lo sea, de hecho es un gran mérito que sostenga un conflicto tan simple durante casi dos horas con momentos interesantes y diversos giros. Es de esas películas que no importa tanto el destino sino el trayecto. Al Squad se le asigna una misión, llegan a la zona del desastre y la resuelven, fin. Simplón pero lo suficientemente ingenioso como para que se sostenga durante ese buen rato. Aprecio además que se incluyera la magia como un elemento real dentro del Universo DC, dotándole también de un vasto espectro de posibilidades argumentales a explorar, pues hablamos de un mundo donde hay Dioses mitologícos, aliens, series con superpoderes y -ahora- magia, un menjunje propio del Noveno Arte.
En un celuloide centrado en un equipo es fundamental el tratamiento que se le da a éste y a cada uno de sus componentes, con el fin de que la trama se sostenga como debe ser, y gracias a Barbatos ese es el mayor acierto de este producto. Todos son muy buenos personajes, con caracterizaciones memorables, buen nivel actoral (en la mayoría de los casos, ya llegaremos a eso) y, lo más importante, una química incorruptible. Aplaudo además el modo en que decidieron encararlos. Con este concepto nuevo en el género superheróico (o por lo menos para el mundillo del cine) de tener villanos obligados a salvar el día, se podrían haber limitado a usarlo simplemente como un catalizador de situaciones hilarantes y coloridas, que las hay, pero David Ayer va más allá y escarbar en sus aspectos más humanos, vinculándolos desde sus desgracias, describiéndolos como personas terriblemente jodidas que hacen lo que pueden a partir de lo que el mundo hizo con ellos y construyendo un mensaje reivindicativo con bastante sentido. Dentro de una premisa original, hubo un giro aún más original, y lo aplaudo.
Por supuesto algunos personajes tienen un desarrollo mejor constuido que otros, pero entre la sintonía y el carisma que emanan todos, hace que la presencia de estos "otros" se justifique totalmente. Como principal figura tenemos a Will Smith, quien encarna a Deadshot. Digamos que este intérprete no es santo de mi devoción, algunos de sus trabajos son indiscutiblemente grandiosos pero en la mayoría de sus apariciones sucumbe ante su propio narcisismo de super estrella hollywoodense y se limita a hacer ego-trips. Por suerte para esta ocasión, con algo de mérito directivo y narrativo además, se lo nota completamente dispuesto para con el papel, brindando un asesino a sueldo con el que identificarse, llevando una relación padre-hija a cuestas, y una dualidad interesante. Es gracioso, entrañable y badass.
Cabeza a cabeza con Deadshot se encuentra, cómo no, la Harley Quinn de Margot Robbie. Gran parte de la campaña publicitaria hacía foco en ella, todo el hype iba en su dirección y la expectativa era enorme. Se trata de la primera encarnación cinematográfica de una villana que ha cobrado una relevancia desmedida en estos últimos años, principalmente gracias a los videojuegos Batman Arkham y a las historietas enmarcadas en la iniciativa The New 52!. Y, ¿qué puedo decir? Muchos criticaron la película pero pocos se han atrevido a alegar que esta actriz no supo llenar los zapatos, porque lo hizo y con creces. A esta altura se quemó el elogio pero no hay ninguno más cercano a la realidad: ¡nació para el papel! Se desenvuelve de forma excelsa y su interpretación satisfacerá a muchos. Había cierto temor en el fandom de que esta villana se vuelva algo así como otro símbolo de mujer fuerte e independiente, siendo lo opuesto a su esencia, pero no ha sido así. Es una desquiciada, obsesionada con su amado Duque de la Muerte y dentro de ese ámbito se exploran varias matices. Es por momentos muy sexual, otros inocente (con un feeling a Batman: The Animated Series), otros desvariada, dinámica. En fin, es un show en sí misma.
Por supuesto, si vamos a hablar de la reina, también debemos hacerlo con el rey. El Joker efectivamente está en la película y Jared Leto es quien se encarga de darle vida. De por sí su presencia en el filme fue polémica desde el comienzo dado que Heath Ledger dejó la vara muy alta en The Dark Knight e Internet fue un campo de guerra cuando se expuso su poco habitual apariencia. Y ahora que por fin llegó el estreno, la situación no parece que vaya a cambiar mucho. De buenas a primeras, sabíamos que iba a asumir un rol secundario pero al parecer tiene mucho menos tiempo en pantalla de lo que todos deseaban. En realidad yo no esperaba ver MUCHO más de él, admito que tal vez un par de escenas más no hubiesen estado mal, pero a nivel argumental no tenía mucho más que hacer, cumple con su función que es la de darle vida e importancia al trasfondo de Harley, asienta las bases de su mitología y demuestra todo el potencial que tiene para explotarlo en futuras entregas de la franquicia.
Ya metiéndonos en el personaje en sí,puedo decir que este maníaco se gana como nunca antes el seudónimo de Príncipe Payaso del Crimen. En los aproximadamente 10 minutos que aparece, hace valer cada segundo. Leto es un actor versátil y excepcional que le da cuerpo a una versión gangster del Joker, que encuentra inspiración en la novela gráfica homónima firmada por Brian Azzarello y Lee Bermejo, que dirige todas las riendas del crimen organizado en Gotham City y administra su propio club de strippers. Tanto su personalidad como apariencia denotan unas tendencias egocéntricas y frívolas, portando tatuajes, alhajas, excéntricas armas y una actitud sencillamente terrorífica. Y más allá de su trasfondo -que se deja entrever- e información, hay que aplaudir la caracterización en sí misma. El cantante de 30 seconds to Mars consigue un registro actoral magnífico, inmerso en su propio mundo, un lenguaje corporal demencial acompañado de una voz ecléctica repleta de repentinas exaltaciones, gruñidos y ciclotímicos disparates.
En cuanto a la relación de Harley y el Joker, está correctamente llevada. Se encuentra lejos de ser la relación platónica que todo el mundo parece interpretar. El problema es que no hay algo explícito en lo que cualquier espectador casual se sostenga, pero sólo vasta con leer un poco entre líneas para comprender que es un amor enfermizo y tóxico. Él es un manipulador que sólo vela por la integridad de ella porque la encuentra de su pertenencia y ella sólo existe para complacerlo a él, todas sus acciones coinciden en esa dirección. Por eso el Payaso, pese a no estarlo físicamente, está presente durante todo el transcurso de la cinta.
Saliendo del mad love, otro principal masculino es Rick Flag, de Joel Kinnaman, quien se encarga de comandar a este conjunto de chicos malos, y sufre una evolución notoria a través del film. Lo vemos sufrir por amor y trascender junto al equipo. De odiarlo, a mostrarse escéptico y finalmente a unirse de alguna manera a ellos. Es fácil simpatizar con él porque no sólo es la mente sensata, metida en este delirante embrollo, sino que también se involucra bajo amenaza y totalmente en contra de su voluntad, entonces automáticamente uno lo acompaña en el viaje que emprenderá para salir airoso. Su pareja es June Moon a.k.a. Enchantress, encarnada por Cara Delevingne: La villana detrás de todo. No quiero meterme en detalles sobre su origen e historia, pero resaltaré que sus motivaciones son de manual y la actuación es defectuosa. Su diseño es impresionante, los movimientos histriónicos que propone quedan visualmente bien aplicados, pero no llega a compensar su pobre construcción.
Viola Davis, por su parte, encarna a una Amanda Waller dura de matar y fácil de temer, no es la villana del cuento pero es ruda y maldita. Debería bastar con contarles que es capaz de afrontar al Batman de Ben Affleck (que tiene tres memorables cameos), Killer Croc, Enchantress y Deadshot con tan sólo su arrasadora actitud. Otra grata sorpresa es El Diablo de Jay Hernandez, poco se esperaba y se adelantaba de él, pero tenían entre manos una versión profunda del villano, valido de un origen trágico y un temple que funciona por el contraste que hace con los otros miembros del Escuadrón, y hasta toma un protagonismo impensado en el último acto.
Luego está el resto, Boomerang de Jai Courtney, Killer Croc de Adewale Akinnuoye-Agbaje y Katana de Karen Fukuhara. Es cierto que no se les dio absolutamente nada de énfasis a estos personajes, pero cada uno de ellos ha sabido adaptarse a la impronta colorida e hilarante de la película, además de que se les otorgaron sus pequeños pero memorables momentos. Cumplen con su función y crean un gran interés de querer ver más de ellos en futuras secuelas.
Cabeza a cabeza con Deadshot se encuentra, cómo no, la Harley Quinn de Margot Robbie. Gran parte de la campaña publicitaria hacía foco en ella, todo el hype iba en su dirección y la expectativa era enorme. Se trata de la primera encarnación cinematográfica de una villana que ha cobrado una relevancia desmedida en estos últimos años, principalmente gracias a los videojuegos Batman Arkham y a las historietas enmarcadas en la iniciativa The New 52!. Y, ¿qué puedo decir? Muchos criticaron la película pero pocos se han atrevido a alegar que esta actriz no supo llenar los zapatos, porque lo hizo y con creces. A esta altura se quemó el elogio pero no hay ninguno más cercano a la realidad: ¡nació para el papel! Se desenvuelve de forma excelsa y su interpretación satisfacerá a muchos. Había cierto temor en el fandom de que esta villana se vuelva algo así como otro símbolo de mujer fuerte e independiente, siendo lo opuesto a su esencia, pero no ha sido así. Es una desquiciada, obsesionada con su amado Duque de la Muerte y dentro de ese ámbito se exploran varias matices. Es por momentos muy sexual, otros inocente (con un feeling a Batman: The Animated Series), otros desvariada, dinámica. En fin, es un show en sí misma.
Por supuesto, si vamos a hablar de la reina, también debemos hacerlo con el rey. El Joker efectivamente está en la película y Jared Leto es quien se encarga de darle vida. De por sí su presencia en el filme fue polémica desde el comienzo dado que Heath Ledger dejó la vara muy alta en The Dark Knight e Internet fue un campo de guerra cuando se expuso su poco habitual apariencia. Y ahora que por fin llegó el estreno, la situación no parece que vaya a cambiar mucho. De buenas a primeras, sabíamos que iba a asumir un rol secundario pero al parecer tiene mucho menos tiempo en pantalla de lo que todos deseaban. En realidad yo no esperaba ver MUCHO más de él, admito que tal vez un par de escenas más no hubiesen estado mal, pero a nivel argumental no tenía mucho más que hacer, cumple con su función que es la de darle vida e importancia al trasfondo de Harley, asienta las bases de su mitología y demuestra todo el potencial que tiene para explotarlo en futuras entregas de la franquicia.
Ya metiéndonos en el personaje en sí,puedo decir que este maníaco se gana como nunca antes el seudónimo de Príncipe Payaso del Crimen. En los aproximadamente 10 minutos que aparece, hace valer cada segundo. Leto es un actor versátil y excepcional que le da cuerpo a una versión gangster del Joker, que encuentra inspiración en la novela gráfica homónima firmada por Brian Azzarello y Lee Bermejo, que dirige todas las riendas del crimen organizado en Gotham City y administra su propio club de strippers. Tanto su personalidad como apariencia denotan unas tendencias egocéntricas y frívolas, portando tatuajes, alhajas, excéntricas armas y una actitud sencillamente terrorífica. Y más allá de su trasfondo -que se deja entrever- e información, hay que aplaudir la caracterización en sí misma. El cantante de 30 seconds to Mars consigue un registro actoral magnífico, inmerso en su propio mundo, un lenguaje corporal demencial acompañado de una voz ecléctica repleta de repentinas exaltaciones, gruñidos y ciclotímicos disparates.
Saliendo del mad love, otro principal masculino es Rick Flag, de Joel Kinnaman, quien se encarga de comandar a este conjunto de chicos malos, y sufre una evolución notoria a través del film. Lo vemos sufrir por amor y trascender junto al equipo. De odiarlo, a mostrarse escéptico y finalmente a unirse de alguna manera a ellos. Es fácil simpatizar con él porque no sólo es la mente sensata, metida en este delirante embrollo, sino que también se involucra bajo amenaza y totalmente en contra de su voluntad, entonces automáticamente uno lo acompaña en el viaje que emprenderá para salir airoso. Su pareja es June Moon a.k.a. Enchantress, encarnada por Cara Delevingne: La villana detrás de todo. No quiero meterme en detalles sobre su origen e historia, pero resaltaré que sus motivaciones son de manual y la actuación es defectuosa. Su diseño es impresionante, los movimientos histriónicos que propone quedan visualmente bien aplicados, pero no llega a compensar su pobre construcción.
Viola Davis, por su parte, encarna a una Amanda Waller dura de matar y fácil de temer, no es la villana del cuento pero es ruda y maldita. Debería bastar con contarles que es capaz de afrontar al Batman de Ben Affleck (que tiene tres memorables cameos), Killer Croc, Enchantress y Deadshot con tan sólo su arrasadora actitud. Otra grata sorpresa es El Diablo de Jay Hernandez, poco se esperaba y se adelantaba de él, pero tenían entre manos una versión profunda del villano, valido de un origen trágico y un temple que funciona por el contraste que hace con los otros miembros del Escuadrón, y hasta toma un protagonismo impensado en el último acto.
Luego está el resto, Boomerang de Jai Courtney, Killer Croc de Adewale Akinnuoye-Agbaje y Katana de Karen Fukuhara. Es cierto que no se les dio absolutamente nada de énfasis a estos personajes, pero cada uno de ellos ha sabido adaptarse a la impronta colorida e hilarante de la película, además de que se les otorgaron sus pequeños pero memorables momentos. Cumplen con su función y crean un gran interés de querer ver más de ellos en futuras secuelas.
¿Y ahora qué le depara al Universo Cinematográfico Extendido? No lo sé, las críticas volvieron a destrozar a un producto de DC y Warner, pero nuevamente está demotrando ser sumamente redituable. Es una película con mucho potencial de obtener secuelas y asienta las bases para que personajes como Harley o el Joker puedan tener su propio flick. Por el momento, Suicide Squad llegó a la cartelera con una propuesta innovadora que apuesta por lo estrambótico, peculiar y estrafalario, despojando a los personajes de toda epicidad reflexiva y demostrando que el cine comiquero ha llegado para quedarse, desplazarse despreocupadamente entre distintos géneros y continuar siendo un éxito.
Puntaje: 8 de 10.
¿Y ustedes ya la vieron? ¿Qué opinan sobre Suicide Squad? Los invito a dejar sus apreciaciones en los comentarios. ¡Jokersaludos!
Puntaje: 8 de 10.
¿Y ustedes ya la vieron? ¿Qué opinan sobre Suicide Squad? Los invito a dejar sus apreciaciones en los comentarios. ¡Jokersaludos!
Comentarios