Técnicamente está re podrido de todo y de todos, ¡pero en especial de Batman!
Sí, sí, ya sabemos que el intocable Alan Moore anunció que su labor en el Noveno Arte, al que tanto le aportó en décadas anteriores, tiene una fecha de vencimiento más cercana que lejana aunque, siendo sinceros, sabemos que la mayoría, de no ser porque el autor anunció su retiro, ni se hubiese enterado de que seguía en actividad, por lo que centrémonos en lo genuinamente jugoso (y hasta ahí). Resulta que el barbudo mago del caos no quiso dar un paso al costado sin antes dar la nota, y lo hizo expresando nuevamente su auténtico aborrecimiento hacia el ícono del superhéroe, poniendo como ejemplo en esta ocasión al Hombre Murciélago.
"Estoy seguro de que hay una muy buena razón por la que cientos de miles de adultos están esperando para ver las nuevas aventuras de Batman. Las películas de superhéroes son de peronajes inventados por Jack Kirby en la década del '60 o antes. Les tengo un gran amor a estos personajes por lo que fueron cuando yo tenía 13 años, estaban diseñados brillantemente. Pero ya han pasado 50 años. Creo que este siglo necesita y merece su propia cultura. Precisa artistas que intenten hablar de cosas relevantes para la época en la que vivimos. Esta es una forma extensa y prolija que tengo para decir que estoy realmente harto de Batman", profesó el creador de Watchmen.
No Alan, lamento decirte que estás muy equivocado y tu apreciación es injustificada. Que sigamos regresando a elementos de culturas pasadas no prohíbe el surgimiento de nuevos íconos populares, y es algo que como humanidad siempre hicimos. Como humanidad nunca decidimos olvidarnos completamente de los relatos que se narraron en antaño. A las viejas religiones las catalogamos como mitología y partimos de sus raíces para forjar nuevas figuras, sin ir más lejos los superhéroes que hoy en día predominan en las distintas industrias del entretenimiento podrían ser considerados símiles de los campeones griegos y romanos, de los cuales -por cierto- no se dejaron de hacer novelas, películas o videojuegos. Cada tanto volvemos a los cuentos de los Hermanos Grimm. Aún nos seducen los monstruos clásicos como Drácula y Frankenstein. Star Wars: Episode VII fue un éxito rotundo. A veces nos decepcionamos cuando se relanzan franquicias como Robocop, pero nos llevamos grandes sorpresas revisitando otros mundos supuestamente intocables como el de Dawn of the Dead. Y eso no le impidió al Siglo XXI generar, todavía siendo muy joven, sus propias historias, aquellas que sólo tendrían lugar en una época como esta. Películas de culto que rompieron esquemas y ahora son el estándar a alcanzar como Matrix. O incluso las series que pusieron ese medio en boga, como Lost o Breaking Bad, sólo por citar los ejemplos más comunes. Podemos seguir creando cosas nuevas y aún así rendirles tributo a otras obras preexistentes. En el caso de los superhéroes, si perduraron con el tiempo y aún, después de casi un siglo de su nacimiento, siguen convocando a millones y millones de espectadores, es porque todavía tienen mucho para dar y decir, porque su potencial nos sigue sorprendiendo y merece ser explorado. Cuando nos hayamos hartado de ellos lo sabremos, después de todo a nadie le gustan los nuevos capitulos de Los Simpsons.
¿Y ustedes qué opinan? ¿Tiene razón el escritor de Northampton al despotricar de esta forma contra las mallas y las capas? ¿Se estará olvidando que su entrañable League of Extraordinary Gentlemen está compuesta por personajes personajes provenientes de la literatura clásica? Dejen su opinión, siempre bienvenida, en los comentarios. ¡Jokersaludos!
Sí, sí, ya sabemos que el intocable Alan Moore anunció que su labor en el Noveno Arte, al que tanto le aportó en décadas anteriores, tiene una fecha de vencimiento más cercana que lejana aunque, siendo sinceros, sabemos que la mayoría, de no ser porque el autor anunció su retiro, ni se hubiese enterado de que seguía en actividad, por lo que centrémonos en lo genuinamente jugoso (y hasta ahí). Resulta que el barbudo mago del caos no quiso dar un paso al costado sin antes dar la nota, y lo hizo expresando nuevamente su auténtico aborrecimiento hacia el ícono del superhéroe, poniendo como ejemplo en esta ocasión al Hombre Murciélago.
"Estoy seguro de que hay una muy buena razón por la que cientos de miles de adultos están esperando para ver las nuevas aventuras de Batman. Las películas de superhéroes son de peronajes inventados por Jack Kirby en la década del '60 o antes. Les tengo un gran amor a estos personajes por lo que fueron cuando yo tenía 13 años, estaban diseñados brillantemente. Pero ya han pasado 50 años. Creo que este siglo necesita y merece su propia cultura. Precisa artistas que intenten hablar de cosas relevantes para la época en la que vivimos. Esta es una forma extensa y prolija que tengo para decir que estoy realmente harto de Batman", profesó el creador de Watchmen.
No Alan, lamento decirte que estás muy equivocado y tu apreciación es injustificada. Que sigamos regresando a elementos de culturas pasadas no prohíbe el surgimiento de nuevos íconos populares, y es algo que como humanidad siempre hicimos. Como humanidad nunca decidimos olvidarnos completamente de los relatos que se narraron en antaño. A las viejas religiones las catalogamos como mitología y partimos de sus raíces para forjar nuevas figuras, sin ir más lejos los superhéroes que hoy en día predominan en las distintas industrias del entretenimiento podrían ser considerados símiles de los campeones griegos y romanos, de los cuales -por cierto- no se dejaron de hacer novelas, películas o videojuegos. Cada tanto volvemos a los cuentos de los Hermanos Grimm. Aún nos seducen los monstruos clásicos como Drácula y Frankenstein. Star Wars: Episode VII fue un éxito rotundo. A veces nos decepcionamos cuando se relanzan franquicias como Robocop, pero nos llevamos grandes sorpresas revisitando otros mundos supuestamente intocables como el de Dawn of the Dead. Y eso no le impidió al Siglo XXI generar, todavía siendo muy joven, sus propias historias, aquellas que sólo tendrían lugar en una época como esta. Películas de culto que rompieron esquemas y ahora son el estándar a alcanzar como Matrix. O incluso las series que pusieron ese medio en boga, como Lost o Breaking Bad, sólo por citar los ejemplos más comunes. Podemos seguir creando cosas nuevas y aún así rendirles tributo a otras obras preexistentes. En el caso de los superhéroes, si perduraron con el tiempo y aún, después de casi un siglo de su nacimiento, siguen convocando a millones y millones de espectadores, es porque todavía tienen mucho para dar y decir, porque su potencial nos sigue sorprendiendo y merece ser explorado. Cuando nos hayamos hartado de ellos lo sabremos, después de todo a nadie le gustan los nuevos capitulos de Los Simpsons.
¿Y ustedes qué opinan? ¿Tiene razón el escritor de Northampton al despotricar de esta forma contra las mallas y las capas? ¿Se estará olvidando que su entrañable League of Extraordinary Gentlemen está compuesta por personajes personajes provenientes de la literatura clásica? Dejen su opinión, siempre bienvenida, en los comentarios. ¡Jokersaludos!
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