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Título: Night of the Monster Men, part 2.
Historia: Steve Orlando & Tim Seeley.
Guión: Steve Orlando.
Artista: Roge Antonio.
Colorista: Chris Sotomayor.
Portada: Yanick Paquette & Nathan Fairbairn.
Portada alternativa: Ivan Reis, Oclair Albert
& Sula Moon.
La primera
impresión que se tiene al leer "Batman" #7 y "Nightwing" #5 es que "Night of the Monster Men" es un subidón de adrenalina —ya saben,
monstruos, gente corriendo, edificios destruidos, grandes acrobacias, etc.—,
pero poco más…
Discutiendo con
mi editor lo que esta primera entrega nos dejó, concordamos en que éste era un
punto débil en el crossover: mucho
ruido y pocas nueces. También concordamos en que el pisco chileno que nos
tomamos esa velada era tan licoroso como un late harvest de 46°…
Y sí. "Night of the Monster Men" es, hasta lo
visto, un cómic de acción bastante frenético y mínimamente reflexivo. Hasta lo visto, insisto. Aún nos quedan
cuatro partes más.
Sin embargo, ¿es
aquello malo?
Tras mi segunda
lectura y un tiempo extra de decantación —por no hablar de la resaca post-pisco…—,
bien podríamos decir que la característica expuesta es, a la vez, su flaqueza…
y su fortaleza.
¿Cómo conciliamos
ambos términos?
¿Debemos hacerlo?
Las preguntas nos
hacen sentir como Grayson tratando
de calzarse sus mallas ultra-ajustadas para jugar al saltimbanqui de la
justicia.
"Nightwing" #5 —del título "Batman" ya habló mi colega de Blog, que es
abstemio… creo— nos enfrenta con el peligro ya desatado sobre Gotham, lo que para cualquier lector
asiduo del Encapotado viene siendo
como el modus vivendi de la ciudad.
Uno de los Monster Men ha sido derrotado —una
suerte de bebé ultra desarrollado sin partes pudendas a la vista… los gringos y
sus traumas con el cuerpo desnudo—. Un segundo —pariente de la Hidra de Lerna— se dedica a pasear por
el centro de la ciudad mientras la recién estrenada Bati-Trinidad —Batsy, Bati-Safo y Naigüín—,
intentan ponerle tropiezos en su camino… infructuosamente.
Al mismo tiempo, Clayface —multiplicado en decenas de
policías—, junto a Spoiler y Orphan, guían a la aterrorizada
población a unas cuevas ubicadas muy en lo alto, porque en Gotham unos cuantos monstruos con ambiciones de Kaijú no son suficientes: también se
les viene la peor tormenta que se ha visto y su correspondiente inundación…
Alfred, off course my dear, no descansa
tampoco y desde la Bat-Cave intenta
desentrañar la esencia de esta amenaza. Duke,
a su lado, intenta hacer su parte, mientras una atemorizada Gotham Girl se da una vuelta para recordarnos que entre ella y la nueva “adquisición” efébica de Batman pasa algo…
Grayson, entre rescate y rescate, avanza hasta la morgue desde donde vinieron
estas criaturas con la esperanza de dar con Hugo Strange —artífice
de la debacle… ¿Qué? ¿No vieron la segunda temporada de "Gotham"?...—, pero se encuentra con la simpática sorpresa de que las
cobayas no fueron dos como se pensaban, ¡sino cuatro! Y una de ellas va camino
de una visita fuera de horario a la penitenciaría de Blackgate —tan cara a las aventuras de Naigüín—. Esta vez, un Spiderman
muy diferente del que Steve Ditko imaginara alguna vez.
Todo mal, hasta
que Gotham Girl decide entrar en acción…
Todo muy ágil. Contado
en estupendas viñetas a cargo de Roge
Antonio —recordado por estar a cargo
de los lápices en algunos episodios de "Batman & Robin Eternal"—. Un cómic para el disfrute total. Sin mayores
quebraderos de cabeza.
Lo que se
agradece enormemente. Muchas veces uno desea sólo sentarse y leer la historia
sin tener que intentar sacarle una segunda vuelta a la tuerca.
En ese sentido, "Nightwing" #5 —y "Batman" #7— son absolutamente lineales y sencillos.
Tras años bajo el
lápiz de Morrison y Snyder, que contaban enrevesadas
historias —uno con calva calidad, el otro con simpática exasperancia—, agradecemos la nueva etapa "Rebirth" en que se privilegia la aventura, el viaje hacia fuera por
sobre el viaje interior, y los arcos de pocos números.
Se agradece,
además, que sea un mismo equipo el que se haga cargo de "Night of the Monster Men",
otorgándole una continuidad especial al primer crossover de esta era —aunque, en lo personal, eche de menos el
arte de Fernández, dibujante
habitual de Naigüín—.
Sin embargo…
Sin embargo,
aunque uno lea "Night of the Monster Men" como una simple
y extravagante historia de kaijús y mechas… Oh, no, esperen, ése es "Batman Unlimited" —no me digan que tampoco vieron la última película
animada…—. Aunque sea una entretenida aventura de monstruos contra la Bati-Trinidad, bajo esta aparente
superficialidad, yacen encubiertos tres torrentes que laten por entre las venas
del Bativerso: la evolución de Batwoman, la relación Batsy/Naigüín y la desaparición de Red Robin.
Las tres expresadas
en escuetas líneas de textos, pero en grandes actos —me supongo que ustedes se
mantienen al día con las publicaciones. Si no, dense con todo gusto una vuelta
por nuestro Blog para leer las
reseñas anteriores de "Batman", "Nightwing" y "Detective Comics"; este último reseñado por un desequilibrado y
longevo Bat-Fan—.
Está claro que, ante esta nueva amenaza, la primera reacción de Batman es proteger a sus, valga la redundancia, protegidos. Vemos,
vez tras vez, que las decisiones del Murciélago
apuntan a mantener a Naigüín y a la muchachada —saludo a los miembros del Blog— fuera del peligro directo. De algún
modo, los títulos se hacen cargo de los acontecimientos que ocurren dentro del Bativerso.
Lo que agradecemos los fans recalcitrantes que levantamos altares a la
continuidad.
Pero también encontramos
que esa cautela con sus “amiguitos”, Batman
no la tiene con su prima pelirroja: como nos ha enseñado "Detective Comics", Batwoman ha alcanzado el status de par con Wayne y el Murciélago lo
sabe por lo que, hombro a hombro, combate junto a ella a los monstruos.
Naigüín —fácil olvidarse que estamos reseñando ese título—, como vimos al final de "Better than Batman", también ha
crecido, a pesar de que Batman aún
no acepta ese hecho. Por ello lo vemos en distintos momentos desafiando a su ex
preceptor.
Esos detalles,
que como una leve pátina cubren las páginas, aportan cierto grado de profundidad
inadvertida que aporta peso al crossover entero.
Puede sernos
ligero, pero reconocemos que ciertos sentimientos irresolutos asoman tras la tinta,
otorgándole un agradable peso que nos recuerda que "Night of the Monster Men" es importante de leer y tiene su justo
lugar dentro de la iniciativa "Rebirth".
Con dos sextas
partes ya publicadas, creo que tenemos diversión asegurada mientras dura el crossover.
Queda por ver
cuánto más se manifestara esta digresión entre Naigüín y Batman, mientras
los críos de Strange hacen de las
suyas en Gotham, ciudad sufrida como
pocas —la minusvalía de las propiedades debe tener los precios de arriendo por
debajo del nivel de la Bat-Cave—.
Comentarios
Manden direccion ... fuerte abrazo .
Gracias .... Totales